Saltar al contenido

Si yo nací
en un pobre pesebre,
hoy miro al Vaticano y en nada se parece.
Si, si yo nací
sin lujos ni riquezas,
en qué te has convertido
yo pregunto a mi Iglesia.

Yo jamás le dije a Pedro,
al confiarle la primera piedra,
que gastara en oro para el templo
la limosna de tantas ofrendas.

Yo no pedí ni mármol ni escultores
para levantar mi casa aquí en la tierra
y me sobran cuadros y pintores
si no acaba el hambre y la miseria.

Que mal que me expliqué,
que llevas dos mil años
solo acumulando dinero y poder.

La Iglesia que yo quiero
no es un gran monumento,
está en los misioneros
y en los comedores para los hambrientos.

La iglesia que yo quiero
no está en los cardenales,
está en todos los curas
que le dan ayuda a tantos inmigrantes.

Yo soy, yo soy el del pesebre
y a los mercaderes los eché del templo.
Si a la tierra yo volviera un día,
arrasaría... ¡con el Vaticano entero!

La comparsa "Los Majaras" participó en los Carnavales 2012 con una serie de coplas bajo el nombre "Llámame Jesús". Las letras son de Antonio Rivas y la música de Pepe Martínez.

La poesía es un género minoritario de primera necesidad general. En la práctica la paradoja se salva mediante el recurso a sucedáneos y sustitutivos, algunos, a veces, de calidad. La juventud ha sido siempre una frenética devoradora de lírica y lo sigue siendo, sólo que principalmente a través de las letras de las canciones pop, quizá ahora más que antes. Seguir ese hilo musical nos llevaría lejos, pero sirve de ejemplo y de introducción, pues algo parecido ocurre con el tema de esta nótula.

Los pregones de Semana Santa, que tanta expectación despiertan y tanto fervor entre el público asistente, son otra muestra de la insospechada e irrefrenable afición a la poesía —que salta donde menos se la espera. Aunque no todos son poéticos, el pregón ortodoxo de Semana Santa incluye la recitación emocionada de algunos poemas del pregonero. Son los momentos más esperados y aplaudidos. Un pregón, en general, es el anuncio solemne de un acontecimiento. En principio, poco tendría que ver con la poesía. Sin embargo, cuando de la Semana Santa se trata, parece que pregón y poesía están obligados a matrimoniarse. ¿La causa? La intensidad de los sentimientos que suscita la Pasión. El pregón perfecto sería entonces el que armonice poesía, espiritualidad y sentimiento (siempre que la exaltación de éste no llegue al grito).

Carlos Murciano, en su pregón en el Insituto Santo Domingo, en 1973.

De hecho, la lista de poetas y escritores que han sido pregoneros abruma: José María Pemán, Joaquín Romero Murube, Carlos Murciano pregonó en El Puerto en 1973, José Luis Tejada… También tenemos a los especialistas del género, como Francisco Montero Galvache que pregonó en El Puerto en 1960, o Antonio Rodríguez Buzón, que el 11 de marzo de 1956 salió a hombros del teatro San Fernando de Sevilla por un mítico pregón. Hay un precedente poético: Federico García Lorca había salido a hombros de un recital.

Francisco Montero Galvache, en su pregón en el Teatro Principal, en 1960.

La influencia lorquiana es un denominador común de los pregoneros. José Luis Tejada, un poeta de ascendiente albertiano y lopesco, empezaba, sin embargo, su romance al Nazareno del Pregón de Semana Santa de El Puerto de Santa María en 1959 así, cantando por Federico:

Las tres de la madrugada desde la torre cayeron
como tres gotas redondas y cuajadas de silencio.
Callaron los azahares la música de sus sueños;
quedó el aroma en los aires mudo y quieto...

Pero quizá donde los pregoneros alcancen una inspiración más auténtica sea en los poemas breves de raigambre flamenca, parientes de la saeta. Y ahí José Luis Tejada tenía que descollar necesariamente, él, autor de Cuidemos este son, un libro imprescindible de poesía flamenca. Del mismo pregón suyo del Puerto de Santa María, este poema del Cristo de la Vera Cruz. Es un monólogo dramático:

¿Dudas? Pero ven aquí:
Si lo más hice por ti, que fue morir por salvarte,
¿cómo no he de perdonarte? …
Que has escupido hacia arriba y me has salpicado? y qué!
De tres clavos me colgué puesta a secar tu saliva,
yo soy fuente de agua viva, acércate y lávate.
[…]
Tú a pecar, yo a perdonar.
Tú a las malas, yo a los buenos,
veremos quién va a ganar.
Te di mi pecho y mi hogar,
lo demás ya es lo de menos.

/Texto. S.C.

Tweet

El paso del misterio de la Veracruz, por Palacios esquina con Micaela Aramburu, en 1936.

Tal día litúrgico como hoy de hace 100 años, miércoles santo pero 19 de marzo de 1913, coincidió la festividad del Santo Patriarca San José, creando una especie de incompatibilidad litúrgica. A través de la Revista Portuense, en su número del 15 de febrero de ese año podemos enterarnos como se solucionó el problema: «…el miércoles santo ha sido siempre día de rigurosa abstinencia y está consagrado por la Liturgia a la conmemoración de la Pasión del Señor, excluyendo cualquier otro rezo. Por tanto se traslada la fiesta (de San José) en cuanto a la solemnidad interna, al primer día hábil después de la octava de Pascua de Resurrección, dispensándose del ayuno riguroso y equiparando el día a un domingo de Cuaresma, con la sola limitación de no comer carne o pescado en una sola comida».

La iniciativa personal de un devoto, empeñado en sacar en procesión «la venerada imagen del Cristo de la vera-Cruz», se vio recompensada, después de realizar junto con varios directivos y hermanos «una colecta que, a la hora presente, va respondiendo a los fines que se desea». Así declaraban en el periódico dos semanas antes de la fecha habitual de su salida, confirmando la misma, los responsables de la hermandad. Y esta, efectivamente, se produjo a las doce en punto de la noche del jueves santo «y esto constituyó tal atracción para las gentes que antes de la hora señalada para la salida no se podía dar un paso en las esquinas de la capilla de la Sangre», y al decir esquinas, en plural, se refieren a la esquina de la capilla, propiamente dicha, formada por las calles José Navarrete (Palacios) y Castelar (Nevería y a la esquina de Castelar y Cánovas del Castillo (Luna) por donde pasaría tras la salida, camino de la calle Sagasta (Ganado), girando al llegar a ésta dirección de Larga por la que continúa en sentido ascendente hacia Luna hasta desembocar en el Vergel del Conde, continuando hasta la plaza del Castillo que rodeaban entrando por Santo Domingo, doblando por San Bartolomé y, nuévamente, por Palacio hasta desembocar en la plaza Alfonso XII: No nos consta se realizase a esa hora de la madrugada Estación en la Prioral, debiendo continuar por la calle Luna, doblando en Nevería a su templo, donde se recogió a las tres y cuarto de la madrugada del viernes. Aunque en la procesión figuraban los guiones de las tres hermandades existentes: Humildad, Veracruz y Soledad, que abrían la marcha, solo acompañaban a los hermanos de la Veracruz, nazarenos de la Soledad, constando la procesión de dos pasos: el de la Cruz y el del Calvario.

El paso del misterio por Micaela Aramburu, con unas palmeras que estaban empezando a tomar forma. Año 1930.

Continúan proclamándose edictos municipales que propician un respeto hacia las conmemoraciones religiosas de esas fechas y para favorecer la mayor religiosidad y compostura de los ciudadanos en general, especialmente en las vías públicas, haciendo hincapié en que no se cometan irreverencias ni escándalos, se regula el horario de cierre de los establecimientos y se dictan normas para el tráfico rodado.

El paso del misterio por Micaela Aramburu, con unas palmeras en todo su esplendor. Imagen que difícilmente volveremos a ver repetirse, dado el ocaso de las datileras. Primero saños del siglo XX.

