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En la imagen, instantánea de Fito Carreto en el Parque Caldereón, del Chiringuito ‘Baobab’ que, durante años, gestionado por Fernando Durán Rey --en la actualidad, locutor de radio--, atendió a la gente moderna de El Puerto en la década de los ochenta. A la derecha de la imagen, el malogrado periodista de Diario de Cádiz, Diego Mora Perles, a quien con tanto cariño recordamos.

Entre 1979 y 1989 Fernando Durán trabajó en la hostelería en el Parque Calderón, en un kiosko novedoso para la época: el Baobab, donde conoce a gente muy interesante y hace muy buenas amistades. De allí, recuerda, salieron muchas parejas y amantes. Aunque el bar no era suyo, lo defendió como si lo fuera: fue una concesión del emprendedor Juan Ruiz-Herrera. El derecho al descanso de los vecinos de la zona, dado el movimiento y los horarios que mantenía el exitoso establecimiento, acabó cerrándolo.

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El sábado pasado, un accidente de caza acabó con la vida del empresario sevillano Pedro Bores. Ocurrió en su finca de caza de El Pedrique, entre las localidades cordobesas de Espiel y Obejo, donde estaba llevando a cabo un descaste. Un traspié inoportuno provocó un disparo fortuito que provocó el fatal desenlace. La mala suerte ponía fin a los 61 años a los días de este conocido apellido de la sociedad andaluza, que ha sido incinerado en Córdoba y honrado con una misa funeral en Sevilla.

Relegado a un discreto segundo plano por propia voluntad, Bores atesoraba una dilatada y brillante trayectoria profesional a sus espaldas. Nacido en el barrio de Heliópolis en el seno de una conocida familia sevillana, compartió pupitre en los Claretianos con la élite de la sociedad andaluza. Junto a sus ocho hermanos, quedó pronto huérfano de padre, un acontecimiento que marcó su vida y su determinación para sacudirse los vestigios aristocráticos de su apellido.

Pedro Bores, con el desaparecido Club de Opinión de Directores de Hotel en el Hotel Bodega Real.

Formado como economista en la Universidad de Málaga, el joven sevillano rechazó encaminar sus prometedores pasos a la docencia. Probó fortuna en Londres, en el corazón del mundo financiero, cuando el salto a la City no era moneda de cambio, y regresó para iniciarse en el mundo de las materias primas en la entonces pujante Río Tinto, para pasar luego a desarrollar su potencial como economista y financiero en la tesorería del gigante Citibank.

Este bagaje profesional permite a Bores terminar trabajando para Marc Rich, uno de los inversores en materias primas más relevantes del mercado. Los más de cinco años que trabajó a su lado fueron el trampolín que permitió a este sevillano amasar el origen de su fortuna. El mismo lo contaba con naturalidad cuando recordaba la cantidad de millones que el inversor belga le ofreció un año a modo de aguinaldo para que siguiera trabajando en su compañía.

Con esa tarjeta de presentación y su natural desparpajo, el economista llamó la atención de parte de la élite que se aglutinaba en torno al Banco de España. A pesar de su juventud, formó parte de las tertulias que Luis Angel Rojo articulaba desde el supervisor bancario, donde asomaban la cabeza figuras emergentes como Mariano Rubio, futuro gobernador, y Carlos Solchaga, todopoderoso ministro de Economía durante los primeros gobiernos socialistas. /De izquierda a derecha, Enrique Moresco, alcalde de El Puerto, José Luis Tejada, director general de Puerto Sherry, Rafael Barra, director de Autoridad Portuaria y Pedro Bores.

Precisamente, su condición de sevillano le permitió estar también muy ligado con algunos dirigentes socialistas que han hecho carrera en la política. Por su hermano, el prestigioso abogado Jesús Bores, íntimo de Felipe González, cultivó trato personal con el expresidente del Gobierno y con algunas personas de peso en la Junta de Andalucía, como Amparo Rubiales o Manuel Chaves, aunque estas relaciones supusieran con el tiempo más problemas que ventajas.

EL SUEÑO DE PUERTO SHERRY.
Convertido ya en un inversor por cuenta propia tras haber pasado por compañías como Transmediterránea o Española de Zinc, Perico Bores, como le llamaban sus amigos, recaló en el sector inmobiliario, donde terminó cruzándose en su camino el jerezano Joaquín Rivero. Junto al fundador de Bami (Metrovacesa) se embarcó en su última aventura, el rescate del gaditano Puerto Sherry, el complejo náutico de El Puerto de Santa María, una empresa que deja a medio hacer.

De carácter figurón y exuberante, bonachón y caprichoso a partes iguales, coleccionista de arte y amante de las fincas de campo, durante una temporada fue habitual del rincón gaditano de Sotogrande. Amable y cariñoso con sus más íntimos, fue también objeto de críticas y envidias, en ocasiones por su desmedida franqueza y en otras por el mal carácter que desarrollaba con aquellas personas con las que no empatizaba. No pretendía dejar indiferente.

Fotomontaje de Cinco Días de Pedro Bores con el  puerto deportivo.

Durante el pasado FITUR 2011, en el Stand de la provincia de Cádiz, presentando los productos turísticos de El Puerto.

A su muerte, Bores deja cuatro hijos. En la actualidad esta casado en segundas nupcias con María del Valle de la Riva, hija del conocido jurista cordobés Antonio de la Riva, abogado del Estado de la misma promoción que el gaditano José María Amusátegui, el que fuera presidente del Banco Central Hispano. A partir de ahora sólo quedará el recuerdo de este emprendedor sevillano, considerado por algunos como un adelantado a su tiempo. (Texto: Carlos Hernanz). 

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Nunca pensé, que la trivial  descripción de una escena rutinaria de la calle, sin más pretensión que descubrir al lector una estampa de la vida cotidiana de la ciudad, diera lugar a un ataque contra el personaje. Es cierto, que quienes así se manifiestan, tienen sus razones, pero es probable que su razón, venga precedida de un hecho puntual. ¿Quién puede decir que nunca ha tenido un comportamiento reprobable en un momento determinado? ¿Es justo que por uno o varios actos anormales haya que estigmatizar a alguien? ¡Quién sabe qué hay detrás de esos actos! ¡Qué móviles le han llevado a tal comportamiento! El rumor circula desbocado colocando sobre cualquiera un halo, de bondad o de maldad, a veces injustamente. Hay un fenómeno que en psicología se denomina efecto iceberg. Como se entiende fácilmente, el iceberg, solo deja ver una puntita de todo su contenido; no podemos juzgar por lo que vemos, cuando es mucho más importante lo que no se ve.

He hecho este preámbulo, porque a la vista de los comentarios, este pasado sábado volví para observar el comportamiento del indigente, y hoy martes, me he acercado a él y hemos hablado por espacio de quince minutos.

SÁBADO 15 DE SEPTIEMBRE.
Volví a La Placilla. Fui al Mercado y regresé desde la calle Luna, pasando ante mi hombre en dos ocasiones. Rebañé cuanto pude con mi vista sin detenerme, no fuera a reconocerme, y pudiera darme un meeting.

En la primera pasada, vi que de pie, discutía en voz alta,  probablemente con el dueño de la vivienda, en cuyo escalón se sienta con sus perritos. Reduje la marcha, pero el hombre entró en el portal y cerró. No oí nada. Solo vi que los perritos, estaban a un metro del escalón, no tumbados y de natural adormecidos, sino de pié, con sus orejitas tiesas, mirando fijamente a su dueño y al supuesto propietario.

A la siguiente vuelta, estaba en su posición habitual, sentado en el escalón;  tenía un ataque de tos; las flemas y balsas se le vinieron a la boca, expectorando en numerosas ocasiones; por fin pudo depositar en una bolsa de plástico los esputos que tal acceso le provocaron, acompañando este acto de imprecaciones masculladas en tono  bajo y entrecortado. No soy médico, pero podría dejarme cortar un dedo, si estuviera equivocado al deducir, que este hombre está aquejado de bronquitis crónica, y hasta es posible acompañada de un cuadro de disnea, que en los asmáticos produce tal sensación de angustia, que en sus crisis, les cambia el carácter, y a veces, se tornan irascibles.

Me fui sinceramente con el corazón encogido. Había descubierto una variante que algunos de los comentaristas no han apreciado. Pasada una hora, vuelvo y me siento en uno de esos bancos, atornillados al suelo; duros como la rodilla de una cabra; incómodos, porque el alcalde nunca se sentó en ellos; y a treinta metros, observé al indigente. Se acercó a un velador en la puerta del Cafetín donde dos señoras tomaban un refresco. Muy respetuoso, lo vi agacharse frente a ellas y reincorporarse. A esta distancia, es obvio no saber de qué hablaban, ni si pidió o no; solo lo veía aspaventar, levantando los brazos, pisando fuerte en el suelo, dándose con la palma de la mano en la frente, supongo que sonriendo porque las mujeres  permanecían atentas y hasta complacidas. Acompañó con una demostración histriónica su discurso. Pasados diez minutos, saludó a las señoras y se retiró a su escalón. Las señoras abandonaron El Cafetín en dirección a Luna; yo me fui tras ellas y las abordé:


«--Perdone señora que la importune». «--No, no me molesta, ¿qué desea?» «--He visto como ese pedigüeño ha estado hablando con ustedes durante diez minutos, ¿las ha molestado?» «--¡No, en absoluto!» «--¿Les ha pedido dinero?» «--¡Tampoco! Nos ha pedido un cigarro. Y nos ha contado que tiene muchos problemas, que tiene 56 años, que ha trabajado de minero, que ha tenido una ayuda de 400 euros, pero que ahora no; que hasta que no cumpla 60 años no le darán una pensión, que no sé donde,  se ha construido una casa (chabola), que ha tenido problemas con drogas… yo creo que tiene algún problema de tipo mental…» «--¿Y no se ha puesto pesado?»  «--No, esta es mi hermana y padece un trastorno mental, eso me hace muy sensible hacia estas personas y no me molesta en absoluto». «--Le hago estas preguntas porque he escrito un relato en GdP y voy a escribir una segunda parte». «--Sí, me lo ha dicho». «--¿¡Cómo!? «--Me ha manifestado  que ha salido en el periódico, que han hablado muy bien de él, y que se va a hacer famoso porque Quintero lo va a llevar a la Televisión».

Me quedé boquiabierto, no sé cómo ha podido enterarse. ¡Sabe que he sido yo quien ha escrito el artículo!, alguien ha debido informarle, pero a mí, no se ha dirigido para nada. Después de esta mañana de sábado, lo que fue un simple relato por mor de los comentarios, me ha hecho descubrir que debajo de esa punta de iceberg de su mal carácter y su vocabulario soez cuando se le niega una limosna, se ocultan otras  facetas desconocidas, en las que seguro hay drogas, falta de salud a causa del trabajo, enfermedad, aislamiento, rechazo, insolidaridad,  pérdida de  autoestima… ¿pretendemos además que sea agradable, simpático y que dé las gracias cuando le nieguen una propina?


MARTES 20 DE SEPTIEMBRE.
He querido profundizar más para que mi relato sea objetivo. Sobre las 12.30 me he acercado a él. Me he presentado. Le he dicho que soy el autor del artículo. No entro en detalles pero se ha sentido muy complacido. Le he comentado que hay muchos comentarios en su contra y se ha defendido en un tono humilde. Dice que en alguna ocasión no se ha comportado bien, pero han sido escasas las veces. Ha llamado al camarero del Cafetín y le ha preguntado por su comportamiento y este le ha respondido que muy bueno. Han pasado numerosas personas que lo han saludado. Otra le ha dejado dos manzanas. Entonces le he hecho unas preguntas que me ha contestado muy amablemente.

Se llama Antonio Vázquez, natural del Riotinto. Su padre y dos de sus hermanos han fallecido, eran mineros. Tiene una hermana en Madrid y otro en Mallorca, pero sus economías son modestas y no saben que él está en la calle. El ha sido minero en Riotinto y en Mallorca; ha trabajado en la construcción hasta que perdió el trabajo y no ha tenido otra oportunidad. Se ha construido una chabola al lado del comedor social de la calle Cruces, que era un estercolero. Ha recogido toda la basura, la ha retirado el Ayuntamiento  y está cultivando en lo que fue el estercolero un pequeño huerto, y allí vive con sus perritos y algún gato para ahuyentar las ratas. Lleva en El Puerto trece meses, «--Porque aquí la gente es muy buena», dice.

Su conversación conmigo, ha sido amable y respetuosa y su mirada franca. Hasta me he permitido sugerirle que cuide en lo posible sus ocasionales reacciones. Me lo ha prometido. Yo no soy quien para ser celador de sus promesas, pero sí deseo, que este relato, en la medida de lo posible, nos lleve a la reflexión,  incluyéndome a mí, ante esos icebergs que nos encontramos en nuestra vida cotidiana. Con esta exposición, pretendo dar respuesta a los comentarios anteriores. (Texto y fotos: Alberto Boutellier Caparrós).

EL INDIGENTE DE LOS PERRITOS (I).

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Los dos son caras conocidas de las calles de El Puerto. Ambos han tocado con los dedos el éxito y se han codeado con primeras figuras del arte. Los dos, para comer, han hecho de todo, pero en el fondo el artista que llevan dentro siempre sale a la luz. Saben mas que Briján (o Brian, el inglés), no les ha quedado otro remedio que saber. Y han sabido y saben desenvolverse, aún, en el filo de la jubilación que nunca llega. Uno es catedrático de la calle, el otro primer espada que se hizo el nombre a base de bollos y panecillos. Los dos, juntos, una explosión de conocimientos y retranca. Y un montón de risas con sus ocurrencias cuando hablan, ‘ex cátedra’ de las cosas de la vida. Son Gente del Puerto de largo recorrido. (Texto: José María Morillo).

Para saber más:
Francisco Pérez Bernal, ‘el Kako’, nótula núm. 004 en GdP.
Diego Simón Montes, ‘el Bimbo’, nótula núm. 358 en GdP.

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Aclaro, que no son perritos calientes, por si alguien asocia el título, a la ingesta de salchichas por parte de un yanqui pobre. La  mañana de antesdeayer , trece y martes, por romper el maleficio, ni me casé ni me embarqué, simplemente hice algo inhabitual. A las 10, hora en la que se supone debería estar trabajando, como el resto de los ciudadanos que lo intentan, me senté en una de las mesas del mentidero de El Puerto, en El Cafetín de la Placilla (ver nótula núm. 003 en GdP); el solícito camarero, al segundo, estaba ante mí dispuesto a recoger la comanda. No había muchos veladores ocupados; de ahí la rapidez en servirme un café con leche y churros recién hechos.

Sonaban las 10 horas; puntual, según me informo, como todos los días, llega a su puesto de trabajo el indigente de los perritos. De la mano, una cuerda que al final se convierte en dos bridas a las que lleva sujetos sendos perritos, humildes, pobres como él, no pertenecen a ninguna raza conocida; tienen escaso tamaño; ojos de listos.

Los perritos obedecen a su amo simplemente observado sus gestos. De inmediato, los perritos, tratan de encontrar la mejor postura, a lo largo del escalón del escaparate de una tienda; mientras él, deja sobre el suelo, un mugriento zurrón, medio saquito de pienso y  una especie de plato, que ha confeccionado sobre la marcha con un trozo de papel de aluminio. Con rutinaria precisión, introduce su mano en el bolsillo, extrae dos o tres monedas y las sitúa en el interior del recipiente que ha fabricado. Mira a sus perritos y les ordena que les dejen espacio para él. Se resisten unos segundos, pues ya había logrado su mejor acomodo. Levanta un poco la voz, y logra que se separen dejando justo el espacio para que él se siente.

Poca gente circula a esa hora; raro, porque es la justa para ir al mercado; desconozco si es a causa de la crisis o del sueño, pues ahora las marías, a falta de otras distracciones, apuran las noches viendo el circo, en el que despellejan entre sí, los comentaristas - copresentadores - indagadores de vergüenzas ajenas y propias de la más… más… y más… y menos… menos… y menos… de las televisiones que padecemos.

El indigente, con su barba cuidadosamente descuidada de seis o siete días;  siempre se le ve igual, con una sonrisa franca, y un poder de comunicación con la que sabe captar la simpatía, y casi siempre, la conmiseración de las gentes; le hace una carantoña al niño que su mamá transporta en el cochecito, al tiempo que levanta la vista hacia la madre, y le dice: «--¡Vaya niño guapo, se parece a su madre!» Y ya tenemos la madre abriendo el bolso y dejándole una moneda. Los sábados por la mañana, no permanece sentado en el escalón, tiene mucho trabajo con el ir y venir de las mamás.

No es ambicioso; debe tener su tope de necesidad y no quiere más. Saca para su tabaco y probablemente para comer; dormir no sé donde lo hará, pero seguro que su simpatía le habrá logrado un refugio.

Esta mañana como digo, no había mucha gente; se quedó sentado en el escalón y mirándome, levantó el saquito de pienso añadiendo: «--¡Este es del caro! ¡No es del corriente!» Yo le respondo: «--¡!Que bien viven los perros!» «--¡No lo sabe Vd. bien, en la carnicería me dan los recortes de jamón y se lo mezclo con el pienso! ¡Viven como reyes!» Así están de dóciles sus perros, y de lustrosos, y de obedientes… ¿y él? Sin duda, es más feliz que el común de los vecinos que cruzamos la Placilla, ensimismados en cómo resolver los grandes problemas con los que nos levantamos a diario. Así tiene siempre esa sonrisa, y sus perros, que no sonríen, siempre están moviendo la cola de alegría. (Texto y fotos: Alberto Boutellier Caparrós).

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Pepe Ordóñez García nace el 7 de junio de 1957 en la calle Larga, 8 --en los pisos de Terry--, hijo de Pepe y Teresa, siendo el mayor de cinco hermanos. El mismo día de 114 años antes, en 1843, moría el poeta del romanticismo alemán Friedrich Hölderlin. Casado reincidente, tiene dos hijos de su primera pareja: María, de 23 años --que ya es geógrafa--, y Andrés, de 16, y una de su segunda pareja: Lucia Silvia, que está a punto de cumplir 2 años. Se declara narcisista sin arrogancia.

1957.
El año de su nacimiento se estrenaba en Madrid la versión de Gustavo Pérez Puig de ‘La Venganza de Don Mendo’, con los hermanos Ozores. Nacían, también el pintor Angel Lara Barea;  el escultor Pablo Tejada; el pintor italiano afincado en El Puerto, Franco Policastro; Manolo Morillo, actor. Juan Franco del Valle, maestro coctelero. Fallecían Luisa Butrón, ‘Luisa la del Puerto’ y Norberto Sordo de la Borbolla, uno de los propietarios de la taberna ‘La Burra’, por otro nombre ‘La Andaluza’. Ese año ya existían 16 toros de Osborne en las carreteras españolas.

Francisco García Junquera 'Kiko', Pepe Ordóñez, Díaz y José María Morillo, en una obra de teatro en el colegio La Salle, en el fin de curso de mediados de los sesenta del siglo pasado. /Foto: Rafa. Colección JMM.

Primera Comunión. Fila superior de izquierda a derecha, desconocido, Gatica, Barcala, Juan Luis Pérez Sánchez, Juan Carlos Neva, Manolo Benítez, Rafael García Zarazaga, Cañadilla y Pepe Blanca. Fila central, de izquierda a derecha, Enrique Lechuga, Jarque, Caamaño,  Camacho Barba, Ramón Leal Camacho, Ramos y desconocido. Sentados, Pepe Ordóñez,  los gemelos Luis y Carlos Sánchez, Antonio Galvez Quirós, desconocido, Fernando y tres desconocidos. Sentados en el suelo, Falfosno Sevilla y Couso. 7 de mayo de 1964. /Foto: Rafa: Colección JMM.

DESDE LA AMIGA  A LA UNIVERSIDAD.
Pepe estudió en una ‘amiga’ en la calle Chanca, en el colegio conocido como Asilo de Huérfanas o de San José, en la calle Cielos que, precisamente el año de su nacimiento creaba un internado y medio pensionado bajo los auspicios de la Junta de Protección de Menores. Luego vendría el Colegio La Salle ‘Santa Natalia’ y el Instituto ‘Pedro Muñoz Seca’. “--En todos me calentaron”, recuerda. Luego vendrían las universidades de Sevilla y Granada, en la primera se licenciaría en Filosofía y Ciencias de la Educación, sección Filosofía y en la segunda obtendría el Doctorado en Filosofía. /En la imagen de la izquierda, Pepe en la casa natal de Hegel, durante una estancia en Stuttgart (Alemania)

LA AVENTURA DE LA VIDA.
Se siente suficientemente satisfecho con la vida. Cree que no hay que ponerle exigencias… sólo a los tarugos que habitan entre la clase política. Entre sus inquietudes culturales afirma disfrutar de las normales: “--Ver, gustar, oler, tocar y, sobre todo, escuchar... y que el Cádiz y el Betis se unan y creen el Cabe C.F.”

