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«El Castillo de san Marcos, en El Puerto de Santa María está en la plaza de Alfonso el Sabio, y se trata de una iglesia mozárabe rectangular, flanqueada por cuatro torreones octogonales del siglo XIII, y el principal (perforado en 1908, con los escombros esparcidos por todo el pavimento) que contiene el sagrario en su base; y algunas salas de época medieval, en el piso alto, con acceso por la azotea o patio que cubre la bóveda del templo». Así lo describía Carlos Sathou Carreres ("Castillos de España: (su pasado y su presente)", Espasa-Calpe), hace sesenta años.

Según los testimonios de la época, el Castillo o la antigua mezquita de Alcanate (Al-Qanatir) era la única iglesia existente en El Puerto. Argumento que defiende Manuel González Jiménez ("Repartimiento de El Puerto de Santa María", Univ.Sevilla, 2002, p.167) frente a la tesis contraria de Mariano López Muñoz que la confundió con la iglesia de Santa María, en el Pozo Santo, sobre la que se alzaría posteriormente la actual Iglesia Prioral.

Altar Mayor de la Iglesia de San Marcos (Castillo) en el siglo XIX. /Colección LSA.

En las Cantigas se relata que fue Alfonso X quien ordenó al alarife Alí que aprovechara la planta de la mezquita oratorio islámico, del siglo X, y levantase esta iglesia-fortaleza. Durante las obras  se produjo una avenida del Guadalete que arrastró hasta El Puerto el puente de madera del Portal de Jerez, como se recoge en la Cántiga 356.  Las obras se realizaron entre 1268 y 1272 y se respetaron la naves abovedadas soportadas por gruesas columnas romanas embutidas, el mirhab, un nicho de planta cuadrada y el patio de las abluciones, o sahn. Ignoramos si, como era común en los recintos fortificados de la época, tenía cava, cárcava o foso avanzado. La fortaleza de Santa María poseía varias puertas. La principal, de hierro, y las que conducían a pasos internos protegidos por torres y rastrillos corredizos que bajaban por aberturas hechas en la bóveda y ranuras laterales. De este modo se aseguraba la defensa de la fortaleza; pues, el asaltante debía recorrer un largo trecho, entre bastiones, antes de llegar a la puerta que no podía incendiar al ser de hierro. Aún se conservan algunos bastiones, ocultos en la muralla, y las puertas existentes en la actualidad no parece que sean defensivas, sino de acceso a la capilla interior, como señala González de Simancas, resultado de la adaptación de la mezquita y la fortaleza. Bellísimas son, sin embargo, las guarniciones de los muros y torres mediante merlones de base cuadrangular y capirote piramidal.

Óleo sobre tela (3760x32o0 cms. obra de José María Rodríguez Losada. (Año 1852). Idealización de Alfonso X recibiendo del alguacil moro de Jerez las llaves de la aldea de Alcanate. Al fondo el Castillo de San Marcos y, sobre la torre del homenaje, aparición de la Virgen de los Milagros, escudo de la Ciudad.  /Foto: Academia de Bellas Artes.

LEYENDAS.
Según la tradición popular, de explorarse el subsuelo del Castillo confirmaría o desmitificaría muchas historias que los portuenses ancianos contaban en torno a un velón de aceite, cuando se iba la luz eléctrica; porque, al parecer, la fortaleza está plagada de túneles subterráneas. Podrían ser primitivas covachas subterráneas, pasadizos por donde acceder a lugares estratégicos, más allá del perímetro convencional de la cerca defensiva, y que permitiría aprovisionarse de agua y comestibles en el caso de sitios prolongados. Se habla de dos túneles en concreto: El primero, la  comunicaría con la sierra de san Cristóbal y el segundo, más corto, con el río. De su existencia podrían dar buena cuenta los caballeros de la Orden de Santa María de España, fundada por Alfonso X el Sabio, que utilizaron el Castillo como fortaleza.

Cuadro que idealiza a unos canteros en pleno trabajo.

FRANCMASONERÍA.
Son curiosos los signos lapidarios que describe Hipólito Sancho en los años cuarenta del siglo pasado, y que existieron antes de que el Castillo fuera restaurado para tomar el aspecto que posee en la actualidad. Rafael Gómez Ramos ("Los constructores de la España Medieval", Universidad de Sevilla, 2006, p.184) los sitúa en las cinco torres y, sobre todo, en el muro este. ¿Significa esto que, como opina Rubio Samper (J.M.Rubio Samper, "La figura del arquitecto en el periodo Gótico. Relaciones entre España y el resto de Europa", Boletín del Museo e Instituto Camón Azanar, XXII, 1985, p.102, los canteros constituían una "aristocacia" dentro de los obreros, considerándose incluso superiores a los otros "masones" o albañiles? No parece que exista relación alguna entre esta "casta de alarifes" (G.E.Street, "La arquitectura gótica en España", Madrid, 1926, p.466) y la francmasonería; aunque, en el "Libro del Peso de los alarifes y Balanza de los menestrales" aparecen datos muy semejantes a los conocidos de las corporaciones europeas, con secretos del arte de construir basados en la Geometría.

Acuarela de Molina Mora de la Bajada del Castillo.

La copia que se conserva es la que celosamente guardaban los alarifes sevillanos en 1540, y que fueron obligados a entregar al concejo de Sevilla, por una orden del emperador Carlos V. Sobre la portada de este manuscrito aparece la figura de un rey sentado, con el escudo de Castilla y la leyenda "Alarifes juzgad y seréis bien juzgados", sobre la imagen de una ciudad amurallada y las herramientas del oficio de albañiles (R.Gómez, "El Libro del Peso de alarifes y Balanza de los menestrales", Actas del I Simposio Internacional de Mudejarismo, Madrid-Teruel, 1981, ps. 255-267) ¿Qué ciudad amurallada representaba?» (Texto: Álvaro Rendón Gómez).

El 7 de abril de 1962 hace 50 años, se inauguraba el Motel Meliá Caballo Blanco, situado en el entonces Coto de Valdelagrana, hoy urbanización del mismo nombre que permanece cerrado desde el año 2005. Las autoridades primero tardaron en dar la renovada licencia --compatibilizando una galería comercial con los alojamientos-- y cuando ésta llegó, fueron los bancos los que, en plena crisis, no apoyaron la operación de reconstrucción, a cargo de la firma Hogarsur y otro socio gaditano.

El obispo  de Cádiz, Tomás Gutiérrez y el alcalde Luis Portillo, durante la inauguración del hotel.

El entonces obispo de la diócesis gaditana a la que pertenece Valdelagrana, Tomás Gutiérrez, procedió a la bendición de las instalaciones hoteleras, junto al alcalde de la Ciudad, Luis Portillo Ruiz y otras autoridades civiles y militares de El Puerto y la provincia, siendo recibidos por el presidente del consejo de administración de la propiedad, José Meliá, leyéndose en el acto unas cuartillas enviadas para la ocasión por el escritor gaditano José María Pemán. En el accionariado participaba también bodegas Caballero y José Guerrero Misa.