La participación en la semana santa de la Archicofradía del Santísimo Sacramento era notable en esa época, especialmente en los Divinos Oficios, que se celebraban en el primer templo, la Iglesia Mayor Prioral. Aprovechando la solemnidad de los cultos en estas fechas, con idea de dar un mayor realce a la admisión o ingreso de nuevos miembros en la Archicofradía, se hico coincidir con la procesión claustral del Santísimo que se realizaba al final del oficio de Tinieblas del miércoles santo, después de entonarse el «Miserere» por los sochantres. En esta ocasión los nuevos socios --así les nombra el redactor que realiza la reseña del acto-- fueron Francisco Muñoz Seca y Ramón Jiménez Mateos, los cuales, con veladores encendidos, se unieron a las filas de archicofrades que acompañaban «al Sr. Cura Propio, revestido de lujoso pluvial blanco, bordado en oro» portador de la custodia con S.D.M., trasladada desde el altar mayor, donde había estado expuesto, hasta la capilla del Sagrario, circunvalando el templo, dándose por terminado el acto al quedar depositada la misma en el Sagrario. (Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. Puertoguía).

La parroquia de San Lorenzo de Valladolid acoge un montaje único en España elaborado por la Asociación Belenista Castellana, realizado por un porteño afincado en Valladolid hace ya unos años: Manuel Bononato, quien fuera presidente de la Asociación de Vecinos Los Frailes. Eran célebres los belenes costumbristas que instalaba tanto en su casa como en la sede vcinal con figuras de Ángel Martínez, en la década de los ochenta del siglo pasado. En la capital castellana viene instalando, en la sede de la Diputación, un Belén Bíblico Monumental desde hace mas de 15 años, el último con 250 figuras en 36 metros cuadrados.

«--Hay ciudades -como Jerez, el Puerto de Santa María o Barcelona- donde son habituales las representaciones de la Semana Santa a través de dioramas. Pero un montaje como este solo se puede contemplar en Valladolid», explica Manuel Bononato, el maestro belenista encargado de elaborar 'La Pasión del Señor', un espectacular montaje de 25 metros cuadrados que reproduce, en la iglesia de San Lorenzo, 17 escenas representativas de la Semana Santa.

Y todas ellas, inscritas en una escenografía muy similar a la que se utiliza para los belenes navideños. «--Ese tipo de montajes son muy habituales en los misterios y nacimientos, pero no se suelen emplear para la Semana Santa», explica el autor de una instalación que este año incorpora nuevas figuras (del taller madrileño de José Luis Mallo Lebrija) e iluminación. Destaca, por ejemplo, el alumbrado de noche que acompaña a las escenas de la oración del huerto y el beso de Judas. /Representación del monte Gólgota.

Y el visitante también puede entretenerse en los candiles de la lámpara que ilumina la última cena o en las brasas de los pebeteros caídos cuando se rompe el velo en el templo. Los apasionados por los detalles pueden degustar la perspectiva de las calles de Jerusalén a las que llega Jesús en la borriquilla, entretenerse en buscar la figura de Judas junto a la soga para ahorcarse o afinar la vista para encontrar, detrás de Pilatos, el arca de la alianza y un cesto con frutas.

Sendas imágenes de la Pasión según Bononato.

Todo está mimado hasta el último detalle, con el uso de corcho de bormizo (alcornoque) para ambientar el montaje y la utilización de árboles naturales en el tramo dedicado al huerto de los olivos. «--Por ejemplo, los troncos son cepas», explica Bononato, quien durante el último año ha trabajado para dar un nuevo enfoque a un proyecto que nació hace diez años y que podrá contemplarse hasta mediados de abril.

Bononato durante la inauguración de un Belén dedicado a los mercados, ambientado en Segovia, donde podemos divisar una representación del famoso acueducto. Le acompañan la presidenta de la Asociación de Belenistas de Castilla y León y el presidente de la Diputación de Valladolid.

Para ello, hay que recorrer el montaje con la mirada de derecha a izquierda, con la sucesión de escenas como la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, la última cena, la oración del huerto, la desesperación de Judas, el prendimiento, Jesús ante Pilatos, la flagelación, la coronación de espinas, Jesús con la cruz a cuestas, la verónica, el velo del templo se rasgó por el medio, Jesús camino del calvario, el descendimiento, Jesús entre los ladrones, la Piedad, Jesús en la cruz y el santo sepulcro. Esta última está representada en la roca excavada bajo el monte y tendrá una nueva versión a partir del Sábado Santo, según ha desvelado el maestro Bononato, quien destaca, por el valor de las figuras, la escena del traslado hacia el calvario. «El montaje al completo está basado en los detalles que ofrecen las escrituras», destacan tanto el autor del montaje como el párroco de San Lorenzo. (Texto: Victor M. Vela).

Cuando se habla en Semana Santa del estilo Calleja, el nombre de un portuense con más de 100 obras realizadas en la ciudad, sale en la conversación: concibe, diseña, dirige y hasta manufactura todos los aspectos artísticos de una cofradía.

--¿Qué le parece que el Consejo de Hermandades y Cofradías no ha haya dicho nada sobre el baile de números que supone que la Cuaresma empezara el miércoles de ceniza 12 y el Carnaval acabara el día 17 de febrero?. --Es una batalla perdida. Aquí no existe fuerza suficiente para cortar eso.

--Vd. lo mismo diseña un cartel cuaresmal, borda un manto, crea un estilo de vestimenta propio, imagina unos candelabros, esboza unas andas... ¿Domina todos los palos, no? --Si señor, pero todo lo domino con buen conocimiento de causa.

--¿Se podría decir que Vd. entrega una cofradía llave en mano, es decir, puesta en la calle, con cirios, música, penitentes, flores y joyas de los titulares? --Además con la ventaja de aguantar los caprichos de solo una persona. Lo normal es que este trabajo lo realicen varias.

Con el pregonero de la Semana Santa de este año, Lorenzo Salmerón, en representación del Consejo de Hermandades y Cofradias de Ronda, entregándole un detalle a David en agradecimiento por su colaboración desinteresada tras su conferencia sobre el arte de vestir a María celebrado en la población malagueña.

--Hay quien dice de Vd. que es el Paco Rabanne de la Semana Santa, triunfando en Sevilla, trabajando para Málaga y otras poblaciones. ¿Existe el estilo Calleja?. --Cuando diferencian tus trabajos, montajes, etc. de los demás, supongo que se va uno haciendo con un estilo propio.

El vestidor de Maria Santísima de la Amargura, David Calleja Ruiz , junto a Francisco Javier Ramirez Lopez , Presidente Virgen de la Salud de Jedula, Pablo Herrera García , Presidente de la Caridad de Santa Cruz Ronda, en la fila de atrás, Jose Manuel Castilla, Presidente del Consejo Local de Hermandades, Rogelio Curiel, Hermano Mayor de la Hdad de Nuestro Padre Jesus de la Paz y Gracia y Esperanza de Coria del Rio y Juan Manuel Lopez, Capataz de la Esperanza de Triana, acompañandonos en Traslado de Maria Santísima de la Amargura al Convento del Espiritu Santo

--Cuénteme un cuento en dos frases. --Érase una vez un artista que, para su reposo, tenía un hipódromo para rodearse de amigos oyendo la mejor música en una noche azul. U.e.i.

--¿Qué le parece que los curas estén empezando a practicar el “outing”, es decir, a salir del armario?. --Las tendencias sexuales no se escogen, las da la vida. El jurar un voto de castidad si, si te tiene la libertad de escogerlo.

A la izquierda, convocatoria de cultos para la Virgen de la Amargura de El Puerto. A la derecha, diseño del faldón de la túnica, llevando a juego el pecho y las bocamangas, del Santísimo Cristo de la Rendeción de Jerez de la Frontera, ambos trabajos de David Calleja.

--¿Con que obra de producción propia ha caído en el pecado del orgullo?. --Soy orgulloso. Pero destacaría Convocatoria del Rosario, de Sevilla, el Palio del Buen Fin, de Cádiz, o los Faroles del Cautivo, en El Puerto de Santa María.

Hebreo, obra escultórica de Ángel Pantoja vestido por David Calleja.

--Dicen que Vd. es uno de los artífices del renacer de la Semana Santa portuense. Defiéndase. --Tengo más de 100 obras solo en El Puerto, sin contar mis aportaciones en altares de cultos, variedades florales, … ¿algo habré aportado, no?.

--¿Para usted la Semana Santa es catequesis, tradición o contradicción?. --La tradición es lo que permanece imperecedero en el tiempo. (Texto: José María Morillo).

Felix García de Polavieja y Escribano nació el 29 de junio de 1876 en El Puerto de Santa María, hijo de Justino García de Polavieja y Urruela y de Ana María Escribano y Paúl siendo el menor de tres hermanos, Julio y María del Pilar. Vivían en el número 10 de la calle Larga.