Ha trabajado para los ayuntamientos de El Puerto y de Tomares (Sevilla); para la editorial sevillana Qüasyeditorial como diseñador gráfico y, por ahora, como profesor en la Universidad de Sevilla. Además, tiene una consulta en la que ejerce como orientador filosófico y como psicoanalistam ya que es socio de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis.

LA FILOSOFÍA: SU FORMA DE ENTENDER LA VIDA.
La Filosofía no sólo es su vocación, es sobre todo su forma de vida: lograr vivir como uno piensa. Admira, entre otros, a Schopenhauer, “ese gran maestro, quien nos dejó muy claro que el mundo no está al margen de nosotros ni más allá de nosotros, sino que es lo que nosotros queremos que sea. Sócrates era un pijo de El Buzo”, comenta Pepe Ordóñez.

PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA.

Es profesor del Departamento de Estética e Historia de la Filosofía de la Universidad de Sevilla, e imparte clases en la Facultad de Filosofía, en la Facultad de Geografía e Historia y en el Aula de la Experiencia de la Universidad de Sevilla.

Es docente en el Master Universitario en Sexología y en el Master Universitario en Profesorado de ESO. También ha impartido clases y conferencias en la Universidad Autónoma de Baja California Sur (La Paz. México), y ha sido investigador y conferenciante invitado en el Institut für Geschichte der Medizin der Robert Bosch Stiftung (Stuttgart. Alemania) y en el Institut für Philosophie (Fakultät für Philosophie und Bildungswissenschaft) de la Universidad de Viena (Austria).

PROYECTOS Y PROGRAMAS.
Es responsable del grupo de investigación "Filosofía Aplicada: sujeto, sufrimiento, sociedad", perteneciente al Plan Andaluz de Investigación, de carácter interdisciplinar; participan médicos, sociólogos, psicoanalistas y por supuesto filósofos. Se creó hace 4 años y su objetivo es abordar el malestar en la sociedad contemporánea desde tres áreas de discusión: medicina y filosofía, psicoanálisis y filosofía y orientación filosófica. También es miembro del Grupo ETOR (Educación, Tratamiento y Orientación Racional), un proyecto del que han surgido un master en filosofía aplicada y la próxima creación de una Universidad Popular cuyo objetivo es llevar la filosofía a la gente de la calle y a su vida cotidiana bajo el lema: "Saber pensar para saber vivir".

Entre sus obras y colaboraciones, destacan, ‘Luis Goytisolo: El espacio de la creación’ (Barcelona, 1995). ‘Destino y Poesía: la encrucijada del hombre moderno’ (Sevilla1996). ‘La voluntad de conservación: Notas sobre Estética contemporánea’ (Sevilla,1996). ‘La memoria romántica’ (Sevilla, 1997). ‘Variaciones sobre el cuerpo’ (Sevilla, 1998). ‘La filosofía a las puertas del tercer milenio’ (Sevilla, 2005). ‘Heidegger y la crisis del nihilismo contemporáneo’ (Sevilla, 2005). Pulsando sobre este enlace, podemos ver su ficha personal en el Vicerectorado de Extensión Universitaria de la Universidad de Sevilla, otros proyectos y publicaciones.

SU MARCHA DE EL PUERTO.
Se fue de El Puerto mucho antes de irse a Sevilla. Empezó a dejarlo por asfixia ya siendo bastante joven.

Con el equipo del CRAP, arriba de izquierda a derecha: Antonio, Juan Borras, Juan Calatayud, Juan Padilla (+), Javier Buhígas, Paco Venegas, Epi, Quino, Antonio Márquez, Antonio Ruiz-Herrera, Mazito y Antonio Ortiz. Agachados: Pepe Sánchez, Rafael Pecci, Pepe Ordóñez, Juan Venegas, Santiago Neva, Juan José Padilla, Manuel Lojo, José Manuel Fernández, Javier Neva, Pepe González y Antonio González.

Afirma que “Hay un rincón de El Puerto que nunca he visto, pero que, sin embargo, sé que existe; lo busqué durante mucho tiempo, incluso en sueños, me obsesioné tanto que llegué a creer que realmente existía. Es un rincón que solía ver de madrugada, una calle que sólo veía cuando la vista me fallaba. Lo busqué durante mucho tiempo, imaginaba que lo veía (o lo bebía)... pero cuanto más cerca parecía estar de él se esfumaba. Sevilla fue ese rincón, y ahora busco también aquí otro rincón extraño, otra calle desconocida. El Puerto y Sevilla; no sé cuándo me vine ni sé de dónde, porque yo soy El Puerto y también soy Sevilla”. --Como ve El Puerto en la distancia? “--Turbio, lo veo turbio”,  nos dice. --Como lo ve cuando vuelve? “--Lejos, lo veo muy lejos”, vuelve a contestarnos.

La fachada de la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia, en  la calle Pagador.

LOS MARTES DE LA ACADEMIA.
El pasado año Pepe Ordóñez ofreció una charla dentro del ciclo ‘Los Martes de la Academia’ de Bellas Artes. Así nos lo resume él mismo: “--Fue un verdadero tostón, menos mal que luego hubo copa y tapa. Hablé de las cosas que me interesan: de cómo la técnica no termina de salvarnos de nuestro carácter. Hablé de nuestra arrogancia y nuestra torpeza para vivir mejor y, sobre todo, de no querer saber de nosotros mismos. Creo que me llamaron porque les falló el invitado de turno y no encontraban a nadie de confianza que se prestara a distraer a los jubilados”.

ORDOÑEZ POR EL MUNDO.

Le gusta pasear y cocinar y, sobre todo, el buen vino: “--Tal vez demasiado”, nos dice. Le encanta ir a Portugal a comer pescado con verduras “en esas playas inmensas y sin guiris”. Y nos sorprende con esta otra afición: “También me gusta mucho ver un partido de rugby con mi hijo Andrés, aunque ahora sea sólo por televisión, y explicarle lo hermoso de ese increíble deporte de la vida”. Pepe Ordóñez no es un gran músico, pero nos confiesa que le encanta tocar su guitarra eléctrica a lo bestia o la flamenca para cantar canciones de Hilario Camacho… y viajar, nos dice: “--Ese placer de alejarse, que decía Antonio Machado. Es lo más hermoso, viajar; descubrirse las facultades nunca conocidas: ver, eso es viajar, ver, mirar y asombrarse”.  /En la imagen de la izquierda, junto a la torre en la que vivió el poeta F. Hölderlin, en Tubinga, durante una estancia en Stuttgar (Alemania).

Pepe Ordóñez con su guitarra.

Ha estado en Florencia, Venecia, Siena, Pisa, Roma, Freiburg, Stuttgart, Tübingen, Estambul, La Paz, París, Lisboa y algunas zonas de España… “--Pero no en Marruecos”, comenta, “ése es uno de mis viajes pendientes. Hay que viajar, y mucho. Nos hace respetuosos, abiertos, positivos… y mejores”. Pepe Ordóñez se para, piensa un poco y nos habla: “--Eso sí, sólo se puede viajar en el espacio y gracias a él --y eso si le hacemos caso a Kant y en parte a Einstein-- pero viajar en el tiempo es una auténtica gilipollez. Quien quiera viajar en el tiempo le sugiero que venga a mi consulta, que por un módico precio le vendo un billete”.

Con amigos de la JUFRA (Juventudes Franciscanas), de izquierda a derecha: Pepe Ordóñez, Juan Calatayud, Manolo Polanco, Emilio Aldana y Fini Bejarano, en la Plaza de Isaac Peral delante del monumento a Muñoz Seca.

LA AMISTAD.
Firme defensor de la amistad considera que “--Es una de las cosas más hermosas que uno puede experimentar. Es la relación más libre y más gratificante que puedo vivir. La familia es un imperativo, pero la amistad es un liberativo. Tengo los mejores amigos que pudiera tener, nunca me han fallado, y como dice Alberto, uno de ellos: los amigos son como la Guardia Civil de Tráfico, nunca se les ve, pero siempre están ahí”.

CURIOSO FINAL.
--Profesor Doctor, ¿que es la mayéutica? “--La tradición nos dice, según Platón, que es el arte practicado por Sócrates consistente en ayudar a los otros a sacar a la luz el saber que poseen y que, sin embargo, ignoran. Así es como vulgarmente se entiende el trabajo de la partera.”

--Algo que quiera destacar. “--De pequeño creía que el Papa, los reyes y los curas no cagaban. ¡Ah! Y también que las almejas tenían concha”.

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En la imagen, 'el Chumi', en el kiosko de helados Camy que existía al principio del Parque Calderón, junto a donde se situaba el fotógrafo Cuellar, autor de la fotografía.

Manuel Quintero García, ‘el Chumi’, da nombre a una Peña Flamenca situada en el centro histórico de El Puerto. ‘El Chumi’ era una personaje que parecía sacado de una novela inglesa de finales del siglo XIX, por su vestimenta y tipo: no superaba el metro cuarenta de estatura, se vestía con una chaqueta que le servía de abrigo y camisa; zapatos muy grandes para sus pies que, cuando iba andando, ‘chancleteaba’, dando la sensación que daba pasos de baile de ‘claqué’ o ‘tap (estilo de baile estounidense en el que se mueven los pies rítmicamente mientras se realiza un zapateado musical).

En el cante dominaba los tonos bajos, de voz muy suave y bonita. Fue un gran admirador de ‘Canalejas’ de Puerto Real’, al que imitaba e incluso le superaba en el cante. En sus últimos años de vida perdió la cabeza.

En la imagen, velada poética dedicada a Rafael de León en la sede de la Peña 'El Chumi', organizada por la Academia de Bellas Artes. /Foto: Noticias 11500.

Tiene una Peña Flamenca con su nombre en el número 15 de la calle Luja y, aunque no fue portuense de nacimiento, si lo fue por arraigo a esta tierra. Nació en Sanlúcar de Barrameda a principios del siglo XX; lo trajeron a El Puerto siendo muy chico, como decimos por aquí.

El limpiabotas ‘El Tigre’, Manolo Otero y ‘El Chumi’, en la puerta chaflán del Hospitalito, cegada por ladrillos. /Foto: Colección Vicente González Lechuga.

Hay portuenses que no están de acuerdo con que le pusieran su nombre a la entidad flamenca que hemos mencionado. No estoy de acuerdo con ellos. He hablado con aficionados viejos, que conocieron bien a este pequeño gran hombre y todos coincidían en que fue un gran cantaor, con duende, que emocionaba a todo el que lo escuchaba. Para mi con esto basta. (Texto: Antonio Cristo Ruiz).

Os invito a recordar mis tiempos mozos cuando yo formaba un revuelo en la playa de Valdelagrana de El Puerto de Santa María. Yo me arrancaba con arte y era un auténtico espectáculo porque yo tenía entonces una buena mata de pelo, mis bañadores meyba y una belleza internacional.

El retrato pertenece a otra época muy distinta, un franquismo lleno de prohibiciones y de censura pero el verano permitía "ciertas" licencias y la gente humilde y con arte sabía disfrutar del mariconeo y del compás en una playa de pueblo, que era los más fresquito que teniamos los jerezanos por aquel entonces.

Recuerdo a familias enteras de jerezanos en el ferrobus de Jerez a El Puerto con las ollas del puchero para pasar una larga y bonita jornada en la playa. Eran las vacaciones de entonces cuando no existía Cancun ni Cayo Coco pero había mucha dignidad y una gran calidad humana. (Texto: María Cala).


María Cala. O Manuel en su carné de identidad. /Foto Kiki.

María Cala de Jerez, jerezana del campillo, del Barrio de San Miguel, mariquita de toda la vida de Dios, de los que se sacaban los pechos con las chuponas del cuarto de baño. Fue ayudante de camerino en los comienzos de Lola Flores en el Teatro Villamarta de Jerez. La faraona es para María Cala su gran pasión. María fue emigrante en París, y trabajó y se educó como mayordomo en las mejores casa ricas de Madrid sirviendo a toda la nobleza decadente, lo que le ha valido saber más por lo que calla que por lo que cuenta. (Berasaluce)

MARÍA EN EL CORAZÓN.
La reina del Magazine Rosa. La actualidad del Corazón. Todos los jueves a las 13.00 horas en el Hoy por Hoy de Radio Jerez Cadena Ser (1026 AM). Escúchame, corazón…

Radio Jerez Cadena SER
El Blog de María Cala.

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Paco del Castillo Merino-Tellería nació en la calle Larga el 2 de abril de 1936, siendo el segundo hijo del matrimonio formado por Alonso del Castillo, natural de Benaocaz y Josefa Tellería, de El Puerto.  Casado el 27 de diciembre de 1965 con Pilar Otero Rascón con quientuvo tres hijos, Francisco, Daniel y Pilar, falleció con casi 70 años de edad el 26 de marzo de 2006. Entre sus amigos se encontraban Francisco Gómez Real, Luis Ortega García, Abelardo Gil y Javier Díaz Cortés.

1936
En el convulso año del nacimiento de nuestro protagonista, El Puerto conoció varios alcaldes. Ramón García Llano accedió a la alcaldía de forma accidental el 3 de enero, sustiuyendo a José Luis Macías Caro.  En las elecciones municipales celebradas a mediados de febrero resultó elegido Francisco Veneroni Arcos, al frente de la coalición electoral de izquierdas denominada Frente Popular. Al mes siguiente tomó posesión de la alcaldía, el 18 de marzo, José Blandino Mitjes y al mes siguiente el 24 de abril, Manuel Fernández Moro, que es desalojado de la alcaldía tras la sublevación militar del 18 de julio, desapareciendo, sin que hayan sido hallados sus restos mortales. El día de la rebelión ejerció en funciones de alcalde el teniente Fernando Ristori; luego el 27 de julio, el capitán Ramón Iribarren Jiménez ocupa el sillón de primer edil y será el 23 de diciembre cuando, subiendo el escalafón en la graduación militar se hará cargo de la vara de alcalde el coronel Ángel Guinea de León Garavito.

El primero por la izquierda delante es Francisco del Castillo Tellería y junto a él, José Vázquez, el hijo de Luciano (que tenía el almacén en la calle Cielo esquina a Lechería) casado con Josefa Rendón.  Año de la Fundación del Colegio San Ignacio. Curso 1947/1948. El segundo por la izquierda de pie detrás de Don Juan es Estanislao Jiménez González Nandín (padre de Andrés Jiménez, ex director de TelePuerto) /Foto Fabra. San Fernando.

MAESTRO.
Paco vivió de pequeño en la calle Larga, cursó estudios en el colegio de Don Juan ‘el Cojo’, en la calle San Sebastián, 23 y de bachillerato y magisterio en Madrid. A su regreso a El Puerto imparte clases en los colegios de La Pescadería y de San Luís Gonzaga, y, luego durante dos cursos académicos en las Escuelas profesionales de la Sagrada Familia en Andújar (Jaén) de donde regresa, definitivamente, a nuestra Ciudad.

Claustro de Profesores: Arriba, de izquierda a derecha: Francisco del Castillo Tellería, Manuel Sierra, Antonio Muñoz Cuenca, Manuel Montalvo, Francisco Menor, Antonio Montes, Enrique Cabrera. Abajo, de izquierda a derecha: Lino Alonso,  Diego Mora, Doña Vicenta, D. Justo, Ginés Hidalgo Crespo. Imagen tomada en las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia (SAFA), también conocida como ‘Escuelita’. Año 1971.

ADUANAS Y AGENCIA MARÍTIMA.
Posteriormente, después de haberle dedicado los mejores años de su vida, abandona la enseñanza, dedicándose a una actividad bien distinta, como es la relacionada con el comercio marítimo, en la que estuvo hasta finalizar su vida laboral, primero como administrativo en la Agencia de Aduanas y, con posterioridad como gerente en una Agencia Marítima. Tuvo su residencia en El Puerto en diversos domicilios, además del citado en Larga, en la calle de la Victoria, Plaza de Cristóbal Colón, Maestro Juan Pinto y por último en calle Mayorga.

CONCEJAL POPULAR.
Se presentó en las elecciones municipales de 1991 como cabeza de lista del Partido Popular para el Ayuntamiento de nuestra Ciudad, ejerciendo como concejal, en la oposición, durante el mandato comprendido entre los años 1991 a 1995 así como Portavoz del Grupo Municipal del dicho Partido Popular. Fue el año en el que Independientes Portuenses alcanzó la alcaldía, liderados por el ex concejal popular Hernán Díaz Cortés. Le acompañaron en aquella lista, Alejandro Moreno, Antonio Requena, que fallecería durante el mandato. /En la imagen de la izquierda, portada del folleto electoral del Partido Popular, con la imagen de Paco del Castillo.

INICIOS EN LA POESÍA.
Desde muy joven fue lector asiduo de los grandes poetas de lengua castellana: Bécquer, San Juan de la Cruz, Juan Ramón Jiménez --quien estudió en El Puerto--, por citar algunos. Eso le empuja a escribir sus primeros poemas, que guardaba para sí mismo y que luego destruía pensando, como el mismo afirmaba “consciente de su pobreza literaria e impulsado por su elevado sentido del ridículo”.

De izquierda a derecha, Tomás Osborne Domecq, Francisco del Castillo Tellería, José Luis Poullet Ramírez, José y Javier Osborne Domecq y José María Benjumeda, en los Carnavales de Cádiz, entonces Fiestas Típicas Gaditanas.

Con el paso del tiempo la lectura de los hermanos Machado, su paisano José Luis Tejada Peluffo, García Lorca, Góngora, Lope de vega y Quevedo, entre otros, aumentará sus deseos “--mis ansias--” afirmaba, de escribir.

De la mano de su amigo, el también poeta portuense Juan Ignacio Varela Gilabert,  --Juanín Varela-- conoce, como él llegaría a afirmar, “un tanto tarde”,  a los hermanos José y Jesús de las Cuevas, a los también arcenses Carlos y Antonio Murciano y al sanluqueño Antonio León Manjón, quienes, junto con nuestro paisano Juanín, le empujan a recitar sus primeros poemas en las recordadas para una generación de amantes de los versos, las “tardes Poéticas de Grazalema”. /En la imagen de la izquierda, Juan Ignacio Varela Gilbert.

Su admiración por otro insigne de las letras de los cincuenta y sesenta, Francisco Montero Galvache, genio de la oratoria y de la poesía pregonera bajo andaluza, en el que encuentra un valioso valedor y consejero merced a una corta pero entrañable amistad, le lleva a mostrar su escondida vocación pregonera, luego de superados “el respeto humano y el temor al riesgo del ridículo”.   /En la imagen de la izquierda, Francisco Montero Galvache.

PREGONES EN EL PUERTO.
Más de sesenta pregones ha proclamado por la provincia gaditana, entre los que cabría destacar el de la Semana Santa de El Puerto de Santa María: el primero de sus pregones en 1983, en la Capilla del Hospital San Juan de Dios. De aquel pregón estas líneas: “Porque si pregonar es alabar en público los hechos, virtudes o cualidades de una persona, el ejercicio del pregón requiere un conocimiento exacto y perfecto de la persona pregonada. Pero ¿conocemos a Cristo?”. Siguiendo en El Puerto, ese mismo año de 1983 pregonaría, el 5 de noviembre, las Bodas de Plata de la Hermandad del Dolor y Sacrificio, de la que fue hermano fundador y la que perteneció toda su vida.

Podemos decir que Paco pregonó, exaltó, glosó, emocionó con casi todo en El Puerto. Bueno... todo no, que tenía como todos, sus filias y sus fobias. El 21 de abril de 1984 ofreció el Pregón del Vino Fino. Al año siguiente, el Pregón del Costalero en en marzo de 1985. El año 1987 ofrece el 16 de mayo el Pregón del Rocío. Y se atreve con el Carnaval, en la Peña ‘El Chumi’ en 1988. Al año siguiente, en 1989, el 4 de marzo glosa las Bodas de Plata de la Hermandad de la Flagelación. En 1990, exalta el 150 Aniversario de la Fundación de la Congregación de las Hermanitas de los Pobres, el 27 de octubre. Y en 1992, los actos del Hombre del Mar con la Hermandad del Carmen, el 3 de julio. En 1993, el Pregón de la Virgen de los Milagros, el 5 de septiembre, de cuya tradición era muy devoto. En 1997 nuevo doblete con la Hermandad del Rocío, el 19 de abril.

Paco del Castillo y Juan Villarreal, pregonando la Feria el 8 de mayo de 2001, al alimón.

