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Jaime Arias y Blas Hervías, los empresarios creadores de la ginebra Ocean Gin.

Pretende ser una ginebra que recuerde al mar y por eso su nombre es “ocean gin” que traducido resulta más o menos la ginebra del océano. Para que esa sensación no esté tan sólo en el nombre entre los once aromas, botánicos se le llama en el argot de las ginebras, que lleva la bebida está la salicornia, una planta que crece junto a los esteros y que también se conoce con el nombre de “espárrago de mar” por su similitud en el sabor y en la forma con los espárragos.

Entre los demás aromas que lleva la ginebra están también la canela, la hierba luisa, la naranja, el limón o la lima. El proceso de producción y de gestación de este producto ha estado completamente en manos gaditanas.

Así desde la salicornia, que procede de los esteros de la zona de la Bahía de Cádiz hasta en la destilación que también se ha llevado a cabo en un alambique artesanal de la provincia,  han intervenido empresas de la zona, al igual que las dos firmas que capitanean el proyecto.

La atractiva botella con la que saldrá a la venta la ginebra con salicornia. /Foto:  Pesonetomarketing

El lanzamiento de “Ocean Ginn” es un proyecto conjunto de la empresa  Pesonetomarketing, del experto en marketing Jaime Arias Hormaechea y Blanc Gatronomy, del empresario Blas Hervías, especializada en la creación de productos de lujo. La primera de las firmas está afincada en El Puerto de Santa María, y la segunda en Puerto Real, en el polígono de Tres Caminos.

Ambas firmas llevan ya varios meses desarrollando el producto. Pesonetomarketing se ha ocupado del desarrollo de toda la presentación del producto para lo que ha elegido una botella de color negro con letras serigrafiadas en color oro. Esta innovadora empresa portuense (ver aquí página web) está especializada en el desarrollo de la presentación de productos.

La salicornia es una planta que crece junto a los esteros y que también se conoce con el nombre de “espárrago de mar” por su similitud en el sabor y en la forma con los espárragos, se utiliza en la elaboración de esta nueva ginebra. /Foto: Pepe Monforte.

Por su parte Blanc Gastronomy se ha ocupado de la composición del producto en sí y ahora se encargará también de la comercialización. La empresa comenzó a trabajar en 2010, en principio dedicada a la elaboración de “caviar blanco” un producto basado en los huevos de caracol. Luego la firma ha ido evolucionando hasta especializarse en la comercialización de productos de lujo como esta ginebra que van a comenzar a vender ahora. En principio su precio de venta será de 24,75 euros y en los próximos días podrá adquirise ya a través de la página web de blanc gastronomy. (Texto: Pepe Monforte).

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Hoy se cumplen 283 años del comienzo formal de los autos de incorporación de El Puerto de Santa María a la Corona de Castilla. Si bien el Decreto de incorporación es del 31 de mayo de 1929, no será hasta el 10 de junio de ese año cuando el juez comisionado por S.M. el rey Don Felipe V, Francisco de Escobar y Bazán --llegado a El Puerto un día antes-- cuando empiece a actuar: sustituyendo los cargos y oficiales ducales por toros de carácter interino, ordenando también picar los escudos del Duque de Medinaceli de las oficinas públicas y pintar, en su lugar, las armas reales, … /En la imagen, S.M. el Rey Don Felipe V.

MÁS DE 400 AÑOS DE SEÑORÍO.
El Puerto de Santa María se incorporó a la Corona de Castilla en 1264 y tras una breve dependencia de la Orden Militar de Santa María de España -- entre 1272 y 1280-- nuestra Ciudad pasaría a ser un señorío jurisdiccional a finales del siglo XIII, al ser cedido por la Corona castellana al primer señor de El Puerto, el almirante genovés Micer Benedetto Zaccaria como contraprestación por de la guarda y defensa del Estrecho de Gibraltar así como de las desembocaduras de los ríos Guadalete y Guadalquivir, con doce galeras. Mas adelante, el señorío jurisdiccional pasó a manos de la familia de la Cerda, descendientes directos de quien fuera otro señor de El Puerto, Alonso Pérez de Guzmán ‘el Bueno’, pasando en el siglo XIV a los Medinaceli.

En la imagen de la izquierda, Nicolás Fernández de Córdoba y de la Cerda,  X Duque de Medinaceli y último Señor que fue de El Puerto de Santa María. 1729. Cuadro de Valerio Iriarte.

Nicolás Fernández de Córdoba y de la Cerda, marqués de Priego y Cogolludo, duque de Feria, Medinaceli y Alcalá, décimo conde del Gran Puerto de Santa María, de los Molares y otros títulos: Adelantado Mayor de Andalucía, de la insigne Orden del Toisón, Caballero Mayor de la Reina doña Isabel de Farnesio, tuvo hasta 1729  los derechos sobre el señorío jurisdiccional de El Puerto de Santa María.

Los portuenses, mediante este acto administrativo, adquirirán un nuevo status en su pertenencia a El Puerto: dejarán de ser vasallos del señorío de Medinaceli para convertirse en súbditos de S.M. el Rey Don Felipe V.

REAL DECRETO DE INCORPORACIÓN.
S.M. el Rey Don Felipe V promulgaba el Real Decreto de incorporación el 31 de mayo de 1729, en el que se incluía, también la incorporación a la Corona, de San Fernando --entonces Isla de León-- en posesión por el Duque de Arcos: “Conviniendo a mi Real Servicio y a la Corona incorporar a ella El Puerto de Santa María que hoy goza la Casa y estado del duque de Medinaceli, (y la Isla de León que posee la del duque de Arcos), he resuelto incorporar y mando se incorporen en la Corona con la jurisdicción, señorío y vasallaje, oficios, rentas y derechos jurisdiccionales de estos dos pueblos y que hoy gozan sus poseedores, cuya incorporación se ejecute y en su virtud se tome la posesión de ellos, y de todo lo referido a mi Real Nombre, a cuyo fin se expidan luego por el Consejo las órdenes convenientes y de haberse ejecutado me dará cuenta. /En la imagen superior izquierda, escudo de España durante el reinado de S.M. el rey Don Felipe V.