La piscina del hotel, entre pinares, contaba con cafetería y era escenario de importantes acontecimientos de los veranos portuenses. Hasta la aparición del Casino Bahía de Cádiz, cualquier acontecimiento de nivel en la Bahía se celebraba en El Caballo Blanco.

El establecimiento contaba con cincuenta habitaciones con baño privado y teléfono, siendo su director Jerónimo Tavira. Los mas modernos adelantos para un hotel de cuatro estrellas los tenía El Caballo Blanco: baño privado, teléfono, aire acondicionado, piscina iluminada y una zona acotada, entonces, en la playa. La celebración finalizó por la noche con una fiesta flamenca.

Vidriera con escudo de El Puerto que todavía existe en el inmueble.

El establecimiento pionero, moderno de este sector en nuestra ciudad, en la que solo había fondas,  pensiones y hostales hasta esas fechas, fue un navarro: Jose Luis Kurt Muñagorri (ver nótula núm. 897 en GdP), quien construyó y dirigió un hotel “sur la mer”, a pie de playa, el Hotel Fuentebravía, ampliado posteriormente con el nombre de ‘Parador Fuentebravía’.  También hay que anotar en su haber e iniciativa la creación junto con otros portuenses, del Centro de Iniciativas Turisticas, precursor del Patronato Municipal de Turismo que vería la luz en 1984.  Pronto siguieron, escalonadamente, nuevos centros de alojamientos: Motel Caballo Blanco, “El Cangrejo Rojo” –después Club Mediterráneo- y ya avanzados los setenta el Hotel Puertobahía, también en Valdelagrana.

Remozadas instalaciones para congresos en el Motel.

En la década de los ochenta experimentaría una profunda reforma y modernización, siendo director del establecimiento Juan Luis Ortega Rosillo y Director General Adjunto de Hoteles Meliá el porteño Ignacio Gago García (ver nótula 081 en GdP), recibiendo en 1986 el Premio a la Promoción Turística del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María.

La portada de la feria del Puerto de Santa María mientras la sobrevuela un Galaxy despegando  de la Base de Rota./Foto: Fito Carreto.


El niño Vicente González Lechuga, posando con un forillo de fondo en la Feria de 1945.

El pintor y profesor de Bellas Artes, José Sánchez, de niño con sus padres y hermana, en la caseta que su tío Tadeo (en la imagen, el primero por la izquierda, detrás) instalaba en la Feria de Ganados. Años 1951.


Un programa-anuncio del Teatro Chino de Manolita Chen. Año 1959.


Los niños José María y Manolo Morillo Sánchez posando en la Feria de Ganado, junto a una simpática caballería. Año 1960.


Feria de Ganado. Muestra de semovientes.

Feria en los terrenos existentes frente a Carrefour. Caseta de los Taxistas. Década de los sesenta del siglo pasado.

Coches de Caballos en un día de Feria, frente al Parque Calderón, delante de Romerijo, antes del actual edificio que alberga a los cocederos de mariscos. Años sesenta del siglo pasado.


Feria de Primavera en Crevillet. Jurado del Concurso de Baile celebrado en la Caseta Municipal, delante del desaparecido Balneario.  De izquierda a derecha, desconocida, Luis Gativa Rivas, ‘el Fontanero’, Dolores Fdez-Prada Herrera, Guillermo, Joselito Escribano, el guitarrista Antonio Nuñez Buhigas y Roberto Rodríguez Sánchez   3 de mayo de 1981.


Fuente del crucero de las avenidas principales de la Feria, en el Recinto de las Banderas.

De izquierda a derecha, Rafael Navas y Francisco Soto, director de Diario de Cádiz y Director Comercial del mismo medio en El Puerto y los ex alcaldes de El Puerto y Madrid, Hernán Díaz y Álvarez del Manzano.  Fue el primer año en que se dedica una Feria a un territorio, en esta ocasión a Madrid. 7 de mayo de 1998 hace hoy 14 años.

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‘Mejón que Manolete’ decían las crónicas que estuvo la Feria de El Puerto el primer año de su celebración con el actual diseño como Feria de Primavera 1945’. Este año cumpleN 37 años que desembocó en Las Banderas desde su lugar de origen la Victoria pasando por Crevillet. Tuvo como antecedentes dos feria de ganado en el coto Valdelagrana celebradas en septiembre, mes también de las anteriores ferias de la Victoria, inmemoriales ya en el siglo XVIII, aunque la memoria nos puede llevar al Rey Alfonso X, que en 1.281 concedió a la Ciudad la celebración de dos ferias anuales.

Aquel 1.945, hace 67 años, días antes precisamente de que se firmara la paz en la Segunda Guerra Mundial, se informaba que el Puerto se estaba preparando con sus mejores galas para celebrar su feria y “fiestas primaverales” y que era “extraordinaria” la animación que reina en los contornos para asistir a esta típica fecha “En El Puerto no se habla de otra cosa que de nuestra Feria y Fiestas Primaverales.

Según parece decía el cronista de “Cruzados” Don Fulano en su perfil de la semana “Perfil de la semana” el 21 de abril de 1.945 “vamos por fin a disfrutar de una hermosa feria, llena de todo el sabor andaluz, sol, vino, fino, salero, que junto, muy juntito están salinas, gitanas con garbo y sandunga, cantando por bulerías y luciendo el color de mil colores de los trajes típicos de la tierra, jacas y caballistas y toda la gracia de Andalucía”.

Una semana después el mismo cronista confesaba “Yo, la verdad, no creía que la feria de la Victoria iba a resultar tan bien. Ayer oía a un hombre de esos que llevan un sombrero de ala ancha y bastón muy gordo, el cual le iba dando más vuelta que los caballitos, que le decía a otro, que estaba un poco ajumado: la feria ha estado “Mejón que Manolete”. Y es que lo flamenco comparan todas las cosas con los toreros. /En la imagen, Manolete, dibujado por S. Guzman.

¿Qué tal resultará la feria? Preguntaban todos. Los optimistas de antemano aseguraban rotundo éxito. Los pesimistas, completo fracaso. No faltaron tampoco los derrotistas, que no solo aseguraban el fracaso, sino que han puesto de su parte obstáculos de la murmuración, para ahogar la feria, si fuese posible, antes de nacer.

Foto: Justino Castroverde.

EL MERCADO DE GANADOS.
El mejor exponente del feliz resultado de la primera edición de la feria de primavera portuense era para “Cruzados” el mercado de ganados. Advertía que el número de transacciones realizadas (33 de ganado caballar, 22 de asnal y 17 de mular) podría parecer corto, pero no se tenía en cuenta que “la mayor parte del ganado era selecto y que sus propietarios se negaban a venderlos y los precios elevadísimos de los mismos” y que en la información sólo figuraban las que habían tenido que “pasar por las oficinas” así como que otros muchos tratos no habían sido más que iniciados pero ultimados.

Contaba también el programa de la feria con carreras de cintas en bicicletas, concursos de bailes regionales, carreras pedestre, un espectáculo cómico taurino musical y conciertos de bandas de música, como el de la banda de Infantería de Marina de San Fernando.

Foto: Rafael González.