Y de nuevo, en esta ocasión al alimón con Juan Villarreal Panadero pregonando la Feria del Vino el 8 de mayo de 2001. Y la Exaltación de la Mantilla el 21 de marzo de 2002. La Cruz de Mayo de las Amas de Casa el 31 del mismo mes y año. Al año siguiente, 2003, el 20 de abril, en el Barrio Alto pregonaría la Fiesta de los Patios. Para finalizar su vozarrón, en El Puerto, con las Bodas de Oro de la Hermandad de los Afligidos el 18 de febrero de 2005, un año antes de su óbito.

PREGONES EN LA PROVINCIA.

Paco no descansaba los años que aparecen en blanco desde que empezara con la actividad de pregonero en 1983. Le reclamaban en otros lugares de la provincia e incluso fuera de ella. Exaltaría la Semana Santa, el Rocío y el devenir de diversas hermandades de penitencia en la provincia. Así en Sanlúcar de Barrameda la Semana Santa el 20 de marzo de 1988. La Festividad de San Daniel, en Ceuta, el 30 de abril del mismo año. De nuevo en Sanlúcar, el 24 de marzo de 1990, a las Dolores. El mismo año en Jerez, la Oración Poética de la Semana Santa. el 7 de abril. La Semana Santa de Puerto Real el 17 de marzo de 1991. Un año mas en Sanlúcar, el Rocío, el 27 de abril de 1991.

SEIS PREGONES EN 1992.
En Jerez, donde empezó a sentirse cómodo, fue llamado para que el 21 de marzo de 1992 pregonara al Nazareno y Ntra. Sra. del Traspaso en la iglesia de San Juan de Letrán. El Rocío en Puerto Real, el 24 de mayo de 1992. El Cristo de la Viga en Jerez, el 6 de agosto de 1992. El Pregón de la Cruz, en San Fernando, el 19 de septiembre de 1992. La Navidad, en Jerez, el 19 de diciembre de 1992. Seis pregones, seis, junto con el de El Carmen en El Puerto, pronunciaría el año de la Exposición Iberoamericana de Sevilla.

De nuevo en Sanlúcar de Barrameda, donde actuaría en total en cinco ocasiones, en esta pregonando al Costalero el 21 de marzo de 1993. En Cádiz, ese mismo año pregona a la Virgen de las Penas el 25 de marzo. La Romería de San Isidro Labrador en Rota sería su siguiente intervención el 30 de abril de 1993. Y la Feria del Caballo de Jerez, el 1 de mayo de 1993. La Hermandad de la Virgen del Rosario en Rota, el 6 de octubre de 1993. La Hermandad de la Virgen de la Salud de Cádiz, el 21 de diciembre de 1993. 1993 será otro año con media docena de exaltaciones poéticas.

SEMANA SANTA EN JEREZ.
El 20 de marzo de 1994 Paco pronunció el Pregón de la Semana Santa de Jerez, en la iglesia de San Miguel, presentado por el cofrade jerezano José Luis Zarzana Palma. Al impecable pregón que presentó se unió la polémica por unas declaraciones efectuadas a Diario de Jerez, en la que resaltaban en titulares una frase por el pronunciada “Por fin Jerez ha tenido un pregonero digno en Semana Santa”. Durante días el asunto estuvo rondando en los periódicos, alimentado por el columnista de dicho rotativo Manuel Liaño, hasta que Paco explicó el sentido de sus palabras.

En 1995, de nuevo en Jerez, Paco ofrece en mayo el IX Pregón del Toreo. El 24 de noviembre de ese año, el de la Virgen del Desamparo, de la popular hermandad del Prendimiento, vulgo ‘Prendi’. El 8 de diciembre, en San Fernando, el de la Hermandad de la Virgen de la Piedad. En 1996, el 23 de febrero, el de la Hermandad del Transporte de Jerez, y el 8 de marzo del mismo año, el de la Hermandad de la Virgen de la Piedad jerezana. Y el 3 de mayo de 1996 el del Rocío en la Bodega de La Concha, de González Byass. En 1997, el Descencimiento de Cádiz, el 20 de septiembre. En 1998, el 15 de marzo, en Puerto Real pregona a la Hermandad de la Amargura y en Jerez, el 3 de abril del msimo año, el Pregón Flamenco de la Semana Santa de Jerez. En 1999, el 17 de diciembre pregona a la Hermandad de la Esperanza en Sanlúcar de Barramaeda. El año 2000, en Ubrique, pregona el 14 de abril la Semana Santa. En 2001, la Oración Poética de la Semana Santa de Jerez, el 23 de marzo de 2001. La IX Glosa Poética de la Semana Santa de Jerez, el 5 de abril de 2001. La Navidad de Arcos de la Frontera el 21 de diciembre de 2001. /En la imagen, El Prendimiento, de Jerez.

15 PREGONES EN JEREZ.
Quince intervenciones en formato de pregón en la ciudad de Jerez, dos menos que en El Puerto, regaló Paco del Castillo a la ciudad vecina. Un año antes de su fallecimiento, la XXX Oración Poética de la Semana Santa de Jerez, el 19 de febrero de 2005, siendo con ésta cinco intervenciones con dicha temática: Pregón, en dos ocasiones Oración Poética, Pregón Flamenco y Glosa Poética, además de a seis hermandades, amén de haber pregonado la Navidad, la Feria, el Toreo y el Rocío

CHARLISTA , CONFERENCIANTE Y POETA.
Otro medio centenar largo de charlas, presentaciones de carteles, homenajes y conferencias hablan de la facilidad versificadora de este portuense que, “conocedor de mis limitaciones poéticas, me siento incapaz de publicar mi poesía personal e íntima, ante el temor de no poder llegar al corazón de nadie”.   A pesar de ello, publica a finales del año 2002 sus ‘33 Sonetos Insolentes’ donde retrata a caras conocidas de la vida de El Puerto, presentándolo en un multitudinario acto celebrado en el auditorio de San Luis Gonzaga. /En la imagen de la izquierda, portada de su libro.

Practicaba la ironía y el sarcasmo, como lo demuestra esta dedicatoria de su libro, a uno de los asistentes al acto: “A n.n. con mi gratitud por molestarse a venir tan lejos a escuchar mis ‘ripios’. Un abrazo, Fco. del Castillo”. Genio y figura...

COLUMNISTA EN DIARIO DE CÁDIZ.
Es de justicia señalar que su facilidad para el verso, en especial el referente a la poesía satírica, a veces intrascendente y muchas veces irónica como se ha indicado, --“para ser leída entre amigos” afirmaba--, le llevó durante un tiempo a aparecer quincenalmente en la columna de opinión de Diario de Cádiz, en su edición de El Puerto, donde su alter ego, un personaje ficticio de nombre Benito, le contaba cosas de la actualidad local que Paco escribía para deleite de sus seguidores y, en ocasiones, con alguna puya para los personajes objeto de sus críticas.

Joaquín Muñoz-Seca Manzanera con Paco del Castillo, en los habituales cafés que tomaban en el Bar La Herrería.

DEL PREGON DE LA FIESTA DE LOS PATIOS.
“Se lo oí decir a una vecina de Espelete: Dejaron el Barrio, el patio, su rincón de siempre, y se fueron a vivir a un piso cuadriculado y moderno en un bloque, que bien parece una colmena laboriosa en donde cada uno va a lo suyo. Mayores comodidades, por supuesto; pero menor calor humano. Los problemas son ahora de puertas para adentro, personales, intransferibles. No es lugar ni hay momentos para compartir nada: ni la alegría, ni la pena; ni la abundancia, ni la escasez; ni el llanto, ni la risa. La puerta que al patio daba, siempre abierta, estaba tan sólo protegida por una humilde cortina, tela de saco, recia y translúcida, que era como una manera de abrir el corazón a los demás. La puerta del piso nuevo, o del chalet suntuoso, será sabe Dios de qué noble madera; pero tras de ella se termina el mundo. Y, sobre todo, no se sabe si el anafe de la vecina del segundo está apagado, porque no tiene nada que poner a hervir. Y no le falta razón al decir esto. Mientras así decía, yo recordaba el fugaz saludo de un amigo: Me he mudado hace bien poco a un piso nuevo, y no me encuentro bien. No estoy a gusto. ¿Por qué?, le pregunté. ¿Acaso por pequeño?... ¡Que va!, me contestó. Es amplio, suficiente, con tres cuartos de baño; pero... ¡no veo la luz! Aquella luz, aquel cielo, aquella estrella, aquel sol, que la vecina veía desde su patio”.

DEL PREGÓN TAURINO DE EL PUERTO 1996.
Soñando en la soledad
de la plaza... Olé sonoro
cuando arrastraron al toro:
al toro y a su verdad.
Verdad grande y orfandad
de apaños y componendas.
A él que nadie le reprenda
por su cómoda cabeza,
porque le falte la fuerza,
o ambas cosas a la vez.
Id al dueño de la hacienda,
y preguntadle el "por qué"...
¡Que así, tal vez, se comprenda!

Estrofa del pregón taurino de El Puerto de Santa María de 1996, original de Francisco del Castillo Tellería

5

María Soledad Ibáñez Gándara nace siendo la tercera y última de tres hermanos en una casa de vecinos de la calle Santo Domingo, el número 5, de nuestra Ciudad en 1959, falleciendo en Cádiz el día 20 de agosto de 2006, a consecuencia de un cáncer.

En 1959 era alcalde de El Puerto Miguel Castro Merello y, mientras en Buenos Aires Rafal Alberti publicaba las partes I y II de ‘La Arboleda Perdida’, en El Puerto el poeta José Luis Tejada pregonaba la Semana Santa y se refundaba la Hermandad del Rocío. Santiago Montoto sacaba a la luz una edición limitada ‘El Puerto de Santa María en la liberación de Fernando VII’ y se ponía, por parte del cardenal arzobispo de Sevilla, Dr. Bueno Monrreal, la primera piedra del que sería el Colegio de La Salle. Abría en la calle Misericordia el Bar ‘er Beti’.

SIGÜENZA (Guadalajara).
Con poco más de un año, en 1960/1, sus padres, Eduardo de El Puerto y Josefa de Jerez, y sus hermanos José Manuel y Eduardo Juan, emigran por causas de trabajo a Sigüenza (Guadalajara). Trabajó en talleres mecánicos --y nunca tuvo coche, aunque si una moto marca Montesa, donde viajaban primero madre e hija de paquete, y luego los dos hijos en el segundo viaje--; también trabajó en las fraguas como herrero, la última de ellas de su propiedad en la calle Durango. Será contratado luego como mecánico de vehículos y maquinaria en la empresa Ferrovial.

Vista de Sigüenza (Guadalajara).

En Sigüenza, que según sus habitantes, ‘es mucho Sigüenza’ -y en honor a su historia es verdad, desde el doncel Enrique ‘el Doliente’, al encuentro entre Javier Pérez con Javier Khrae, pasando por su Obispado-- vivirán hasta los cinco años en la calle Hospital número 1, iniciando su periplo de colegios desde aquellos párvulos de la época en el colegio público, alternativa al Colegio Episcopal de la Sagrada Familia.

VIVERO (Lugo).
Sobre 1965 se trasladan a Vivero --hoy Viveiro--, en la provincia de Lugo, donde vive su infancia hasta en una casita de la estación del ferrocarril Ferrol-Ribadeo en construcción. Estos años los vive en plena naturaleza combinado su infancia, la ría de Vivero, sus bosques y pazos. Asiste al colegio público Landro, río que desemboca y forma la ría.

Vista aérea de Viveiro (Lugo).

En 1967 se trasladan a vivir a Zorroza, un barrio de Bilbao; dos años mas tarde, en 1969 el destino será Eibar (Guipúzcoa), para volver a Guadalajara en 1971 y regresar la familia, definitivamente a El Puerto en 1974.

DE NUEVO EN EL PUERTO.
Una de las personas que mejor la conoció, la portuense Isabel Pérez Sánchez,  licenciada en Historia, escribe para Gente del Puerto: «En la época del Instituto Sole llamaba la atención. Su forma de hablar y de expresarse eran muy correctas y su acento, debido a los muchos lugares en los que había vivido, no le hacía parecer de El Puerto. Su madurez e inteligencia en su manera de comportarse daba la impresión de ser una persona muy segura. Tenía las ideas muy claras sobre lo que quería y las exponía con contundencia y de una forma que a todos nos encandilaba. Su visión crítica, su modo de escribir y la lectura de multitud de libros le hacían estar muy por delante de todos los de su misma edad. Participaba en todas las actividades que se realizaban en el Centro: en el periódico, en el teatro, en los libro-fórum, cantando con su guitarra, etc.

EL INSTITUTO.
En 1975 inició 1º de B.U.P. y fue el comienzo de muchas cosas; el despertar de lo que después llegó a ser en la vida. La juventud lo marca todo y desde ese año hasta el verano de 1980 fue una etapa determinante. Participó en manifestaciones y asistió a mítines, reuniones... pero el proceso de la Transición no bastaba, parecía hueco, parecía que con ese cambio no se iban a conseguir las verdaderas libertades, ni se iba a acabar con las injusticias de todo tipo que iba descubriendo. Hablaba con los compañeros y las compañeras del Instituto, analizaba la situación política, y poco a poco, fue descubriendo los ideales que se ajustaban a su forma de pensar.

ACTIVISTA
Decidió que tenía que ser consecuente con sus ideas y no quedarse agazapada sin luchar. Esa conciencia política estaba muy arraigada en Sole. La lucha siempre plantea contradicciones de seguridad personal, de relaciones de familia, de amigos, de futuro... El miedo hay que esquivarlo: hacer pintadas, buzonar octavillas, reuniones, prensa prohibida... En todo te estás exponiendo por unos ideales quizás lejanos, pero en aquellos años todo se concebía posible; uniendo las fuerzas se podía cambiar el mundo y pequeños aciertos iban agrandando ese ideal por poder llegar a conseguir el deseado fin. Entonces, las palabras solidaridad, lucha de clases, conciencia política, cambio social, revolución... tenían sentido, y muchas personas y colectivos luchaban por hacerlas realidad (valga el dato de que a las primeras elecciones de 1977 se presentaron 82 agrupaciones políticas y en las últimas de 2008 sólo 8 contando las regionales).

LA CLANDESTINIDAD.
Pero la Transición y los cauces legales que se estaban imponiendo no satisfacían a muchas personas, entre ellas, Sole (era pan para hoy y hambre para mañana –de libertades-), y decidió dar un paso adelante para seguir luchando. Pasó a la clandestinidad en el verano de 1980. Su lucha fue muy arriesgada pero quería ser consecuente con lo que pensaba y era necesario hacer. Esa exigencia personal le llevó a dar ese importante paso.

PRIMERA DETENCIÓN.
En octubre, tres meses después, la detuvieron en Madrid y fue salvajemente torturada, aplicándosele la Ley Antiterrorista sólo por asociación ilícita, aunque se le inculpó de haber participado en otras acciones. Ingresó en la cárcel de Yeserías, allí estuvo arropada por otras compañeras y muchas presas políticas cuyo único delito fue haber militado en un partido político ilegal.

MUERE SU PADRE.
Salió de la cárcel a primeros de 1981. Su padre murió. Con él mantenía una relación muy estrecha; era un referente y un apoyo muy importante en su vida, por lo que también fue un duro golpe. Quiso continuar estudiando en Cádiz pero no se lo permitieron porque ya el curso había comenzado; la realidad fue que no le quisieron hacer las gestiones pertinentes.

VUELTA A LOS ESTUDIOS.
Sole se matriculó en la Facultad de Filosofía y Letras de Sevilla para continuar la carrera de Geografía e Historia (ya había realizado el primer curso en Cádiz en 1979-80) y rehizo su vida con sus estudios y su pareja, alejándose totalmente de cualquier organización política. A pesar de que iba preguntando en el juzgado si había algo pendiente por su causa condenatoria, no le dijeron nada y el 27 de enero de 1985 la detuvieron sorpresivamente en medio de la calle sin poder avisar a nadie.

Cárcel de Sevilla.

CÁRCEL EN SEVILLA.
En la cárcel de mujeres de Sevilla lo pasó muy mal; compartía con las presas comunes la galería (entonces todas estaban juntas, no existían celdas) y su soledad fue terrible. Sole buscó en los estudios y en la lectura (siempre decía que los libros eran sus salvadores) la fuerza para seguir adelante.

En El Puerto la noticia fue muy dolorosa. Las calles estaban llenas de pintadas ¡SOLE IBÁÑEZ LIBERTAD! y fue la manera de que se hablara de ella, denunciando la injusticia cometida.

REGRESO A EL PUERTO.
Cuando salió de la cárcel y terminada la licenciatura, volvió a vivir en El Puerto. Estuvo trabajando [para el Ayuntamiento] en uno de los contratos de Andalucía Joven en 1987, desarrollando proyectos de investigación de carácter etnográfico sobre las salinas, las casas de campo, las viñas, las bodegas, etc. Trabajó en la casa de la Cultura de administrativa. Sus dotes de buena redactora le permitieron conseguir un trabajo en Diario de Jerez, siendo muy admirada por sus compañeros. Daba clases particulares; participó en la Revista de Historia de El Puerto, etc.

TELEFÓNICA EN MADRID.
En 1991 se presentó a unas oposiciones de telefónica y las aprobó; con ello debía trasladarse a Madrid. Allí se estabilizó y conoció a Jincho, el hombre que le acompañará el resto de su vida. La muerte de su hermano José Manuel vuelve a romperla. Estaban muy unidos y cada vez que venía de Madrid se quedaba en su casa. Él y su cuñada Milagros le ayudaron mucho.

En 1997 consiguió el traslado a Cádiz y continuó trabajando en el famoso “pirulí” de telefónica, estableciendo definitivamente su domicilio en El Puerto.

REFLEXIONES DE UNA AMISTAD
Desde su regreso de Madrid, nos volvimos a ver, pero sólo de vez en cuando. Va a ser a partir de su operación, a primeros de 2003, cuando ya nuestra relación será continuada y asidua. Habían pasado prácticamente 20 años pero un hilo invisible nos unió a esa juventud pasada que compartimos como grandes amigas. Rescatamos el tiempo, y los periodos buenos que le fue dejando su enfermedad lo fuimos aprovechando hasta agosto de 2006 en que falleció con tan sólo 47 años.
Sole fue una mujer muy luchadora, personalmente y a nivel social. Heredera de una familia con tradición de lucha política, tenía una visión del mundo donde lo que podemos conseguir está en nuestras manos, pero han de ser unas manos unidas y solidarias. Su visión marxista le hizo ver la posibilidad de una lucha de clases para alcanzar un régimen igualitario tanto económico como social y cultural, y actuó en consecuencia. Se tragó sus miedos y sus inseguridades y aportó su grano de arena. Su valentía, su afinado espíritu crítico, su sinceridad (decía siempre lo que pensaba, sin dobleces), le hacían ser una persona íntegra. Hoy, donde los ideales parecen haber sucumbido al desencanto y a la frustración, rescatar en este espacio a esta mujer portuense significa que valoramos las luchas pasadas en cualquiera de los aspectos, y que no debemos olvidar que muchas personas dieron su tiempo, sus palabras, sus vidas… por mirar hacia delante y luchar y confiar a pesar de todo.

OTRA DIMENSIÓN.
Para mí Sole tiene además otra dimensión. Tuve la gran fortuna de conocerla desde la juventud y de compartir sus últimos años en los que aprendí tantas cosas; en los que vi a una persona sabia, madura, muy culta, devoradora de libros y de conocimientos hasta el final, incansable pensadora, muy ordenada, activa, inquieta y trabajadora, alegre (a pesar de las difíciles circunstancias) y con una risa fuerte y peculiar, como una marca anunciadora de su presencia. Templadora de mis agobios y malestares, conversadora hasta el amanecer, acompañante, respetuosa, agradecida... y me sigo preguntando si se puede llegar a ser esa mujer plena que fue, sin pasar por una grave enfermedad, sin tener esa espada de Damocles anunciando otra posible caída. Mi inmensa suerte, no me cansaré de repetirlo, es que esa mujer, Sole, era mi amiga. Sé que ella quería pasar desapercibida, no aparecer ni siquiera en estas líneas, pero para todas las personas que la conocimos, Sole siempre estará presente en nuestras vidas.

Estas palabras suyas, encontradas por Jincho en un trozo de papel, son ahora un regalo para todas las personas que se acerquen a conocer a Sole: ‘Alguien que leyó muchísimo, también estudió mucho. Vivió muchas cosas (quizá demasiadas para una sola vida) y en muchas ciudades. Moró en incontables casas... Con los años va perdiendo la memoria, las lecturas, las vivencias, los nombres de las personas... Y un buen día lo recuerda todo de golpe: nombres, casas, libros, cárcel, madre, novios, partido, clases, sueños, clandestinidad, trabajos, amigos, deseos, conocimientos,... y se ahoga de vida en la enfermedad’. », finaliza Isabel Pérez Sánchez, su amiga.