Y aviso a la Cámara para que proceda en adelante a lo que le toca en inteligencia, que igualmente he mandado al de Hacienda expida las convenientes para la incorporación y posesión de las alcábalas y demás derechos y rentas que por cualquier título o merced hoy gozan las dos referidas Casas en los dos expresados pueblos, y así tomada y en vista de los títulos y privilegios que en él presenten sus poseedores arregle después el correspondiente equivalente que así mismo he resuelto se les de, el cual haya de correr y corra desde el día de la referida posesión, se tendrá así entendido en el Consejo para su cumplimiento en la parte que le toca”. /En la imagen superior izquierda, escudo de los Duques de Medinaceli, en muy mal estado, conservado en los claustros del antiguo Monasterio de la Victoria.

“Vista del Puerto de Santa María”, óleo sobre lienzo, 70 x 95 cm, 1781-1785. Autor: Sánchez, Mariano Ramón (Valencia, 1740-1822). Pintor y miniaturista español. El cuadro es propiedad del Museo del Prado, en depósito en el Museo Naval de Madrid. [P1151]

LAS RAZONES DEL CAMBIO.
Para el historiador Jesús González Beltrán, quien ha investigado este periodo para su tesis de licenciatura en 1994 y posteriormente, se trata de:  «Una orden que no deja traslucir ninguna motivación concreta para llevar a efecto la incorporación, tan sólo se señala un vago “conviniendo a mi Real Servicio y a la Corona”. Detrás de esta conveniencia creemos que actúan ciertas “razones de Estado” relacionadas con la política exterior de defensa y el desa- rrollo de la Marina Real. […]

La Bahía de Cádiz en 1700. /Paris Chez Basset.

Años atrás, el desembarco angloholandés de 1702, con los saqueos de Rota, El Puerto y Puerto Real, había dejado al descubierto las deficiencias de las plazas de señorío: escasa preocupación por las fortificaciones y el artillado de las mismas, nulidad de las milicias, problemas de coordinación con sus autoridades, etc., por tanto, no era coherente centralizar en la Bahía de Cádiz el futuro militar, naval y comercial español y dejar que permanecieran bajo jurisdicción señorial áreas estratégicas de la zona como El Puerto de Santa María, que dominaba todo un flanco de la bahía y la desembocadura del Guadalete, o la Isla de León, defensa natural de Cádiz, paso obligado hacia la Carraca y nudo de comunicaciones con el caño de Sancti-Petri y el puente Suazo. Pero creemos que una decisión tan excepcional, ya que muy raramente se aplicó durante el Antiguo Régimen, tuvo que tener como trasfondo unos fundamentos de gran peso, tal como comentábamos al principio unas poderosas “razones de Estado”»

Puede que la Corona tuviera otros argumentos que expliquen el traspaso de jurisdicción de señorío a realengo de El Puerto, incluso algunos investigadores han llegado a señalarlos: castigar a la casa ducal de Medinaceli por su supuesta actitud ambigua durante la Guerra de Sucesión Española, sin apoyar abiertamente a Felipe V; atender las peticiones de determinadas familias portuenses contrarias o insatisfechas con el dominio ducal; recuperar las sustanciosas, y en crecimiento, rentas y derechos fiscales de la localidad; o, simplemente, poner bajo la protección real una ciudad que había agradado sobremanera al rey durante su estancia en ella en el mes de abril de 1729, un mes antes de tomar la importante resolución. […] / Acuarela de la Casa Palacio de Vizarrón, conocida como “Casa de las Cadenas”  30×43 cms. Autor: Ángel Pantoja del Puerto. El escudo sobre la puerta está sujetado por dos tenantes (*) con forma de sirena; en la esquina inferior izquierda dos cadenas que recuerdan el sobrenombre del edificio. Existe una lápida en el patio con el texto “En esta casa habitó SS.MM. D. Felipe y Dña. Isabel de Farnesio en los años 1.729 y 1.730?. Inexplicablemente este edificio permanece cerrado en peligroso estado de ruina. ¿Se acabará cayendo como tantos otros? (*) tenante (Del fr. tenant, que sostiene). 1. m. Heráldica. Cada una de las figuras de ángeles u hombres que sostienen el escudo.

El Castillo de Santa Catalina, sobre la playa del mismo nombre. /Foto: Javier de Lucas.

LA REALIDAD.
La incorporación de El Puerto de Santa María en 1729, favoreció, en primer lugar, a la Corona, que recuperó para su administración directa una ciudad rica y en auge, con una ubicación privilegiada en la comercial Bahía de Cádiz. Por supuesto, benefició a las familias dirigentes de la localidad, que, a su excepcional posición social y económica podían añadir, ahora, con la anuencia de los organismos estatales, el control político del municipio. Mientras que la mayoría de la población permanecería ajena al proceso, disfrutaría de los tres días de luminarias decretados por el cabildo y seguiría con su complicada vida, aumento de impuestos incluido, con independencia de ser gobernados por un señor jurisdiccional o por una emergente oligarquía local defensora de sus exclusivos intereses». (Texto: Jesús González Beltrán).

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Derribo de la Lonja del pescado en la Otra Banda. /Foto: Fito Carreto.

Me rebelo cada vez que oigo que El Puerto se hunde en la miseria de sus escasos recursos económicos, cuando siento en el ambiente la abulia del "ya no se puede hacer nada" y palpo el derrotismo crítico contra aquellos que pretenden aportar soluciones. Me sublevo porque quiero pensar que no llevan razón. Después, cuando compruebo lo insolidario que es el portuense ante este tremendo problema, me hundo en una desesperanza crónica. Y grito, ¡que ya no tenemos pesca, ni bodegas, ni industrias, ni comercio…!