Como muchos portuenses, estudió en el colegio de los Jesuitas, San Luis Gonzaga y mas adelante enfocaría sus estudios en la filosofía, entre otras asignaturas, además de dar clases en un colegio de Madrid, no antes de formar parte de la Compañía de Jesús. Su vocación religiosa lo condujo a estudiar teología,  culminando en su ordenación sacerdotal en 1907.

DEL ICAI-ICADE A COMILLAS.
Este religioso fue cofundador, en 1908, junto con los padres Ángel Ayala y José Agustín Pérez del Pulgar del Instituto Católico de Artes e Industrias ( I.C.A.I.), en el que llegó a ser prefecto, secretario, vicerrector y rector. El Instituto Católico de Artes e Industrias  se fundó en 1908 como Escuela de Mecánica y Electricidad para formar cristiana y técnicamente al personal que trabaja en las fábricas de esta especialidad.

Posteriormente se comenzaron a ofrecer titulaciones superiores para ayudar en la promoción profesional y humana a los estudiantes más dotados. Se otorgó validez a los estudios cursados en ICAI por Decreto de 10 de agosto de 1950 y posterior Ley de 20 de julio de 1957. En 1960 se une a ICADE para formar ICADE-ICAI. En 1978 ICADE-ICAI se integró en la Universidad Pontificia Comillas y la marca ICAI se añadió al nombre de la nueva Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la universidad.

DISTURBIOS ANTICLERICALES.
Como señalamos mas arriba, fue uno de los pilares del I.C.A.I. desempeñando varios cargos a lo largo de los años y es, durante su rectorado, el 11 de mayo de 1931, cuando, aún creyéndose protegido por los republicanos, se vieron sorprendidos por un grupo de anticlreicales durante los disturbios que les asaltó incendiando edificios del instituto e incluso la iglesia, teniendo que escapar, muchos sacerdotes, vestidos de paisano. Desagradable anécdota que, suponemos, no olvidaría al igual que los que la padecieron a su lado.

Tras la expulsión de los jesuitas del territorio español en 1932, organizó el traslado de la compañía de Jesús a Lieja (Bélgica), al año siguiente, donde continuaron las enseñanzas de ingeniería hasta 1937. Fue provincial en Toledo durante la Guerra Civil, pasando a ser viceprovincial poco después.

Finalizada la contienda civil, el I.C.A.I. volvió a sus funciones habituales en España y con ello, el padre Felix ocupando el cargo de vicerrector en el mismo, de 1939 a 1940, año en el que fue nombrado ecónomo de provincia, labor que compartió con sus clases hasta la fecha de su muerte el 1 de abril de 1949. (Texto: J. Manuel Rguez Gay-Palacios - “Juan de Winthuyssen”)

2

En el verano de 2011, fue un clamor en El Puerto de Santa María el descubrimiento en el transcurso de unas obras en los alrededores de la ermita de Santa Clara, de una necrópolis de los alrededores del siglo XVII. Mi afición al estudio de la artrosis de la columna, me llevó a pedir permiso municipal y visitarla.

En los alrededores ermita de Santa Clara, en El Puerto de Santa María, se había descubierto un antiguo cementerio del siglo XV y que estuvo en uso hasta los primeros años del siglo XIX, que fue cuando se abrió el cementerio que todavía se usa. Se encontraron unas 300 tumbas. Es posible que contengan esqueletos de los muertos en la batalla de Trafalgar, pues algunos cadáveres tienen insignias militares. La historia y la tradición popular cuenta que incluso meses después de la trágica batalla de Trafalgar, la marea devolvía cuerpos a las playas de El Puerto de Santa María y Rota, y que un marinero recogía él mismo los cuerpos que iba hallando y los trasladaba hasta la necrópolis...

Mi curiosidad por estudiar la artrosis vertebral en los cadáveres, me llevo a pedir autorización del Ayuntamiento de la ciudad y la señora Marta Rodríguez, delegada de Medio Ambiente muy amablemente me permitió ver unas 30 tumbas con esqueletos en buen estado. Me acompañó la antropóloga Esther López Rosendo, encargada de la excavación que exquisitamente me ayudo y me dio todas las explicaciones que le pedí.

Muy joven, en mis andaduras medicas, visité el Museo de Ciencias Naturales de Londres y fue mi sorpresa grande cuando me pareció ver en la columna vertebral de un dinosaurio, signos de artrosis. Fue interesante tenerlo en cuenta para futuras visiones de esqueletos de animales vertebrados y efectivamente cuando en 1978 visité el museo del Cairo, en la sala de momias, todos los faraones mostraban una intensa artrosis de columna, visible en las radiografías que se localizaba encima del féretro que contenía sus restos y que afecta a todas las vértebras de la columna vertebral y sobre todo las radiografías que corresponden a la momia de Tutankamón, que con sus 20 años de vida tenía ya una columna terriblemente afectada. Es de destacar que en las orillas del Nilo es muy frecuente y lo era aun mas en la antigüedad la brucelosis, también llamada fiebre malta o fiebre ondulante.

¿Por qué mi interés en la Artrosis Vertebral? Es posiblemente la enfermedad mas antigua que se conoce, tiene sobre 300 millones de años y la sufren todos los vertebrados terrestres y marinos exceptuando el murciélago y el mono perezoso y todavía no tiene una buena solución. (Texto: Enrique Rubio García).

1

Durante una convivencia de padres y colaboradores del Colegio La Salle, creemos que, en la Feria de Jerez en 1963. A la izquierda de la imagen el matrimonio formado por el que fuera sindicalista, diputado y eurodiputado socialista Esteban Caamaño Bernal y su mujer, Lola, a continuación el matrimonio Troncoso, él saludando.

A la derecha de la imagen, en primer término, Pepe Buhigas, conocido como el ‘Robert Taylor de El Puerto --que alguna aparición hizo en el cine--, el párroco de San Joaquín, el reverendo José María Rivas Rodríguez --gran persona, campechano, buena gente y un gran facilitador de ayudas a los mas necesitados; cierran la mesa el matrimonio Jaén Andrade. /Foto: González. Colección Francisco M. Arníz Sanz.

Desde que se inaugurara en 1889 la Plaza de Isaac Peral, con el Palacio de Justicia que nunca llegaría a serlo y que devendría en Ayuntamiento hasta 1975, cuyo regreso parece inminente, muchas vicisitudes se vivieron en el solar del que fuera Convento de San Antonio de los Franciscanos Descalzos.


En la imagen, el octogenario Juan Segura Lobo, propietario que fue de el Bar ‘El Chorro’, ver nótula núm. 1.588 en Gente del Puerto, el día que se inauguró el aparcamiento de Isaac Pera.

Durante el primer mandato del independiente Hernán Díaz Cortés, a principio de los noventa del siglo pasado y con la oposición de grupos ecologistas y diversas personalidades y fuerzas vivas de la Ciudad, se cumplía una de las promesas electorales del alcalde Díaz: hacer un aparcamiento subterráneo en Peral --y retornar el Ayuntamiento--, aunque para ello tuviera que cambiar sustancialmente la fisonomía de la plaza, con la desaparición de las centenarias araucarias.

La plaza de Isaac Peral antes de su última transformación.

La plaza de Isaac Peral en la actualidad.

El aparcamiento subterráneo de la Plaza de Isaac Peral, fue inaugurado sin grandes ceremonias por Díaz Cortés, quien aseguró que la remodelación de la superficie del parking estaría terminada en poco mas de un mes y medio añadiendo entonces que «será la plaza con la vegetación mejor cuidada de la ciudad». En el acto de apertura se anunciaba que si el de Peral funcionaba bien, se promovería la construcción de otros aparcamientos de este tipo, «dado que se seguirán peatonalizando diversas calles del casco urbano, como Vicario, Cielo y Palacios». Vicario se peatonalizaría, para luego abrirla de nuevo al tráfico rodado, pero no así Palacios y Cielos, que si experimentaron una reforma en el piso e iluminación. Si bien Díaz Cortés no pudo ver como alcalde inaugurado el Ayuntamiento en Peral, si fue el impulsor de la citada obra.

El desaparecido Convento de San Antonio de los Franciscanos Descalzos. La Inmaculada Concepción que se conserva en el Mercado Municipal procede de dicho establecimiento.