LA CAMPAÑA: SOLE IBAÑEZ, LIBERTAD.
Esto escribe Juan Rincón Ares, sobre la campaña que se organizaó para pedir la libertad de Sole, cuando fue detenida en Sevilla en 1985: «De ‘Sole Ibañez, Libertad’ hubo muchísimas pintadas alrededor del IES Pedro Muñoz Seca y de la Plaza de Abastos.  Justo donde esta la calle San Bartolomé o el que sería el Apartahotel Casa de Los Leones de la tienda de ultramarinos que había enfrente, pusimos una pancarta que fue de vida efímera con el mismo texto. Hubo octavillas pegatinas y hasta un pequeño festival en el parque de la Victoria. Lo que no hubo fue un solo gesto municipal que no fuera el de retirar la pancarta. /Pegatina de la campaña pro libertad de Sole Ibáñez, en 1984.

NOCHE DE PINTADAS.
Aquella noche en la que supimos de la detención de Sole, volvimos a usar los sprays: ¡Sole Ibañez, libertad!. Yo organicé un par de piquetes pero en los días sucesivos salió mucha más gente a pintar lo mismo sin que supiéramos a quién atribuir la firma. A pesar de llevar varios años ausentes de El Puerto, Sole era una persona muy conocida sobre todo en los medios estudiantiles de principios de los 80 tanto del instituto como de la Facultad y tuvimos muchas ocasiones de comprobarlo.

En los días que siguieron a su detención, mucha gente había sido o era amiga suya se puso en contacto conmigo y todo el mundo se ofrecía a ayudar en la manera que pudiera. Algunas daban dinero, otras su teléfono para “lo que hiciera falta…” y otras venían a las reuniones con miedo pero con dignidad.

ASAMBLEA POR LA LIBERTAD DE SOLE IBÁÑEZ.
Formamos la “Asamblea por la libertad de Sole Ibáñez”, una plataforma  que tuvo mucha vida y agitó mucho la tranquila sociedad de la transición y al recién estrenado gobierno socialista local apoyado por AP, que en ningún momento se interesó por su vecina detenida. Tampoco se preocupó de ella la oposición comunista, recién desplazada del ayuntamiento por el pacto PSOE- AP. En su familia, su hermano José y su cuñada Milagros estuvieron muy  implicados. Su tío Paco Ibáñez, a la sazón secretario de de la Unión Local de CCOO, me dejaba hacer --entre yo y él-- los panfletos en la multicopista del sindicato lo que no era poco implicarse en los tiempos tan traidores que corrían. Gracias, Paco.

PARQUE DE LA VICTORIA.
La primera fase de la campaña “Sole Ibáñez, libertad” acabó en un festival que hicimos un sábado por la mañana en un atril de cemento que había en el Parque de la Victoria y fue un éxito de público, aunque siempre hubiéramos deseado más. Nos habíamos empleado a fondo para  que las paredes recordarán a nuestra amiga con pintadas, carteles, pancartas y pegatinas y no dejábamos que pasara una manifestación sin que nuestra reivindicación se hiciera presente, mientras recogíamos fondos para su defensa y una posible fianza futura».

Este soneto del profesor Juan Rincón, la recuerda:

Para Sole.
(Igual se cae de la silla cuando lo lea)

Tú y yo siempre pensábamos – ¡qué herida,
hablar de ti en continuo pasado!-
que una vez este tránsito acabado
ya no habría otro mundo ni otra vida.

Hoy  me sorprendo, la vista perdida,
ora arriba , en  el cielo, ora al costado,
busco donde dejar  este recado
póstumo, esta – supongo– despedida.

Y es que hoy todo mi ser agnóstico,
ateo, racional, se me rebela
porque estás y no estás, y me reboto,

me peleo, por ti, contra el pronóstico
que envía al muerto al hoyo; me consuela
saber que estarás siempre entre nosotros

Agradecemos a Eduardo Ibáñez 'Epi', su hermano, a Isabel Pérez, su amiga, y a su compañero de militancia Juan Rincón, los testimonios y datos facilitados para la confección de esta nótula.

28

Rafael Ceballos Jiménez nació en El Puerto el 7 de septiembre de 1940, mellizo y sietemesino, pero la vida le llevó tierra adentro, su padre, Luis Ceballos Fernández de Córdoba natural de San Lorenzo del Escorial (Madrid) y su madre, Magdalena Jiménez Sancho, se casaron tal día como hoy, hace... Sobrino nieto del que fuera alcalde de El Puerto Alfonso Sancho y Mateo y  emparentado por parte de madre con las Bodegas Jiménez Varela, aquellas del famoso Fino Amontillado Jardín, es el menor de nueve hermanos, quienes le llamaban ‘Fauco’ y ese es, precisamente el nombre donde se dio a conocer en el mundo de la Magia. Precisamente por su afición a la magia y por el conocimiento con algunos magos coquineros, ha llegado a formar parte, como socio simpatizante, de la Sociedad Gaditana de Ilusionismo, con sede en nuestra Ciudad.

JIMÉNEZ VARELA.
La familia bodeguera Jiménez Varela fue muy laboriosa, y prueba de ello fueron las industrias vinateras que crearon y los afamados productos que en ella se fabricaron: el Brandy Viejísimo Varela, Cacao Varela, Oloroso Los 46, o el Amontillado Fino Jardín, bajo la firma comercial de Hijos de Jiménez Varela. También existe una relación familiar de los Jiménez Varela, pues un familiar de éstos fue el hombre de confianza de Isaac Peral, cuando botó en El Puerto, en la desembocadura del río Guadalete, el prototipo del que fue el primer submarino.

Embotellado de Bodegas Jiménez Varela, donde en la actualidad se encuentra el restaurante del Hotel Bodega Real.

El año de su nacimiento, 1940 fue alcalde de la Ciudad, Ramón Barba Ordóñez. La población censada era de 22.264 habitantes, mientras que la del tristemente célebre Penal del Puerto, alcanzaría los niveles de doblamiento más altos de su historia: 5.479 reclusos, cinco veces más que durante la Guerra Civil. Ese año, el ex presidente del PSOE, Ramón Rubial, permanece encarcelado en dicho recinto. Cuando es descubierta la organización carcelaria de los socialistas, Rubial se hace responsable de la misma para evitar represalias sobre sus compañeros, siendo trasladado a la cárcel de Cádiz, juzgado y condenado a 14 años de prisión, adicionales a la anterior condena, con la pérdida de las reducciones por trabajo y el derecho a la libertad condicional. La cofradía de la Flagelación, fundada un año antes en San Joaquín, realizará su primera salida procesional.

De izquierda a derecha, Jesús Casas --actual Director General del Desarrollo sostenible en el Medio Rural-- y Rafael Ceballos, en las Jornadas de Presentación de las diferentes ramas de la Ingeniería a la Sociedad, donde se afirmó que los ingenieros de Montes tienen hoy más posibilidades que en el siglo XIX, que son menos gestores de montes y más gestores de territorio y más ingenieros ambientales que forestales. Abril 2009.

MÁLAGA, ALMERÍA, MADRID.
Los primeros 25 años de su vida los pasó Rafael en Madrid, donde hizo la carrera de Ingeniero de Montes y diplomado en Ordenación del Territorio y en Ordenación del Paisaje, entre 1957 y 1966, estuvo 13 años entre Málaga y Almería como Jefe de Área del Servicio de Aplicaciones Forestales del Ministerio de Obras Públicas (1966-1978), para regresar de nuevo a la capital de España, donde reside. Allí, entre los años 1978 y 1983 fue Jefe de Servicio de Recursos Naturales del CEOTMA (Centro de Estudios de Ordenación del Territorio) dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Territorio y Medio Ambiente. Entre 1983 y 1990 fue Jefe de Área de Coordinación Ambiental así como el Gabinete de Formación y Documentación del CEDEX (Centro de Estudios de Experimentación y Obras Públicas), organismo hoy dependiente del Ministerio de Fomento y del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.

Rafael Ceballos, el segundo por la izquierda, en la Inauguración del Curso 'Tecnologías y desarrollo sostenible del Olivar'. Octubre 2008.

En el ejercicio de su profesión de Ingeniero de Montes,  dedicó sus primeros años a la gestión forestal de las cuencas hidrográficas del Sur de España, pasando luego a realizar evaluaciones del impacto ambiental que puede originar la construcción y explotación de determinadas obras públicas, concretamente las carreteras y los embalses. Alternó diversos cometidos y cargos, tanto en la Administración Central, durante 25 años, como en la empresa privada.

A partir de 1990 y en la actualidad, presta servicios de asistencia técnica como consultor autónomo en Gestión Ambiental, haciendo el seguimiento de la ejecución de grandes infraestructuras, como la construcción de distintas líneas del tren de Alta Velocidad. En el campo de la prevención, mitigación y corrección de impactos ambientales, realizando asimismo estudios, evaluaciones y peritaciones de daños ambientales sobre el medio natural, las aguas, el suelo y la atmósfera, sumando ya 41 años de experiencia en estas lides.

INSTITUTO DE LA INGENIERÍA DE ESPAÑA.
Presidente del Comité de Ingeniería y Desarrollo Sostenible del Instituto de la Ingeniería de España y Vicedecano del Colegio de Ingenieros de Montes.  Ejerce como conferenciante, ponente y profesor invitado en numerosos congresos y cursos de especialización en evaluación de impacto ambiental, en España e Iberoamérica;  ha participado en la redacción de más de 300 estudios y proyectos de esta materia. Autor de artículos técnicos en revistas especializadas y colaborador en libros relacionados con el medio ambiente y las infraestructuras hidráulicas y del transporte.

LA MAGIA, A LOS 16 AÑOS..
Recuerda Rafael que «a los 16 años, en unas vacaciones de Navidad, un compañero de Colegio me hizo un juego ‘Alucinación Colectiva’  y me quedé desconcertado. Después de suplicarle y rogarle que me enseñara ‘la trampa’, me contó cómo era y me prestó el libro. Esas mismas vacaciones me regalaron ‘La prestidigitación al alcance de todos de Ciuró y Magia con cartas de Who (Editorial Sintes). Al volver al internado me puse a estudiar con interés los tres libros y con la ayuda de un sacerdote del colegio (que también estaba aprendiendo magia porque se iba a Misiones y lo consideraba buena herramienta) nos fabricamos la bolsa del huevo, el pañuelo Davenport y alguna cosa más. En las fiestas de Fin de Curso ya hice una sesión en el teatro del Colegio para 500 espectadores.

Celebrando el primer Premio de Micromagia en la SEI (Sociedad Española de Ilusionismo) en el congreso de Cordoba. De izquierda a derecha, Juan Anton, Luis Fernández, Rafael Ceballos Jiménez, Arturo de Ascanio, Ramon Varela, Carlos Muro, Jose Antonio Vega y Juan Escolano. Sobre 1960. /Foto: Colección Juan Escolano.

Al acabar el curso me compré ‘Más de doscientos juegos de manos con la baraja’, también de Ciuró y me pasé todo el verano estudiando. Me regalaron la Caja Misteriosa (La caja de la carta) y el cristal atravesado por una cinta. Con esos dos aparatos y con la baraja me puse a dar sesiones nocturnas, en las noches de verano, en la terraza del Bar Veracruz, en Lo Pagán (Mar Menor). ¡Ah!, mi amigo no volvió a hacer ni un solo juego de magia, pero sigue siendo mi mejor fan. Cuando estudiábamos la carrera y yo “hacía comuniones”, él me llevaba el maletín y luego me hacía la crítica».

El Mago Fauco, en el centro, presentando un Festival en Navalcarnero (Madrid), el pasado año.

PASIÓN POR LA MAGIA.
Y abunda nuestro protagonista: «La magia es pasión, como lo es el compartir mi vida con los amigos; la música y la lectura, son mis aficiones; la gastronomía y los viajes son mi debilidad. Así, para mí, algo del paraíso puede ser viajar con amigos en un lujoso tren, con buen coche restaurante, leyendo un libro recomendado y rodeado de música ambiental --me gustan todos los géneros--. Después de cenar una sesión de magia preparada especialmente para la ocasión --me gusta personalizar mis sesiones-- con una tertulia final sobre cualquier tema de actualidad

El Mago Fauco, en otra actuación, con público en el escenario.

Cuando comencé a todos les gustaba mucho: a mis padres y hermanos; pero a mi padre le preocupaba que pudiera afectar a la buena marcha de mis estudios universitarios. En el momento actual a mi mujer, hijos y nietos, les gusta y se divierten mucho viendo los juegos. Mi mujer me acompaña a Congresos y convenciones; pero no puedo abusar: no acudo a reuniones societarias porque, cuando voy, regreso de madrugada. Están orgullosos de que sea Mago y disfrutan con los éxitos. No saben de dónde saco tiempo para estudiar y ensayar; yo sí: duermo poco».

Con el juego ‘Como Napoleón’ Rafael sintió que se estrenaba como mago. Asistía a las sesiones de los lunes de la Sociedad Española de Ilusionismo, en Madrid. Su maestro fue Arturo de Ascanio, y contemporáneo de Juan Escolano con nótula núm. xxx en GdP, Juan Tamariz, ...

EL BRUJO EN SOCIEDAD.
«¿Conocéis el libro del Tío Cigüeño ‘El Brujo en Sociedad’?, pues así considero yo la magia que hago actualmente. Soy un mago totalmente social y centro mis actuaciones en los grupos de amigos y conocidos con los que tengo cualquier tipo de relación, especialmente de trabajo, y fundamentalmente en la mesa de comedor, después de una buena comida o cena. Debido a mi trabajo, viajo mucho por toda España y mi magia está desparramada por innumerables restaurantes.

Lo que más hago es cartomagia, adobada con algún elemento que le quite aspereza a la baraja, ya que mis sesiones suelen ser esperadas y deseadas, por lo que son algo extensas. Al profano le gusta ver “cositas” y yo se las presento. No suelen faltar uno o dos juegos mnemónicos y alguno donde la técnica manipulativa tiene mucho peso. Todos los juegos los presento de manera encadenada».

Rafael Ceballos conserva muchos programas de mano de sus actuaciones en escenarios y en televisión, cuando solo había una. Su nombre aparece junto a los de Tip y Top, María Luisa Merlo, José Luis y su Guitarra, Los Pekenikes, Antonio Serrano… Nunca había escuchado nuestro protagonista tocar la armónica como él lo hacía, hasta que no hace mucho tuvo oportunidad de escuchar, en un Club de Jazz madrileño, a su hijo, famoso creador de música para películas.


Las Tres Tentaciones. Presentación de cartomagia por el Mago Fauco, para el Círculo Mágico Internacional Don Bosco.

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Hace tiempo que el virus de la amnesia se instaló en la memoria colectiva, este desorden mental nos llevó al olvido de las hoy, personas anónimas, pero que en su día estaban en primera línea de la lucha por las libertades y la democracia. Sería de justicia un reconocimiento a sus aportaciones desinteresada a esta causa.

Con su padre, en el caballo de cartón del Parque del desaparecido fotógrafo Cuellar.

VIDA LABORAL.
Pepito ‘Alberti’ nació el 1 de marzo de 1946. Pertenece a la promoción de 1965 del Instituto Laboral. Durante su vida ha hecho de todo, especialmente se ha dedicado a la hostelería, después de la Librería Alberti, de la que hablamos a continuación. Fue  Jefe de Partida en el Hotel President (Ibiza). Ha sido Jefe de Comedor del Restaurante Curro El Cojo en Puerto Sherry. Gestionó como autónomo el Asador Don Pollo. Antes de su jubilación ha estado cinco temporadas en el Hotel Torremolinos, como Jefe de Cocina. En la actualidad, aunque jubilado desde el 1 de marzo pasado, ejerce como cocinero a domicilio, por encargo.

En el desaparecido restaurante 'Curro el Cojo' de Puerto Sherry.

LIBRERÍA ALBERTI.
José  Gutierrez Ponce,  más conocido como “Pepito Alberti” por aquello del nombre de su librería es una de estas personas olvidadas y poco reconocidas. En 1973 había que tener mucho valor para poner de nombre a su librería: ‘Librería Alberti’. Cuando vuelvo de vacaciones forzosas [el autor de la nótula ha sido preso político] quiero conocerlo y allí  me recibe en la trastienda y veo a muchos jóvenes que más adelante jugaron un papel importante en la vida cultural y política de El Puerto.

Con el desaparecido Luis Sánchez Matabuena, delante de la fachda de la Librería Alberti, en la calle Alquiladores, punto de encuentro de la disidencia en el periodo previo al cambio político.

En el interior de la Libería Alberti, junto al autor de esta nótula, Miguel Marroquín.

Con Rafael Alberti Merello.

ACTIVIDADES CULTURALES.
Yo creo que con la apertura de la librería se dio un salto cultural progresista de los más importante de esta población. No es que no hubiese colectivos culturales, pero del nivel de esta librería, no. Allí se podía encontrar libros prohibidos editados por Ruedo Ibérico, más adelante fue centro de distribución del Mundo Obrero y punto de contacto de todas las fuerzas políticas incipiente. Pepe organizó conferencias semipermitidas; por primera vez trajo a un desconocido Carlos Cano;  al Grupo Jarcha y algunos más; batalló con denuedo por traer al máximo exponente del cantaor flamenco de denuncias Manuel Gerena, siendo prohibido una y otra vez.

Con el desaparecido cantautor Carlos Cano.

Con un grupo de amigos, camaradas del PCE, de izquierda a derecha, Carmelo Ciria Pino, Jesús Espinar Galán, Luis Sánchez Matabuena, Ana Sánchez Alonso, Lourdes Roselló Tarrío y, sentados, Pepe y su mujer.

ACTIVIDAD POLÍTICA.
Con su ingreso en PCE fue el responsable directo de los actos culturales del mismo: organiza durante la Transición un acto multitudinario en el polideportivo con Manuel Gerena y Carlos Cano. El festival de los Cantes de los Pueblos Ibéricos, fue también un éxito absoluto llenando la Plaza de Toros. Lo daba todo,  y  no quería nada. Yo creo que si Pepe hubiese ido en las lista para las elecciones de 1979, --que no quiso-- y hubiese llevado la concejalía de Cultura, la cultura en El Puerto tendría otros derroteros. Pero como tantos otros, fue devorado por los advenedizos. Hoy disfruta de una merecida jubilación. (Texto: Miguel Marroquín).

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El termómetro no sube de los 12º y son las 10 de la mañana de finales de enero. Las gaviotas residentes en la lonja de la margen izquierda del río, con probable esclerosis en sus arterias por el escaso batir de sus  alas en busca de alimentos, graznan constantemente con esos gritos lastimosos, que más bien parecen los quejidos aflamencados de una soleá  o de un  martinete. Paso por delante de La Taberna La Gaviota, habitualmente llena de clientes hasta la puerta, donde suele haber algún pescador que en  una cestilla expone a la venta un exiguo ranchillo de peces arrancados con eterna paciencia a la bahía. Hoy no hay nadie y me extraña.

Las mesas de La Gaviota, atiborradas con clientes jugando al dominó.

Vuelvo sobre mis pasos y entro en el bar. Confieso que es la primera vez que la visito en 36 años. Es un pequeño bar de no más de treinta metros cuadrados para clientes y unos veinte de trastienda. Cuatro mesas ocupadas por cuatro pescadores cada una, en dos se juega al dominó, en las otras a las cartas, donde se dirime quien será el pagano del café o simplemente la honrilla del vencedor. Enfrente un mostrador, y a su espalda varias docenas de trofeos adornan las estanterías que no sé si proceden de torneos de estas timbas o de otro tipo de concurso.

En la imagen, José Camacho.

LOS 80 AÑOS DE JOSÉ CAMACHO.
La única mesa sin jugadores está ocupada por un parroquiano que parece ajeno al resto de clientes. «--Buenos días, --le digo--, ¿Puedo sentarme?» «--Naturalmente que sí». Me presento, y le digo que me ha llamado la atención este santuario, refugio de viejos pescadores que apuran el último tramo de su vida entre fichas, cartas, chanzas y que les permite pasar el tiempo en el único reducto posible donde olvidar las penurias de sus indignas pensiones. «--Pues yo me llamo José Camacho. Tengo 82 años». José, está tocado con una gorra de visera de color piel de ratón, camiseta, camisa y chaqueta. Un aspecto sereno, saludable y hasta venerable.

El techo de la taberna, con cuatro ventiladores de aspa.

LA TABERNA POR DENTRO.
Mientras lo saludo paseo mi vista por el resto del local. Un remedo de artesonado mudéjar, huérfano de decoración, donde unas vigas negras son entrelazadas por listones a juego, lucen en su techo como único adorno; de él penden cuatro ventiladores de cuatro aspas, probablemente de los primitivos S&P de mediados del siglo XX, al contrario de sus paredes donde no queda un centímetro sin ocupar. Estas, en su parte superior, a las que están adosados unos arcos de medio punto, sirven de marco para unas pinturas  que representan un paisaje del río Guadalete y al fondo El Resbaladero; en el paramento de enfrente, otra pintura  con rederos en plena faena de reparación y un pesquero amarrado al muelle.

