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Mi nombre es Mara Escassi Revuelta, soy choquera (Huelva) de nacimiento y portuense desde que elegí esta ciudad para vivir hace ahora veinte años. Nací 13 trece de junio del sesenta y cuatro --año en que se hizo la primera foto a la Luna-- a la una y media de la tarde, y soy la pequeña de tres hermanos, Miguel y Luis, que también viven en El Puerto y que nacieron en Cádiz (Miguel) y Río Tinto (Luis).

El año del nacimiento de Mara, 1964, Rafael Alberti publicaba ‘La Lozana Andaluza’. Salvador Dalí diseñaba para bodegas Osborne, la botella del brandy Conde de Osborne.  El Ayuntamiento de El Puerto vendía a la Diputación Provincial 300.000 metros de terrenos para la construcción de un camping en la urbanización Valdelagrana. Fallecía el historiador Hipólito Sancho de Sopranis. Manuel Delgado Villegas ‘el Arropiero’ cometía un nuevo delito de asesinato en la Laya de Llorach, el Garraf. El Hotel Meliá El Caballo Blanco se anunciaba en ABC en junio de 1964. /En la imagen de la izquierda, Mara, en las playas de Huelva.

Mara, con su madre Angelines y sus hermanos, en una evocadora imagen en la playa.

Mara, con sus padres, en dos momentos diferentes.

Mi padre, Paco Escassi, de Morón de la Frontera, era militar y el mejor hombre que he conocido, pero nos dejó demasiado pronto en el año 1991, y mi madre, Angelita, de Cádiz, sigue con nosotros y espero que por mucho tiempo. Precisamente fue la enfermedad de mi padre la que me trajo al Puerto, dicen que todo sucede por algo, y yo, de una experiencia traumática saque algo bueno, un lugar donde vivir y un futuro profesional.

Mara y su marido, Borja Álvarez Ossorio, el día de su boda.

También hice en El Puerto algo que nunca pensé hacer, casarme, y lo hice el 12 de Octubre de 2006 con Borja Álvarez Ossorio, un tiarrón, por dentro y por fuera, ocho años menor que yo. No tenemos hijos, esto no fue una elección, lo intentamos, ¡¡claro!!, y casi lo conseguimos pero no salió y también esto será por algo… positiva, siempre positiva. Esta es mi lección de vida.

Fachada interior del Palacete de Joy Sherry, fuente luminosa y laser.

La verdad que mi vida personal esta muy ligada a la profesional, algunos dicen que soy una obsesa del trabajo y no se si tendrán razón, seguramente, pero es que soy de las afortunadas que disfrutan muchísimo con el. No es fácil para mi hacer una cronología muy exacta de mi vida porque la verdad es que me he movido bastante y por temporadas, compaginando incluso un mismo trabajo en dos ciudades distintas.

Como ocurrió cuando trabaje para una cadena hotelera y para el empresario Pedro Trapote --gran tipo-- en Joy Sherry (El Puerto) y Joy Eslava (Madrid). Aprendí muchísimo, mi trabajo como relaciones públicas y co-responsable del departamento de Marketing fue una verdadera escuela. Además, se aprende mucho de la noche, aunque algunos piensen lo contrario, todo depende de la profesionalidad que le eches al asunto, algo que, según mi opinión, hay que tenerla, y sobre todo demostrarla, siempre. /En la imagen de la izquierda, Pedro Trapote.

Hice la carrera de Turismo en Sevilla y empecé la de periodismo en Madrid, pero circunstancias de la vida me impidieron acabarla, y el no haberla retomado nunca es algo de lo que no estoy demasiado orgullosa, pero siempre he preferido, y necesitado, trabajar y no me ha quedado mucho tiempo para otra cosa.

Mara, en el mejor Campo de Regatas de Europa: la Bahía de Cádiz.

En la actualidad me dedico a la comunicación, esto es algo que siempre se me ha dado bien, modestia a parte, desde mis inicios como relaciones publicas. Una de mis aficiones, la Vela, me llevó a la profesión y hoy por hoy escribo y hago las ‘labores’ propias de lo que se entiende por comunicación para la Federación Andaluza de Vela, algunos clubes náuticos, regatas y barcos patrocinados.

Con un buen puñado de amigos en el Chiringuito de 'Los Toruños'.

También y desde hace tres años, trabajo para el Parque Metropolitano Marisma de Los Toruños y Pinar de la Algaida (comprendido en los términos municipales de  los Puertos: el de Santa María y Puerto Real), una dedicación que me ha permitido no solo diversificar, sino aprender mucho de un mundo que antes para mi era desconocido y que he llegado a amar. Cosas de la vida, hace ya algunos años y cuando yo ni siquiera conocía ese lugar privilegiado, mis hermanos esparcieron las cenizas de mi padre desde el puente que divide en dos Los Toruños.