CONVENTO DE LOS DESCALZOS.
“La Plaza de Abastos fue construida con el material de cantería del derribo del Convento de San Antonio de los Franciscanos Descalzos en 1868, tras la desamortización de los bienes de la iglesia decretada por la Junta Revolucionario creada en El Puerto, tras el triunfo del pronunciamiento militar iniciado por el almirante Topete el 18 de septiembre de ese mismo año. Se acordó la expulsión de la Orden de la Ciudad. El Convento  ocupaba todo el solar que hoy es plaza pública, así como el del edificio del antiguo ayuntamiento. En su origen, esta plaza fue creada como un lugar de esparcimiento público en pleno centro de la ciudad, que en un principio sólo fue un terrizo sin urbanizar y que iba a llevar el nombre de plaza de la Libertad, fue conocida como plaza de los Descalzos hasta 1890, año en que por petición popular se le dio el de Isaac Peral”. (CMPH).

3

Fachada neobizantina de la catedral católica de Westmister en Londres

Al iniciarse el último lustro del siglo XIX los ingleses que profesaban la religión católica iniciaron la construcción de un soberbio templo en Londres, financiado con limosnas de los fieles, contando para ello con la aprobación, ayuda y dirección del Cardenal Herbert Vaughan, Arzobispo de Westminster. El proyecto contemplaba la construcción de una iglesia, que es la actual catedral, en estilo bizantino, “en cuanto sea posible de sólo piedras consagradas, recogidas y buscadas en los hermosos templos que profanó y destruyó la Reforma decretada en Inglaterra por Enrique VIII, para que el Sacrificio allí ofrecido sea la más completa reparación de la ofensa hecha al Altísimo por la herejía, y a la vez símbolo de la vuelta a la verdadera Iglesia católica de todos los hijos extraviados.”

Para tan ambicioso proyecto fue necesario recabar donativos de otros católicos, aparte los ingleses y galeses que pertenecían a dicho arzobispado, postulándose en España para recabar fondos con los que construir la llamada inicialmente “Capilla Española”, una capilla situada en la nave del Evangelio –la más importante de todas- dedicada al culto y adoración perpetua del Santísimo Sacramento, inspirada en la existente en la catedral de Lugo, idea bendecida por S.S. León XIII y aprobada por la Reina Regente.

Un hermano del cardenal, el presbítero Kenelm Vaughan, fundador en Londres de la Archicofradía de la Divina Expiración, fue el encargado de recorrer buena parte del suelo hispano portando una carta del Cardenal Vaughan, dirigida al Cardenal Primado, arzobispos y obispos españoles y, en general, “a todos los constituidos en autoridad y unión con la Santa Sede Apostólica”  a todas las autoridades eclesiásticas y civiles, en definitiva. En ella se solicitaba la cooperación de “la España católica para una obra de fe que tiene por objeto el honor y culto de Nuestro Señor Jesucristo en el Santísimo Sacramento.”  Y el primer lugar, después de pasar por Madrid, donde inició su postulación, fue Sevilla, patria natal del cardenal Wiseman, predecesor de Vaughan y primer arzobispo de Westminster, la ciudad en la que continuó con su campaña de recaudación de fondos, participando además en la vida social del entorno en el que se desenvolvía como por ejemplo, su padrinazgo o apadrinamiento en el bautismo, confirmación y comunión de un joven ingeniero ingles de las minas de Riotinto que abandonó la senda luterana para abrazar la ortodoxia de la iglesia romana. /En la imagen de la izquierda, Capilla del Santo Sacramento en la catedral católica de Westmister en Londres

Después de Sevilla, visitó Jerez, El Puerto de Santa María, Cádiz, Gibraltar y Málaga, abandonando Andalucía para volver a Madrid, donde tenía dos sedes o puntos de recogida de donativos y marchar a Salamanca, Valladolid, Pamplona, San Sebastián, Bilbao y Santander, pasando también por Lugo, ciudad en la que participó en el Congreso Eucarístico Nacional celebrado en aquella capital gallega en agosto de 1896.

EL CONDE DE OSBORNE.
El método de trabajo de este postulante era similar en todos los lugares: buscaba personas influyentes y afines, generalmente del mundo empresarial, que publicitaran el proyecto, exponiendo los planos en el escaparate de los principales comercios, por ejemplo, y gestionasen donativos. Personas de total confianza  a los que nombraba socios fundadores del proyecto y les encomendaba la tesorería de los fondos recaudados y su envío a Londres. En Jerez sería Pedro Domecq la persona encargada de ello, y en nuestra ciudad, Tomás Osborne Guezala. No conocemos con exactitud la cantidad recaudada a nivel local, tan solo el donativo personal del Conde de Osborne, que ascendió a 1.500 pesetas, una respetable cantidad, sin duda, en esos años finales del siglo XIX. Posiblemente, Tomás Osborne contaría al Padre Vaughan su vinculación y la de sus antepasados con la entidad portuense de la Ilustre Archicofradía del Santísimo Sacramento, la antigüedad y reputación de la misma, cuyos componentes, los Caballeros Veinticuatro, décadas atrás utilizaban el prestigio de ser miembro de ella para optar a ordenes militares que exigían hidalguía a los aspirantes. Y, damos por supuesto, que admiraría la capilla sacramental de nuestra iglesia Mayor Prioral, recientemente restaurada,  y su magnífico retablo de plata mejicana repujada, procedente de las mimas de San Luis de Potosí.

Bodega Osborne en calle La Palma que da nombre a la misma.

En julio de 1898 dio por finalizada su campaña nacional, despidiéndose el Padre Vaughan con una carta abierta que publicó el periódico “El Imparcial”.  Corrían malos tiempos para el gobierno y el pueblo español, inmerso en la sangría de vidas y hacienda que suponía la Guerra de Cuba, por lo que no es de extrañar no se cumpliese, al parecer, las previsiones recaudatorias del clérigo ingles. Parece ser que la capilla sagrario se había presupuestado en 12.000 Libras Esterlinas y los donativos recibidos, según señala el Padre Vaughan en la carta referida, sumaron 5.000 Libras en total. Hay también que señalar el hecho de que en algunos sectores de la prensa nacional, especialmente los periódicos independientes de Madrid, se había criticado esta postulación e, incluso, puesto en duda su veracidad. En relación con este tema, en el escrito de despedida, firmado en Valladolid el 19 de julio, indica el Padre Vaughan al respecto: “Sea esta mi última contestación a las malévolas interpretaciones que han dado a mi gestión eucarística diversos periódicos de Madrid y provincias, confundiéndome con ganapanes y timadores del peor cariz. Gracias a Dios, no he tenido que mendigar de nadie recursos y considero como el mejor fruto de mis trabajos el haber sufrido este género de contradicciones para que siquiera por esta vez pueda gloriarme en la Cruz de Cristo.”

El clérigo londinense partió hacia América del Sur en busca de fondos para completar el presupuesto de la capilla, aunque en esta ocasión parece apuntó más alto pues fueron las altas instancias gubernamentales de países como Argentina, Perú y Bolivia las que se implicaron en el patrocinio de la por entonces ya nombrada como “Capilla Expiatoria Hispano-Americana del Santísimo Sacramento”. Después de esta doble experiencia, en España y sus antiguas colonias, Kenelm Vaughan, que alcanzó el tratamiento de Sir, publicó una especie de diario, libro que aún hoy día puede encontrarse en algunas librerías virtuales de la red, con el título de: “Viajes en España y Sud-América” en el que se refiere brevemente, en su página 35, a la aportación portuense a esta magna obra, y expresamente a los donativos recibidos, en estos términos: “los entregados por los habitantes del Puerto de Santa María, entre los que se distinguió el Conde de Osborne, quien tuvo por grande honra unir a su título nobiliario (en realidad, debería decir Pontificio) el de Socio-Fundador.”

La catedral se abrió al público en 1903, aunque más de once décadas después aún no se ha completado su costosa decoración interior, fiel a su ideario inicial de que todo sea financiado por sufragio popular. El templo, obra del arquitecto John Francis Bentley, fue consagrada siete años después, en 1910, destacando y adquiriendo fama universal desde entonces el coro de 32 voces que intervino en dichos actos –doce cantantes profesionales y veinte voces blancas- el “Westminster Cathedral Choir Shool” al que mencionamos, además de por su prestigio, porque su primer Maestro de Música Sir Richard Runciman Terry tiene el mismo apellido que una notable saga familiar portuense.