Trabajadores y policía ante el cierre del hotel Monasterio San Miguel. /Foto: Cata Zambrano.

¡Que es hora de despertar! ¿Es que no os dáis cuente que el turista no nos sacará de esta miseria, que es pan para hoy y hambre para mañana, sobre todo cuando son azotados en verano por quienes pretenden recuperar en dos meses la ruina del otoño y el invierno? Y el ayer en el que sueña el portuense es un lastre, una venda que nos impide ver el futuro ¿Dónde están los emprendedores? Y cuando surgen, ¿cómo os tratamos? ¿Dónde está aquel pueblo próspero que conocí hace años, esa gente entusiasta de mirada limpia, plena de esperanza, que transitaba ocupada por las calles…?

Palmeras desmochadas en el Parque de Calderón.

¿Alguien ha analizado seriamente la situación, ha encontrado la raíz del problema y, sobre todo, conoce la solución? Si es así, me gustaría sentarme una mañana con él, en el Bar Vicente mismo, y hablar sobre cómo llevarla a cabo, qué mecanismos tocar para que el motor de este viejo trasto funcione.

El Vapor junto a otros útiles del mismo en el Varadero de la Avda. de la Bajamar.

La gente está hundida. Lo presiento. No vive con la ilusión que yo sentía de niño. Evita la muerte mirando para otro lado. ¡Es que, como portuenses, les da igual esta situación…! Pero, ¿es que no les entra nada por el cuerpo saber que la ciudad cuenta con muy pocos recursos productivos, aparte de bares, cafeterías, restaurantes y vendedores de patatas fritas en el Parque; que no ha dado con la tecla del turismo que deja dinero? ¿Nos resignaremos a seguir quejándonos de la situación, sin arrimar el hombro y pensar con optimismo que esto tiene solución y que no debemos esperar de fuera lo que no somos capaces de generar dentro?

Campaña de abono para el Racing Club Portuense.

Quiero pensar que en que cada portuense hay un corazón que late y llora por lo que ve a diario. Deseo en lo más hondo de mi alma que reaccione de una vez. Aún estamos a tiempo de reanimarlo, practicar el boca a boca y que todos los portuenses dejemos a un lado nuestras diferencias por un objetivo común: El Puerto, nuestro Puerto…

Corporación Municipal surgida de las urnas electorales del año 2011.

Perdonarme pero hoy he paseado por las calles de El Puerto y apenas me he cruzado con peatones. Los pocos comercios que aún permanecen abiertos eran islas de un único náufrago, el dependiente. (Texto: Álvaro Rendón Gómez).

La Peña ‘el Tirolés’ reunida en la terraza del antiguo Kiosko de Murga, en el Parque Calderón, hoy de Romerijo. Al fondo podemos ver el edificio de soportales que existía antes de la construcción de la actual sede central de Mariscos Romerijo.

De izquierda a derecha, Daniel Otero Rascón, Jaime Gutiérrez Perea, José Galán Venegas, Juan López Durán, Juan Monge Reinado y Manuel Albert Alonso. /Foto: Colección V.G.L.

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José Luis Parra Pérez,  conocido como ‘Peli’, nace en El Puerto de Santa María el 22 de Diciembre de 1.947, en la calle Nevería. 22. Sus padres Luis Parra Rabaneda y Milagros Pérez Gonzalez vivieron la explosión de Cádiz el 18 de Agosto y la muerte de Manolete el 29 de Agosto de ese mismo año. Inició sus estudios en las Carmelitas, luego en el Asilo de la calle Cielos y después ingresó en la academia de José Luis Poullet (ver nótula núm. 163 en GdP) donde terminó el bachillerato. Su deporte favorito era el baloncesto, habiendo pertenecido al equipo “El Pentágono” junto con Francisco Guerrero Rosso, Manolo García Campos, Manolín Sanchez Romate, Cuqui Bernal, Pepe Palacios y otros más.

1947.
El año del nacimiento de ‘Peli’ fueron alcaldes de El Puerto Ignacio Osborne Vázquez y, a partir del 14 de julio Joaquín Calero Cuenca. Fue el año en el que dejó de procesionar la centuria romana de la Hermandad de la Humildad y Paciencia. El año en el que se bendice el retablo de la parroquia de San Joaquín, obra de José Obando. El año en el que se funda el bar taberna Casa Paco ‘Ceballos’. El año en el que el C.D. Jerez le ganaba en El Puerto un partido amistoso al R.C. Portuense, imponiéndose los jerezanos en el marcador por 4 a 3. Fue el año en el que el poeta Rafael Alberti publicaba ‘El ceñidor de Venus desceñido’.

En el Colegio del Asilo, de izquierda a derecha, Damian Moragues Ferrer, Blanca, Alcantara y Peli.

‘El Pentágono’. Arriba, de izquierda a derecha: Federico Acal Ortega,  Francisco Guerrero Rosso, Manolo García Campos y Manolín Sánchez Romate. Abajo: José Luis Parra; Cuqui Bernal y Pepe Palacios. Era el equipo de Baloncesto, en la Organización Juvenil Española (OJE), donde hoy se encuentra la Piscina Municipal y la sede de la Concejalía de Deportes.

1965. LOS SIMBRONI.
A los dieciséis años empezó su andadura en el mundo de la música junto a su amigo Pepe Palacios empezando a practicar con la guitarra. Pronto llegó a formar parte del conjunto ‘Los Simbroni’ (ver nótula núm. 389 en GdP).

Los componentes de Los Simbroni, de izquierda a derecha, Carmelo Ciria cantante, José Ramón Perles con el bajo, Juan de Dios a la batería, Lele Cárave y Peli Parra. Faltan Pepichi e Isidoro Nogués. 