EL ÚLTIMO DÍA.
Numeroso grupo de caballistas y amazonas cruzan el recinto y lucen sus habilidades con las pintureras cabriolas y movimientos de la garbosa jaca. Magníficos coches enjaezados con lujo y gracia desfilan entre el público llamando la atención con el sonar de cascabeles y el restallar de los látigos. Vino después la entrega de premios a las mejores cabezas y lotes presentados de ganado vacuno, caballar, mular, asnal, cabrío y de cerda y por la tarde, de carrozas fue concedido por un jurado integrado por Luis Suárez Rodríguez, Joaquín Calero y Juan C. Bottaro Palmer, la lancha presentada por Felix Tejada Mayo que había sido realizada por el pintor Juan Lara.

Foto: Kiko Sánchez.

GRACIAS Y SUCESOS.
Censuraba con todo, “Cruzados”, la actitud de algunos participantes en esta batalla “que olvidando su verdadero carácter de fiesta correcta y galante, creyeron estar en los campos de batalla de entre aliados y alemanes, niños patosos que se dedicaron a tirar todo lo que a mano tenían, y que con sus “gracias” estropearon una fiesta tan simpática.

No faltaban en las crónicas los relatos de otros sucesos como los ocho niños que fueron sorprendidos por los guardianes bañándose desnudos en la fuente grande la Victoria; o los otros tres que robaron una cartera con 75 pesetas; el robo que sufrió en sus camerinos un payaso de uno de los circos que actuaba en la feria o las detenciones de los dueños de un “puesto” donde se jugaba a los dados y de una garita donde había una ruleta cuyos premios eran falsos.

Foto: Archivo Municipal.

FIESTA DEL VINO.
Y, si hemos de buscar antecedentes, no faltaba tampoco para la denominación de “Fiesta del vino fino” que se incorpora a la feria este año. Fue en 1.943, el primero de los dos que hubo feria de ganado en el coto de Valdelagrana a principios de septiembre, cuando en la Feria de la Victoria, se celebró la “Fiesta del Vino”, en la que, según crónica de entonces, “bellísimas señoritas ataviadas con el típico traje andaluz” dieron a beber “los caldos, más selectos de las acreditadas firmas vinateras portuenses. (Texto: José Ignacio Buhigas Cabrera).

 

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Francisco Andrés Gallardo nos deleitaba en la noche del miércoles, día de la Velada, con uno de sus portuensísimos pregones --le llaman Plática en Compañía-- pronunciado en la Caseta de la Parroquia de San Francisco, en el Recinto Ferial de las Banderas.

"San Francisco arriba, con el campanario jesuita de mirador, tomamos hasta este rincón que nos reúne ante Las Banderas que ondean para anunciar la fiesta de los portuenses, la alegría de la primavera y las irrenunciables ganas a ser felices durante un ratito. El destino nos trae aquí, al lado de la carretera de Sanlúcar, como hace tanto, como hace un año, como hace un rato, para dar gracias a Dios por festejar estas noches de reunión, esta placidez de encontrarnos, estas tardes eternas  de mayo que nos regalan el vino fino, la risa, la charla y el baile.

El destino nos trae aquí, En compañía, siguiendo el reguero del dulce aroma de la hierbabuena, el tomillo, el romero, el poleo, coloreados de jaramagos y  amapolas que de El Puerto a Sanlúcar dibujan la senda para llegar a la Feria. Cansados de un año entero de esperas, nuestros pasos nos han guiado casi sin querer hasta más allá de La Cerería y El Palomar, a este sitio en que de costumbre nos redimiremos de los desencantos y pagaremos esta gloria al alcance de la mano que nos regala la primavera, esa niña juguetona que no se cansa de seducirnos.

El destino nos lleva a la felicidad sonriente. A estas noches de regocijo y amigos, de puertas abiertas y convites sinceros. El destino ya nos lleva tirón arriba, por la Cuesta de la Belleza. Belleza de su mirador desde el que se otea este cuerpo dormido, El Puerto,  cuerpo expuesto al sol, una mujer que el Guadelete la galantea, que la surca y la explora mientras muere en la Bahía de Cádiz. En Cádiz, donde hay que morir.

El destino, un año más, como aquel abril de nuestros primeros besos, nos ha reunido, a la vuelta de la esquina de mayo, que barrunta el verano de olas y un poniente para refrescarnos  la cara…

...continúa leyendo "1.369. II PLÁTICA EN COMPAÑÍA. A modo de pregón de la caseta de la Parroquia de San Francisco."

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Jesús Grandes Melgarejo nace en Jerez de la Frontera el 6 de Marzo de 1978 pero tras dejar la clínica de la Cruz Roja, su Ciudad será desde entonces y hasta hoy, El Puerto de Santa María. Es hiijo de Jesús Grandes Lassaletta y María Magdalena Melgarejo Osborne. Su abuelo paterno era Jesús Grandes Pérez, Coronel de aviación de origen madrileño, que tras hacer la guerra civil continuó con la carrera militar, siendo destinado al aeródromo de La Parra en Jerez. Allí conoció a la que sería su mujer, Dolores Lassaletta Pemartín, hija de Fernando Lassaletta Terry y de Pilar Pemartín Sanjuán. Su abuelo materno Juan Melgarejo Osborne, alcalde de El Puerto de Santa María (ver nótula núm. 890 en GdP), de origen también madrileño de nacimiento aunque manchego por su padre, Rafael Melgarejo Tordesillas, duque de San Fernando de Quiroga --descendiente de Alfonso X ‘el Sabio’ (ver nótula núm. 1000 en GdP) y portuense por su madre, Amparo Osborne Vázquez, hija a su vez de Roberto Osborne Guezala, fundador de la cerveza Cruzcampo (ver nótula núm. 333 en GdP). Juan se casó con su prima segunda, Magdalena Osborne Jiménez, hija del portuense Juan Osborne Tosar (Johnny ) y de Aurora Jiménez Loma.

INFANCIA
Los primeros años de vida de Jesús coincidieron con el auge de Vistahermosa Club de Golf, impulsado por su abuelo materno, Juan Melgarejo Osborne  presidente tanto del club como de la comunidad, por lo que Jesús, primer nieto de éste y además ahijado, disfrutó al máximo de su mayor afición: subirse en los tractores y camiones de la comunidad de propietarios todos los días. Desde los 4 a los 6 años irá a la guardería de  las ‘Siervas de los Pobres, Hijas del Sagrado Corazon de Jesus’ en la calle Fernán Caballero, donde tuvo que repetir curso, no está aún muy claro si por la adoración a su monjita preferida, la hermana Magdalena, natural de Castilla la Vieja, como ella decía, o por el miedo que le daba la hermana Rafaela, encargada de los niños de 5 años. /En la imagen, Jesús con su madre, con pocos meses.