CONEXIÓN FAMILIA OSBORNE - ARZOBISPADO DE LONDRES.
Podemos concluir indicando que la conexión de la familia Osborne con el arzobispado londinense de Westminster no nace con el donativo referido pues hemos encontrado prueba de un contacto anterior en la esquela mortuoria repartida en el sepelio de una tía del Conde Osborne, María Manuela Osborne Böhl, Viuda de Morgan, que falleció nuestra ciudad dos años antes de estos hechos. Esta impresa en Londres por la editorial católica británica mas importante de esa época: “Burns & Oates, Ld.”, designada publishers (editora) de la Santa Sede por León XIII y, en consecuencia, vinculada estrechamente con el arzobispado. En la actualidad, la firma, que continúa con el mismo nombre, es el principal sello editorial de la iglesia católica romana en Gran Bretaña. (Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. PUERTOGUÍA).

1

Agustín Castro Merello, nacido en El Puerto de Santa María, ingresó en la orden religiosa de los Jesuitas en 1941. Gran parte de su vida religiosa y docente la realizaría en Las Palmas de Gran Canaria. Durante varias décadas fue colaborador de la edición dominical del rotativo grancanario ‘La Provincia’, publicando ensayos de diversa índole y comentarios de pastoral religiosa.

En 1981 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo, convocado por el ayuntamiento onubense de Moguer, por un trabajo dedicado al Nobel y alumno de los jesuitas de El Puerto, Juan Ramón Jiménez. También, durante su etapa como Superior en la Residencia de los Jesuitas de Huelva, fue colaborador habitual del periódico onubense ‘Odiel’. Está en posesión de otros premios de poesía a nivel nacional. Fue autor de otras publicaciones: poesías, artículo y ensayos, así como de investigación.

Superior de la Orden Jesuita en Las Palmas de Gran Canarias, ciudad de la que fue Hijo Adoptivo y en la que falleció en 2003. Allí ejerció como profesor de Literatura Española donde, todavía, es recordado por quienes fueron sus alumnos, no solo por la calidad de sus enseñanzas, sino también por la amplia dimensión humana de nuestro protagonista.

Agustín Castro Merello con su primo, Rafael Alberti Merello.

ALBERTI, COLEGIAL Y MARINERO.
En 1994, editado por la Unión Eléctrica de Canarias, publicó el libro ‘Alberti, Colegial y Marinero. Historia y Poesía’. El volumen sería presentado por la viuda del poeta, María Asunción Mateo y el colaborador de GdP, Luis Suárez Ávila, en la Fundación que lleva el nombre del poeta de la Generación del 27. Ambos primos, Rafael Alberti Merello y Agustín Castro Merello estuvieron presentes en la misma.

La investigadora Mercedes García Pazos hizo en 1995 una recensión sobre la obra a la que nos referimos, de la que destacamos: «El hilo conductor de ‘Alberti, Colegial y Marinero (Historia y Poesía)’ que se centra fundamentalmente en los años escolares de Rafael Alberti, es el colegio de San Luis Gonzaga de El Puerto. Su autor, que también ha publicado otros trabajos relacionados con la imagen personal y literaria del poeta de ‘Marinero en Tierra’, aúna en una misma personal el ser portuense, primo de Alberti, sacerdote jesuita y alumno y profesor de ese centro escolar. A través de las páginas de este libro realiza una aproximación a la historia del colegio, apoyándose en interesantes aportaciones documentales, a la vez que realiza un acercamiento biográfico al poeta mediante el que refleja el cariño albertiano por el colegio de su infancia y desvela, a su juicio, algunos errores, poetizados ya en su madurez, y conservados en la memoria de Alberti. […] Añade algunas aportaciones fundamentalmente a la historia del colegio que Rafael Alberti conoció, vivió y recordó, así como una completa recopilación literaria albertiana a la que se suman análisis e impresiones muy personales de Castro Merello».

2

Gentes de El Puerto, laicos y seglares, fundaron en el siglo XVI una hermandad a la que denominaron de la Misericordia, rigiendo un hospital que daría nombre a la calle donde se ubicaba. Era, conjuntamente con la hermandad de la Vera-Cruz, que ocupaba la capilla del hospital de la Sangre, en calle Palacios, la hermandad más antigua de las conocidas. En esa época, primer tercio del siglo XVI, el hospital de la Encarnación, situado cerca del primero citado, en la misma calle, donde después labrarían los Agustinos su convento, completaba la terna de establecimientos benéficos a los que acudían los enfermos pobres y la gente desvalida.

Desarrollando una amplia labor social que no solo comprendía atender a los enfermos, sino dar cobijo, sustento y  enterrar con decoro a los más necesitados, la hermandad se mantuvo, dentro de sus medios y posibilidades hasta que el Señor de la ciudad, el Duque de Medinaceli, en el año 1661 realizó con el Hospital, iglesia (la actual de las Esclavas) y solar de dicha hermandad, una fundación hospitalaria con todos sus bienes, muebles, derechos y acciones que cedió a la orden del Señor San Juan de Dios, debiendo posteriormente los hermanos de la Misericordia  trasladarse a una  ermita de  calle Larga, llamada de San Andrés, que estaba situada en lugar que hoy ocupa la Óptica Díaz, cortos de equipaje, según ellos mismo relatan: “… con aquella pobres alhajas que habían quedado a nuestra Hermandad, reducidas a un féretro, una Cruz, dos campanillas, otras tantas tazas para pedir limosna, el libro de las Constituciones, otro de asientos de hermanos y un pequeño cuaderno de sus cortas entradas de limosnas…” /Portada de la actual iglesia de Las Esclavas.

En 1668, para que no se confundiesen los hermanos con los religiosos que ocupaban el Hospital de la Misericordia, en cabildo del 1 de noviembre decidieron cambiar el nombre de la hermandad por el de Santa Caridad, definiendo en un manifiesto renovar lo básico de sus fines: “La humilde Hermandad de la Santa Caridad de Nuestro Señor Jesu-Christo de esta Ciudad y gran Puerto de Santa María, empleada heroicamente desde su origen y en cumplimiento de sus Constituciones, en el alivio y socorro de las necesidades espirituales y corporales de su prójimo.”

Un grupo de hermanos disidentes fundó una efímera hermandad llamada de los Desamparados, pretendiendo obtener la exclusividad del entierro de los ajusticiados, labor que realizaban tradicionalmente los de la Misericordia, ahora de la Santa Caridad, perdiendo aquellos el pleito que se siguió con tal motivo.

Gracias al  ordenado registro que la hermandad mantenía de sus actividades conocemos que en los primeros cien años de actividad como Hermandad de la Santa Caridad habían realizado 4.405 entierros de personas desamparadas, mitad hombres y mitad mujeres, aproximadamente, de los cuales 185 habían fallecido ahogados, 15 ejecutados, 166 de muerte violenta y el resto de muerte natural, por cuyas almas se aplicaron 37.153 Misas, lo que supone un promedio de 8 misas por individuo.

Pero lo que verdaderamente resultó ejemplar y admirable, de entre las muchas obras de caridad y de misericordia ejercida por los portuenses que eran hermanos de esta piadosa obra, fue el comportamiento seguido en la terrible epidemia de peste que asoló la ciudad en 1680. Conociendo las virtudes y abnegada entrega de los hermanos de eta cofradía, demostrada ampliamente en situaciones similares, el Gobernador de la ciudad, Diego Antonio de Viana, pide su ayuda por escrito el 9 de noviembre de 1860.  En contestación al mismo, la Hermandad “le propuso que el único medio de atajar el mal en lo posible, era apartar los apestados de los que no lo estaban, formando un hospital para ambos sexos, que se ofrecía la hermandad a tomar a su cargo, con intervención del Ilustre Ayuntamiento. Que para cercenar gastos era también medio a propósito el que nuestros hermanos, inflamados como verdaderamente lo estaban del más fervoroso celo, se dedicasen a servir voluntariamente y por amor de Dios, a los pobres enfermos”

Retablo de la antigua Hermandad de la Santa Caridad, en la capilla del antiguo Hospital de San Juan de Dios.

Una semana después se había acondicionado varios sitios en el que acoger a los apestados aún con vida, intentando su curación, especialmente de los que se denominaban “tocados”, termino que, teniendo en cuenta lo terriblemente mortal que resultaba esta epidemia, enterrándose diariamente entre 40 y 80 personas, y lo peligroso y extendido que resultaba su contagio, estos así designados eran los que habiéndose contagiado sus defensas habían aguantado el primer embate.  Para los convalecientes se habilitó otros hospitales. Los números aportados por el redactor del “Manifiesto Ingénuo” que publicó la hermandad en 1787, documento reproducido en el número 20 de la Revista de Historia de El Puerto, son sumamente reveladores, tanto de la magnitud del esfuerzo realizado, como de la grandeza de espíritu de los voluntarios seglares y de los religiosos que le acompañaron.