En la primavera de 1965 actuaron por primera vez en la caseta del Racing Club Portuense, cuando la feria estaba en el Paseo de La Victoria, junto con Carmelo Ciria, José Ramon Perles, Isidoro Nogués y Lele Cárave Moreno.  El verano de ese mismo año, se desplazaron a Alicante para actuar en en Altea, Calpe, Benidorm y Villajoyosa.

A la vuelta de de la Costa Blanca en Septiembre empezaron a tocar en El Puerto de Santa María en el Club Náutico, siendo por aquel entonces el vocal de actividades Manolo Pico.  El invierno musical y de actuaciones lo vivieron entre ‘La Cabaña’ y ‘Cuatro Caminos’ en Jerez, Cine Rialto en Sanlúcar de Barrameda, el ‘Gato Loco’ en Rota y el ‘Picnic’ en el el Puerto. /En la imagen de la izquierda, Peli, en Altea en 1965.

CARNET DE ARTISTA.
En el año 1966, como todos los músicos de la época, tuvo que sacarse el ‘carnet de artista’ para poder actuar en las Salas de Fiestas, ya que el Sindicato Vertical así lo exigía; el examen se sufría en el Teatro San Fernando de Sevilla donde se hacía una actuación y el jurado daba el visto bueno.

Los Simbroni y el grupo jerezano Los Everplay, de vuelta de sacarse el carnet de músico en Sevilla. De izquierda a derecha, arriba, Jose Ramon Perles Carmelo Ciria Jose Ramon de la Hera, Luis Arvela, Pepe Arcas y Peli Parra. Abajo, de izquierda a derecha: Rafael Ciria, Pepe Collado, Javier González, Carlos Sanz, Kiki González y Manolo Arcas.

Había que actuar gratis como es lógico, pero el teatro se llenaba los domingos para ver a los grupos de Andalucía y cobraban la entrada; además había que abonar unas cantidades entre timbres y tasas para conseguir el ‘recordado’ carnet. Peli tuvo que hacerlo junto con otros compañeros.

BASE NAVAL DE ROTA.
Como la música no daba para comer y la sociedad de la época consideraba a un músico como a un bohemio, en 1968 abandona el conjunto musical y se incorpora en la Base Naval de Rota, trabajando en el Departamento de Suministros, pero a final de este mismo año, como todo joven español, tuvo que incorporase a filas, haciendo el servicio militar en Cerro Muriano (Córdoba), regresando en 1970 a la Base, ahora en el Departamento de Contabilidad, siendo trasladado mas tarde a la Oficina de Administración (Jefatura Americana) como Jefe de Contabilidad y Compras, permaneciendo hasta su prejubilación en Diciembre de 2011.

El Grupo Blend, de izquierda a derecha Pely Parra, Pepe Palacios invitado para la ocasión, Juande Nogués, Koky y Juan Carlos Dueñas. Escenario de la Casa de la Cultura, 30 de Enero de 1.976. (Foto Rafa).

En ese mismo año contrae matrimonio con María González Ruiz, hija de Manolo González propietario por entonces de “La Gallera”, con quien tiene cinco niños, Luis Manuel, Alejandro, Elena, Ana y Andrea Parra González.

Koky, José y Peli, en una foto promocional de 1978. Francisco Ramirez ‘Koky’, fundador del grupo, guitarra y voz, estuvo desde los comienzos hasta el final. Blend 73, Grupo Blend y Blend Trío. José Luis Parra ‘Peli’, bajo y voz, está en el grupo desde 1975 sustituyendo a José Manuel Vela hasta el final, Blend 73, Grupo Blend y Trio Blend. José Manuel Algeciras, batería y voz, cantante, se incorporó en el grupo en 1978 y refunda junto con Koky y Peli el Grupo Blend como trío.

...continúa leyendo "1.404. JOSÉ LUIS PARRA PÉREZ. ‘Peli’ el músico necesario."

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Los Picnic actuando en el Teatro Principal el 4 de agosto de 1964. /Foto: Rafa.

Esta es la historia de tres niños de 14, 12 y 11 años, respectivamente, que vivían en El Puerto de Santa María: Miguel Duque, Paco Oliva y Luis Villar. A diario, estos tres amigos se reunían en la barriada '18 de Julio' hoy de 'Los Toreros' situada junto a la Plaza de Toros y se iban a La Puntilla a mariscar, a cruzar el canal entre esta playa y la de Valdelagrana, terminando en los pinares de Las Dunas.

Miguel, el mayor, empezaba a hacer acrobacias --era su juego, cosas de chiquillos-- y además pagando caras las consecuencias, es decir, los batacazos. A Paco y a Luis se les fue despertando la curiosidad por este juego que se fue convirtiendo en afición y de ahí a la ilusión y el sueño de ser acróbatas.

Miguel, Paco y Luis, en la playa haciendo exhibición de músculos.

Lo que empezó como un juego se transformaba en un ejercicio diario, pues a diario entrenaban en un bodegón de la Plaza de Toros, donde por cierto, pasaban mucho frío. Los números de acrobacia eran ideados por ellos mismo, ensayando con constancia hasta dominarlos y, sin darse cuenta, se convirtieron en unos grandes gimnastas. Y, dado que en aquellas fechas no existían gimnasios en El Puerto, ellos mismos se fabricaban las pesas y demás accesorios haciendo uso de mucha imaginación.

Algunos niños de su edad se acercaban a ellos para verlos entrenar e, incluso, algún atrevido a participar con ellos en sus ejercicios. Aquella ilusión y sueño se fueron haciendo realidad y pasaron a ensayar en la sala de baile 'Picnic' en la calle Santa Clara, cuyo propietario era Ismael, el del 'Castillito de La Puntilla'. En aquel 'Picnic' empezaron a actuar en directo y de allí tomaron el nombre de 'Los Picnic de El Puerto'. La sala se llenaba para verlos actuar en directo. Sus paisanos estaban entusiasmado con 'Los Picnic', que se iban haciendo hombres y acróbatas profesionales. /En la imagen de la izquierda, Los Picnic actuando en la Plaza del Polvorista, en el Circo de los Hermanos Riola.