Pintura en la pared donde se ve una antigua representación del río Guadalete, sin los bloques de la Plaza de la Pescadería. Cuadros de especies marinas, relojes, platos, fotos antiguas completan la decoración del paramento.

Debajo, y sobre el techo de los urinarios, reposan desde tiempo lejano unas  enormes botellas de cinco litros de Veterano, Caballero y Anís  del Mono, cuyos golletes están tocados por una gorra de guardia urbano, con esas  cuadrículas de los librillos de papel de fumar Jean, una gorra de plato de algún marino de graduación, y un sombrero de paja que le dan un aire de museo; este marco se remata por la custodia que de ellos hacen sendas escafandras de buzo en un cobre obscurecido por el tiempo.

En primer término, los urinarios donde hasta hace poco estaban las botellas de cinco litros de diversos destilados. Al fondo, el fresco pintado en la pared, con el oficio de cordelero y redero y un salvavidas del 'San Telmo'.

CORDELERO.
José Camacho continúa contándome cómo empezó a trabajar a los catorce años y se jubiló con setenta; cincuenta y seis largos años trabajando en tierra, como cordelero, haciendo  malletas (ver nótula núm. 321 de GdP) para las redes; hoy ‘disfruta’ una pensión de 575 euros. Recuerda como no hace muchos años, en El Puerto amarraban ciento setenta barcos, dos docenas faenaban en ‘el moro’ y el resto pasaban hasta cuarenta días en la mar. Hoy apenas veinte, tratan de sobrevivir en las esquilmadas aguas que median entre Cádiz y Ayamonte, en la frontera con Portugal. «--José, y ¿qué piensa de las pateras?». «--Pues, en las fatiguitas que tienen que estar pasando esas criaturas pa venir a ahogarse aquí, yo no sé la forma de vivir que tienen por ahí, pero cuando vienen, es porque deben estar pasándolo mu mal».

Las paredes no dejan espacio para el vacío, en una especie de 'horror vacui' de un barroco marinero.

EL NAUFRAGIO DE VICENTE.
Al lado está Vicente, ochenta y un años, viudo, cuenta como se embarcó con dieciséis años y pasó más de  diez faenando en el Caribe. Muchas noches de mala mar. Náufrago en dos ocasiones. Cuando me va a contar qué se piensa mientras  se está en el agua a la espera de rescate, unas voces en la mesa colindante celebran alguna jugada que atrae más el interés de Vicente, y decido dejar para otro día oír de viva voz, qué pasa por la cabeza de un  náufrago mientras está en esa situación.

Patio de la casa de la Taberna, vista desde el interior a la calle.

TABERNA, PENSIÓN Y CASA DE TRATO.
Alguien me contó que la taberna tiene como tal, más de ochenta años de antigüedad. En un tiempo fue prostíbulo, dedicando la planta alta a pensión por horas, como mucho, una noche; abajo la taberna donde se alegraban las pajarillas los parroquianos, al amor del coñac y del anís propios de la época, sin desdeñar los ocasionales güisquis  y ginebras.

ENTRE ‘EL CHIGÜI’ Y ‘EL PRINGUE’.
Por cierto que, tomando café con mi amigo Salvador Cortés ‘el Chigüi’, --con nótula núm. 307 en GdP en la imagen de la izquierda-- me contó cómo, con posterioridad a la actividad de comercio carnal, allí se alojó su amigo y compañero de trabajo en VIPA (Vidrieras Palma), ‘El Pringue’, simpático personaje, y que debía este mote a su exagerada afición a los cocidos  con generosa ‘pringá’. En sus años mozos,  ‘El Pringue’, aficionado a la pesca, pedía a los pescadores de caña le permitieran acompañarles, aunque solo fuera ‘para darle sombra al botijo’ y mantener el agua fresquita. ‘El Pringue’  andaba siempre ofreciendo su ayuda a todo el mundo para agenciarse unas perrillas, hasta  que logró entrar en VIPA donde trabajó como palero y después en alguna otra función. Tras las duras jornadas de trabajo, los operarios solían ducharse, más en verano que en invierno. El agua que se utilizaba era fría y al remitir el verano, los más proclives a una higiene diaria, tuvieron que ingeniárselas para lograr agua caliente, y aquí surgió el talento de “El Chigüi”. El horno cuyas temperaturas alcanzaban los 1500º en su interior, irradiaban a una determinada altura setenta u ochenta, justo contra la pared a cuya espalda se hallaban  las duchas. Solo tuvo que elevar las tuberías a ese nivel, para disponer de un sistema de calefacción que permitió a todos disfrutar de gratificante placer. Aquí estaba “El Pringue”, quien no se sabe si por sus enormes atracones de pringá o por su genética, pese a su baja estatura, desarrolló unos enormes atributos sexuales y se jactaba ante sus compañeros desnudos de tales proporciones. No solo presumía de ello, sino que les amenazaba para que no se agacharan a coger el jabón porque corrían evidente riesgo.

El acceso a la casa de la Taberna de la Gaviota, no tiene puerta de la calle, accediéndose directamente al patio donde existe un taller de imprenta y viviendas.

EL MUELLE.
La taberna estaba atiborrada. Busqué como en anteriores ocasiones a Juan Diego, joven patrón que atesora “millones” de anécdotas, como él dice, de su vida en la mar, pero tampoco estaba. Me fui hacia la balaustrada del Guadalete, iniciando un paseo de unos cien metros que separan la taberna del muelle. Mientras camino observo cómo está bajando la marea y deja al desnudo los bloques de protección, que cubiertos con un musgo de verde intenso, son fuente de alimentación de bogas y cangrejos.

Vista del río Guadalete, desde el Edificio Vistalegre. (Foto: Vicente González Lechuga).

‘EL CACHORRO’.
Próximos al embarcadero y sentados en un banco, dos hombres mantienen una animada charla. Me siento al lado de ellos y después de saludarles me presento. Para mi suerte, uno de ellos  es un pescador jubilado: José Mª, 'el Cachorro' natural de Lepe,  78 años, barba de dos días, rala, con zonas menos pobladas que en otras; aprecio una piel escasa de arrugas y de tono sonrosado que desmentiría sus más de cuarenta y cinco años  como marinero; conserva gran parte de un cabello entrecano. Mirada franca en ojos gastados, uno de ellos un tanto enrojecido y tal vez producto de incipiente conjuntivitis, deja ver en su lagrimal una pequeña legaña.

Solo he tenido que preguntarle por la bolsa de pescado situada a sus pies, cuando me enseña su contenido; varios salmonetes de buen tamaño y unas pescadillas; de inmediato, una  catarata de información sobre la procedencia de la bolsa. «--Esta mañana a las siete, ya estaba ayudando a los pescadores en la descarga y haciéndoles “mandaos”, ¿sabe  usté?…». Y continuó con su historia mientras yo observaba un nervioso movimiento de manos acariciándose ora una, ora la otra, que no sabría si atribuirlo a un tic, consecuencia de  los muchos años de jalar de redes, maromas y malletas y que me recuerda aquella escena de la película “Tiempos modernos”, en la que su protagonista, Charlot, trabajaba en una cadena de montaje; toda la jornada en monótona y rutinaria acción de apretar tornillos con ambas manos, derivaban en el regreso a su domicilio, en un acto reflejo del que no podía prescindir en un repetitivo gesto de sus  manos… (Texto y fotos: Alberto Boutellier Caparrós).

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María Josefa García Granados nació en El Puerto el 10 de julio de 1796 y falleció en Guatemala el 28 de julio de 1848. Desde su juventud llegó a tierras guatemaltecas alrededor de 1810-1811. Mejor conocida por sus amigos y conocidos como Pepita, casada con Ramón Saborío, de Nicaragua. Literata y poeta guatemalteca es una de los exponentes intelectuales de la independencia de Guatemala, primer referente de la poesía feminista de aquel país.

María Josefa era madre de seis hijos y se le conocía por su fuerte carácter y autoridad. Debido a dicho carácter, creó una amistad con los hombres más influyentes de su época, aun antes de 1821 (año de la independencia de Guatemala), ella concurría a las famosas tertulias efectuadas en casa del canónigo José Maria Castilla nacido en Madrid. [Interesante el ‘Sermón’, dedicado a este personaje y escrito junto a su gran amigo y poeta José Batres Montúfar, el mayor exponente de la literatura romántica guatemalteca. Este ‘Sermón’, es una apología del sexo sin remordimiento con la cual los poetas lanzan un reto frontal y una crítica descarnada a una sociedad que se esconde tras una infinidad de apariencias y una falsa moral].

Ciertamente el ingenio y cultura de esta ilustre dama le valió ser reconocida como una de los referentes de la literatura guatemalteca en su época. Fue amiga personal de Pedro Molina, José Cecilio del Valle, Mariano Gálvez, José Milla y de Rafael Carrera. Se dice que su mejor amigo fue José Batres Montúfar, de quien ella fue maestra de canto y guitarra. /Imagen de la izquierda, José Batres Montúfar.

Según Máximo Soto Hall, Pepita era atrevida y valiente. En los tiempos en que los hombres no salían a la calle de noche, ella visitaba a sus amigos sin atender la hora. Según las memorias de Miguel García Granados se sabe que doña María Josefa padecía de histeria, posible razón de su tendencia crítica y satírica, aunque no por ello menos valiosa. Por muchos años publicó el Boletín del Cólera, debido en que aquella época Guatemala estaba siendo atacada por el "cólera morbus"; con este entretenía a la población con sus boletines satíricos.

Como aficionada a la lectura, María Josefa García Granados se cultivó en la poesía, no solamente escribió sátira sino también cantaba poéticamente. Además de "A la ceiba de Amatitlán" otras de sus composiciones son: "Himno a la Luna" (1830), "La Resolución"; "A una hermosa joven -desgraciadamente enlazada con un achacoso viejo-"; "A una abeja"; "Plegaria"; "Despedida". Además tradujo algunos versos de Byron. También cultivó la oda histórica.

En el siglo XIX la mujer se dedicaba de ordinario a las labores de su casa. La sociedad de la época no admitía que el sexo femenino interviniera en asuntos políticos, mucho menos que pudiera exteriorizar sus ideas públicamente. Pero María Josefa García Granados se lanzó a actividades prohibidas rompió esquemas en su época; con el seudónimo de ‘Juan de las Viñas’ para no ser reconocida como mujer. Es sin duda, la primer referente de la poesía feminista en Guatemala. (Texto: Sonia Marroquín).

García Granados, María Josefa. Su poesía. (Poesía). Guatemala: Tipografía Nacional, febrero 2010, 1ra. edición. 184 págs. 12.2 X 18.2 cms. ISBN: 978-9929-8005-0-2. Rústica.

De la contraportada: “En su calidad de mujer se puede perfectamente definirla como el antecedente del feminismo. Su lenguaje desenfadado, desmitificante y procaz todavía escandaliza. Quizás por estas razones el conocimiento de su obra ha quedado restringido a una elite intelectual y a un reducido núcleo familiar. Este libro ofrece una visión distinta de la obra producida por María Josefa García Granados, porque, finalmente, es posible tener reunida y ordenada su obra poética (junto a la de algunos de sus amigos y enemigos), representativa de esos días álgidos de la historia guatemalteca del siglo XIX. También se incluyen escritos narrativos, documentos y testimonios de personas que tuvieron relación con ella”.

EL SERMÓN.
Para Aída Toledo, “Una de las piezas literarias que pasa a ser una lectura no recomendable en las escuelas privadas y públicas de Guatemala -de ayer y hoy- la constituye el recordado "Sermón", escrito en verso y dedicado al canónigo Castilla, y que constituye una pieza cruda y mordaz, y no pornográfica, como se encuentra clasificada. [obra de nuestra Pepita y de su amigo el también poeta José Batres]

La pieza aparece en el contexto de la política post-independencia de Guatemala; es un texto que ataca duramente los excesos del clero y la iglesia católica y que obviamente proviene de las ideas antirreligiosas de la primera mitad del siglo XIX en Centroamérica. Recordemos además que, en el "Sermón", Josefa García Granados transgrede también la normativa de la época, dado que ese tipo de discursos estaba en el campo de lo masculino. El sermón como forma literaria era abordado únicamente por hombres; de esa cuenta el texto, además de atacar fieramente las costumbres y los vicios de la iglesia de aquel momento, puede leerse también como el inicio de una línea imaginaria de tradición subversiva, en donde las apropiaciones del lenguaje masculino están en consonancia con aspectos de tipo formal e ideológico.

El texto en sí mantiene un tono contestatario, a la manera de las invectivas romanas, y se advierte un tono epigramático y sentencioso con el cual se emplaza a ese ‘otro’, masculino y conservador, a quien se dirige. La pieza remeda los sermones ofrecidos por los religiosos en los oficios de la misa, en donde Josefa García también participa de la parodia festiva que va a producir durante el siglo XX -durante el periodo de las vanguardias latinoamericanas de principio de siglo- una literatura mucho más popular en los temas, pero en donde también se advierten las tonalidades cultas de su educación”.

Sermón para el canónigo José María Castilla
(fragmentos)

"O joder o morir, ¡oh almo coño!
que un bello, tierno y virginal retoño,
vale más que la vida y que la gloria
que sólo sirven de adornar la historia".
Así un filósofo pagano,
Octavio Augusto, emperador romano;
¡Oh vosotros, muchachos negligentes
que servís de ludibrio a los vivientes
pasando el tiempo en ocio tan profundo
cual si no hubiera coños en el mundo!
… … … … … …

Y tú, sexo embustero y desaseado,
¿en qué empleas la flor que Dios te ha dado?
Vírgenes tontas, con vosotras hablo,
no sois ni para Dios ni para el Diablo.
Ahora, que inflamado de elocuencia
al predicar la fornicaria ciencia
más que Bossuet y Fenelón me siento,
hembras y machos, escuchad mi acento.
Mas para oír con fruto mis razones,
cada varón empuñe sus cojones
y las hembras su coño y sus dos tetas
que jalan más que doce mil carretas.
… … … … … …

Con carajos y coños juntamente:
¡tened piedad de la afligida gente
que ha escuchado devota mis palabras,
tened piedad que se me van las cabras!
Y entre tanto que el mundo se corrige
y que el carajo al coño se dirige,
sobre las aras de tu santo templo
les voy a predicar con el ejemplo.


Para leer al completo esta «pieza cruda, mordaz y no pornográfica», pulsar aquí.

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De izquierda a derecha, sentados, Isabel, Teresa, Mari Pepa, Javier, la madre Carmen, Rafael, la hija de Helga y Juan, Maite Gargallo y Helga Müller (esposa de Juan). De pie, María Lobo (esposa de Enrique), Mari Carmen, Juanito (hijo de Juan y Helga), Pepe, Juan, Chema Martínez, Milagros y Enrique. Fotografía tomada en el domicilio familiar de la calle Larga en 1991, con motivo del 80 cumpleaños de la matriarca de los Esteban Poullet: María del Carmen Poullet Vargas, (1911-2006), que todavía viviría sus buenos 15 años.

Faelo, Mimi, Mari Carmen, Maripe, Pepe, Enrique, la desaparecida Conchita, Tere, Javier, conocido como Bini, Luis, Juan e Isabel: seis varones y seis hembras, se quedaron huérfanos, también de madre --María del Carmen Poullet Vargas-- en 2006, en este Puerto en el que, de acuerdo con el orden biológico, se nos están yendo tantos y tan buenos referentes. Su padre, José Esteban Pérez, falleció en 1973.

Los Esteban Poullet –aunque asociados al mundo de los productos de enología- han destacado siempre por algún aspecto relacionado con el mundo de las artes, don que debe venirles de su tío abuelo Antonio Poullet, quien fuera profesor en la Academia de las Bellas Artes de Santa Cecilia. La Fábrica de Productos Enológicos estuvo funcionando en el número 15 de la calle Larga, junto a la vivienda, desde 1905 hasta que, a finales del siglo XX, tuvo que cerrar víctima de la enésima revonversión del sector vitivinícola de la zona. /En la imagen de la izquierda, capilla de casa de los Esteban Poullet, en la calle Larga.

Así, Faelo se ha relacionado con la literatura y las composiciones escultóricas y de pintura. Pepe, gran aficionado a la egiptología y los viajes, ha sido uno de los grandes contadores de las cosas de Egipto cuando aquí se consumían menos paseos por el mundo. Luis, el hombre de los inventos del Laboratorio de ‘Touston’, donde con técnicas de artesano construía sus propios instrumentos, para probar algo más que el poderoso influjo de la Luna. Juan, cantautor, quien anduvo por Barcelona de compañero de su paisano Javier Ruibal, y donde conoció a tantos de aquella farándula en la que él no se veía.

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Portaretrato de Carey. De izquierda a derecha, Rafael, Milagros, María del Carmen, Mari Pepa, Pepe, Enrique, Conchita, María Teresa, Javier, Luis, Juan Manuel e Isabel.

La casa de los Poullet, la de toda la vida desde 1921 hasta 1999, la de la calle Larga número 13, ha sido escenario de muchos encuentros literarios. Ha visto el paso de muchos poetas, escritores y artistas: Fernando Quiñónes, Pilar Paz Pasamar, Pepe Belmonte, Julio Rivera, Dolors Alberols, ... Eran las celebradas Tertulias de ‘El Ermitaño’, en la década de los ochenta, durante aquellas noches de verano, en un jardín clásico, donde la magia de la noche envolvía a los asistentes.

Precisamente en esa década de los ochenta del siglo pasado, los Esteban Poullet celebraron los 200 años de la llegada del primer Poullet a estas tierras, con un macroencuentro familiar en el que recordaron a su ancestro Claudio, quien proveniente de cierto municipio francés fronterizo con España, acá que se vino alistado en las tropas de los ‘Cien Mil Hijos de San Luís’. Si, aquellos que al mando del Duque de Angulema vinieron a liberar al malajoso rey del paletó, Fernando VII, y que parece lanzara una maldición a la Ciudad donde abolió la Constitución de ‘La Pepa’.


Fotografía de Carnet de Familia Numerosa en dos imágenes. Parte 1 de 2. (Año 1955). Fila superior: Isabel, Carmen Poullet Vargas, Conchita, José Esteban Pérez, Tere. Debajo: Luis, Javier y Juan.


Fotografía de Carnet de Familia Numerosa en dos imágenes. Parte 2 de 2. (Año 1955). Fila superior, de izquierda a derecha: Mari Pepa, Mari Carmen, Rafael, Milagros. Debajo, Pepe y Enrique.

Mientras que los Esteban Poullet siguen tomando el pulso a El Puerto desde el número 13 –otra vez- de la céntrica calle Misericordia esquina y vuelta con Luna (en medio habitaron una vivienda en la calle Jesús de los Milagros y un piso en la calle Larga frente a su antigua vivienda), razones de trabajo o de familia hace que Pepe y Tere se encuentren en Madrid, e Isabel en Vitoria. Pero en cuanto pueden se les ve por las calles de El Puerto recuperar el sol y la sal de la Bahía de Cádiz que por allí escasea, y por los que tienen que venir a repostar con cierta frecuencia a este Puerto que les vio crecer y sentir, con todas las claves de portuensismo que no es que hayan desaparecido, sino que parece que ya no se lleva hacer gala de las mismas.

Los Poullet, por el contrario, clásicos y modernos a un tiempo, son el ejemplo de aquel  portuense de procedencia extranjera, que escoge instalarse en un nuevo territorio, lucha por engrandecerlo y deja en sus descendientes una gran semilla: aman a su ciudad y sin embargo tienen al mundo por frontera. Y es que, como ellos, se puede ser portuense y universal, tal y como nos enseñaron nuestros más preclaros paisanos. Y ahí están, viéndonos y siendo vistos, como una seña de identidad más de El Puerto.

23

Fernando Gago García nace el 18 de abril de 1941 en la calle Larga, núm. 3, segundo hijo de Manuel Gago Vélez y Milagros García Rodríguez, siendo sus otros hermanos, Manuel, Benito e Ignacio.

1941.
En 1941 es alcalde de El Puerto un militar que ocupaba el despacho del palacio Municipal desde diciembre de 1939: Manuel Barba Ordóñez. Le relevó en septiembre de 1941 José María Pastor Moreno, por poco tiempo ya que al mes siguiente, en octubre tomará posesión de la alcaldía Fernando C. de Terry y del Cuvillo. El arqueólogo alemán Adolf Schulten visitó el Yacimiento de Doña Blanca, y pensó que podría tratarse del ‘Puerto de Menesteo’; no será hasta 38 años después, 1979, que empezarán las excavaciones sistemáticas dirigidas por el Catedrático Diego Ruiz Mata.