El equipo humano que se dispuso a atender a los contagiados lo formaron un total de 77 personas, 68 de ellas seglares, de las cuales 48 se internaron en los hospitales de curación y 10 en el de convalecientes, quedando 19 de ellas en el exterior para suministrar alimentos, hacer recados y otros servicios de intendencia.

En los hospitales de curación fueron atendidos 1.256 enfermos, de los cuales fallecieron 859. (68%)  Los 397 restantes más otros tres sospechosos de contagio pasaron al hospital de convalecientes. No conocemos el número exacto de estos 400 convalecientes que salvaron la vida, porque algunos de ellos recayeron y fueron devueltos al otro hospital pero parece que la mayor parte sobrevivió y fueron dados de alta paulatinamente hasta que, después de cuatro meses se cerró el hospital, dando por finalizada la epidemia.

El balance de los heroicos hermanos voluntarios fue el siguiente: En el interior del hospital de curación había seis franciscanos descalzos, de los que solo sobrevivieron dos. Un franciscano de la Observancia también falleció, saliendo ileso un religioso agustino y otro dominico. Había seis mujeres que sobrevivieron todas y 32 seglares, de los cuales fallecieron contagiados 9 de ellos;  en el hospital de convalecientes de los diez voluntarios fallecieron tres, dos seglares y una mujer. También hubo una fallecida  y seis seglares en el personal asistente desde el exterior a ambos hospitales. En total 24 victimas (31%) a las que tres siglos y pico después seguimos admirando por su tremenda humanidad.

Portada de la actual capilla de San Juan de Dios.

Una década después de estos hechos se inauguraban las instalaciones que fueron la base del Hospital al que llamamos de San Juan de Dios, del que solamente está en uso actualmente su iglesia capilla, que es la sede de otra hermandad, también formada por gentes de El Puerto hace poco más de medio siglo, la Hermandad de N.P. Jesús de los Afligidos y María S. del Rosario en sus Misterios Dolorosos, capilla en la que mañana viernes, a las nueve,  se una charla conferencia de libre entrada sobre la historia de la capilla y de la Hermandad de la Santa Caridad, impartida por Mercedes García Pazos, Licenciada en Historia del Arte y técnico de Patrimonio Municipal. (Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. Puertoguía).

Tenemos que hablar hoy de un patronazgo muy especial en el país transatlántico que tan próximo nos es, cual es el que desempeña sobre su capital, Buenos Aires, San Martín de Tours, cuya festividad se ha celebrado el día de trasantié, el 11 de noviembre. Un patronazgo que en la capital porteña se celebrará este año, como ya se hizo el pasado por primera vez, con un festejo muy especial: la recreación de los festejos que en tiempos se realizaban para honrar al santo patrono de la ciudad. En él han participado la Catedral Primada de Buenos Aires, el Museo Histórico del Cabildo y la Revolución de Mayo, la Parroquia San Martín de Tours, la Parroquia Ortodoxa San Martín de Tours, el Museo Nacional de la Historia del Traje, el Teatro Colón, la Sección Histórica de Infantería de Marina, el Real Cuerpo de Marinos, los Blandengues de Ensenada, el Tercio de Voluntarios de Cantabros Montañeses, el Escuadrón de Caballería Histórica, los Granaderos de Fernando VII y la Sociedad Victoriana Augusta, entre otros. /En la imagen, San Martín de Tours, a caballo, visto por El Greco.

Por hacer un poco de historia argentina, que en este caso es también historia española, San Martín de Tours es elegido patrón de la ciudad de Buenos Aires por los cabildantes hace 432 años, en el año 1580 por lo tanto, a los pocos días de la fundación de la ciudad. La segunda fundación en realidad, porque Buenos Aires es la ciudad dos veces fundada. La primera por Pedro de Mendoza, que lo hace en 1536 como Real de Nuestra Señora Santa María del Buen Ayre, -nombre derivado, al parecer, de la devoción de los marineros españoles a la citada advocación de la Virgen-, aunque ha de abandonarla en 1541, a causa del acoso de los nativos. Y la segunda por Juan de Garay, que la funda esta vez como Ciudad de la Trinidad, aunque otorga al puerto el nombre de Puerto de Santa María de los Buenos Aires, donde hay que encontrar razón tanto del nombre por el que la ciudad será universalmente conocida, Buenos Aires, como del toponímico que recibirán sus habitantes, los “porteños”.

Sorteo para la elección del patrón del Puerto de Santa María de los Buenos Aires.

La elección del patrón de la ciudad se realiza mediante un sistema muy especial, ya que lo es por insaculación, o extracción por sorteo de una papeleta con su nombre de un saco en el que se han incluído varias. Extraído el nombre del santo francés, el escaso cariño de los primeros porteños a nada que pudiera provenir de Francia les llevará a repetir el sorteo, cosa que harán hasta dos veces más, saliendo siempre elegido el mismo santo, lo que les obligará a  aceptar que el santo patrón debía ser, precisamente, San Martín de Tours. Cabe preguntarse por qué se introducía a San Martín en el saco de los candidatos si no se quería que el santo gabacho fuera el patrón de la ciudad. Un argentino lo explicaría diciendo que, al fin y al cabo, “aquesho estaba sheno de gashegos”, pero eso es otra cuestión. No es el único efecto prodigioso que se atribuye al sorteo, pues muchos argentinos han querido ver en él una premonición al hecho de que muchos años después, el prócer de la independencia argentina se llamara, precisamente, San Martín, José de San Martín.

 Celebración del día de San Martín de Tours hacia 1750.

San Martín de Tours no era, como vemos, argentino, pero es que ni siquiera era del país que el topónimo al que su nombre va unido parece sugerir, a saber, francés, pues nacer lo que es nacer, nace en Pannonia, en la actual Hungría, parte entonces del Imperio Romano, cosa que hace en el año 316. Hijo de un oficial del ejército romano, se enrola muy joven en la caballería imperial. Siendo soldado, se bautiza cristiano y es destinado a los ejércitos que el Imperio mantiene en territorio francés: data de entonces, concretamente del año 337 y en Amiens, el famoso episodio en el que cabalgando a lomos de su caballo, y al encontrarse con un mendigo muerto de frío, parte su capa militar en dos para compartirla con él, dándole sólo  la mitad, pues la otra mitad pertenece al ejército romano en el que sirve. En la noche siguiente, recibe la visita de Cristo vestido con la media capa para agradecerle el gesto. En el año 356, a sus cuarenta años de edad, se dirige a Poitiers, donde San Hilario lo ordena sacerdote. En 361, funda en Ligugé una comunidad monástica, y en el 371 es consagrado obispo de Tours. Su vida pastoral se caracterizará por la lucha contra las herejías del momento, primero el arrianismo, luego el priscilianismo, aunque por lo que hace a esta última, Martín abogará  ante el emperador Magno Clemente Máximo por indultar al hereje Prisciliano, español de origen, el cual, aún a pesar de las gestiones de Martín, acabará siendo decapitado, recayendo en él de este modo el dudoso honor de constituir el primer hereje cristiano ejecutado de toda la historia. La ejecución se produce en la ciudad de Tréveris, en la actual Alemania. San Martín muere en Candes (Francia) en el año 397, a los ochenta y un años de edad, que no son pocos para la época. Ese mismo año, San Sulpicio Severo escribe su biografía que contribuirá a la difusión de su culto.

Mausoleo con lo que queda de los restos de San Martín de Tours

Trasladados sus restos a Tours, su sepultura y la iglesia erigida en torno a ella sufrirá tres grandes catástrofes: la primera un fuego en el año 1230; la segunda un saqueo de los protestantes franceses en 1562; y la tercera, el ataque de los revolucionarios franceses en 1793.

Además de serlo de Buenos Aires, San Martín en santo patrón de Hungría y uno de los santos patronos de Francia; de ciudades tales como Utrecht en Holanda u Orense en España; así como de soldados, trabajadores del textil y el comercio en general. (Texto: Luis Antequera).

2

'Memento mori’ es la frase que, en la Roma antigua le decían a los generales que, desfilando victoriosos por sus calles, llevaba junto a él a un esclavo que se encargaba de recordarle que él también era un mortal, a pesar de momento que saboreaba en el desfile triunfal. La traducción no es otra que ‘Recuerda que has de morir’.