EL CURA MANAGER.
El cura de San Marcos, Ramón González Montaño (ver nótula núm. 232 en Gente del Puerto),  se interesó por el potencial de estos porteños y se convirtió, de facto, en su representante artístico durante una serie de años. Los Picnic se desplazaron a Sevilla al 'Patio Andaluz' donde obtuvieron tras una prueba el carnet de artista --algo que se exigía para ejercer como tal durante el anterior régimen político-- en la modalidad de Circo, como acróbatas.

Actuando delante del cartel publicitario de todo un clásico local: un anuncio de Volpa de Naranja, el refresco antised.

Octavilla propagandística en la vecina localidad de Rota.

ACTUACIONES EN LA PROVINCIA.
Pronto empezaran a actuar en la provincia de Cádiz. En El Puerto lo harán en el Teatro Principal en diversas ocasiones, en el Cine Moderno, en la Plaza de Toros --¡cuantas veces ensayaron en aquel frío bodegón!--, en el Circo de los Hermanos Riola situado en la plaza del Polvorista, Circo Ringlan... Y muchas serían las veces que actuarían para recaudar fondos para la construcción de la Iglesia de San Marcos y otras obras sociales de dicha parroquia. En Rota actuarán en la Base Naval, en el Gran Teatro Florida compartiendo cartel con la compañía de baile flamenco de Miguel de los Reyes; en Puerto Real, en El Gastor, etc.

Actuación en Televisión española el 15 de marzo de 1964. "Todo El Puerto estuvo pendiente de ellos en la tarde del domingo a las 8,30 de la tarde".

TELEVISIÓN ESPAÑOLA.
Será a mediados de la década de los sesenta, el 18 de marzo de 1964, cuando les llega la oportunidad de actuar en Televisión Española. La televisión que poco a poco iba penetrando en España. La televisión en blanco y negro en en el programa 'Salto a la Fama'. Los portuenses se agolpaban en los pocos locales de hostelería y colectividades que disfrutaban de aquel electrodoméstico extraño para la mayoría de la ciudadanía: el bar Los Pepes, Liba, Triana, Celestino, La Liga, el Milindri y pocos mas. /El periódico local 'Cruzados' se hizo eco de la actuación de nuestros paisanos.

El 25 de abril de 1961 actuaron en la Plaza de Toros de El Puerto. Ese mismo día llegaba a la Ciudad el anterior jefe del estado, el dictador Francisco Franco en una de sus habituales visitas a la familia Terry para cazar en San José del Pedroso, el alcalde, Luis Portillo le invitó a presenciar el espectáculo.

Los Picnic actuando en la Plaza de Toros el 25 de abril de 1961.

La trayectoria artística duró 10 años con unas cincuenta actuaciones. Durante el servicio militar el grupo se dividiría, actuando Miguel en solitario en Barcelona a donde se fue a vivir, y Paco y Luis, como dúo durante unos años hasta que lo dejaron. Los artistas no funcionaban igual, no eran igual por separado

Homenaje recibido por Los Picnic, en el bar 'El Rincón del Arte', propiedad de David Oliva Villar, que aparece en la imagen y organizador del mismo, en el año 2009.

Ya en el entorno de los setenta años, cincuenta años después estos tres niños mayores que vieron cumplidas sus ilusiones, todavía se emocionan recordando aquellos tiempos, cuando aún se habla de ellos en algún bar de barrio, e incluso algunos compañeros de entonces les recuerdan sus azañas acrobáticas paseando por España el nombre de El Puerto.

Agradecemos a David Oliva Villar la colaboración prestada facilitando la información y documentación gráfica para la realizción de esta nótula.

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A lo largo del día de hoy se ponen a a la venta los primeros ejemplares de la novela "El Cartaginés", editada por El Olivo de Papel, de la que es autor el portuense Álvaro Rendón Gómez. (ver nótula núm. 680 en GdP). Doscientas noventa páginas en papel ahuesado y portada a todo color sobre cartulina brillo, la novela se desarrolla en Cádiz-capital y sus escenarios se reparten por toda la provincia.

En lenguaje ameno, se narran las peripecias del inspector de policía Cañete, conocido en los bajos fondos como Charli, durante la investigación de un extraño homicidio: El cuerpo de un joven aparecido flotando en la rompiente del Baluarte de la Candelaria. Las primeras pesquisas apuntan a que el cuerpo pudo servir de paredro en un primitivo ritual a Melkhart, dios fenicio de la guerra. El policía es un hombre roto, agrio y torpe, con un largo historial de infortunios, que conocerá a una mujer sorprendente, Marta, que le recordará a Catherine, la novia oficial del Brochas, un ex-legionario que dirige un garito de juego y prostitución a las afueras de la capital gaditana. Novela de contrastes, de individuos que sobreviven encadenados a su propio destino incierto, capaces de protagonizar las más extrañas actividades, como Nati, la alcahueta del Paraíso, un viejo hotel convertido en burdel venido a menos; Serafín, capaz de memorizar miles de datos sobre la Semana Santa andaluza; María José, Pepa, profesora de Historia y liberada soltera; o el subcomisario Flores, en quien Cañete confiará para desenmascarar al culpable de tanto atropello.

"Aún sin identificar el cadáver aparecido sobre la rompiente del Baluarte de la Candelaria. Tras un azaroso rescate de la Guardia Civil del mar, una dotación de Bomberos de la capital y varias unidades de Policía Local, se ha logrado rescatar de las aguas de Cádiz el cuerpo sin vida de un muchacho. De madrugada, la Policía Local acudió al lugar de los hechos avisada por dos pescadores gaditanos. A día de hoy, no sabe nada más. Existe un hermetismo total". De la novela de Álvaro Rendón  'El Cartaginés'.