ENTRE LA BELLEZA Y LAS MARÍAS.
Habituales eran también las visitas a ver a sus tíos bisabuelos a la finca ‘La Belleza’, propiedad de la familia Jiménez Loma y curiosamente, donde se encuentra hoy el Centro Ecuestre ‘Las Marías’ que dirige nuestro protagonista. Allí era habitual ir junto a su madre a ver a sus tíos Ramón, José Ignacio y Pura Jiménez Loma, para recorrer todos los corrales y ver a todos los animales de granja. Otra actividad habitual en la infancia de Jesús era ir a la finca ‘Las Marías del Rocío’ a ver a sus abuelos paternos y disfrutar allí del campo, jardines, animales, además del atractivo especial que tenían los billetes marrones de cien pesetas que le daba su abuelo cada vez que iba a verle. Jugar con los primos Bedoya Grandes a ‘Verano Azul’  era lo que mas le divertía. /Jesús, con el popular 'Papi del Puerto' en la playa de Vistahermosa.

...continúa leyendo "1.366. JESÚS GRANDES MELGAREJO. Director Centro Ecuestre ‘Las Marías’."

Almudena Sainz de la Maza Ybarra vive en Morón, (Sevilla), aunque estos últimos años reside en El Puerto de Santa María, por su oficio:  ha trabajado hasta la semana pasada como Relaciones Públicas e Institucionales en Bodegas Caballero. Hija de Leopoldo Sanz de la Maza y Falcó, Conde de la Maza y primer alcalde democrático con UCD, y de Victoria Ybarra, también alcaldesa de Morón por Alianza Popular quien lo sucedió en el cargo, es la cuarta de siete hermanos de ese matrimonio tan singular, del que falta su padre, fallecido en 2002: Leopoldo, Cristina, Victoria, Almudena, Ignacio, Silvia y Micaela. Es prima hermana de la concejal popular Patricia Ybarra Lalor.

ECONOMÍA AGRARIA.
Almudena, persona campechana como sus progenitores, es licenciada en Economía Agraria por la Universidad de Readiwg (Inglaterra), ha trabajado en Bruselas en una Consultoria/Lobby especializado en informacion y legislación relacionada con agricultura y sector de alimentación: Bureau Europeen de Recherches. Desde 2006 hasta hace escasas fechas ha prestado sus servicios profesionales en el Grupo Bodegas Caballero.

Atendiendo a periodistas en el Castillo de San Marcos.

«De El Puerto tengo un hermoso recuerdo cuando venía, hace muchos años, a las Chocitas, en Vistahermosa. Y como no soy playera, bajaba cuando la playa estaba solitaria a disfrutar del horizonte de la Bahía. Era muy temeraria. Todavía hoy me acerco a mirar ese horizonte marítimo que, por su amplitud, me atrae mucho».

Recibiendo un azulejo de la Peña Taurina Florense.

DEL CAVIAR A LA GANADERÍA.
Además Almudena representa comercialmente una factoría de caviar y dirige junto a sus hermanos la ganadería de reses bravas Herederos del Conde de la Maza, así como el Cortijo de Arenales en Morón. «Por cruzar el puente me puse a la muerte», es la leyenda que figura en el escudo de armas de su familia. ¿se encuentra Vd. a las puertas de algo en el sector de la vitivinicultura?, responde Almudena: «--Es un sector que ni está de moda ni está pasando por su mejor momento. Igual que el mundo del toro».

DE LA EXPO’92 A EMBAJADORA EN IRÁN.
Fue durante la Expo’92 celebrada en Sevilla hace 20 años, en la que estuvo a cargo del personal de RRPP del pabellón de la Energía, cuando se dio cuenta de que tenía don de gentes. Almudena es una superviviente de la Expo donde se inició en el mundo de las relaciones humanas enfocadas al de los negocios.

Estuvo casada con un diplomático y fue la embajadora consorte de Irán, representando a España, por la vía de un matrimonio que no continúa. En Teheran Almudena tuvo que ver y vivir la injusticia del mundo islámico con la mujer, a la que se resistía siempre que podía. Y llevó el flamenco de España al Teatro Imperial de Teherán.

...continúa leyendo "1.360. ALMUDENA S. DE LA MAZA YBARRA. Ganadera de Reses Bravas."

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Cualquier ciudad estaría dispuesta a sacrificarse, si a cambio de ello, dispusiera de un río con condiciones de salubridad aceptables; pero si además es navegable, alberga un club náutico, permite el deporte de piragüismo, esquí acuático y la posibilidad de capturar con una caña de pesca, un robalo, una mojarra o una dorada de vez en cuando, aceptaría cualquier sacrificio. Esto lo tiene El Puerto de Santa María. Tras largo tiempo de padecer incomodidades, los portuenses o porteños,   --gentilicios con  defensores y detractores--, vieron terminadas las obras de la orilla derecha del Guadalete. Un fastuoso proyecto que encandiló a los vecinos tras un alarde de comunicación visual, hacía presagiar la deseada revitalización de El Puerto; y ahora, tras el necesario ajuste del déficit y las telarañas que adornan las arcas municipales, habrá que darle tiempo al tiempo.

La inversión no parece estar en sintonía con el aprecio de la población, pues esta bella zona está infrautilizada; apenas sirve para el goce de algunos jubilados que lo disfrutan, dejándose acariciar por los rayos del sol que bañan este paseo junto río. En él, acodado sobre las barandillas del pretil del malecón, observo una de las rutinarias ocasiones en que la bajamar descarna las piedras que protegen el  muelle, y deja al descubierto los perpetuos musgos verdes, cuyos nutrientes sirven de alimento a la colonia de cangrejos.

El Guadalete es para mí fuente de inspiración. Siempre descubro algo nuevo. Con la nostalgia del Adriano en dique seco, hoy veía al más prosaico catamarán surcar las tranquilas aguas, cargado de turistas hacia un Cádiz en plena celebración del bicentenario. Sus dos proas usaban los vértices  para  provocar y empujar suaves ondas hacia las orillas, y a guisa de saludo, producían un suave bamboleo de proa a popa y de babor a estribor a las pequeñas embarcaciones ancladas a su lecho. Un noray con marchamo de antigüedad, solo y arrinconado, como jubilado, mira de reojo y con desprecio a la hilera de modernos bolardos, a uno por decámetro, alineados a lo largo del pretil, casi tan inútiles como él, porque solo sirven de mesa para las carnadas de los pacientes pescadores, ya que son escasos los barcos que suelen asirse a ellos.

Me dirijo hacia la impertérrita escultura que mira al mar en memoria de los marineros fallecidos o desaparecidos; quizá una de las más hermosas de la prolífica obra de Javier Tejada. Representa a un joven pescador que sujeta con sus manos a la espalda en actitud y gesto desafiante, con elegante pose de la taurina gaonera, en lugar de un capote de brega, los terminales de una red en la que se aprecia tenuemente la trama, la maroma y los corchos. A sus pies, sendos meros o corvinas que no acierto a definir.

Me acerco a la estatua, y mientras leo la inscripción de su basamento, oigo que me dice: «--¿Es que no hay en El Puerto nadie con imaginación para darle vida a este espacio tan espléndido?», «--¿No hay ferias, mercadillos de antigüedades, exposiciones caninas, de canaricultura, asociaciones colombófilas, conciertos de música de la banda municipal, vuelo de cometas, exposiciones de pinturas, tenderetes con libros viejos o nuevos?»

