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Pocos, muy pocos, conocen la magnífica obra poética del gaditano José Luis Tejada (1927-1988), para mi entender una de las voces más imprescindibles de la lírica española del último medio siglo , poco pródigo en valores genuinos, salvo contadas excepciones que trascienden la mercadotecnia y la alharaca.

Su muerte hizo el ‘milagro’ de que su nombre apareciera en la prensa nacional. Por ello, para abreviar pero también para situarlo, reproduzco la nota necrológica publicada en El País , el día 13 de mayo de 1988: "El poeta José Luis Tejada Peluffo falleció repentinamente el pasado miércoles en El Puerto de Santa María (Cádiz). Tejada, que tenía 61 años, era amigo personal de su paisano y también poeta Rafael Alberti, sobre cuya obra versó su tesis doctoral y del que fue padrino cuando Alberti fue nombrado doctor  honoris causa  de la universidad de Cádiz, en la que Tejada ejercía como profesor de Literatura. El fallecido obtuvo numerosos e importantes premios literarios, entre ellos el Alcaraván. En su obra figuran libros como  La razón de ser,  finalista del Premio Leopoldo Panero,  Hoy por hoy y  otros trabajos poéticos y de ensayo. También consiguió el Premio de Poesía Rafael Alberti, de la Caja de Ahorros de Cádiz. Miembro del grupo, en los últimos cuarenta y primeros cincuenta, de la revista gaditana  Plater o, donde colaboró buena parte de los autores españoles en el exilio, Tejada desempeñó el lectorado de español en la universidad francesa de Nantes. El propio Alberti manifestó ayer su sorpresa por la noticia de la muerte de su amigo Tejada, "del que no tenía noticias de que estuviera enfermo", y desde Madrid ha enviado un telegrama de pésame a la familia”. (Texto: Alfredo Pérez Alencart).

PUEBLO FUTURO.
Tú, pueblo mío, seguirás creciendo
sobre mi tumba, hasta rascar los cielos,
encaramándote en mis huesos.

Entre tus lindes seguirán naciendo
niñas con alas. Seguirá latiendo,
tremendo, el turbio amor. Seguirán yéndo-
se agotando y muriendo,
añadiendo sus muertes a la mía,
los hijos de mis hijos. Hijos tuyos
darán quizás también sus cuerpos
para tu elástico esqueleto
y el roce de sus pies te habrá ido haciendo
?y su peso pequeño?
cada vez más y más humano, pueblo.

Crisol, al sol, de almas
de muertos vivos y de muertos muertos
que te alimentas de miradas, de palabras
y de sombras sagradas y sangradas. Misterio
voraz, que nutres tu no ser apenas
con tantos seres verdaderos.

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José Luis Tejada (1927-1988), “Pueblo futuro”, Del río de mi olvido (Primeros versos gaditanos) (1978)

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