Hipólito Sancho de Sopranis publica su libro «Historia del Puerto de Santa María desde su incorporación a los dominios cristianos en 1257 hasta 1800». Rafael Alberti publica «Entre el clavel y la espada», naciendo su hija Aitana en Puerto de Santa María de los Buenos Aires (Argentina). El Padre Guerrero y el Padre Jorge Loring ingresan en el noviciado de la Compañía de Jesús de El Puerto. /Fernando Gago en versión niño, en la Playa de la Puntilla.

ESTUDIOS.
Estudió en el Colegio de la Divina Pastora, en la calle Luna arriba de Ultramarinos La Giralda, donde coincidió con otro ex alcalde: Hernán Díaz Cortés, con el crítico taurino Luis Ortega, el diácono Felipe Bononato Saez o el chef Eugenio Espinosa, entre otros. Jugaba de pequeño en el jardín de su casa y en el Paseo de la Victoria.

En el Colegio de la Pescadería, durante el curso 1950/51.

De ahí pasa al Colegio de la Pescadería (San José y San Estanislao) donde tendrá entre los compañeros de clase a Chemari Gutiérrez Colosía, Toni Redondo del Río, José Luis Gutiérrez, Fali Gómez Giménez, o Pepe Pineda Martí. De ahí pasaría por el Colegio de San Estanislao de El Palo (Málaga), como seminarista de la Compañía de Jesús, donde repetirá 3º de bachiller y, al no perseverar, los jesuitas le aconsejaron que volviera a El Puerto, “con mucho cuidadito”. Terminó el bachillerato en el colegio de Ntra. Sra. de la Merced, con Antonio García Flores --director y propietario-- recordando a un buen profesor de matemáticas, Eloy del Valle Bonichi, que era capitán de artillería.

Estamos en el Curso 1950-51 de Ingreso a Bachiller; las profesoras a izquierda y derecha de la fotografía son las señoritas Milagros Gilabert y Paca Aquino Arnosa (+). En la fila superior, de izquierda a derecha: Juan Niño Garrido, Luis Bustos (+), José Zamorano Franco, Antonio Ramírez Ariza, Francisco Llorca, Mauricio Ferrugías Carvajal, Paco Espinar Galán, Luis Jiménez González-Nandín, Rafael Felices Morro (+) y José María Martínez Govantes. En la fila de enmedio, de izquierda a derecha: Miguel Cacchetta de la Ruibiera, José Pineda Martí, José María Gutiérrez Colosía, Aguilar, Manuel de la Torre, Pedro Ruíz Chinea, Rafael Gómez Giménez (+), Francisco Javier Jiménez, Alejandro Zamacola Monís (+) Antonio Florido, Antonio Manuel Arredondo del Río y Fernando Gago García. En la fila de abajo, de izquierda a derecha: Laureano Quesada, Vicente Peris Tey, Marcelo Florido, Paco López-Cepero Pérez (+), Eduardo Cuvillo Jiménez, José Luis Moresco Suárez, Miguel Rascón Roselló, José Antonio Romero Haupold, Juan José Sánchez Sánchez, Manuel Carrasco Ariza y Manuel Morro Jarque. Sentados en el suelo, de izquierda a derecha: Antonio Lara, Fernandito Arjona González, Manolito Sánchez, Eduardo Benjumeda Osborne, Guillermo Benvenuty Díaz (+), Manuel Jesús Merchante Gutiérrez, Maximino Sordo Alonso (+) y Jesús Casado González. (Laboratorio Fotográfico E. Utrilla. Valencia. Colección F.G.G.)

Fernando Gago, en el centro de la imagen, vestido de capuchino con la Asociación Piadosa del Cristo del Amor.

ACCIÓN CATÓLICA.
Cuando las congregaciones marianas pertenecientes a la Compañía de Jesús desaparecen en El Puerto, sus miembros se integraron en las juventudes masculinas de Acción Católica, donde continuaron su formación cristiana y las acciones denominadas entonces ‘de caridad’ y que hoy serían denominada ‘de solidaridad’. Se instaló un comedor de Acción Católica, organizado por Luis Fernández Sanz-Blanco y atendido por chicas de El Puerto que colaboraban en la cocina; sería el equivalente actual a la asociación ‘Sol y Vida’. También tenían la parte lúdica: se organizaban fiestas y actuaciones en las que Fernando solía hacer de presentador. Hacían teatro y aprendían de Joaquín Sancho, José Ortega Infante, José Lucas Morillo León, fundamentalmente.

Fernando Gago siempre afirma que él hace Teatro desde hace mucho tiempo. Enla imagen, de finales de la década de los cincuenta del siglo pasado, durante la represntación de El Rey Negro, de Pedro Muñoz Seca, aparece Fernando a la izquierda, junto a Merche Valiñana, Pepe Morillo, con bigote y Angelines Ayuso a la derecha.

TEATRO.
José Luis Tejada Peluffo dirigió la cátedra de Arte Dramático en la Academia de Bellas Artes donde aprendían declamación y Fernando, junto a Lola Alba que recitaba muy bien, eran sus alumnos predilectos. Representaban obras de Muñoz Seca, los Hermanos Álvarez Quintero que representaban en el Teatro Principal. Y mas adelante, de José María Pemán ‘El Divino Impaciente’ o zarzuela ‘La del manojo de rosas’ con Merche Valimaña ‘La Macaria, Rafael Felices, Julio Fuentes y Angelines Ayuso entre otros, acompañados por la Banda de Música del Maestro Dueñas. Todo lo que hacían o representaban era a beneficio de algo. Otra representación fue ‘El Tenorio Futbolista’ una parodia de la obra de Zorrilla, escrita por Manolo Barrios y Rafael Salvatierra, de Radio Sevilla SER.

Se lo pasaban de aquella manera --muy bien, por supuesto-- con muchísimo sentido del humor y ‘gamberradas para tirarse al suelo’.

Fernando Gago, en el centro de la imagen revestido de ceremonial e incesario en mano, durante una liturgia en presencia del cardenal de Sevilla, José María Bueno Monreal, en la Iglesia de las Capuchinas, hoy Auditorio Municipal.

SEMINARISTA Y MAESTRO INCONCLUSO.
Inicia estudios de Magisterio por libre y de lo libre que estaba no los concluye y su padre, que era responsable de Economato en Bodegas Terry lo pone a trabajar, con 20 años --1961-- en la bodega, donde desarrollará toda su vida laboral, y donde conocería diferentes propiedades de la firma: los Terry Merello, Patrimonio del Estado, Serra Santamans, Harvey, Allied Lyons y Domecq, no cogiéndole el cambio a Beam Global. En Terry empezó como administrativo en el Departamento de Embarques y se prejubiló como Apoderado y Director de Relaciones Públicas.

Fernando, con generosas patillas, rodeado de dos bellas señoritas durante la presentación de un acto en el Club Náutico.

EN EL EJÉRCITO DEL NORTE DE ÁFRICA.
En 1962 se incorpora a filas en la Caja de Reclutas nº 18 de Cádiz, siendo destinado al Ejército del Norte de África, Regimiento Mixto de Artilleros norte 8, de guarnición en el Monte Hacho (Ceuta) --”es que decir que fui destinado a Ceuta tiene muy poco glamour” afirma-- donde presta juramento de fidelidad a la bandera, juramento que renovará, años después, en la jura de bandera de su hijo Fernando en el Cuartel de Instrucción de Marina de San Fernando.

Durante un acto en Bodegas Terry, en presencia de Eustasio Torrecillas.

DE NUEVO EN TERRY.
Como ‘Terry le va’ (Vd. si que sabe), se reincorpora a la bodega y se incorpora al nuevo departamento de Publicidad y Relaciones Públicas que había creado Juan Ig. Varela Gilabert, quien lo reclama y con quien permanecerá por espacio de 11 años, entre 1963 y 1974.

Con Bo Dereck, en 1982, durante una visita a Bodegas Terry.

Con Margit Kocksis, la mujer que montaba el caballo blanco de Terry.

AMÉRICA Y CANADÁ.
Con la marcha de Juan Ignacio, el Departamento de Publicidad lo asume el Director de Marketing, Antonio Leal Jiménez y Fernando se hace cargo del de RR.PP. En 1979 nuestro protagonista es nombrado Director de Ventas para EEUU y Canadá, por espacio de tres años, viajando con profusión al continente americano. Era alcalde Antonio Álvarez Herrera, quien lo nombró miembro de la Comisión Organizadora del Centenario de la Plaza de Toros que sería al año siguiente: 1880.


PRESIDENTE DE LA PLAZA DE TOROS.
Ha sido presidente de la Plaza de Toros de El Puerto en dos periodos: 1992-1998 y 2000-2005. Durante ese tiempo ha presidido los festejos durante las temporadas taurinas bien en solitario, bien compartida la presidencia de los festejos de forma alterna con: Rafael Gómez Ojeda, Juan Gómez Fernández e Ignacio García de Quirós Pacheco. El resto del tiempo, hasta la fecha, salvo los brevísimos periodos en los que no fue edil, fue concejal delegado de Plaza de Toros.

Con su mujer, María Isabel Peña y Pedro Pacheco, ex alcalde de Jerez, en los tendidos de la Plaza de Toros de El Puerto.

LA FAMILIA.

En 1968 se casó con la sevillana Felisa Leyras Toral, de origen vallisoletano, con la que tendrá cuatro hijos: Fernando, Felisa, Verónica e Irene. Fernando está casado en segundas nupcias con María Isabel Peña García. Le gusta decir, con el sentido del humor que le caracteriza “--Eres mas torpe que un hombre casado y yo me he casado dos veces”.

Candidatura socialista a las elecciones municipales de 1991, en las escaleras de acceso a la Planta Noble del Palacio Municipal, en la que Fernando Gago accede como independiente.

20 AÑOS EN POLÍTICA: 1991-2011.
En 1987 entró como Consejero Técnico del concejal socialista Miguel Marroquín Travieso, en el desaparecido Patronato Municipal de Turismo, lo que le supuso un inicio de relaciones con el PSOE de El Puerto. Cuatro años más tarde fue llamado por integrantes de la candidatura socialista, yendo como independiente en las municipales de 1991, con Manuel Torres Ramírez como alcaldable. Durante sus 10 años y medio como Concejal de Turismo, se siente especialmente satisfecho de haber modernizado la comunicación en este área: El Puerto en GPS, en guías para teléfonos móviles, diversos portales de Internet; haber puesto las bases para que el Monasterio de la Victoria sea un centro de actividades culturales, empresariales y congresuales; haber dignificado la Real Plaza de Toros y haber puesto las bases para que en El Puerto se pudiera celebrar, en 2005, el XVIII Congreso de OPC España, actividad que siempre le preocupó durante el ejercicio de su cargo.

Saludando al Conde de Barcelona al que ofrece productos de las bodegas de El Puerto.

PERIODO 1991-1995.
En ese mandato 1991-1995 formará parte de la Corporación Municipal primero en la oposición durante los seis primeros meses y luego gracias al pacto de gobierno con Independientes Portuenses, asume las concejalías de Presidencia y Turismo,. En el último año de dicho mandato se rompe el pacto de gobierno con los independientes, pero Fernando empieza a colaborar con el gobierno de IP, dimitiendo como concejal meses antes de finalizar el periodo para el que resultó elegido.

Rafael Alberti resultaría nombrado alcalde honorario y perpetuo de El Puerto en un pleno solemne celebrado en el Monasterio de la Victoria. El mismo día se le haría entrega del Premio a la Promoción Turística de la Ciudad. En la imagen, la corporación municipal con el poeta.

PERIODO 1995-1999.
En el periodo 1995-1999 sale elegido en las urnas de nuevo como concejal, --iba en el puesto número 11-- pero bajo la siglas de Independientes Portuenses que alcanzará mayoría absoluta con 16 concejales, asumiendo como concejal y teniente de alcalde las responsabilidades de Presidencia y Relaciones Institucionales, así como la Plaza de Toros. Compatibilizaba la política con su trabajo en Bodegas Terry en unos años en los que tenía que viajar mucho. Gago tuvo que escuchar de todo por el cambio de grupo político (de independiente con los socialistas a independientes portuenses), algo que el resolvía afirmando que “mis decisiones estaban tomadas en aras a poner mis conocimientos y esfuerzos a disposición de los intereses de El Puerto”.

Recibiendo a S.M. el Rey, en presencia del entonces presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, en la corrida regia que se celebró en la Plaza de Toros.

PERIODO 1999-2003.
En este periodo se quedó fuera de la Corporación Municipal durante seis meses. Iba de nuevo en el puesto número 11, pero los independientes sufrieron un descalabro perdiendo la mayoría absoluta y gobernando en solitario, acosados por la oposición. Tras la dimisión de la concejala Elena Galván Pantoja, en Enero de 2000 asumirá de nuevo las competencias en Turismo, Relaciones Institucionales y Presidencia, además de Fiestas, Plaza de Toros y Policía Local --dado el carácter conciliador de nuestro protagonista, recibió el encargo de la alcaldía de pacificar el ambiente en la Policía, alborotado en aquellas fechas por diversas circunstancias--. Nunca daría instrucciones directas a los guardias municipales, siempre lo haría a través del Jefe Local.

Recibiendo en audiencia al porteño Juan Gómez Benítez, a la sazón presidente de los Enólogos de España, en el despacho de la alcaldía.

PERIODO 2003-2007.
Se reeditará de nuevo el pacto IP-PSOE, y las concejalías de Fiestas, Plaza de Toros, Relaciones Institucionales y Presidencia. Tras la dimisión de Enrique Moresco de sus responsabilidades en Educación y Cultura, asume las concejalías de Eduación y Cultura.

Recién proclamado alcalde, con la vara de mando y el collar.

EL ALCALDE DEL COLLAR: 2006-2007.
El 2 de agosto de 2006 resulta elegido alcalde de su Ciudad, tras ser inhabilitado para cargo público su antecesor, por un delito de prevaricación. En la toma de posesión, ya roto el pacto de gobierno con el PSOE, se le impondrá un collar de regidor con escudos y leones. Meses después con la oposición interna y múltiples desaires del ex alcalde de la Ciudad y presidente de su partido asume la candidatura de Independientes Portuenses a las elecciones municipales. El 27 de mayo de 2007 su lista sufrió un fuerte revés en las elecciones municipales, con 4 concejales de un total de 25. Permanecería en el cargo hasta junio de 2007, apenas 10 meses de alcalde de la Ciudad. /En la imagen de la izquierda, con el bastón de mando recien elegido alcalde en 2006.

PERIODO 2007-2011. NO ADSCRITO.
En agosto de 2007 comunica públicamente que, tras el maltrato continuado y mantenido en el tiempo recibido por la cúpula de su partido, se considera libre de adoptar la medida política que mejor estime por conveniente, argumentando que la decisión que tome en un futuro será en aras a salvaguardar los intereses de El Puerto de Santa María. En septiembre de ese mismo año, anuncia su marcha de Independientes Portuenses, y en octubre de 2007, formaliza pacto de gobierno con el tripartito Partido Popular, Partido Andalucista y el mismo concejal no adscrito. Por Decreto de Alcaldía de 11 de octubre de 2007 asume la Segunda Tenencia de Alcaldía, y las responsabilidades en materia de Turismo, Promoción de la Ciudad, Plaza de Toros, Monasterio de la Victoria y Relaciones Institucionales. /En la imagen logotipo de la campaña con el que concurrió a las elecciones municipales de 2007

Con Patricia Ybarra, su predecesora y sucesora en la concejalía de Turismo y el alcalde de la Ciudad, Enrique Moresco, durante la firma del pacto en octubre de 2007.

MESA NACIONAL ANTITRANSFUGUISMO.
Con motivo de su abandono de IP y el pacto de gobierno firmado con el PP, la Mesa Nacional Antitranfuguismo lo declaró tránsfuga en 2008, algo que Gago nunca aceptaría, llegando a afirmar que la resolución de este ente “es papel mojado que no sirve ni para limpiarse los esfínteres”. En su descargo Gago argumentó la indefensión sufrida en este asunto donde “se dictaron unas resoluciones sin oír al afectado, es decir a mí, ni preguntar las causas que me llevaron a tomar la decisión, primero de abandonar IP y luego de firmar el pacto de gobierno con el PP, en aras de los intereses de la Ciudad. No podía dejar El Puerto a la deriva, sin mayoría de gobierno.”

DIMISIÓN.
Por segunda vez en su vida política, Gago formaliza su renuncia al acta de concejal. Lo hacía media hora antes de iniciarse el Pleno de la Corporación Municipal que tenía como único punto del orden del día la aprobación provisional del PGOU. El jueves 31 de marzo de 2011 presentará su dimisión como concejal, teniente de alcalde y todos los cargos que venía ostentando desde octubre de 2007. Desavenencias con el tratamiento que el equipo de gobierno daba a sendos proyectos turístico/inmobiliarios (2 hoteles de 4 Estrellas, en los que se incluían viviendas de renta libre, protección oficial, zona comercial y ajardinada en Pinar del Conde y El Cerrillo) y que Gago consideraba de interés laboral, económico y social, le llevaron a tomar dicha decisión, a dos meses de finalizar el mandato. Ya ha preparado la documentación de su jubilación, pues el 18 de este mes cumple 70 años.

ELOGIO DE LA TRAICIÓN.
Sostienen los franceses Denis Jeambar e Ives Rocaufe, jefe de redacción de Point y profesor de filosofía y ciencias políticas de la Universidad de Poitiers, en su libro 'El Elogio de la Traición', dando un paseo por la historia que para Sófocles ‘la traición y la negación son el meollo del arte político’ y para Maquiavelo ‘los príncipes que han sido grandes no se han esforzado en cumplir su palabra’. Ejemplos en España, como los de S.M. el rey Juan Carlos I traicionando los Principios Fundamentales del Movimiento, o Felipe González, renegando del marxismo o el cambio de postura con el Referéndum de la OTAN, son algunos ejemplos de los cambios de postura y de partido en política en nuestro país: Adolfo Suárez, Fernández Ordóñez, Eduardo Serra, Santiago Carrillo, Rosa Aguilar y tantos y tantos otros, no hacen sino explicar estas actitudes. “Para que la sociedad avance, hay que practicar la traición, cuando el compromiso va en contra de las convicciones del líder”, viene a ser el corolario. Tiene su debate y, además, tiene su recorrido a lo largo de la historia.

Resumen de la dimisión en Noticias Locales.

La rueda de prensa completa donde explica su dimisión, en Espacio Digital Cádiz. En el más puro estilo Fernando Gago, haciendo uso de su retranca y sentido del humor.

5

Jesús Redondo Abuín, gallego de la Parroquia de Asados, Ayuntamiento de Rianxo, Partido de Padrón, (La Coruña), nació a las cinco de la madrugada de 12 de marzo de 1939. Dejó su casa con 17 años, siempre implicado en la lucha política obrera en la clandestinidad y luego abiertamente: emigrado a Francia, Bélgica, refugiado de la ONU y protegido en Moscú por el Partido Comunista, conoció España también a través de sus cárceles como preso político con sendas condenas de 3 y 8 años de privación de libertad, que no cumpliría completas: "Fueron 3.000 días y 3.000 noches entre recuento y recuento y entre traslado y traslado. Y estas las cárceles de mi peregrinaje: Barranco Seco, Cádiz, Puerto de Santa María, Córdoba, Jaén, Carabanchel, Calatayud, Soria, Segovia, Coruña y A Parda". En 1968, en los sucesos de Sardinas del Norte (Canarias), recibió un tiro en la pierna tras la dura represión de las fuerzas de seguridad de la dictadura.

En el Penal de El Puerto Jesús trabaría conocimiento con Marta Marroquín Travieso, militante comunista que llevaba alimentos, apoyo y conversación a los presos políticos, con quien acabaría formando una familia. No sería hasta 3 años después, en Segovia, donde se conocerían, antes solo se limitó en el Penal del Puerto a hacereles saber a la dirección, que Jesús era un ser con identidad propia, no un número. Ambos viven en Galicia, unieron sus vidas el 10 de marzo de 1975, tienen un hijo, aunque regresan a El Puerto en alguna ocasión. Este es su relato:

Jesús Redondo Abuín, Juanín y Gerardo Iglesias en la cárcel de Segovia. El día de la Merced, festividad de Institutciones Penitenciarias, se autorizaban hacer fotografías.

Esto viví en el viejo Penal del Puerto de Santa María entre el 30 de abril de 1970 y el 6 de diciembre de 1971.