Vista parcial del Mercadillo de Artesanía instalado en la Ribera con motivo del II Festival de Danza y Artes Plásticas 'El Puerto en Movimiento' celebrado durante los días 9,10 y 11 de septiembre de 2011.   

Yo permanecí mudo al ver que un pescador de bronce, hueco por dentro y excesivamente joven, me estaba abochornando con ideas; pero más que con ideas, con inquietud; algo que yo era incapaz de ver. Me sentí preocupado. ¿Habrá alguien con la obligación de pensar más que el pescador de Tejada? La margen derecha del Guadalete está a la espera. (Texto: Alberto Boutellier Caparrós).

Ignacio Fernández del Blanco, es un joven periodista emprendedor, que ha lanzado al mercado una nueva idea para viajar alquilando una furgoneta: la ‘Caracolvan’, un vehículo equipado con todo lo necesario para dormir, comer y llevar a cuesta cuanto se necesite para unas vacaciones,  porque aglutina medio de transporte, hotel e incluso restaurante en unos pocos metros cuadrados, "reduciendo enormemente los gatos" y sobre todo, "dando una libertad de movimientos inigualable a la hora de disfrutar de unas vacaciones, pasando de un lugar a otro".

La base de Caracolvan se encuentra en El Puerto, desde donde iniciar un viaje de forma tan peculiar, y recorrer los territorios que mas le guste al intrépido viajero.   Tal y como precisa Nacho Fernández, las furgonetas’ Camper’ son esencialmente auto-caravanas compactas, "el problema es que no todo el mundo puede permitirse el lujo de tener un segundo vehículo para usarlo determinadas veces al año, con todos los gastos que conlleva", por ello, propone recurrir al alquiler de una ‘Camper’ durante las vacaciones o incluso escapadas de fin de semana, "poniendo así al alcance de todos la posibilidad de disfrutar de sus vacaciones al volante de una leyenda, las míticas furgonetas Volkswagen de los años 70 y 80".

La Nordkapp Van, Volkswagen T3 (T25  otros mercados), Joker 1.6 TD. Año 1990.

Con capacidad para hasta cuatro personas, cuentan con cocina, fregadero con depósito de agua, ducha exterior, nevera, mesa, dos camas y varios armarios donde meter la ropa, así que "lo único de lo que deberás preocuparte será de llevar las sábanas, las toallas y los utensilios de cocina, que no están incluidos", precisa. Con clientes ya venidos de Alemania o Irlanda, las furgonetas se pueden alquilar por el precio de 188 euros para un fin de semana y 458 para una semana entera; y la que cuenta con aire acondicionado por unos 50 euros más.

Caracolvan ha elegido los modelos más clásicos de la ‘Camper’, Volkswagen ha sido la pionera de aunar en sus furgonetas el concepto de caravana compacta. En la imagen la ‘Dingle Van’, Volkswagen de 1987 T3 (T25 en otros mercados) Joker 1.6 TD posando en las Salinas de El Puerto.

En su proyecto empresarial, Nacho Fernández ha sido asesorado y mentorizado por el Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (CADE) de El Puerto de Santa María dependiente de Andalucía Emprende, la fundación pública andaluza de la Junta de Andalucía adscrita a la consejería de Empleo y a la de Economía, Innovación y Ciencia.

El Premio 'Uno' fue entregado por la Directora General del IMSERSO, Purificación Causapié a Nacho Fernández del Blanco.

CARACOLVAN Y EL PREMIO ‘UNO’.
Caracolvan fue galardonada el pasado año 2011, junto con IKEA, Alcampo, Core Gades y Dinosol (Supersol), en la sexta edición de los Premios Uno que reconocen la labor de estas empresas en la integración laboral de las personas con discapacidad. La CEC (Confederación de Emprearios de Cádiz), Imserso-CRMF de San Fernando, y FEGADI (Federación Gaditana de Personas con Discapacidad Física) han elegido a Caracolvan como la iniciativa más innovadora dentro del apartado de autoempleo.

Pasada la furia de las lluvias y los temporales, la playa gaditana de La Puntilla de El Puerto de Santa María tiene algo de arena después del desembarco. Nadie diría que hay nadie, pero tras la recepción viven treinta familias en sus casas con ruedas. Son las nueve de la mañana y sobre el césped ordenado de Las Dunas resurge la vida en un campamento de refugiados meteorológicos. Son los miles de turistas que durante unos meses al año solicitan asilo climático en el sur de Europa. Como las aves migratorias que huyen de la nieve, mueven sus caravanas hacia el Sur y echan las raíces y el freno de mano en una parcela de España desde octubre. No se irán hasta mayo.

Hans Brauneiser, en una postura de Chi Kung.

«En Colonia (Alemania) puede hacer ahora cero grados». Habla Hans Brauneiser, uno de los miles de turistas que llegan en noviembre al edén templado que recorre la costa española. No le importan las lluvias torrenciales. Es músico, profesor de Chi Kung y recibe en el salón de su Volkswagen LT-31, un habitáculo tapizado en dibujos de otro tiempo que mide ocho metros cuadrados. «Aquí estoy bien. Sé que es una locura, pero tengo la sensación de inexplicable de libertad». Cuesta creerle. Duerme en una cama de dos metros en un altillo sobre el volante. Guarda ocho camisetas en un armario minúsculo y ocupa su mesa con un teclado, el ordenador y la guitarra. «Hoy toca comer las sobras de ayer», o sea, dos lomos de salmón cocinados con cebolla y pimiento rojo en su fogón de gas asediado por los botes de especias.

Su historia no tiene nada que ver con el tópico de una dorada jubilación. Ni siquiera tiene edad para ello: cuarenta y nueve años. Cuando era niño sufrió dos accidentes graves de tráfico y a los 35 tuvo que dejar su trabajo como conductor de ambulancias. Sufre dolores de cabeza, decaimiento... La enfermedad se llama infección crónica de los senos nasales. «Si me cojo un catarro, lo paso mal, muy mal». Su estado de salud lo saca desde hace 15 años de Alemania durante tres meses al año. En ese tiempo, cuando los demás viajan a la nieve, él busca el mar de España: primero fue Cartagena, después Canarias y ahora Cádiz. El termómetro marca 12 grados, pero a Hans le basta con un polo azul a rayas blancas de manga corta.

«Necesito poco porque cuando no tienes nada sientes de verdad las cosas importantes». No es que lleve una vida de asceta. Ni mucho menos. Toca diana a las ocho, se despereza, vacía el depósito del urinario de la Volkswagen, friega los platos, arregla la 'casa', hace sus ejercicios y se sienta a componer su música mezcla de flamenco y folklore latinoamericano. A medianoche se echa a dormir.

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El Jueves Santo del pasado año terminó prácticamente la Semana Santa en nuestra ciudad, y digo que terminó con el atisbo de salida  del paso de Cristo de de la Hermandad de la Humildad y Paciencia, que  rápidamente tuvo que refugiarse en la Prioral. [Este año 2012 ni siquiera ha llegado a salir]. Es una pena que por causa de la lluvia, las ilusiones del colectivo de esta hermandad se hayan visto truncadas por la inclemencia del tiempo, mala suerte y paciencia, amigos. /Foto: Yolanda Rodríguez Gómez.