Entre esta fauna de tipos sobresale El Cartaginés, que da nombre a la novela. Fiel a la consigna de que “tu mano izquierda nunca sepa lo que hace tu derecha”, el Cartaginés dirige un imperio que prosperó entre el comercio y la corrupción, en una sociedad regida por leyes ineficaces, incapaces de castigar a los poderosos.

Álvaro Rendón Gómez, El Puerto de Santa María (Cádiz), 1950. Geómetra, narrador y ensayista. Licenciado en Bellas Artes. Catedrático de Dibujo. Estudiante de Cábala Hermética desde 1982, ha publicado ensayos con base geométrica como Mapas Geométricos, 1993; Análisis de recintos sagrados, 2000; Geometría paso a paso (tres volúmenes), 2001-2002; La Lápida Templaria descifrada, 2008, en colaboración con Juan Eslava Galán; La Cripta del Shemaforash, 2011. Su última novela, "Marisma con buitres", ha sido alabada por escritores de la talla de Juan Eslava Galán, premio Planeta 1987 [Librería Zorba, Larga, 69; El Puerto de Santa María; teléfono 956872195]

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A  lo largo de nuestra vida, a menudo nos cruzamos con personas a las que tildamos de “peculiares.” Unos te dan los buenos días con mucha educación. Son “policías con placas de juguete”; la discreción, son santo y  seña de  su identidad y es que  ya son  muchos los años de experiencia en el cuerpo y saben bien como disimular, si advierten un pequeño atisbo de ser descubiertos. (Ver nótula núm. 572 en GdP).

En la imagen, Vicente, Tonino, Enrique y Romualdo.

Otros te visten de improperios, sin saber bien por qué,  supongo que  se ponen nerviosos y descargan todo su extenso repertorio dejándote estupefacta y preguntándote «--¿Es a mi? ¿Y yo que le hice?». (Ver nótula núm. 051 en GdP).  Otros te sonríen con timidez, siempre van  aparentemente susurrando, en su galimatías, --apenas entendible-- se adivina desde un quebrado, al cuento de las mil y una noches. (Ver nótula núm. 139 en GdP).  Hay quienes, unas veces increpándote  y otras con una amplia sonrisa te dicen: «--¡Fea muérete ya!» y a la primera de cambio te  pueden poner “perdida” eso sí, de agua fresquita. (Ver nótula núm. 1.310 en GdP).

Sin olvidar a los que si los coges en uno de esos momentos “malos” te podían arrear un bastonazo o  con la caja del betún, si viniera al caso.  Cómo no recordar a esos que  cantaban con mucho arte, pero por desgracia el Dios Baco, fiel compañero  de viaje.  Daba gloria escucharlos. Habían nacido para el arte, eso era preclaro. Lástima que los avatares de la vida, les llevaran, no a aclarar la garganta con buen oloroso de nuestra tierra, sino en algunos casos, a regarles el alma.

Los había, que por deber debían de callar, al menos por un ratito, pero no, se empeñaban en enseñarnos, la hasta ese momento, hermosa senda, que llevaba al ‘Caminito Verde’. Ya lo del ‘Caminito Verde’,  tenía tela, dirán ustedes ¿por qué?  ¿Se imaginan a algún aficionado, mal encarado y con poco, o ningún acierto a la hora de entonar, dando un recital en la puerta de nuestro establecimiento, día tras día? No, no se lo imaginen, dormirán mejor, creánme.

Romualdo, reodeado por gente de La Placilla.

Y  los que  se bebían tu café hirviendo, sin siquiera parpadear y sin darte tiempo a salir del asombro. [¿Quien no recuerda de ‘el Cai’]

Mentiría, si no dijera, que algunos  con su  sola  presencia, infundían ‘algo más que respeto’. Una de estas personas, al primer descuido intentaba averiguar si nuestro pelo  era natural, y solo la presencia de su madre nos aseguraba  el  poder peinarnos al día siguiente.  Lo que ya no podíamos recuperar era nuestras recién estrenadas muñecas, pues para cuando pudiéramos hacerlo, ya estaban  destrozadas. Las acunaba como si de una criatura se tratara, pero terminaba  totalmente desmembrada.

...continúa leyendo "1.401. AQUELLOS ‘PECULIARES’ DE EL PUERTO."

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A mediodía del pasado lunes 28 de mayo fallecía e los 89 años el ‘decano’ de la hostelería porteña, Vicente Sordo Díaz (ver nótula núm. 014 en GdP), propietario hasta la fecha del Bar Vicente, también conocido como ‘Los Pepes’ o, con anterioridad ‘El Rubio’ o ‘Las Mellizas’. Nacido en Camijanes (Cantabria), llegó a El Puerto con 15 años siendo un claro ejemplo de montañés afincado y emprendedor en nuestra Ciudad. Casado con Ascensión Gómez Recalde (de otra afamada familia cántabra, dedicada a los negocios de la alimentación) de la que era viudo, fue padre de Ciony, Lola y Vicente. Precisamente sus hijo y nieto  --los dos del mismo nombre que el desaparecido Vicente-- siguen al frente del negocio.

El pasado sábado 26 de mayo, cuando las rosas y  geranios de encaje declinan en su exuberante belleza primaveral, tras sublimar su esencia en un suspiro, sentí la necesidad de escribir unas notas premonitorias. Estuve sentado  ante un velador que sirve de puente entre la puerta de entrada y la ventana del Bar Vicente. No es un velador más, porque los demás no tienen una tapa de mármol veteado de sesenta por sesenta, de color café con leche, ni se asientan sobre un soporte de madera en palillería torneada y dos reposapiés, uno frente al otro, para acoger a un contertulio dispuesto a oír la voz de la experiencia además de la sabiduría.

Tres Vicente Sordo, tres.

