Cualquiera que tenga un mínimo conocimiento de nuestra fiesta nacional taurina sabe que la Plaza de Toros de El Puerto de Santa María es conocida como “Plaza Real” porque éste es el original título que don Manuel Martínez Alfonso (ver nótula núm. 1.051 en GdP) dio a su obra publicada en la década de los sesenta del pasado siglo XX, en la cual hacía un recorrido histórico por la Fiesta de los toros en El Puerto, desde el inicio de ese tipo de festejos en nuestra Ciudad hasta el momento en que se cerró la edición de la mencionada obra.
Como todo el mundo puede suponer, el título de la obra forma parte indisoluble de ella y pertenece, al igual que el resto de su contenido original, a los derechos inalienables del autor. Quizás el acierto de éste en la elección del título de su obra haya hecho que trascienda hasta que sea conocida la plaza de toros de el Puerto de Santa María como Plaza Real, lo que no justifica, en modo alguno, que terceras personas se apoderen de él y lo utilicen para una nueva obra del mismo tipo, aunque se le posponga el ordinal romano II.
Incluso el subtítulo: “¡Toros en el Puerto!” coincide con el dado por el profesor Martínez Alfonso en su obra, puesto que el único y auténtico autor de “Plaza Real” (ver nótula núm. 823 en GdP) no ha podido pronunciarse acerca de la utilización del título de su obra (falleció en el año 2003) en otra en la que, según lo publicado en los medios, se aborda la historia de la plaza de toros de El Puerto de Santa María en el período que va desde el momento en que se interrumpe la anterior hasta el año 2013. En realidad no se trata de una segunda parte de “Plaza Real” (no hay coincidencia de autores) sino una obra que abarca una época no incluida en la primera. (ver nótula núm. 2.506 en GdP).
Por razones de guardar simplemente respeto al fallecido autor de la obra Plaza Real que, posiblemente, de estar en condiciones de hacerlo, hubiera accedido a que se utilizase ese título, dado el gran amor que profesaba a esta tierra, a su Plaza de Toros, como no, y a su gente, los autores de la actual podían y debían haber utilizado otro título o, al menos, haber tenido la deferencia de consultarlo con los herederos del profesor.
Deseamos el mayor de los éxitos a los autores de la continuación de la historia de la Plaza de Toros de El Puerto, por el bien de la Literatura, de la Historia y de nuestra Fiesta. /Texto: Alfonso, María Victoria, Alejandro, Alberto, Álvaro, Alfredo y Rodrigo Martínez Pérez, herederos de don Manuel Martínez Alfonso, autor de “Plaza Real”
Quizas no sea el sitio más apropiado, pero quiero aprovechar para ofrecer a cualquiera que tenga interés por este libro, un ejemplar de la primera edición, que se encuentra en muy buen estado,,,,gracias
Muchas gracias, Enrique, por tus amables palabras. Es verdad que "Plaza Real" ha sido el libro de mi padre que más trascendencia ha tenido, pero creo que "El Puerto de Santa María en la literatura española" era al que más cariño tenía el propio autor. Me alegra, por ello, que también lo menciones y lo tengas en tan buena estima.
No dudamos que nuestro padre, amante de la historia y de sus paisajes, hubiese tenido un gran placer en el trato con una persona como Vd., don Enrique Pérez Fernández, con las mismas inquietudes. Le agradecemos profundamente su comentario y su reivindicación de las dos obras más importantes escritas por Manuel Martínez Alfonso.
Más allá de que los firmantes tienen razón en lo que afirman (las cosas son como son), quiero aprovechar la ocasión -aunque no sea preciso ni necesario- para 'reivindicar' las dos obras maestras de don Manuel Martínez Alfonso, que tengo en casa y repetidamente consulto y releo como las dos joyas histórico-literarias que son: la referida 'Plaza Real' -insustituible e inimitable- y 'El Puerto de Santa María en la literatura española'. De ambas obras se deduce el espléndido escritor y hábil recreador de historias que fue don Manuel. Y, aunque no tuve la suerte de tratarlo, sé que fue todo un señor, a la manera que se echa hoy tanto de menos en estos tiempos que vivimos. Un lujo haber tenido el padre que tuvisteis, herederos de don Manuel.