La lluvia suele ser el talón de Aquiles de la Semana Santa, es una pena que no concluyera de forma feliz con las once cofradías por las calles, haciendo el recorrido previsto. La inversión humana y económica del Ayuntamiento, hermandades, hosteleros, colectivos que de alguna forma viven de las hermandades, además de las personas que disfrutan del turismo religioso,  se han visto mermadas considerablemente.

Se no fue el Jueves Santo sin más historia; porque para más “INRI” este día tan señalado en El Puerto,  solo tenemos una cofradía. Evidentemente este acontecimiento no deja de ser coyuntural; y aparte de lamentarnos de la dichosa lluvia, que podía haber llegado en otro momento; es una oportunidad que se nos presenta a los que tenemos que decir algo al respecto.

LOS SAGRARIOS.
El Jueves Santo es otros tiempos procesionaban dos cofradías, La Humildad y el Cristo del Amor, además templos y conventos permanecían abiertos todo el día, hasta una hora prudencial por la tarde, existía la costumbre de visitar los Sagrarios. Solían ir las parejas de novios, o matrimonios o grupos de señoras o señoritas, ellos con el clásico traje gris marengo, camisa blanca y corbata a juego y ellas siempre elegantes, no con ropa de Zara, Mango, etc.;  sino de Moresco, Rendón, Lerdo, Arturo, Julio Cristóbal, Muro, etc.
Iban también parejas o grupos de chicas vestidas de mantilla (igual que las que van en la Vera-Cruz), Recuerdo con agrado a  Mercedes Romero Maure, mi prima Antoñita y Paquita Pantoja, las hijas de Rafael el de las Salinas, etc. /Capilla de la Virgen de los Milagros.

EL ITINERARIO.
Había gente por todas partes, usted  por ejemplo le decía a su novio/a, amigo/a: “Oye fulanito/a, ¿Vamos a visitar los Sagrarios ?”, y hacía el recorrido siguiente: Residencia de Ancianos (Plaza de Toros), Iglesia de San Francisco, Convento de la Concepción, Colegio Carmelitas y Colegio de Esclavas, si no,  podía escoger otro itinerario que es el siguiente: Prioral, Asilo de Huerfanas (calle Cielo), San Joaquín, convento de las RR MM Capuchinas,  convento del Espiritu Santo, hasta la Iglesia del Hospital de San Juan de Dios. Se pasaba la tarde paseando de un Sagrario a otro, lloviese o no; cansado pero feliz, eso sí, señora o señorita terminaba usted la tarde sentada en algunos de los bares del centro tomándose un chocolate calentito con una buena torrija para mojar, con Dios manda en estas fechas y disimuladamente se quitaba usted los zapatos y se frotaba los pies enfundados en medias de cristal, ¡que alivio! /En la imagen capilla del Sagrario de la Iglesia Mayor Prioral.

...continúa leyendo "1.343. EL JUEVES SANTO DEL 2011."

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Francisco Javier Merello Gaztelu nació en El Puerto el 23 de noviembre de 1928, único hijo del matrimonio formado por Francisco Javier Merello Docavo y Dolores Gaztelu Tirado. Siendo sus abuelos paternos Eduardo Merello Alberti y Ramona Docavo Alberti. Los fundadores de la saga familiar de este apellido fueron Julio Vicente Merello Cherisola, natural de Génova y Catalina Alberti Ravina, gaditana, que se casan en El Puerto en 1839 y aquí se instalan, dedicándose al negocio vinícola. Han sido estudiados por el investigador Antonio Gutiérrez Ruiz y podemos ver dicha genealogía explicada en la nótula núm. 688. Los Merello, los Aberti y El Puerto, en GdP.

Desde muy joven, nuestro protagonista encaminó sus pasos por el mundo de la publicidad y las relaciones públicas, estudiando Comercio. Estaba en posesión del titulo de Publicidad. Trabajó para las Bodegas Osborne, fue colaborador de Diario de Cádiz y gestor en El Puerto de la Hoja del Lunes. Su compañía, Survallas Merello Española de Publicidad desarrolló campañas integrales de publicidad exterior en los ámbitos local, regional y nacional.

Enamorado de su ‘Gran Puerto de Santa María’, de su familia, alguna vez se permitía disfrutar de su afición: la cacería. Era una persona de fuertes convicciones religiosas, que practicaba con el ejemplo. Quienes le conocieron afirman que, en cierta ocasión estando de compras en Sevilla y recién adquirido un abrigo en El Corte Inglés, lo regaló a un mendigo que se cruzó por su camino. Y en esto llegó la política, de la que llegó a afirmar que “me costaba dinero”.

Inauguración de la Oficina de Turismo de Valdelagrana y de la Inmobiliaria Costa de la Luz, en el mismo y actual edificio de Turismo en el Paseo Marítimo. De izquierda a derecha, Javier Merello, Fernando T. de Terry alcalde, Jua Luis Perles Giner, Nicomedes Santos Luis, comisario de policía, y Ramón González Montaño, párroco del Carmen y San Marcos. 19 de abril de 1973. /Foto: Rafa. Archivo Municipal.

CONCEJAL EN 1971.
Fue concejal desde el 7 de febrero de 1971 con Fernando Terry Galarza (ver nótula núm. 749 en GdP) como alcalde, elegido como tal concejal (en elecciones indirectas) en representación del tercio de entidades económicas, culturales y profesionales. Fue designado entonces con el alcalde para las competencias de Propaganda, Playas y Turismo y con el cuarto teniente de alcalde (Manuel Rebollo) para las de Transportes Urbanos, Paradas de Taxis y Tráfico. Fue uno de los fundadores de ‘Navidad con Amor’ un programa múltiple y variado de solidaridad y ocio navideño.

De izquierda a derecha, el oficial mayor Federico Aguirre, el secretario Jaime Fernández Criado, y los concejales, Manuel Martínez Alfonso, Eligido Pastor Nimo, Pedro Prado quien fuera director del Banco de Andalucía, Juan Ponce, Javier Merello Gaztelu y Carlos del Poyo Navas. Parte de la Corporación Municipal bajo mazas, durant el Corpus de 1974 al paso de la procesión por la plaza de Isaac Peral.

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El cocinero Joaquín Ramirez Romo, que fuera más de dos décadas jefe del cocina del Hotel Monasterio, abre restaurante propio en El Puerto de Santa María. Se llamará Los Rescoldos y estará especializado en carnes de vaca a la brasa

El cocinero comenzó en la hostelería con tan sólo 12 años en El Oasis, cuando este local era a la vez discoteca y restaurante. De allí recuerda con especial cariño a Leoncio, un cocinero que venía de Marruecos y le enseñó las primeras claves de la cocina. Luego ha pasado por lo mejorcito de la hostelería portuense como El Resbaladero, el Club El Buzo o el Hotel Playa de la Luz de Rota, aunque el grueso de su carrera, 22 años, ha sido en el Hotel Monasterio donde estuvo desde su inauguración.