El lado que da a la puerta de salida, es el que hasta hace muy poco estaba siempre reservado para el Patriarca. A la altura de su cabeza, un manifiesto que resalta los valores de la especie humana como objetivo y un banderín de enganche para el que sienta en su corazón los valores que destaca. Allí permanecía durante los últimos años la matriosca mayor, como centinela alerta para dar la bienvenida al que llegaba y el adiós al que partía. Casi siempre en silencio. Solo una sonrisa bondadosa sobre su rostro venerable. Dispuesto a contar si se le pedía. Pacientemente callado mientras escuchaba. Complacido, recreaba su vista sobre las otras matrioscas, sus dos Vicentes y sus fieles colaboradores que siguen acumulando trienios.

Nunca un gesto de desaprobación. Tampoco había motivos. Había sabido esculpir en el sistema límbico de su saga, las letras de oro de sus éxitos como persona y como profesional. Me tomé una copa. Me sirvió como siempre Vicente II. Pregunté por su padre y si mantenía aún la ilusión de ver por TV las corridas de toros. Sonriendo con un gesto de amargura y brillo en los ojos, me confesó que su padre ya estaba intimando con los querubines, que le había entregado los anillos suyo  y de su esposa mostrándomelos ensartados en una cadena colgada de su cuello. Sentí tristeza, pero también la admiración al comprobar la capacidad de abnegación ante el ineluctable hecho natural de la vida y su consecuencia final. El lunes 29 se consumó la crónica que me avanzó desde nuestro afecto mutuo Vicente II. Se rompió el cascarón de la matriosca y dejó huérfanos a los Vicentes y a tantos como recordaremos su patriarcal figura que ya va camino de las estrellas. (Texto: Alberto Boutellier Caparrós). (Fotos: Bar Vicente).

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Juan Galarza Cabrera nació en El Puerto de Santa María en 1932, aunque está afincado en Tenerife desde los dos años de edad adonde se fue su padre, exportador de frutas y verduras. Posee una carrera de más de medio siglo dedicada a la mayoría de las artes plásticas. La docencia, el cartel, la caricatura, la escenografía, el pergamino o el dibujo publicitario son sólo algunas de las disciplinas en las que ha trabajado, pero es sin duda como acuarelista donde se encuentra el eje de su trayectoria vital y profesional. Profesor de Dibujo por la Escuela Superior de Bellas Artes de Sevilla, perito mercantil y miembro de número de las agrupaciones de acuarelistas de México, Canarias y Cataluña, el artista forma parte también de la Agrupación Vanguardista Hispana de Caricaturistas Personales.

1932.
En 1932, año del nacimiento de nuestro protagonita, recoge el investigador Antonio Gutiérrez que "el gobierno de la II República dictó diferentes normas y decretos tendentes a la normalización laica del Estado, que pasaría de confesional a laico, suprimiendo ayudas, desvinculando la iglesia de la enseñanza y otros espacios civiles que se encontraban bajo la influencia clerical. Ese año se subleva en Sevilla contra la República, el General Sanjurjo. En El Puerto era alcalde Francisco Tomeu Navarro.  El 2 de febrero, las autoridades provinciales y locales, cumpliendo con el decreto de disolución y confiscación, procedían a clausurar el Seminario de los Jesuitas y la Casa de Ejercicios de ‘La Inmaculada’. Esta decisión trajo paro a la ciudad y perdida económica para los comercios que vivían de abastecer y servir a la Orden. Lo mismo ocurrirá en Semana Santa, al suspender las propias  hermandades de penitencia los desfiles procesionales, ante el enrarecido ambiente que se vivía. Los bares y comercios, e industrias auxiliares que vivían de las procesiones, se quejaron de la pérdida de oportunidad de negocio al desaparecer los desfiles".

Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia. 1932. Reparto de pan y comestibles del catecismo parroquial, costeado por el Ayuntamiento y el benefactor Elías Ahuja y Andria (ver nótula núm. 634 en GdP).

El Casino Portuense se mudaba a la calle Larga. ‘El Kiosko del Chico’, en el Parque Calderón,  se anuncia en la Revista Portuense ofreciendo sus afamados chocolates y buñuelos. La Antigua de Cabo era ya un asentado restaurante próximo a la Playa de la Puntilla. Muñoz Seca estrenará en Madrid, ‘El corzo,  ‘Marcelino fue por vino’, ‘¡Te quiero Pepe y ‘La Oca’ mientras Rafael Alberti. Se tardaba 45 minutos en tren omnibus, en el trayecto entre El Puerto y Cádiz. Se produce una transición en la presidencia del Racing Club Portuense: Genaro González dará paso a Bartolomé Sánchez Bela.

Carteles de Juan Galarza: Rally, Fiestas de Invierno, Carnaval, ...

EL CARNAVAL DE STA. CRUZ DE TENERIFE.
Hablar del cartel del Carnaval en Tenerife es hablar de Juan Galarza Cabrera. Pocos como él han sabido convertir, y resumir, en un cartel la esencia de esta fiesta a los largo de varias décadas. Suyos son los más recordados por muchos chicharreros, sobre todo, aquellos que contienen las imágenes que vienen a la cabeza cuando se piensa en Carnaval; sus arlequines, sus dibujos cuidados al detalle, sus canarios… Solo Juan Galarza puede presumir de haber hecho no solo el primer cartel en 1962; sino, además, ser el autor del primer programa, un no cartel en 1961, que dio inicio a las Fiestas de Invierno. Su vinculación con la fiesta va más allá, ya que firmó innumerables programas de las recordadas piñatas del Centro de Iniciativas Turísticas o afiches para marcas comerciales.

Hasta llegar a 2008, Galarza había realizado un largo recorrido carnavalero. A aquel programa de 1961, le siguieron ocho carteles oficiales más (1962, 1963, 1964, 1968, 1978, 1980, 1981 y 2008), aunque hay muchos otros no oficiales que siguen presentes en el recuerdo de los carnavaleros. /En la imagen de la izquierda, mostrando la distinción que recibió en el homenaje que le tributaron en 2008 junto a Harry Beuster.