Lo peor que puede pasarle a un pueblo es que le arrebaten la libertad. Fue lo que nos pasó aquí de aquella. Lo que no dejó de pasarnos en cuatro interminables décadas. Longa noite de pedra le llamó a aquello Celso Emilio Ferreiro. Y en cuatro palabras lo dijo todo enteramente. La humedad del mundo cabía en ellas. La humedad entera. Cuatro décadas de muerte, cárcel, destierro. O en el orden que lo dijera Rafael Alberti, el camarada Rafael: destierro cárcel, muerte. No es hora de vindicación. Lo sé. Tampoco de silencio. Hay que recordar. Recordar. Y recordar. Recordar sin ira. Pero recordar. Para que no se repita aquello jamás.

Antigua fachada principal del Penal de El Puerto.

Quedarse sin libertad es lo peor que a un pueblo le puede suceder. Lo peor que puede sucederle a una persona es que la empareden. Que eso es lo que eran los presidios de aquella: paredes, paredes, paredes. Paredes y aniquilamiento. El régimen franquista fue el más inmoral y despiadado de la historia. De toda la historia. Segó un millón de vidas para poder vencer. Pero no enterraron muertos sino simiente. Como Castelao dijera. No logró convencer. No podía ser. Don Miguel de Unamuno ya se lo advirtiera. La tortura estaba al orden del día. Sus penitenciarías eran la prolongación de sus comisarías. No hay más que recordar los nombres de los tres energúmenos que estaban de aquella al frente de cada uno de los tres argumentos fundamentales de la política del que decía que él no se metía en política para no meterse en líos: Camilo Alonso Vega, Ministro de Gobernación; Antonio de Uriol y Urquijo, Ministro de Justicia y Jesús González del Hierro, Director General de Prisiones.

MATADERO DE HOMBRES.
Y lo peor que podía pasarle de aquella a un preso era ir a dar con sus huesos al penal del Puerto. Al viejo y tristemente célebre penal del Puerto. Era un matadero de hombres. Todo allí estaba concebido para el exterminio físico y psíquico. Llegaba la conducción, la metían en un recinto lóbrego, y lo primero que se oía era un ¡firmes! intimidatorio, emitido a pleno pulmón por el Jefe de Servicios de Turno (el del 30 de abril de 1970 era uno que le llamaban La Calva) y acto seguido vociferaba con voz forzada: Llegaron ustedes al penal del Puerto, ¿entendido? Van a cruzar tres patios antes de llegar al celular y van a ir en fila india sin intercambiar ni una mirada ni una palabra con nadie, así vean a un hermano, ¿entendido? Pues, andando. Y la fila india cruzaba los tres patios flanqueada por funcionarios con cara de mármol. /En la imagen de la izquierda, galería de celdas.

DESNUDOS Y VIOLENTADOS.
Al llegar al celular estaba esperando la plantilla de aquel departamento, con su jefe al frente, quien recibía en posición disciplinada las órdenes que le daba el Jefe de Servicios, y éste regresaba a su despacho. Y el poder absoluto en aquel ámbito pasaba a residir en los funcionarios allí destinados, en este orden jerárquico: jefe del departamento, resto de funcionarios y el preso de confianza llamado cabo. Y en plan bárbaro el jefe de departamento ordenaba: ¡firmes!, desnúdense uno a uno y vayan pasando conforme les vayan llamando para ser cacheados. El cacheo consistía en dar botes en cuclillas y terminaba con una insoportable colonoscopia digital, practicada por el propio preso/cabo, por si se llevaba alojado en el colon algún objeto o sustancia ilegal. A continuación se chapaba a los cacheados en celdas intercaladas. Para aislar bien aislado.

Con Marcelino Camacho, en un encuentro sindical en Canarias.

NEGATIVA Y CELDA DE REDUCCIÓN.
Cuando me tocó el turno me negué a pasar por aquello con mis mejores maneras. De poco me sirvieron las buenas maneras. Tuve que terminar siendo tajante: para hacerme eso tienen que atarme, les dije. El funcionario jefe de departamento montó en cólera y me ordenó en el peor tono del despotismo desilustrado: pase inmediatamente a la cuatro. Era la celda de reducción, la cuatro. Era un auténtico potro de tormento. Cada vez que un funcionario le amenazaba a un preso con la cuatro, el preso se echaba a temblar. No pocos se auto lesionaban, preferían salir para el hospital de gravedad. La celda de reducción era el lugar adecuado para poner autoridad. Y al terminar con todos entró a por mí rodeado de los demás funcionarios y del preso de confianza como dispuesto a cualquier disparate. El diálogo entre él y yo duró nada y menos. El: está usted en el penal del Puerto. Yo: información superflua, bien lo veo. El: aquí cuando hay que apalear se apalea. Yo: el que me ponga la mano, tiene que estar dispuesto a llegar al asesinato. El: no se haga el valiente porque a los valientes los trasladamos de aquí en un santiamén en traje de madera y con los pies por delante. Yo: pues pásele mis medidas al carpintero. Vivía en Jerez, tenía una armería, le llamaban El Pistolas, sucedió hace treinta años. Lo digo sin ira. Pero lo digo. Se me hace bastante para pasarlo por alto.

Visitando el antiguo Penal de El Puerto, paseando por el claustro junto a su cuñado, Miguel Marroquín, el pasado verano de 2008.

VISITA DEL DIRECTOR.
Digo diálogo y fueron dos monólogos más bien. Pero le rompió los esquemas al jefe de departamento. A cuantos iban con él. Y no he vuelto a verlos. A la mañana siguiente vino a verme el Director del penal. No era usual. Y el despotismo ya fue ilustrado. Pero igual de brutal. «He visto su expediente» –me dijo-- «y trae usted seis faltas muy graves. Aún así creo que ha sido un error de la Dirección General haber autorizado este traslado. Pero aquí está. Y será uno más. Tengo a mi cargo 615 presos complejos y no pienso andar con distingos. De ningún signo. Este es un penal para presos con “exceso de condena”, “multirreincidentes” e “inadaptados”. No importa que en su caso no se dé ninguno de los tres supuestos. Aquí existen cuatro regímenes estrictos: Régimen General, Vida Mixta, Observación Disciplinaria y Celdas de Castigo. Celdas tiene usted para rato: los132 días que trae, y los que le sobrevengan. Que le sobrevendrán a la vista de su expediente. Y ya se lo advierto: aquí las sanciones se cumplen íntegramente. Ahora bien, mientras yo esté al frente del penal, ningún funcionario le pondrá la mano».

264 DÍAS EN CELDAS DE CASTIGO.
Vaya si me han sobrevenido castigos. Llegué a acumular 12 sanciones muy graves: 264 días consecutivos en celdas de castigo. Y, óiganlo bien, estos y no otros han sido los motivos: cuatro huelgas de hambre, tres colectivas --Las Palmas, Soria, Pontevedra-- y una sólo en El Puerto; llevar a juicio a un funcionario por abuso de autoridad (un tal Julio Cedrón, de Lugo); mirar con desacato a un funcionario; denunciar asesinatos y malos tratos, y exigir mediante escritos amnistía general y completa para todos los presos políticos. Eso que ni el Fuero de los Españoles prohibía el derecho de petición. Lo protegía.

PAPEL Y BOLÍGRAFO=SANCIÓN.
Pues cada vez que pedía papel y bolígrafo era indefectiblemente sanción sobrevenida. Pero papel y bolígrafo era lo único que podía esgrimir. Y lo esgrimía. No hacerlo no era posible. Uno no puede llamarse andana cuando escucha que están matando a palos a un hombre atado de pies y manos. Aun cuando fuese un delincuente. Aun siendo en el viejo penal del Puerto. Porque sean cuales sean sus circunstancias, cada hombre es en sí un hecho único e irrepetible.

Encabezamiento de una de las denuncias

SIETE SANCIONES.
He visto entrar allí hombres como castillos y a la vuelta de unos meses no eran ya ni la sombra de lo que habían sido. Los he oído agonizar a palizas. Me quejaba por escrito a la Dirección General, sanción al canto. He visto a un preso de la celda de enfrente a la mía (un tal Perogil) subirse al techo de la jaula y calcular el salto para dar exactamente con la cabeza en la esquina del camastro de hierro y poner fin a su martirio. Lo ha conseguido. Puse denuncia al Juzgado por asesinato inducido. Sanción suma y sigue. El Pistolas llegó a trincarle el pene a un preso con el gozne de la jaula y aporreárselo hasta partírselo. Me han impuesto siete sanciones muy graves en los veinte meses que estuve allí. Todas por lo mismo. Los partes los daba el funcionario de turno y las sanciones las ratificaba por unanimidad la Junta de Régimen: Director, Subdirector, Médico, Maestro y Cura. Cinco rangos distintos y un mismo objetivo: que el preso se adapte y no rechiste. Uno no se imagina a individuos así gastar gestos de cariño ni en familia.

Explicando a unos amigos y a su cuñado, Miguel Marroquín, las condiciones de vida en las galería.

HUELGA DE HAMBRE.
Me costó lo mío salir vivo de allí. Catorce días de huelga de hambre inclusive. Pero salí. Salí porque el zorro no pierde las mañas pero las fuerzas sí. Estaban prohibidas las huelgas, y se hacían más que en los países en que no estaban prohibidas. Estaban prohibidas las manifestaciones, y se hacían más que en los países en que no estaban prohibidas. Lo cual que por primera vez en 32 años la Bestia Parda tuvo que ocuparse en Consejo de Ministros de los pros y los contras de que se le muriese en el penal del Puerto un preso político --que tampoco existíamos-- y prevaleció lo segundo por fin. A eso debo el poder contarlo, y de chiripa. El sustituto del ultra Jesús González del Hierro se desplazó adrede a comunicarme que habían decidido retornarme a Segovia en cuanto estuviese en condiciones físicas. Y así ha sido.

Por última vez, tras las rejas del antiguo Penal de El Puerto.

CONDICIONES MEDIAVALES.
Supe lo que era el infierno sin necesidad de morirme. Además de un régimen penitenciario medieval, eran medievales las dependencias, los métodos de los carceleros y las condiciones de vida. La comida era insana y exigua: la tuberculosis y la desnutrición eran extendidas e intensivas. Entrar en celdas suponía perder los derechos subjetivos y tener que atenerse al rancho estricto. Durante nueve meses seguidos mi dieta fue: un plato de malta y un chusco, un plato de rancho y un chusco, un plato de líquido con un huevo duro y un chusco. Las celdas eran nichos de dos metros de ancho por 2,60 de largo por tres de alto; estaban dos metros por debajo del rasante del recinto y tenían un tragaluz de unos 50 centímetros; las camas consistían en una plancha de hierro empotrada en la muralla y en el suelo; tenían un lavabo y una taza de water (la de reducción un simple orificio) y un blindaje de barrotes de hierro o jaula entre la puerta y el catre de 1,40 de ancho por 1,30 de fondo para dejar fuera del alcance de un brazo la puerta al abrirla.

Con su mujer, Marta, delante de Nuestra Señora de París, en Francia. Año 2010.

COMPENSACIONES ECONÓMICAS.
Comprenderán que lo diga. No hay dinero que compense lo pasado por los presos en los presidios franquistas. No sería sufrible tanto suplicio si no fuese por la fe del carbonero que teníamos y por el sacrificio de nuestros camaradas y de nuestras familias. Hay tratadistas que dicen que el dolor es subjetivo. Los que eso dicen se enterarían de lo que vale un peine si tuviesen que soportar ser diestramente torturados  día y noche o nueve meses seguidos sin ver la luz del día en uno de los nichos de castigo del viejo penal del Puerto de Santa María. /Con su mujer, Marta Marroquin Travieso.

El millón y medio máximo ese sería un insulto de no ser que es un mero símbolo. Aún así, lo gratificante hubiese sido que las nuevas autoridades tomasen como primera medida darnos las gracias por los servicios prestados desde el papel del Boletín Oficial del Estado. Ese sí que hubiese sido un detalle. Pero no se hizo. Se ha tardado quince años. Y los que no tenían 65 años cumplidos o no llegaron a los tres de presidio han quedado ignominiosamente excluidos. Qué gran injusticia. Como injusticia ha sido haber hecho apechar a los heroicos guerrilleros antifranquistas veinticinco años con el estigma de bandoleros. Qué enorme injusticia. Quizá sea que las nuevas autoridades no sepan lo que es tener sitiada la vida o tenerla pendiente de un hilo o pisar un penal o pasar por un cuartelillo. Quizá sea que se piensen que la transición empezó en los Pactos de la Moncloa. Acaso esa fuese su bicoca. Acaso. Pero es la bicoca de muy pocos. Que conste. (Textos: Xesús Redondo Abuín. Julio 2001).

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El escritor, dramaturgo y ensayista Manuel Pérez Casaux nació en la calle  Luna, núm. 6, el 29 de enero de 1929, esquina a Jesús de los Milagros, donde en tiempos existió un Freidor de Pescado y hoy es una tienda de ropa en un nuevo edificio. Su padre, Manuel Pérez Martínez, natural de Puerto Real, delineante proyectista, era funcionario civil del ejército y estaba destinado en la Ayudantía Militar de Marina de El Puerto. Su madre, natural de San Fernando, pertenecía a una familia de marinos instalados en San Fernando en el siglo XVIII.

El año de su nacimiento, 1929, explosionaba en el muelle de El Puerto el Vapor ‘Cádiz’ que hacía el recorrido entre nuestra Ciudad y la capital. Ese mismo año se incorporaría al muelle de San Ignacio  la motonave ‘Adriano I’, que había estado efectuando el trayecto entre Sanlúcar y Sevilla, con motivo de la Exposición Iberoamericana. El investigador Antonio Gutiérrez constata que ese año «En El Puerto se palpaba la incertidumbre política y el deterioro de la monarquía; la ausencia del Teniente Coronel del Batallón de Cazadores de África, nº 7 y del Ayudante Militar de Marina al funeral por la reina María Cristina, organizado por el municipio, excusando ambos por escrito su asistencia, era una clara muestra. Asimismo excusó su asistencia el filántropo portuense Elías Ahuja Andria mediante una comunicación de su secretaria, sin firma».

En la imagen, el Vapor 'Adriano I', amarrado al muelle San Ignacio y el 'Adriano II' surcando las aguas del Guadalete.

Con apenas diez años, Manuel entró en el Seminario de Cádiz, donde estudió el Bachillerato. «En el Seminario escribía versos, a hurtadillas, que destruía el Padre Bueno». De allí se salió para estudiar Magisterio, simultaneando la enseñanza en la Escuela de Formación Profesional Sindical de Puerto Real y Astilleros de Cádiz, donde trabajó como traductor. «Luego, hice más versos y me los publicaron. Eran aquellas revistas aguerridas de provincias, que siempre han existido: ‘Advinge’, ‘Caleta’, ‘Thalassa’… Entonces se llamaban así».

Manuel Pérez Casaux, con su mujer, entonces novia, la gaditana Manoli Ruiz Marabot, en 1960.

VIAJANDO POR ESPAÑA.
Fue miembro activo del movimiento teatral y literario de la capital gaditana en torno a la segunda época de la revista Platero. Coincidiendo con la disminución del tráfico marítimo en Cádiz se traslada a Barcelona para enseñar como maestro de escuela y una vez en esta ciudad, se diploma en Comercio Exterior. Preparó multitud de oposiciones y trabajó en actividades diversas, entre otras para empresas consignatarias y de seguros marítimos y posteriormente, tras empezar a estudiar Derecho, estudios que no concluye, obtiene su Licenciatura en Filosofía y Letras sección de Lenguas Germánicas por la Universidad de Barcelona. «Estuve en el norte de España: San Sebastián, Santander Gijón, Vigo…, que sé yo. Madrid a veces, también. Luego otra vez el querido Sur: Jaén, Cádiz, los Puertos… me explotaron muchas veces». Gran conocedor del griego y del latín, domina catalán, francés, inglés, alemán y nada de ruso, como erróneamente ha afirmado alguno de sus biógrafos.

Presidencia del Congreso de Teatro celebrado en Córdoba en 1965. De izquierda a derecha, Alfredo Marquerie, Antonio Gala, Zamora, Vigil, N.N. y Manuel Pérez Casaux.

EL TEATRO DE POSGUERRA.
Después de la Guerra Civil (1936 – 1939), los dramaturgos españoles se enfrentaron a una censura implacable que hacía difícil, sino imposible, ofrecer una visión crítica de la realidad. Desde el final del conflicto hasta los últimos años de la década de los 60, el teatro español, en todas sus facetas, sufrió una profunda crisis existencial. La búsqueda de nuevas formas de expresión dramática por parte de los autores españoles, -que se inspiraron en las grandes corrientes innovadoras del momento en el teatro europeo (el teatro del absurdo, Brecht, Artaud)-, dio lugar a una nueva vanguardia teatral, denominada por los estudiosos “Nuevo Teatro Español”.

Representación de 'Hermosas Costumbres'.

Otra imagen de 'Hermosas Costumbres'.

NUEVO TEATRO ESPAÑOL.
El tema central de este nuevo teatro es la crítica del sistema político y social del franquismo, siquiera en la misma medida que el rechazo mostrado hacia el teatro comercial, así que no es extraño que dichos autores fueran sistemáticamente ignorados hasta los años 80, cuando ya la realidad del país se había modificado.

TEATRO INDEPENDIENTE.
Junto a los teatros oficiales se formaron nuevas compañías de teatro que intentaron imponer un teatro alternativo en todos los sentidos. Fruto de este ambiente fue la aparición del Teatro Independiente, tan importante en el contexto teatral de la época. Cuando el término independiente empieza a airearse tímidamente en las carteleras, programas de mano y en medios de comunicación, parece como si empezara a vislumbrarse el principio del fin. Se advertía una cierta tolerancia, como un mirar hacia otro lado. /En la imagen de la izquierda, Pérez Casaux arriba al centro, con el Grupo Quimera Teatro, al completo, en 1969.

ACCIDENTE Y TEATRO.
A principios de la década de los 60 sufre un accidente de tráfico que le produjo una conmoción cerebral, que le llevó a pasar cuarenta días de hospitalización. A partir de entonces, Perez Casaux se entrega a la actividad teatral, cuyos textos lo señalan como vinculado a una protesta ética y autor de una obra de reivindicación social, actitud propia de la segunda generación de posguerra a la que pertenece, lo que dio lugar a ser considerado autor comprometido y molesto al régimen político anterior.

SÁNCHEZ CASAS.
«Conocí a José María Sánchez Casas que empezaba con un grupo maravilloso de Cádiz: ‘Quimera Teatro Popular’. Hicimos muchas cosas juntos». Sánchez Casas era entonces trabajador de los muelles y editor de la revista ‘El Gallo Rojo’. En la Hoja del Lunes del 25 de abril de 1966, se podía leer: «Quimera Teatro-Popular, presentó ayer la obra de Pérez Casaux ‘Sigue pensando, Sam’. Intervinieron Pedro Roca, José María Sánchez Casas, Fernando Meléndez, Donato Patiño y Mari Ángeles Neira».

Sánchez Casas, que más adelante se integraría en el PCr, germen de los GRAPO (Grupo de Resistencia Antifascista Primero de Octubre), con el nombre de guerra de ‘Vargas’, tuvo una alambicada historia de militancia terrorista, cumpliendo 18 años de cárcel por delitos de sangre, pisando 15 prisiones, con más de 400 días de huelga de hambre entre 1989 y 1991 y que murió, ya en libertad el año 2001, tras ser liberado en 1997, esperando un trasplante de corazón. Sánchez Casas ganó, con un nombre supuesto, el concurso de carteles del Carnaval de Cádiz para el año 2001.

LA CENA DE LOS CAMAREROS.
En este contexto de cambio se encuentraba inmerso nuestro protagonista. Desde el denominado ‘teatro del absurdo’ en el que se enmarca su primera pieza teatral, muy de vanguardia, ‘La cena de los camareros’ (Festival de Gijón, 1963), sus obras han ido evolucionando hacia otras tendencias, relacionadas en algunas épocas con un estilo que él mismo denomina ‘brechtiano’. /En la imagen de la izquierda representación de 'La Cena de los Camareros'.

En 1969 estrena en el III Festival de Teatro de Sitges su obra seleccionada:  ‘Historia de la divertida ciudad de Caribdis’, emitida por TVE en 1976. Con ‘La familia de Carlos Cuarto (1973), premiada y dirigida  también en Sitges por José Luis  Alonso de Santos, nuestro autor pone en el escenario la lucha entre la España culta y la que se aferra no sólo a las tradiciones, sino también a la cómoda ignorancia. Pérez Casaux ha escrito un total de 29 obras entre comedias y dramas, de las que se han estrenado 14.

En la imagen, Manuel Pérez Casaux en la Plaza de Cataluña, de Barcelona, en 1970.