La idea de Ramirez es también organizar jornadas gastronómicas y catas en torno a la carne un producto que considera que tiene muchas posibilidades y aún está poco desarrollado en la provincia. Fue uno de los pioneros en meter toques innovadores en su cocina y a lo largo de sus 22 años en el Hotel Monasterio, tuvo oportunidad de dirigir algunas de las comidas más importantes y multitudinarias que se han ofrecido en la provincia.

La crisis le hizo dejar el hotel de lujo de El Puerto de Santa María, perteneciente a la empresa Jale y con graves problemas económicos y aventurarse a poner negocio propio: “Era una espinita que tenía clavada. La de haber estado tantos años en el sector y no haber puesto en marcha mi propio negocio. Fijaté que a mis 53 años lo voy a hacer y además de la manera más bonita que podía soñar, junto a mis dos hijos, Daniel y Joaquín“.

...continúa leyendo "1.325. JOAQUÍN RAMÍREZ ROMO. Cocinero."

La Fuente de las Galeras pasa por ser uno de los símbolos del patrimonio histórico portuense, pero ¿sabía que existió otra en sus inmediaciones, coetánea y de traza similar. La llamaban Fuente del Sobrante? En diciembre pasado se cumplieron 117 años de su derribo, ocurrido en 1895.

Muelle de faluchos y Fuente del Sobrante. Al fondo, el puente de San Alejandro.

Hace 152 años, las fuentes del Sobrante y de las Galeras dejaron de cumplir su tradicional función para convertirse durante unas horas en improvisadas fortalezas. Fue durante las Fiestas de San Juan de 1850. Este singular espectáculo consistió en un combate naval simulado entre dos barcos pesqueros --transformados en dos embarcaciones de guerra empavesadas-- y dos réplicas de fortalezas dispuestas en ambas fuentes.

La Comisión de Fiestas del Ayuntamiento estableció la distribución del combate así: «Dará principio arrojando las embarcaciones a las fortalezas abundantes bombas y éstas los corresponderán. Avanzarán las embarcaciones queriendo meterse debajo de las baterías. Las fortalezas arrojarán bombas, balas rojas, (las de hierro que se enrojecían al fuego para introducirlas en las piezas de artillería, usadas para incendiar), palanquetas (barretas de hierro con dos cabezas gruesas empleadas como proyectiles en la artillería de Marina), camisas embreadas (pedazos de telas impregnadas con materias inflamables) y granadas de mano. Las embarcaciones se verán precisadas a retirarse con alguna pérdida considerable, venciendo las fortalezas. La banda de música tocará y se ejecutarán varios fuegos de regocijo en las fortalezas, concluyendo la función con la elevación de dos mangas de cohetes voladores».

A la izquierda en primer término, la Fuente del Sobrante, que estuvo situada frente al actual Cocedero de Mariscos de Romerijo. Siguiendo el cantil del muelle, la Fuente de las Galeras.

El espectáculo costó a las arcas municipales 1.300 reales. La figuración de combates navales con fuegos de artificio fue un recurso empleado habitualmente como cierre a las funciones que amenizaban a las veladas marítimas que durante el XIX y principios del XX se celebraron en el Vergel del Conde y el Parque Calderón. (Texto: Enrique Pérez Fernández).

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Supóngase el lector que se dirige cómodamente en el tren a Cádiz, por ejemplo, y que pasa por mi pueblo, por el Puerto de Santa María que es el pueblo más bonito de España ¿Hay quien diga que no? ¡Hombre, que salga y verá…!

Bueno, pues continúe suponiendo que al llegar al Puerto, en vez de oír vocear a un mozo zafio e ineducado aquello de «¡Puerto de Santa María, dos minutos!», escucha a un señor bien portado, sonriente y rebosando salud, grita a todo pulmón «¡Puerto de Santa María, noble ciudad, gran puerto, veinte mil habitantes, todos sanos, once mil mujeres, todas guapas; linda playa, bella campiña, agua riquísima, casas baratísimas…!»

¡Aquí engordó seis kilos don Alfonso el Sabio…! ¡Aquí se muer de viejo!… ¡Aquí no se habla de Romanones!… Y así hasta que el tren se fuese, que se iría de vacío, porque ¿quien oyera tales lindezas no se tiraba, aunque fuera por la ventanilla?

Gracias a esta idea mía, se conseguirán dos grandes cosas, que los viajes resulten instructivos, porque para aprender bien la historia y la geografía de España bastará sacar un kilométrico, y que los persuasivos y elocuentes oradores que pierden su tiempo, y el nuestro en congresos y mítines, un sitio donde puedan hacer con su oratoria algo de provecho. (Texto: Pedro Muñoz Seca. Revista Portuense. 5 de julio de 1921)

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Antonio Márquez Mateos, nació en una familia de nueve hermanos, fruto del matrimonio formado por Antonio Márquez y Rosario Mateos. Estudió en el Colegio del Polvorista y pronto empezó a trabajar como camarero, primero en el Cangrejo Rojo (luego Club Mediterráneo y Acuarius), Hotel Caballo Blanco y en el Hotel Fuenterrabía. Hace 37 años, fue llamado por José Ramón Perles Giner--un innovador de la hostelería local-- junto con Juan Franco del Valle y Antonio Villar Garay para llevar adelante el proyecto de Milord, en la esquina de las calles Larga y Santo Domingo, que con el tiempo pasaría a manos de sus empleados como copropietarios del negocio. Negocio que dejaría más adelante Antonio Villar para dedicarse a un trabajo menos pensionado que la hostelería. Juntos, los tres, innovaron manteniendo la esencia de Milord, abriendo una sucursal durante un tiempo en Valdelagrana y colaborando y asesorando con y para la hostelería local. El periodista Francisco Lambea (ver nótula núm. 124 en GdP) escribe de nuestro protagonista:

«La historia de las ciudades no es sólo, con serlo, un compendio de efemérides más o menos reveladoras, una sucesión de edificaciones, de estadísticas especialmente alegres o luctuosas: la historia de las ciudades es, también, una serie de magnitudes de difícil o imposible cuantificación, inaprensibles para las páginas de los libros, como la idiosincrasia de sus habitantes, su traducción en el aliento del día a día.

Antonio Márquez se ha jubilado tras casi medio siglo de actividad hostelera, tras mostrar durante décadas su capacidad, profesional y humana (en la hostelería viene a ser lo mismo) en variados establecimientos, siendo el más significativo el pub Milord, en la calle Larga, donde han transcurrido sus últimos 37 años de oficio, que, detrás de una barra, es, de algún modo, como decir de vida. Quiero hablar de ello porque los periodistas solemos incurrir en el vicio de no conferir la categoría de noticia a cosas que son más importantes que otras que sí se imprimen bajo el amparo inercial de los titulares, y porque para eso dispongo de un espacio que viene a revelársele a uno como un espejo, y ante el que es conveniente, por tanto, sentirse cómodo.