CARICATURISTA
Galarza hizo sus primeros bocetos para matar el aburrimiento de las clases de Comercio. Se sentía atraído por la obra de Paco Martínez. Así fue como Galarza comenzó a dibujar más y más. Mientras tanto, su padre, conoció al conocido caricaturista Harry Beuster y le pidió que le diera una opinión sobre las caricaturas de su hijo.  Al ver sus obras, los maestros de entonces lo alentaron a seguir dibujando. Poco después, la Agrupación Vanguardista Canaria de Caricaturistas Personales (AVCCP),  convocó un concurso de caricaturistas noveles.  Galarza se presentó con una caricatura de un profesor suyo, el matemático Arístides Ferrer, que aparece con la cara convertida en la ventanilla de un banco y su pelo rizado y voluminoso, totalmente poblado de números. Con esta representación, Juan Galarza obtuvo el primer premio

MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
Colaboró desde los años 60 con El Día, Deportes 7 Islas y Jornada Deportiva, entre otras publicaciones. Además, en 1981 concurrió al Salón de Dibujo Deportivo Humorístico de Ancona (Italia), donde se hizo con la Medalla de Plata. Más adelante, en 1989, participó en la primera edición del Certamen Internacional de Humor convocado por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, donde se llevó el tercer premio. Hasta 2005, Juan Galarza continuó dedicado al mundo de la caricatura, con la publicación de sus obras en La Opinión de Tenerife. Anteriormente había realizado trabajos para el semanario Azul y Blanco y para La Gaceta de Canarias. /La organización de la Vuelta Atlética a Tenerife rendirá homenaje a Juan Galarza, el artista que ha elaborado los carteles de la ronda durante la última década. En la imagen, el cartel de 2004.

El debate quedó planteado en la reseña y presentación del libro del profesor Abellán (Revista de Historia de El Puerto, nº38). Los restos arqueológicos y las evidencias documentales son tan incuestionables que bastará con señalarlas para dejar zanjada la discusión.

El Puerto en 1567, visto por Anton van Wyngaerden.

El libro del repartimiento señala como límite extremo de la alquería que era El Puerto de Santa María antes de 1275 una serie de puntos muy claros: el mar o el río por la parte meridional; el ejido o una serie de ejidos en la parte norte y el camino de Jerez por el este. La alquería estaba constituida por un conjunto de 43 casas desorganizadas, dispersas y articuladas en torno a ciertos edificios o elementos urbanos, con amplios espacios vacíos que luego permitieron crear hasta 264 solares para dotar de vivienda a los repobladores que llegaron tras la segunda conquista de la villa. Se repartieron 304 casas de un total de 286 repobladores (algo menos que los establecidos en Cádiz). En principio, este disperso perímetro estaba circunvalado por valladares o muros reforzados por un foso o cárcava. Una defensa muy pobre, pero en esta época no existía amenaza musulmana, tras la derrota y expulsión de los moros de Jerez y de la comarca del Guadalete, durante la revuelta mudéjar de 1264 y 1266. El dominio cristiano de toda la zona era absoluto.

Es a partir de 1275, ante el temor de invasión de los benimerines, o bereberes de Banu Marin del norte de África, que se reagruparon tras la caída y destrucción del imperio almohade, la villa de El Puerto se amuralló, y en su interior se concentró el vecindario. Esto se constata por las crónicas meriníes Rawd al-Quirtas utilizadas por López de Coca (y que también utilizó M. González). /En la portada portada del manuscrito del Libro de Repartimiento de El Puerto de Santa María.

Esta cerca no duró mucho. A los dos años fue arrasada por estos merínidas asentados en Fez. Así, 1277 la población decreció notablemente y la muralla sufrió considerables destrozos. Alfonso X trató de remediar la situación con la promulgación en 1281 de la famosa carta-puebla y ordenó la reparación y refuerzo de la muralla, como lo menciona Pedro de Medina ("Libro de grandezas y cosas memorables de España", Clásicos Españoles I, Madrid, 1944) y Agustín de Horozco en el siglo XVI ("Historia de la ciudad de Cádiz", Cádiz, 1845). Posteriormente, hacia 1697, aún quedaban restos de esa muralla en la calle Tripería y en la calle del Muro (Ricardo Alcón, hoy). La cita de Medinilla ("Baños de mar en El Puerto de Santa María", El Puerto de Santa María, 1880) completa el trazado de este muro de defensa medieval por las calles Jesús de los Milagros y posiblemente por la calle Nevería.  Pero es Francisco Ciria ("Tartessos", texto mecanografiado en dos volúmenes, 1934) quien se atreve a enunciar su trazado completo. Según el señor Ciria, la muralla comenzaba en el castillo de San Marcos, seguía por Pozuelo (Federico Rubio), Nevería y Muro (Ricardo Alcón).

Para el historiador M.A. Caballero "Las manzanas o parcelaciones urbanas están rodeadas de cercas, aunque en algunos detalles parecen asemejarse a muros construidos de tapial". (Del plano de Wyngaerden).

Este trazado no contradice el propuesto por Miguel Ángel Caballero Sánchez, historiador del Centro Municipal del Patrimonio Histórico de El Puerto de Santa María, que la hace recorrer la calle Jesús de los Milagros (antigua Dulce Nombre de Jesús) hasta la plaza de la Herrería, subir por Ricardo Alcón hasta la plaza de Abastos; seguiría por Santa María, plaza Juan Gavala, plaza de la Iglesia, sin incluirla, Pagador y La Palma. Lanza esta última tesis fundamentado en la excavación de Francisco Giles Pacheco en 1995, en los aledaños de la calle Placilla, que atisbaba una continuidad de la misma por la Casa de los Leones y el actual Bar Vicente, y la calle Ricardo Alcón (antigua calle Muro), en donde se conservan once metros y medio de muro de origen medieval de casi dos metros de espesor. Su factura almohade, anterior a la intervención del rey sabio, sólo refuerza la tesis de su existencia. Alfonso X sólo tuvo que completar el trazado.

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