Este es un día para recordar a familiares  y amigos que se han ido. En este año, sin ir mas lejos, el ex alcalde Fernando Gago (ver nótula núm. 974 en GdP), el hostelero Vicente Sordo (ver nótula núm. 014 en GdP), el artista Faelo Poullet, (ver nótula núm. 266 en GdP), el político de la transición Miguel Marroquín (ver nótula núm. 220 en GdP). Y tantos otros anónimos entre las gentes de El Puerto. En mayor o menor medida unos pasarán a le memoria de la historia y otros al olvido de los años. Todos han hecho su parte, con su microhistoria, para la historia de El Puerto. /Fotos: Manolo Morillo.

Nichos vacíos en el cementerio campal de El Puerto.

'Beate mortui qui in Domino moriuntur'.

En la cultura mediterránea, el ciprés era considerado como un árbol capaz de repeler hechizos malignos, por ello se usaba para cercar villas y caseríos. Para el filósofo Platón, el ciprés representaba la inmortalidad del alma. Para los romanos, este árbol era el símbolo sagrado de Plutón (dios de los difuntos), cuya frente se coronaba con esta conífera. Además su raíces crecen de forma vertical, no levantando lápidas ni enterramientos, desprendiendo su resina un olor carácerístico que repele a los depredadores.

Hace 46 años, el Colegio La Salle 'Santa Natalia' organizaba, con motivo del Domingo Mundial de las Misiones (conocido por el acrónimo de DOMUND) la conmemoración anual en la que la Iglesia Católica promovía el espíritu misionero de evangelización en países del entonces llamado ‘tercer mundo’, entre otras actividades, con una cabalgata con mas voluntad que medios, por las calles de El Puerto.

Alumnos, profesores y padre de familia se implicaron en aquella celebración, con furgonetas, tractores, disfraces improvisados, grupos en bicicletas, coches particulares y el espíritu de hacer cosas formando a los más pequeños, que siempre imperó en dicho centro educativo.

Aquel 23 de octubre de 1966 --el Domund se había fundado en 1926, cuarenta años antes-- el lema era ‘Domund de la Paz’, recogiendo unas palabras del papa Pablo VI a la ONU «Jamás la guerra, jamás los unos contra los otros».

Una cabalgata pasando por la calle Vicario, procedente de la Iglesia, en el cruce con la la calle San Juan. Vemos a Garrucho, Thuillir, Romo, entre otros sobre la carroza y, a la derecha, entre el público a Pepe Morillo y a su mujer, Mariquita Sánchez.

Habitualmente se organizaban cuestaciones con huchas de cerámica, simulando caras de niños de lugares remotos, recordando las diferentes razas que enseñaba la Enciclopedia Álvarez: «El criterio de clasificación más extendido y admitido es el que divide a los hombres en cinco razas: teniendo en cuenta el color de su piel: blancos, negros, amarillo, cobrizos y aceitunados o malayos». ¡Siempre me pregunté de chico, al leer y memorizar aquello como serían los niños cobrizos o aceitunados!

Algunos modelos de huchas de cerámica del DOMUND.

Así que, entre organizar actividades públicas que llamaran la atención sobre el hecho misionero, estimulando las vocaciones para ir a evangelizar el mundo y reflexionar sobre como andaba el globo terrestre en esto de la fe católica, los niños de los colegios religiosos nos dedicábamos a ir, casa por casa con aquella hucha pidiendo ‘una limosnita para los negritos’.

Una vista de la plaza de la Iglesia, con el paso de la cabalgata. En primer término la banda de cornetas y tambores de la Cruz Roja. /Foto: Monclova.

Todo venía de antiguo, en 1926 el papa Pío XI publicó en su encíclica ‘Rerum Ecclesiae’ la importancia y urgencia de los objetivos misioneros programados al principio de su pontificado, una frase grandilocuente de aquel documento papal lo recuerda: «La Iglesia no tiene otra razón de ser sino la de hacer partícipes a todos los hombres de la redención salvadora, dilatando por todo el mundo el reino de Cristo».

Un batallón de 'chinos' en bicicleta, con el slogan de aquel año: 'Domund de la Paz'.

A mi ya me empezaba a mosquear ver como imágenes con representaciones religiosas que eran adoradas de la forma mas pagana, estaban rodeadas de innumerables joyas, mientras en el mundo los niños se morían de hambruna y sequía.  Y nosotros, por las casas pidiendo, un año más, ‘una limosnita para los negritos’.

Y los disfraces, del Siglo de Oro, indios y vaqueros (yo iba de vaquero y mi hermano de chino), romanos, todo cabía en una cabalgata que buscaba llamar la atención sobre el hecho de las misiones.

Todos implicados: repartiendo folletos, con huchas, disfrazados, hasta Caílla iba con su furgoneta colaborando para la ocasión.

Pero bueno, en abril de 1926 el Prefecto Cardenal Vicco, de la Sagrada Congregación de Ritos, firmaba un documento por el que se fundaba el Domingo Mundial de las Misiones. El acrónimo Domund fue creado por Ángel Sagarminaga, primer director de las Obras Misionales Pontificias de España en 1943.

Poco ha cambiado desde entonces, y ya hace 46 años, el método de tracción de las carrozas: un tractor servía entonces para transportar a los niños y hoy para las cabalgatas de Reyes o Carnaval.

La banda de cornetas y tambores de la Cruz Roja a su paso por la calle Vicario y plaza Juan Gavala. La cabalgata, procedente del Colegio de La Salle hasta la Iglesia Mayor, regresaría dando la vuelta en la plaza de la Iglesia, al centro educativo.

Así, se fijó el domingo penúltimo de cada mes de octubre como Jornada de Oración y Propaganda Misionera en todo el orbe católico. Se celebraría en esta jornada la misa ‘por la evangelización de los pueblos’ y el sermón dominical de la misa tendría carácter misionero, con especial referencia a la ‘Obra de la Propagación de la Fe’.

Según la la propia organización del DOMUND, "El 37% de la Iglesia católica lo constituyen territorios de misión, un total de 1.100 circunscripciones eclesiásticas que dependen de la ayuda personal de misioneros y misioneras y de la colaboración económica de otras Iglesias para realizar su labor. Con los donativos se subvenciona el sostenimiento de los misioneros y sus colaboradores. También se atienden otras necesidades especiales: construcción de iglesias y capillas, formación cristiana, compra de vehículos..., además de desarrollar proyectos sociales, educativos y sanitarios. La Asamblea Plenaria de los Directores Nacionales de las Obras Misionales Pontificias, que se celebra cada año en Roma, distribuye equitativamente entre las solicitudes presentadas por los misioneros la totalidad de las aportaciones llegadas de todo el mundo. Por eso se pide la colaboración con el DOMUND sin hacer referencia a proyectos concretos". /Texto: J.M.M. /Imágenes: Archivo La Salle.

3

Clausura del Congreso Eucarístico Arciprestal, con la concelebración del Obispo José María Cirarda Lachiondo y sacerdotes del Arziprestazgo, terminando con la Procesión Eucarística, el 19 de marzo de 1968.


Llevando la custodia el obispo José María Cirarda, a los lados le acompañan el cura párroco de San Joaquín, José María Rivas Rodríguez y el de la Prioral, Manuel Salido Gutiérrrez. Portan los velones y las varas del palio de la Hermandad Sacramental, con la Cruz Parroquial, el sacristán de la Prioral, Antonio Bernal Ortega, el primero del Velador, Tomás Osborne Vázquez, y el conde de Osborne, Ignacio Osborne Vázquez, junto a la cruz, Ramón Jiménez Loma, el segundo Joaquín González-Nandín, el tercero al lado de la cabeza del párroco del Carmen, de espaldas, Ramón González Montaño, José María Govantes Martínez; entre el obispo y Salido, José Ignacio Merello Álvarez-Campana.

Al finalizar la misa, se procedió a la solemne procesión desde el Altar Mayor salió por la Puerta del Sol del templo y se dio la vuelta a la plaza de la Iglesia, terminando con la bendición en la Capilla del Sagrario. /foto: Colección Manuel Girón Ceballos.

4

Sor María Aguilar nació en 1925 en Alborada (Valencia), descubriendo su vocación reliiosa en Madrid, trabajando en una oficina, ocupación de abandonó para tomar los hábitos en la comunidad religiosa de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, también conocida como Hermanas de la Caridad o vicencianas.  /En la ilustración, cartel de la convocatoria del I Certamen Escolar de Relatos Cortos 'Memorial Sor María Aguilar' que ya ha alcanzado su décima edición.