El gremio de la hostelería es un gremio especial, el de personas que suelen laborar bastante más tiempo que la media de trabajadores de otros sectores, y que suelen hacerlo con el continuado compromiso de agradar a los demás. Le deseo lo mejor a Antonio Márquez y me alegro de que disfrute de una jubilación tan sumamente merecida. Confío en que seguiremos teniendo la ocasión de conversar, ahora al otro lado del mostrador de Milord, o en otras ubicaciones, recordando viejos tiempos y disfrutando los presentes, que es la mejor forma de confeccionar los futuros. De cuando en cuando, conforme pueda, se nos unirá Juan Franco, su compañero en la cafetería tantos años, con una complicidad societaria cuya extensión es muy difícil de alcanzar en estos tiempos, en los que amistad y negocio no siempre coinciden. Los únicos que deben temer este cambio vital de Antonio son los pescados que merodean la playa de La Puntilla: su condición de víctimas se acrecienta por momentos. (Texto: Francisco Lambea Bornay).

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Se cumplen hoy 100 años de la celebración de una fiesta típica andaluza en el Cortijo de ‘Las Beatillas’, organizada por el alcalde de El Puerto, en homenaje al Gobernador Civil en el que fue hasta hace unas fechas, complejo hostelero “Hacienda las Beatillas” de la Sierra de San Cristóbal, próxima al casino “Bahía de Cádiz” y al parque acuático “Aquasherry Park” era el caserío de una extensa cortijada que se extendía a los pies de la elevación apuntada, en una la zona denominada “Bellavista” en las lindes de El Puerto con Jerez.

El Cortijo de Las Beatillas antes de su restauración.

Y su edificio principal, un alcázar rústico de severa portada y amplias instalaciones interiores, viviendas de los colonos, almacén para los aperos de labrar, cuadra, establos y granero, construido sobre una plataforma rocosa que se eleva apenas cien metros sobre el nivel del mar, a la izquierda de la actual carretera general IV, yendo en dirección Jerez, altura suficiente para contemplar desde allí el cáliz azul de la bahía, al sur, la serranía de Medina y los meandros del Guadalete al este y las esplendorosas puestas de sol otoñales, empapelado el cielo de nubes malvas, por el otro extremo, lugar elegido por el alcalde portuense Luis Portillo Pineda, dos meses después de su nombramiento para homenajear al gobernador civil de la provincia, Luis López García. Al acto, prácticamente una convención política, asistieron como invitados más de un centenar de personas de diversas siglas y nomenclaturas afines a los organizadores y, en cierto modo, pudo ser el germen de la coalición electoral conservadora que unos años mas tarde se presentarían a las elecciones municipales.

FIESTA VIP ANDALUZA.
Todo estaba perfectamente programado para agasajar a los asistentes, haciéndoles agradable y entretenida su estancia, que se prolongaría durante todo el día, el tiempo que durase la luz natural, estableciéndose un servicio de transporte con el que trasladar a los invitados que podrían degustar buen cante flamenco, presenciar lidia de vacas bravas y participar en una comida campestre de hermandad, algo realmente atrevido considerando las dificultades logísticas, el número de invitados y la falta de medios adecuados en el entorno rural en el que tendría lugar circunstancias que, por otra parte, suponía todo un atractivo añadido, según nos refieren los contemporáneos, al ser un enclave natural privilegiado, tal como hoy podemos comprobar visitando las que fueron instalaciones hosteleras antes mencionadas existentes en ese mismo lugar con la única diferencia en aquellos años de que el caserío estaba rodeado de vegetación: prietas chumberas, elegantes pitas y altas retamas.

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Rafael Bernal Cobos, que ahora regenta el establecimiento, junto al cocinero José Manuel Romero Ramírez y el camarero Paco Albaiceta González. En la cocina también está, aunque no sale en la foto, Antonio Rodríguez Cobos.

Antonio Rodríguez Collantes ‘el Piqui’, abrió el Bar La Muralla en la barriada Guadebro, calle Tomás Cólogan Osborne, 6. Corría el año 1977. En la actualidad regenta el establecimiento su yerno, Rafael Bernal Cobos, junto a su hija, Marta Rodríguez Caraballo.

Los aficionados al pescado fresco acuden principalmente los fines de semana buscando las especialidades del Bar La Muralla, que suele tener piezas de doradas y lubinas salvajes, además de urtas y otros pescados. Se pueden degustar tanto fritos como a la plancha o en tartera. Además tiene chocos, puntillitas y coquinas tanto de El Puerto como de Huelva, aunque de éstas no hay siempre. Cuando es temporada también cuentan con galeras de coral. Rafael Bernal resalta que «todo el pescado que traemos es fresco». Además, otra de las especialidades famosas de la casa es el rabo de toro.

Coquinas de El Puerto a la marinera, el famoso molusco bivalbo que le da el gentilicio costumbrista de 'coquineros' a los portuenses o porteños.

El bar La Muralla es el típico bar de barrio de estética funcional con amplia barra y salón comedor, compartiendo la misma estancia. Fuera, una amplia terraza. En todos los espacios se puede comer, tanto de tapa como de raciones o platos. Sirven también desayunos. (Texto y fotos: Pepe Monforte).

Al realizador rumano Valerio Lazarov, primer director general de Telecinco le sirvieron de inspiración El Puerto y alrededores  para una serie de especiales que preparaba para TVE en el otoño de 1971 y que se rodaron íntegramente en la provincia de Cádiz, hace ya 40 años. El programa se llamaba '360 grados en torno a Marisol'.

Este programa formaba parte de la estrategia de la televisión nacional de ofrecer unos contenidos que hicieran creer a la población que vivían en un país moderno y libre de censuras. El proyecto lo había firmado Adolfo Suárez, cuando era director general de RTVE, y el mediático Luis Ángel Delaviuda (fundador de Antena 3) como director de antena.

Unos años antes Lazarov, literalmente huyendo del régimen de Ceaucescu, había despuntado en la cadena española con el musical ‘El irreal Madrid’. Lazarov, precursor del ritmo del videoclip televisivo y obseso con las posibilidades del zoom, tenía barra libre para sus programas de entretenimiento: además de dar una presunta imagen de modernidad para el interior, sus programas, que eran adquiridos en muchos países de Europa y Suramérica, transmitían una imagen de España como país avanzado.

El desaparecido Varadero de Pastrana y el también desmontado puente de San Alejandro.

Aunque en los títulos de crédito de ‘360 grados en torno a Marisol’ no aparece nada sobre los lugares elegidos (incluso en la Wikipedia se habla de "la provincia de Málaga"), el programa emitido en 1972 en la Primera Cadena fue un escaparate turístico de El Puerto y Cádiz, a mayor gloria para el relanzamiento de la carrera de Marisol. Otro espacio de la serie musical, el dedicado a Carmen Sevilla, también se grabó en buena parte en la provincia.

Marisol y Tip y Coll en el Castillo de San Marcos

El castillo de San Marcos de El Puerto, a lo Polanski-Lazarov  quería emular a Polanski en 'El baile de los vampiros' y creó una versión carpetovetónica en el castillo de San Marcos, en El Puerto, para este programa de Marisol de 1972. La cantante junto a Tip y Coll y sus bailarines danzan por las almenas con vistas a la Bahía.

...continúa leyendo "1.300. VALERIO LAZAROV Y EL PUERTO. Hace 40 años."

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