NOVELA CORTA.
Ha publicado una treintena de narraciones breves y cinco novelas cortas distinguidas con varios galardones entre los que se encuentran el ‘Carta Puebla’ por su novela ‘Las raíces al aire’, y el ‘Valdemembra’ por ‘Días de tomillo y orozuz’, en la que el autor traza un retrato de la vida cotidiana en la ciudad de Cádiz durante los días de la contienda civil, pues como subtítulo lleva ‘Historias de Cádiz de la Guerra Civil’, y que fue presentada y analizada en el Ateneo de Cádiz por el también atenísta, Francisco Súnico  Varela el año 2006.

Tras su jubilación, regresa a El Puerto y enseña español para extranjeros, reduciendo su creación teatral y mostrando mayor adhesión a la poesía. Recibirá el Premio Buero Vallejo de Guadalajara, por su obra ‘En Castilla mandamos nosotros’

En la imagen, Manuel Pérez Casaux, flanqueado por los académicos Javier Maldonado Rosso y Luis Suárez Ávila, dirigiéndose al estrado para pronunciar su discurso como Académico de la de Belals Artes de El Puerto. En la presidencia, de izquierda a derecha, Joaquín Solís Muñoz-Seca, Juan Gómez Fernández a la sazón presidente de al entidad y Jesús Nogués Ropero. Octubre de 2003.

En 1991, durante la celebración del Día del Libro, en el Castillo de San Marcos. De izquierda a derecha, Luis Caballero, Ana Alonso a la sazón concejala de Cultura,  el poeta Benito Pérez, Francisco Arniz, presidente de BBAA, Alberto González Troyano, profesor de la UCA, la poetisa Pilar Paz Pasamar y Manuel Pérez Casaux. /Foto: Colección F.M.A.S.

PRESIDENTE DE LA ACADEMIA.
Pué presidente de la Academia de Bellas Artes 'Santa Cecilia', entre agosto de 1989 y junio de 1990. El 15 de octubre de 2003 leyó su discurso de ingreso como Académico en dicha institución que tituló “El cuento literario en cuerpo y alma”. Además, Perez Casaux es Académico de la Real de San Romualdo de Ciencias, Artes y Letras de San Fernando, miembro de la Sociedad General de Autores de España, de la Asociación Colegial de Escritores, del Ateneo de Cádiz del que es ‘Ateneísta de Mérito’ y Vicepresidente de de la Asociación ‘Río Arillo’ de Artes y Letras.

Durante una visita a las ruinas del Teatro Romano de Mérida el año 2006.

TEATRO SELECTO.

En el año 2004 el Ayuntamiento de El Puerto le rindió homenaje por su aportación  ininterrumpida al mundo de la literatura, fundamentalmente al teatro. Y lo hizo de la forma más estimada por un escritor. El mismo Manuel Pérez Casaux seleccionó cinco de sus obras teatrales aún inéditas que se publicaron bajo el título de ‘Teatro selecto’. Con posterioridad, la Editorial Fundamentos, publicaría su drama ‘La Familia de Carlos Cuarto’, en la colección de Teatro Contemporáneo de dicha localidad. /En la imagen de la izquierda, el volúmen publicado por el Ayuntamiento de El Puerto 'Teatro Selecto'.

Acompañado de su mujer, Manoli, en una imagern de 2009.

La actividad literaria del dramaturgo portuense sigue viva a sus 82 años recién cumplidos en la vecina San Fernando, su ciudad de acogida donde vive  y donde continúa en la actualidad, para la que escribió en 1998 ‘Las Cortes de la Isla de León’, con motivo de la conmemoración del 200 aniversario del Teatro de las Cortes.  (Textos: Manolo y José María Morillo).

6

Luis Galán, en el muelle del Vapor, detrás el río Guadalete.

Luis Galán Pérez nace en la calle Yerba el 7 de Noviembre de 1.962 en el seno de una familia humilde y trabajadora. Hijo de Carmen y de Luis, ambos nacidos en El Puerto. Su padre, actualmente jubilado, fue carpintero y ebanista de los de siempre, por lo que Luis pasó su infancia entre olores de serrín y de geranios del patio de su casa. Una casa familiar del Barrio Alto conocida popularmente como la casa de María la de Guindate, tía abuela de Luis. Su bissabuelo era Antonio González Franco, hermano de Abelardo, ‘el Manco Guindate’ o ‘Manco de los Cuatro Mil Reales’, con nótula núm. 495 en GdP. Es el menor de dos hermanos, y aunque el mayor, Pepe Galán, siempre demostró una afición desmesurada hacia la tauromaquia, Luis prefería oír música y devorar libros de cualquier tipo.

DESDE PEQUEÑITO.

De niño, compartía su tiempo jugando a ‘la palmá’ entre la calle Santa Fe, Mazuela, Yerba y especialmente… la calle del Ganado. Era fiel visitante de la antigua Biblioteca Municipal ubicada por aquel tiempo en el anexo del Ayuntamiento, en la Plaza Isaac Peral, donde Antonio Femenía, bibliotecario, archivero y corresponsal de Diario de Cádiz, le proporcionaba libros que, por su ubicación en las estanterías altas, no podía atrapar. Descubre la poesía de la Generación del 27 y fascinado, comprende que aquello le iba a marcar para toda su vida. Tanto es así, que se aísla, se aparta del resto de los niños del vecindario para dedicarse casi en exclusiva en su tiempo libre a la lectura y la escritura, comenzando a elaborar cuentos a la edad de 9 años. Los veranos de la infancia de Luis eran en la playa de La Puntilla y, gracias a una caseta de madera de franjas rojas y blancas construida por su padre, podía incluso dormir allí la mayoría de las noches. Así que vivió muchos amaneceres en la playa que más tarde se convertiría en su mayor fuente de inspiración para las coplas de Carnaval. Su playa, --su novia, como él la define--, sería una constante en sus letras.

Pepe y Luis Galán, en una foto 'oficial' en el Colegio Safa.

EN EL COLEGIO.

Comenzó sus estudios en las Escuelas Profesionales Sagrada Familia, pasando luego a Safa-San Luis tras la unión de ambos centros. Durante la mayoría de los cursos, sería elegido Delegado, llegando a asistir a los claustros de profesores reivindicando los derechos de los alumnos, algo impensable en aquella época. Allí haría sus primeros pinitos en su gran afición: la escritura. En el colegio reconocen sus cualidades concediéndole diversos premios literarios a nivel interno. Sus redacciones son leídas de forma reiterada por los profesores al resto de la clase. Destacó ganando concursos de redacción de Navidad con Amor, Cuentos de la Hispanidad, y otros concursos de ámbito local e incluso regional. En Antonio Nogués Ropero, su querido profesor, encontró un aliado perfecto para sus inquietudes literarias, siendo éste su acompañante a Sevilla cuando se alzó con el segundo premio de Andalucía de Redacción.

Comparsa 'Lunarito Flamenco'. El primero por la derecha Pedrito García y el tercero Luis. También aparecen Ramón García Núñez y Eduardo García Leiva. EL

CARNAVAL, DESDE LOS 15 AÑOS.

Con quince años, y compaginando sus estudios de Administrativo, escribió su primera comparsa: ‘Lunarito Flamenco’, de la mano de su gran amigo y descubridor: Pedrito García. Cuenta Pedrito que Luis entró en la comparsa como componente, ya que su afición le venía de oír a uno de los hermanos ‘Guarigua’ y a su tío Antonio ‘Guindate’ cantar coplas de ‘Los Cuasimodos’. A los pocos días de ensayo, Luis se ofreció a poner letra a la música, y ahí empezó todo. Al día siguiente de ofrecerle la oportunidad de probar con su faceta como letrista, entregó cuatro pasodobles completos y de una calidad extrema. Tanto es así que en Cádiz criticaron que los mayores escribiesen para adultos, ante el desconocimiento que el autor contaba con quince años. A posteriori, la prensa se retractó y comenzó la leyenda.

Comparsa Infantil 'Los Lazarillos'. Primer Premio Infantil en 1979.

PRIMER PREMIO INFANTIL EN EL FALLA.

Sería al año siguiente, en 1.979, con ‘Los Lazarillos’, cuando Luis asumiría la autoría completa de la agrupación y consiguiera el Primer Premio de Comparsas Infantiles del Concurso Oficial del Teatro Falla.

La comparsa 'Húngaro Gitano' de 1979

PRIMER PREMIO JUVENIL EN EL FALLA.

Ese mismo año, 1979 Antonio Catalán, mítico director de Cádiz, le ofrece la oportunidad de escribir una comparsa de las consideradas de élite, ‘Húngaro Gitano’, entrando en la Gran Final de Adultos. Su carrera en el mundo del carnaval había comenzado. Al año siguiente, vuelve a conseguir el Primer Premio, esta vez en la modalidad de Juveniles con la comparsa ‘Niños de Écija’.

'Niños de Écija'. José María 'el Vinagre' es el primero por la derecha.

SERVICIO MILITAR, CALABOZO Y PRIMEROS PREMIOS.

Su consagración definitiva en la modalidad de Adultos, la consigue con la histórica ‘Heridas de España’, en el año 1.982, comparsa recordada por todos los aficionados y cantada por la mayoría de componentes de todas las agrupaciones. En 1.983, consigue hacer doblete: Primer Premio de Comparsas, con ‘Don Dinero, y Primer Premio de Chirigotas, con ‘La Quinta de Beethoven’. Es sacado a hombros al más puro estilo torero del desaparecido Teatro Principal.

Primero Premio de Comparsas 1983. 'Don Dinero'

Primer Premio de Chirigotas 1983. 'La Quinta de Beethoven'. Estas dos agrupaciones las escribe realizando el Servicio Militar, aprovechando el tiempo que pasa en los calabozos para escribir. No en vano, a causa de su rebeldía ante el ejército, pasa mucho tiempo en arrestos contínuos hasta el punto de que los mandos del cuartel deciden ‘licenciarlo’” tres meses antes con permiso indefinido hasta el día de la finalización de la prestación militar, por entonces obligatoria.

'Heridas de España', en 1982. En el centro de la imagen, aparece el padre de Luis.

LA GENTE DEL PICK UP.

El productor discográfico Rafael Izquierdo, concierta una entrevista con el coronel para que Luis pueda asistir a la grabación de la agrupación ‘Heridas de España’, cuyo repertorio también lo finalizó en el cuartel. En la negociación para la concesión del permiso, Luis acepta disolver una especie de comuna creada dentro del cuartel, aunque nunca cumplió con su pacto y siguió al frente de 'La Gente del Pick Up', convirtiendo dicho grupo de rebeldes en una chirigota a petición de los mandos del cuartel para que actuasen en la fiesta de la Patrona del recinto militar. La sorpresa fue mayúscula cuando todos esperaban algo dicharachero y el repertorio estaba plagado de quejas, reivindicaciones y críticas al Ejército y a los mandos con nombres y apellidos, siendo arrestado de nuevo.

Fotografía histórica con los autores del Carnaval Portuense, en 1984, en los comienzos de la restaurada fiesta en El Puerto.

Luis Galán, recogiendo en 1986 de manos del concejal de Fiestas de El Puerto, José Luis Sánchez Alonso, el Premio para su comparsa 'Poquita Cosa', en presencia del también concejal Manuel Rodríguez y el colaborador de la Comisión de Carnaval, Sr. Pérez.

CAMBIO DE RESIDENCIA.

De vuelta a su trayectoria carnavalesca, siguió cosechando éxitos y premios hasta que en 1.987, se traslada a Andalucía Oriental a trabajar en Pepsico Foods International, como Administrativo y posteriormente como Jefe Regional Administrativo, residiendo en Málaga, Granada y Almería.

En 1992, recogiendo el IX Vapor de Oro que otorga la Peña 'La Mezquita'.

PREGONERO Y VAPOR DE ORO.

Hace 19 años, en 1.992, El Puerto le rinde homenaje nombrándole Pregonero del Carnaval de nuestra y 'Vapor de Oro' de la Peña 'La Mezquita', realizando un Pregón itinerante por los rincones más carnavalescos de la Ciudad. No se guarda copia alguna del Pregón de Luis Galán, ya que fue recitado íntegramente de memoria. Para el pregón, sus amigos y antiguos componentes de agrupaciones suyas del Bar Camas, montan la 'Antología de Luis Galán', estrenando varios pasodobles. Quedaría para la historia el pasodoble a la Calle Luna, cantado por primera vez en la inauguración de la remodelación de dicha calle, que reproducimos en los comentarios, pulsando más abajo.

'Antología de Luis Galán', creada para el Pregón de Carnaval de El Puerto 1992.

LOS GITANOS. Regresa a El Puerto en 1994, y en 1.997 entra de lleno, de nuevo, en el mundo de Carnaval, formando el grupo conocido como la comparsa de ‘Los Gitanos’. Tras dos clasificaciones seguidas en semifinales, en el año 1.999, año glorioso para el Carnaval porteño, consigue el Primer Premio absoluto en Cádiz, con la agrupación ‘La Parra Bomba’. Ese mismo año es premiado con el Premio Pemán de las Letras, se le otorga la insignia ‘Gaviota de Oro’ de Cádiz y obtiene el Primer Premio de Pasodobles.

Luis Galán, cantándole a 'la mas grande' Rocío Jurado, con la comparsa de 1999 'La Parra Bomba', la obra cumbre, hasta ahora, de nuestro protagonista.

Este año cumplió su sueño como comparsista: ganar los tres primeros premios en las tres categorías de la comparsa, Infantil, Juvenil y Adultos. Como anécdota curiosa, peculiar y hasta sublime de este año, Luis decide cantar en la Gran Final del Teatro Falla un pasodoble dedicado a la Playa de La Puntilla, hecho inédito hasta ahora, esparciendo literalmente arena de la playa portuense recogida por él mismo horas antes de actuar, por todo el escenario del Teatro capitalino. En los comentarios, podremos leer el pasodoble 'A La Puntilla desde Cádiz'.

En los camerinos del Falla, tras la actuación de la comparsa 'Marinero en Tierra'. De izquierda a derecha, Juan Antonio Guerrero, concejal de Fiestas de Cádiz, María Asunción Mateo, Vda. de Rafael Alberti, Luis Galán, Fernando Gago, concejal de Fiestas del Ayuntamiento de El Puerto y varios componentes de la agrupación. Año 2000.

ESCRIBE A LOS MAJARAS. Es al año siguiente, año 2000, cuando salda una vieja cuenta pendiente: escribir a ‘Los Majaras’ y lo hace de la mano del músico y amigo Vicente Esquerdo, bajo la dirección de Pedro, el ya mítico estandarte de las coplas de Carnaval en El Puerto, con la comparsa 'Marinero en Tierra'. Aquel que cuando Luis era un crío leía las letras de sus agrupaciones infantiles tras la barra del bar Los Majaras en la calle del Ganado, ese año las canta y consiguen meterse en la Final del Concurso de Agrupaciones de Cádiz.

Con el maestro Rafael de Paula, en el Pub 'El Convento'. Año 1999.

Por aquel entonces, Luis Galán trabaja como encargado y administrativo del desaparecido Pub El Convento, donde vive la noche y la bohemia y aprovecha para conocer a un sinfín de personajes famosos que pasan por allí. Comparte noches de arte y conversación con Rafael de Paula, Javier Ruibal, Silvia Marsó, Joaquín Sabina, Vittorio y Luchino, Pau Dones, María Pineda, Emilio Muñoz, Ángel Nieto, y otras muchas caras conocidas..

Con el maestro de periodista y letrista, Antonio Burgos Berlinchón.

PREGÓN DE LOS PATIOS.

En el año 2000 recibe el galardón ‘Puente de San Alejandro’ de la Peña Corribolo, y en el año 2002, comienza a colaborar con Mar Barrera en su programa matinal de la cadena SER con una sección semanal titulada ‘Desde La Puntilla’, a la vez que escribe semanalmente una columna de opinión en la edición de El Puerto en Diario de Cádiz. Ese mismo año es elegido para pregonar la Fiesta de Los Patios, entregándose por completo a su barrio, con el que siempre se ha sentido comprometido.

En el Bar 'La Gallera', de izquierda a derecha, Luis Galán, José María 'el Negro', Fermín, Antonio Martín, Enrique Gago y Juan. Año 2003.

SAN ROQUE, MÁLAGA Y… PERSONAJE ENTRAÑABLE

En el 2005, es elegido ‘Pito de Oro’, año en el que se retira del mundo de Carnaval ya que su nuevo destino laboral, San Roque, donde ejerce de Administrativo en una empresa constructora, le impide vivir los ensayos día a día, aunque colabora con varios tangos del Coro de La Viña de Cádiz. Un año más tarde se traslada a Málaga, donde conoce a la que hoy es su pareja, Mar García Barranquero. Durante estos años, ha colaborado de forma anónima con varias agrupaciones del Puerto y de Cádiz, y aunque su nombre no figura en la autoría, los buenos aficionados reconocen cada letra que aporta. En el año 2010, recibe un nombramiento que Luis, como él mismo declaró, nunca pensó que le otorgaran: 'Personaje Entrañable', --vaya con el nombrecito-- del Carnaval de El Puerto ya que debido a sus letras comprometidas, nunca dejó indiferente a nadie.

De izquierda a derecha, Luis Galán, Antonio Catalán, Antonio Martín y José María 'el Negro'.

LOS AMIGOS.

Entre sus amistades de siempre, cabe destacar a José María García Flores ‘el Negro’, quien ha compartido con él muchas facetas y aventuras, Vicente Esquerdo, Javier Benitez ‘Gran Visir’, José Luis Sánchez ‘el Selu’, Manuel Gordillo ‘el Muerto’, Francis Muñoz ’el Torero’, Raul Villanueva, Paco Guerrero ‘Paquito Web’, Juan Luis Rincón Ares, con quien comparte opiniones y escritos y, como no, al desaparecido Paco Soto, con quien vivió madrugadas de conversaciones sobre la fiesta que los unía. A este elenco más íntimo, habría que sumar decenas de amistades cosechadas a través de tantos años de Carnaval.

De izquierda a derecha, Javier Ruibal, Luis Galán, Manuel Gordillo 'el Muerto' y el desaparecido Paco Soto.

LA MÚSICA: MIKE OLDFIELD.

Al margen de su afición principal, el Carnaval, Luis Galán siente debilidad por la música, destacando predilección por su paisano Javier Ruibal, con quien mantiene una antigua amistad. Admira profundamente a Mike Oldfield, habiendo realizado miles de kilómetros para asistir a sus conciertos, llegando a incluir en su comparsa ‘Por Cai Repicando’ las famosas campanas tubulares que hizo importar de Irlanda.

LA LITERATURA.

Entre sus autores literarios favoritos, se encuentran Herman Hesse, Antonio Muñoz Molina, Carlos Ruiz Zafón, Friederich Nietzsche, José Saramago y los poetas Miguel Hernández y Rafael Alberti, rindiendo un homenaje personal a este último con su Comparsa ‘Marinero en Tierra’, cuyo repertorio supervisó la propia María Asunción Mateos, aportando su voz en off en la presentación. Dicha presentación, en palabras de María Asunción, parecía escrita por el propio Rafael.

Luis Galán, disfrazado de Quasimodo, con el futbolista porteño Joaquín.

En el año 2004 colabora muy implicado en el pregón de Joaquín Sánchez, con quien inicia una amistad que hoy persiste, y ese mismo año, compone su última agrupación, contando con la música de Antonio Martín, viéndose cumplido uno de sus sueños: poner letra a la música de unos de los autores más admirados de la historia del Carnaval. En los comentarios, podremos leer el último pasodoble que Luis le escribió a El Puerto.

Con 'el Negro' y Vicente Esquerdo, en la Taberna Obregón.

AÑORANZA.

Lejos de El Puerto, añora las albóndigas del Bar Vicente, las merluzas rebozadas de Casa Paco Ceballos y las galeras de El Pescaíto; el Vino Fino en rama de la Taberna Obregón en la calle de la Zarza, la cervecita y la miel de Ultramarinos La Giralda, las coquinas del coquinero de la calle La Palma, la butifarra de los tablajeros Ortega y el Lengue, y los olores a vino por las calles de las bodegas --por Campo de Guía-- y los aromas a océano que respiraba desde una piedra del espigón que la considera su piedra. Siente nostalgia de aquellos paseos por la Bajamar hasta llegar a La Puntilla, los churros de la Placilla, las papas fritas del Parque Calderón, el café al caer la tarde en El Castillito, y como no, todos los días a las nueve de la noche, recuerda que es la hora del ensayo, pero que no asistirá.

Con su pareja, Mar, en la Playa de La Puntilla.

En la actualidad vive en Málaga, dedicado a su trabajo como Jefe de Servicio en Peugeot, y tras varias relaciones, confiesa haber encontrado la paz y la felicidad con la que hoy es su pareja: una malagueña llamada Mar. Parece ser que la unión del Mediterráneo y el Atlántico es posible en la vida de este autor inquieto, comprometido, portuense, gaditano, y sobre todo, enamorado de su playa de La Puntilla.

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