En el Puente de Los Toruños, desde donde fueron esparcidas las cenizas de su padre.

Hasta llegar a El Puerto, viví en Huelva, donde nací, Sevilla, Madrid y Londres, casi por este orden. Me gusta viajar y lo hago por trabajo pero, la verdad sea dicha, por ocio poco y cuando lo hago es con el ordenador a cuestas… me temo que este es uno de los males ‘menores’ de los autónomos como yo…. no es que no queramos desconectar… es que no podemos!

Con su amiga Coral, de viaje por Marruecos.

Además de la Vela, y más que la Vela, el Mar, tengo otras aficiones. Algunas antiguas como montar a caballo y otras que he descubierto hace poco, como la bicicleta y andar. Y me encanta compartir tiempo con amigos. Me gusta sentarme alrededor de una buena mesa, y digo buena por la gente porque no soy muy exigente en lo gastronómico, será porque la cocina nunca ha sido mi lugar preferido de la casa, pero para un buen vino y una buena tertulia, para eso si tengo un paladar exquisito.

Con S.M. el Rey Don Juan Carlos, S.A.R. el Príncipe de Asturias y la Tripulación del Cutty Sark, campeones en Palma de Mallorca. Nuestra protagonista, a la derecha.

Disfrutando de los amigos y el trabajo, entre ellos Nicolás Terry, al centro junto a Mara.

Definitivamente me gusta muchísimo El Puerto, creo que es un lugar privilegiado para disfrutar de todo esto. Me gusta su gente y entre ellos tengo muchos conocidos y pocos pero enormes amigos. Me gusta que me conozcan y conocer a la gente por la calle y ayudar en la medida de mis posibilidades a que esta ciudad sea grande. No sé lo que me deparará la vida, algunas veces sueño con irme lejos y cambiar radicalmente de ‘modus operandi’…., pero de no ser así, todo pinta a que seguiré paseando por las playas de El Puerto y mi querido Parque… hasta que el cuerpo aguante!  (Texto: Mara Escassi Revuelta).

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Aunque la palabra «portón» está definida por la Real Academia de la Lengua como puerta principal de una casa, o la puerta que separa el zaguán del resto de la casa conocida como ‘puerta de la calle’, aparte de puerta de toriles que da a la Plaza, que es otra acepción, en El Puerto llamamos así, especialmente, a las puertas de acceso de bodegas y cocheras y cualquier otro almacén o accesoria, que es una habitación que tiene entrada distinta y uso separado, del resto del edificio principal.

Presentamos en esta primera entrega, siete imágenes originales de Antonio Gutiérrez Ruiz.

Calle Santa Lucía. Antigua cochera.


Plaza de Juan de la Cosa o Bizcocheros. Bodega del Castillo de
San Marcos, propiedad de Bodegas Caballero, antes de
González Rico Hermanos.


Calle Durango. Accesoria.

Bodegas José de la Cuesta (Caballero. Calle San Bartolomé.


Calle La Palma. Bodegas Osborne.

Otro portón de Osborne, puede que por Valdés o Comedias, ¿o
quizás La Palma o Los Moros? El lector nos dirá...

Portón de la casa natal de Ángel Urzáiz, en el número 6 de la calle del mismo nombre nombre.

Esta casa fue labrada en los primeros años del siglo XIX en una parcela segregada de la finca colindante de calle Larga por Joseph Bellido, Factor de las Reales Provisiones y Víveres de la ciudad de Cádiz y Comisionado de Guerra de los Reales Ejércitos. A destacar de ella, aparte su armonía y belleza arquitectónica, que fue cuna de Ángel Urzaiz. Al que ostentó en varias ocasiones la cartera ministerial, lo parió entre esos muros doña María Dolores de la Cuesta Núñez, una joven viguesa, en 1856. Y la Corporación Municipal, sesenta años después, en 1916, coincidiendo con el nombramiento de este portuense de nacimiento Ministro de Hacienda, acordó poner su nombre a la calle donde está ubicada la casa, antes denominada Curtidores, Sarmiento, Puerto Chico y de la Plata. En 1930, al reestructurarse el callejero se ratificó esta denominación que continúa vigente.  El actual propietario es Mr. Thorpe quien la adquirió a la familia Osborne Tosar. Precisamente de estos últimos, los Tosar, fue sede de las oficinas de la empresa vinícola, sala de degustación y despacho al detall de sus productos y gabinete para reuniones y negocios. (Textos: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. Puerto Guía).


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