Sor Aguilar llegó a El Puerto de Santa María el 15 de julio de 1949 (cuando aún no hacía un año de la profesión de sus votos), queda incorporada de forma activa y plena a la Casa de Huérfanas que las Hijas de la Caridad poseían en esta Ciudad en la calle Cielos esquina con Cervantes y Diego Niño, haciéndose cargo, junto con otras dos hermanas, de 35 niñas huérfanas de padre, madre o ambos, niñas que recibían asistencia, alimentación, educación y todo cuanto precisaban. Fue una discípula aventajada de Sor Bonifacia García.

PROTECCIÓN DE MENORES.
En plena postguerra, y con el progresivo incremento del número de niños acogidos en la Casa, fue necesario firmar un Acuerdo con Protección de Menores, del que fue principal impulsora Sor Aguilar, que señalaba un precio acordado por cada niño acogido. No obstante, dicha asignación resultaba insuficiente para cubrir sus necesidades, por lo que Sor Aguilar tuvo que salir a casas e industrias portuenses, tales como Osborne, Caballero, Terry, 501, Destilerías Rives, etc, quienes, junto al Ayuntamiento, aportaban los recursos materiales y dinerarios requeridos por la Institución de Acogida.

Los Reyes Magos en el colegio de las Hijas de la Caridad, en 1952.

LA SIERRA DE CÁDIZ.
A pesar de todos los esfuerzos desplegados, continuaban siendo crecientes las necesidades asistenciales, por lo que Sor Aguilar extendió su labor a Arcos de la Frontera, en donde, junto con las hermanas de la Casa Hospital de allí, recorrían los cortijos pidiendo grano, el cual repartían luego entre las dos casas; de igual modo, en Jerez y Cádiz obtenían frutas, verduras y hortalizas, teniendo que articular un complicado sistema de transporte, que pasaba, desde el motocarro del Hospital Psiquiátrico de Cádiz, siguiendo por el Vapor del Puerto, hasta otro vehículo desde el muelle de El Puerto para el traslado a la Casa de Acogida, servicios éstos que Sor Aguilar consiguió que se prestaran  de forma desinteresada.

Otra actuación destacada en este ámbito fue la consecución de la ayuda procedente de los EE.UU., con métodos artesanales e ingeniosos para una rápida transformación de leche en polvo a líquida (haciendo uso del centrifugado de una lavadora de ropa, ya que había que preparar grandes cantidades), teniéndola dispuesta para la hora en que presentaban las personas necesitadas, a las que dispensaba la leche, así como quesos y harina igualmente obtenidos en la cuestación.

Sor Bonifacia, superiora de las Hijas de la Caridad, durante la celebración de las Bodas de Oro de permanencia en el Asilo de San José de Niñás Huérfanas de Rosario Estévez, aparecen de izquierda a derecha, Antonia Lerma Meseguer, Sor Bonifacia, Rosario Estévez y Manuel Girón, quien junto a su esposa apadrinaron a Rosarito. 15 de octubre de 1968.

COMEDOR SOCIAL.
En el comedor de la Parroquia, Sor Aguilar, junto con otras dos hermanas, daba de comer a muchas personas necesitadas, al tiempo que se desplazaba a hacer repartos de comida en casas particulares, como a obreros en tiempo de necesidad, cuando realizaban trabajos en las inmediaciones de la Casa de Acogida. Sor Aguilar se prestaba solícita a mediar para conseguir empleos a otras personas, así como a prestar asistencia médica o a realizar las gestiones más variadas en beneficio de quien requería su intervención.

EDUCACIÓN.
En el terreno educativo, Sor Aguilar ha contribuido a la educación de miles de niños portuenses. Primero, en las clases de Párvulos que la Orden tenía en las Calles Cielo y Diego Niño de la Ciudad. Posteriormente, viendo la necesidad de trasladar las instalaciones --entonces Colegio y Orfanato-- a otra zona de El Puerto, promovió la construcción, trabajando de forma activa, central y plena en la construcción y traslado del nuevo centro docente Luisa de Marillac, interviniendo decisivamente en la obtención del suelo necesario y de los recursos financieros indispensables para acometer tan ingente obra. Allí se crearon dos instituciones: el colegio que educaba a los niños de la localidad y la escuela  hogar, que atendía a más de cien niñas de la sierra de Cádiz y de familias desfavorecidas de la ciudad. La obra fue completada en 1997 años con la adaptación del Centro a la LOGSE como Centro de Secundaria.


En la imagen, la iglesia y la casa de la calle Cielos del Asilo de Huérfnas.

TODOTERRENO.
Otras múltiples actividades jalonan la incansable vida de más de 50 años de servicio a los demás, tales como actividades culturales, catequesis, retiros espirituales, integración en instituciones sociales, dando testimonio de su religiosidad, así como su participación directa en tareas manuales: en el arreglo de averías eléctricas, construcción, o fontanería, actividades íntimamente ligadas a las necesidades que se iban presentando en su incesante labor. O transportando niños, enseres, viandas o lo que fuera necesario en su sempiterna furgoneta DKW, cuando la Superiora de la comunidad le decía «--Sor Aguilar, despacio».

...continúa leyendo "1.520. SOR MARÍA AGUILAR AGUILAR. Hija Adoptiva de El Puerto."

1

Como en esta tribuna digital no existen límites en el tiempo para dar a conocer a gentes de El Puerto, al menos desde Menestheo para acá, me atrevo a referir cosas de esta sociedad portuense de hace un cuarto de milenio. /El grabado que ilustra esta nótula, corresponde a una imagen de esta época de la Virgen de Consolación, patrona de Utrera. Es de suponer que la que se veneraba en la ermita junto al río, con esta misma advocación, también tuviese en su mano diestra un navío.

En el siglo XVIII la gran mayoría de las cofradías, hermandades y obras pías existentes ofrecían a sus hermanos asistencia médica y medicinas, ocupándose asimismo del entierro de sus adeptos. Generalmente, estas asociaciones de carácter religioso actuaban sin afán de lucro, gestionándose con las cuotas de los hermanos y afiliados que se contaban por centenares, personas pertenecientes a los estratos más modestos a las que cualquier contingencias de las reseñadas suponía como mínimo un trastorno en su economía y, en muchos casos, un gasto insoportable, imposible de atender. Era una labor social constante que mantenía viva a la hermandad durante todo el año, con independencia de los cultos religiosos que periódicamente realizasen y de su salida procesional, en el caso de las hermandades de penitencia.

Una aproximación a las actividades desarrolladas por estas asociaciones, inspiradas en el espíritu caritativo inherente a la religión cristiana nos la proporciona los datos obtenidos de una de ellas, vigente y activa en un año capicúa: 1771, desde hacía menos de una década. Se trata de la Cofradía de María Santísima de la Consolación de la que resulta difícil encontrar referencias bibliográficas, dicho sea de paso, que tenía su sede canónica en la ermita de ese mismo título situada a orillas del río, próxima al lugar donde estuvo ubicado el puente de hierro de San Alejandro, del que aún se conservan los sillares de piedra de los que partía. En esa fecha la cofradía poseía una casa en la Ribera, cercana a la ermita, procedente de la capellanía fundada por Lorenzo de Azcuedo y Constanza de Sotomayor que era utilizada como sede social de la misma. En el piso alto estaban las oficinas, salones de junta y otras dependencias y en el bajo una botica, atendida por el Maestro de dicha especialidad: don José de la Rosa, al que ayudaban dos mancebos, llamados también “Decanos”. El coste de este personal y los honorarios médicos suponía el cuarenta por ciento del presupuesto anual, las medicinas dispensadas el 42% y los gastos de entierros y funerales el 12%.  El seis por ciento restante correspondía a comisiones del cobrador de los recibos de hermanos y afiliados.

...continúa leyendo "1.518. SERVICIOS SOCIALES DE LAS HERMANDADES ANTIGUAS"

Esta foto es de Enero de 1979 en la Bodega de Fernando A. de Terry, con motivo de la entrega de los regalos a los niños del personal de dicho establecimiento bodeguero.

De izquierda a derecha Manuel Lopez Pinar, Daniel Otero Rascon, Andres Soler Ferrer, Rita Gomez Perez, Jose L. Espinar Galan, Ernesto Nimo Oviedo, Manuel Castillo Gomez e hijo, Ramon Sanchez Pina Milagros Gomez Benitez y su hermana Inmaculada.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies