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manolete_cartel_puertosantamaria"Manolete", la película protagonizada por Adrien Brody y Penélope Cruz sobre la historia de amor que vivieron el popular torero y la actriz Lupe Sino, aún no se ha estrenado en España.  El rodaje de "Manolete", con un presupuesto cercano a los 20 millones de dólares, comenzó el 31 de marzo de 2006 en España y se extendió por ciudades como Alicante, Córdoba, Madrid, Salamanca, Carmona, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda.

Durante el verano de 2006 tuvo lugar en El Puerto el rodaje de los exteriores de “Manolete”, la comedia romántica con trasfondo taurino protagonizada por Adrien Brody y Penélope Cruz que ahora parece que por fin va a llegar a nuestras pantallas.

En el espacioso patio interior de la bodega en la que nos citaron para darnos los papeles de “humildes” y “elegantes”, se formaron grupos que charlaban animadamente en sillas formando amplios círculos.

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Pilar Calvo y Uxio Noceda, entre otros, cuarto y quinto empezando por la izquierda.

Al fondo del patio, se organizó una animada juerga. La organizadora parecía ser una mujer de unos cuarenta años, vestida de “humilde”, simpática, muy habladora, con ese habla tan característica de El Puerto en el que las palabras se apresuran tanto que se atropellan unas a otras, morena, con bata y alpargatas.   Resultó ser Ana María López Camacho, Ana para todos. De pronto una mujer, alta, de mediana edad, vestida de “elegante”, se unió al baile. Ana, erigida en jefa de la fiesta, la aceptó y dijo a todos: «--Esta es Doña Pilar y aunque es una ricachona es una de las nuestras».  ‘Doña Pilar’ era Pilar Calvo, natural de Palencia, con 16 años de estancia en El Puerto. Había fundado la Casa de Castilla y había trabajado de presentadora en varias televisiones locales.

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Francisco Sena García de 72 años fue  al ‘cásting’ junto a Guillermo Otero González, apenas 60 años, marinero jubilado y José Antonio Macías Mena, 84 años, exnovillero, inducido como los otros por una ‘voluntaria social’  Mila, de ‘Sol y Vida’, un comedor benéfico situado entonces en la calle San Bartolomé, hoy en Cruces. Francisco Sena García, anciano de pueblo de sonrisa inocente, acude acompañado de un hijo. Otros dos se han quedado en el camino, rotos por la droga. Guillermo, ‘el Palaustre’, tiene un cuerpo retorcido como los troncos viejos de los acebuches. De su estrecha cintura parten unas piernas que parecen ignorarse y que a no ser por la ayuda de una muleta que nunca le abandona le harían, inevitablemente, caer al suelo.

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En la bodega donde concentraban a la figuración, entre otros Miguel Álvarez y Luis Garrido, cuarto y sexto por la derecha.

Luís Garrido Quijano, abogado del Ayuntamiento, ha pedido unos días de vacaciones. Es un señor y hace de señor. No tiene que actuar. Lo pasa muy bien y dice que si hay mas rodajes, repetirá. Mi gran amigo, Paco González Luque, Catedrático de Historia del Arte, por el contrario, no soporta las largas esperas, la sensación de sentirse secuestrado. Va dos días y no vuelve. Inés Baena Ríos, de Jerez, con 30 años ya de estancia en El Puerto es ama de casa y fué al ‘casting’ animada por su hijo. Le cansan las largas esperas pero si hubiera mas rodajes, repetiría. Nuria Contreras tiene 32 años y mide 1,75, pero con tacones supera el 1,80.  Cuando llega por las mañanas es una chica joven, moderna, que prepara oposiciones para policía local.

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Espartaco, asesor taurino del rodaje, junto al figurante Paco Jaén.

Después de pasar por vestuario, peluquería y maquillaje, es una señora de porte impresionante que llama la atención y de hecho la llama tanto que la colocan en todos los ángulos posibles. Ella y su amiga Margarita, las dos elegantísimas, formaban una pareja espectacular y resultaba muy fácil localizarlas entre los 500 figurantes sentados en los tendidos. Juana González, conocida abogada y presentadora que fue de las televisiones locales de El Puerto es también una elegante señora a la que podríamos llamar ‘la dama de rosa’. Con solo cambiarle el sombrero puede pasar de un tendido en la plaza de toros de México a una barrera en la de Bilbao, porque en la Plaza de toros del El Puerto se han filmado para la película corridas en México, Barcelona, Bilbao, Cádiz, Jerez ó el mismo Puerto de Santa María.

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José Antonio Macías Mena, dando unos capotazos en el albero.

Nos llevan a la plaza de toros. En el ruedo preparan las cámaras, los focos, mientras Espartaco da instrucciones. En el ruedo está ocurriendo algo. José Antonio Macías Mena, uno de los tres ancianos del rodaje, ha bajado al ruedo y provisto de un capote se ha puesto a dar pases jaleado por todo el público que llena el tendido y por el equipo técnico, incluido Espartaco. A las doce los muchachos de Figuración reparten bocadillos y refrescos. En los tendidos se oye fuerte y vibrante la voz de Ana: «--¡Doña Pilar, míe Usté!, ¡de jamón!, ¡A las ricachonas, de mortadela!, ¡Nosotras jamón!».

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Manuel Malpartida Morilla, a la izquierda, caracterizado de número de la Guardia Civil.

En los tendidos hay varios guardias civiles, de los de antes, con tricornio. Uno de ellos es Manuel Malpartida Morilla. Fue taxista. Ahora vende electrodomésticos en “El Paseo”. Está emocionado con su traje. Su suegro, ya muerto, era guardia civil. Sus dos cuñados también. Llegar a casa y decirle a su mujer que por unos cuantos días él también era guardia civil fue una gran satisfacción. Su mujer se emocionó mucho. En el Palco de Autoridades, las fuerzas vivas de la ciudad. El figurante elegido para coronel es Francisco Tierno Mateos, camionero, de 66 años. Tiene un porte y una voz que da perfectamente el papel.

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Eugenio 'Uxio' Noceda, autor de las mayorías de las fotos de esta crónica, hizo de Capitán del Ejército.

Otro militar es Eugenio Noceda, de Vigo, hace de Capitán. Lleva 3 años viviendo en Jerez y ya ha participado en el rodaje de “Lola”. Uno de los falangistas es Jorge Luís Borrego. Le llaman el Pibe. Es argentino. Para él lo de falangista, ni por edad ni por nacionalidad, significa nada. Otro falangista es Jorge Luís. Ya estuvo rodando en Carmona. Ahora está en El Puerto.

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Menno Meyjes, director de la cinta y Jesús Almendros, autor de esta crónica, quien participó en la figuración de la película 'Manolete'.

El miércoles 12 de Julio fue el último día de rodaje. Fue un día emocionante. El Director, Menno Meyjes, descubrió el Castillo de San Marcos y pensó que era el lugar ideal para celebrar el funeral. El féretro estaba en la pequeña capilla acompañado por los mas allegados. Después se formó la comitiva. Cuando empieza a caer la tarde nos llevan en fila a la calle La Palma. Los enfermeros, ayudados por hombres de la cuadrilla llevan en volandas al torero hacia la calle Sol donde se supone que está la enfermería. Todos corremos junto al herido. Estamos nerviosos, angustiados, es una lucha contra el tiempo. El torero se desangra. La cámara, quieta espera al final de Palma, y una y otra vez ve acercarse al tumultuoso grupo acompañando al torero. «--Chequeando... ¡Correcta!, ¡Hemos terminado la película!».

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Santiago Segura y Juan Echanove, en una escena del rodaje.

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Brody, ante la mirada del director del film, danto un pase con el capote.

Se había dado la última vuelta de manivela. Aplausos, Jorge se sube a una escalera y nos dice «--Compañeros, el Director está emocionado. Quiere daros las gracias a todos y deciros que sois el mejor equipo de figuración que jamás ha dirigido!».  Es el final, la despedida. José Antonio Macías Mena aprovecha para estirar su delgado cuerpo y dar unos pases con un inexistente capote ante el grupo. A lo lejos, perdiéndose por la calle La Palma hacia las 7 Esquinas, se aleja la figura inconfundible de Gregorio con sus andares en tres tiempos, en una difícil sincronía entre sus dos piernas y su muleta. (Texto: Jesús Almendros. Crítico de Cine). (Fotografías: Uxio Noceda, Jesús Almendros).

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En la puerta de la Carnicería Ortega, junto a Los Maera,  esquina Ganado con Cielos, de izquierda a derecha, Rafael García López, conocido como 'el Mijita' o 'Urtain',  'el Furia', 'Remujardo', 'el Furia', desconocido y Cristóbal Bocanegra.

chaparro_puertosantamariaNo sé si en esta  época se siguen poniendo tantos motes como antaño pero en mi infancia era muy natural, podías tratar toda  la vida a alguna  persona sin llegar a conocer  su nombre. (A la izquierda, Chaparro).

Por la Placilla  pasaron muchas de estas personas como: Kunini, Flichi, el Chispa , el Mamarosca, Makika, el Toto, la Tarzana, Kiliqui, el  Caballo, el Corneta, Yayo, Kika, la Diablora,  el Cartucho, el Lele, Tito, Tete, Tatín, Lalo, Noni, el Corteta, el Capataz, la Buy, el Melena, la Cheli, la Jurado, este mote por el parentesco  de esta persona con ‘la más grande, la Toti, la  Maruchi, Marusela, Romualdo o Remujardo, El Furia,  Chamaco…

romualdo_puertosantamariaTambién algunos conocidos  como: el Troca, la Chacha, el Blanco, el Negro, la Esmallá, el  Choco, el Caramá no ‘el calamar, la Fuqui, la Yeye, el Luri, el Chatuti, el Mosca, el Pegote, el Rubi, la Bú, la Mama Chica, el  Chico,  la Fea, el Feito, el Juaneta, la  Achi, la Achu, el Cheri, el Revorve no ‘el revolver’, la Meona, Panete, el May o  el  Maito, el Cabeza, el Chiqui, el Guardia, el Bizco, el Furias, el Cocacola, el Panarria, el Chino, el Cubano, el Cafú. Tagarnina, Chaparro… (A la izquierda, Romualdo o 'Remujardo').

Otros motes relacionados con gentes de la Placilla o vinculados con ella: Malete, el Tóbalo, el Listones, el Mona, el Meneíto, el Ojito, el Lolete, el Lúa, el Cipri, el Pleti, la Camoma, el Ventura, el Chárle.

mamarrosca_puertosantamariaEl Pesca (no el concejal de Urbanismo de IP), el Mosco, el Carlanga, el Pachi, el Vichi, el Lengue, el Chano, el Cristo (el Melena), el Pele (MGB), la Gandinga, la Pelo, (RCG), el Sevillita, el Boli, el Litri (panadero), el Gallego (Leopoldo ), el Cuqui (la Giralda ), el Severo, la Rubia, la Nena (Penita ), Luis el de los huevos, Joselito el Verde, el Jerezano (Paco), el Caito (fallecido de forma trágica), Enrique el de los muertos, etc... (A la izquierda, Mamarrosca).

Todo un repertorio,  les prometo que a todos los conozco  y sin embargo  de muchos no sé  sus nombres. Todos han tenido que ver en alguna etapa de sus vidas con la Placilla, a nivel de trabajo o por querencia y afectividad. Todo mi respeto para todos ellos  y sus familias. (Texto: María Jesús Vela).

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De izquierda a derecha, José Luis Pérez Cordero, de Cristalería Pérez; Manuel Pérez Lechuga 'el Niño', con gafas negras; dos desconocidos; a continuación José Luis Reyes Ruiz, propietario del toro con sombrero blanco, cigarro y diploma en la mano; 'el Chagüi', portando la cuerda del toro. A la derecha de la imagen, Juan García Márquez, 'el Zaranda'. Los niños son dos hijos de José Luis Reyes Ruiz: Enrique y José Antonio Reyes Rodríguez, el que lleva un bastón en la mano.

José Luis Reyes Ruiz, era natural de Chipiona, afincado en El Puerto desde 1958 en Hacienda La Palma, junto al Parque Europa; yl propietario como ya se ha dicho del toro que aparece en la imagen, Primer Premio en su modalidad en la Feria de Ganado de 1966, con el cambio de ubicación, a la zona de Crevillet, entre eucaliptos, cerca de la Playa de La Puntilla.

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juanluisbootelloreyes_puertosantamariaJuan Luis Bootello Reyes nace el 22 de mayo de 1931, --año en el que se proclama la II República que duró hasta el golpe de estado de 1936--, hijo primogénito del matrimonio formado por Luis Bootello Campos y Victoria Reyes González, fueron además cinco hermanos:  Juan Luis, José María, Emilio, Alfredo y Fernando, de los que solo sobreviven el primero y el último. La vivienda familiar estaba en la calle Palacios, 32. Estudió en el Colegio de Carmelitas y con Alfonso Cárdenas, en la calle Luna, frente al desaparecido Teatro Principal, A partir de los 10 años estudiaría, interno, en el Colegio de los Marianistas de Jerez, haciendo la reválida en Sevilla. Su tío Emilio Bootello, era el propietario del famoso transporte local conocido como 'el autobús de Bootello'.

Existen en España, a fecha de hoy 152 personas con el apellido Bootello, --de procedencia portuguesa--, lo que lo convierte en el 3656 apellido más frecuente, con 17 censados en la provincia de Cádiz.

Juan Luis estudia la carrera de Medicina en la Facultad de Cádiz, junto a otro porteño, Eduardo Pastor Nimo, finalizándola en 1955, partiendo de nuevo a Sevilla para hacer la especialidad en Pediatría. La cátedra de Pediatría estaba en el Hospital Macarena. A continuación le ofrecen la oportunidad de ser médico interino del Seguro de Enfermedad, y entra a formar parte de lo que hoy se conoce como la Seguridad Social, en 1959. Recuerda nuestro protagonista que el día que más visitas atendió en la Consulta 'del Seguro' hizo record con 169, a los que había que añadir las visitas domiciliarias y las que atendió en su consulta privada.

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Juan Luis, en el centro de la imagen, con un grupo de pediatras, durante un paseo fluvial por el Guadalquivir. A su derecha el médico portuense Eduardo Pastor Nimo. A su izquierda Eduardo Molina Font, Manuel Vidal y Jaime Aparicio Santos.

Juan Luis, que ha salvado muchas vidas, entre ellas la de quien esto suscribe y la de su hijo, estuvo ejerciendo hasta casi los 70 años, hata el año 2001 en que se jubila, aunque siguió prestando sus servicios en su consulta privada en la calle Micaela Aramburu, y más adelante en la Polimédica Girme, en la calle Los Toreros. Estudioso toda su vida --"no me quedaba mas remedio, si quería estar al día"--, siempre ha estado pendiente de libros, revistas, informes médicos, congresos, ... No eran aun los tiempos de internet, de cuyas facilidades se dió cuenta cuando aprendió a manejarse en la red, una vez finalizada su vida laboral, con la jubilación.

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Juan Luis, con su hija África, que en la actualidad reside en Ginebra (Suiza).

Se casó en 1962 con María Dolores Ruiz Paullada, también de la profesión pues ha sido enfermera técnica en laboratorio. Disfruta de su jubilación felizmente en su casa de la Costa Oeste. De dicho matrimonio ha tenido una hija, de nombre África, Licenciada en Derecho que vive en Ginebra (Suiza), trabajando en una entidad bancaria.

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Juan Luis junto a Eduardo Barco, tras la captura de un venado. A la izquierda de la imagen, el ponferradino Eduardo Bodelón Velasco, que vive en El Puerto.

Aficionado desde chico, como su padre, a la caza y la pesca, es además un gran aficionado taurino que incluso hizo sus pinitos en el mundo del toreo, poniéndose delante de algunas becerrillas, junto a su padre en los tentaderos de Osborne y Villamarta, entre otros. Pero era miope y como afirma "¿quien ha visto un torero en aquella época con gafas?".

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Con la captura tras un día de pesca, con su buen amigo ya desaparecido, el abogado sevillano Juan Manuel Jiménez Minaya, en agosto de 1993.

EL INSÓLITO CASO DE POLIO.
Atendió 36 casos de polio, considerada una epidemia, caracterizándose como 'parálisis ascendente' y había que llevar a los pacientes a Cádiz, y tratarlos en un 'pulmón de acero'. En cierta ocasión tuvo como paciente al hijo de un camarero del Bar Los Pepes, que venía con una carta del catedrático de Cádiz que lo daba por desahuciado, en la que incluso le decía que el paciente no llegaría vivo y tendría que firmarle el certificado de defunción. Pero Juan Luis no se amilanó y el niño salió adelante, trabajando conjuntamente con la familia: consiguió salvarlo y además quedó sin secuelas, siendo un celebrado caso en el que el colega gaditano se interesó por la praxis que Juan Luis había aplicado.

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Con antiguos compañeros del Colegio de los Marianistas de Jerez. De izquierda a derecha Miguel Ballesteros Morales, José Luis Gener, José Manuel Escobar y Juan Luis Bootello.

UN NIÑO NUEVO.
En otra ocasión, estando en consulta con su enfermera, una señora llevaba a su hijo --que era anormalmente delgado-- con frecuencia. Al pequeño paciente lo había sometido nuestro galeno a infinidad de pruebas, sin dar con la causa que le producía aquella delgadez extrema, por lo que ya desesperado Juan Luis le dijo, inocentemente, a la madre: "--Ya lo único que me queda por probar es hacer un niño nuevo", a lo que la madre, con todo el desparpajo del mundo y ante la sorpresa del médico le respondió: "--Don Juan Luis, si  no lo hace es por que usted no quiere". Nunca más se le ocurrió utilizar aquella expresión en una consulta.

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En el Lago de Le Man en Ginebra.

EL 'SOMBRO'.
Otra vez, en consulta, se presentó un matrimonio con su hijo. Y entre exploración y pruebas, el cabeza de familia le preguntó a nuestro médico "--¿Sabe Vd. lo que es un 'Sombro'?, a lo que éste le respondió de forma negativa. "--Si, hombre, es como un fantasma", abundaba el padre del chiquillo, ante la mirada de asombro de Juan Luis que, se reafirmaba diciendo que "--Yo no creo en fantasmas", observando como, por detrás, la madre del paciente le hacía señas con los ojos, de forma afirmativa. Y terminó explicándose el ingenuo e inocente hombre: "--Que si, don Juan Luis, que yo he tenido una experiencia dolorosa con un 'Sombro'. Un día llegué a mi casa, y en el dormitorio, mi mujer me advirtió que detrás de la cortina había un 'Sombro'. Como yo tampoco me lo creía me acerqué a ver y no vea Vd., don Juan Luis, la guantá que me dió el fantasma". Cuando el médico cayó en la cuenta, ante la insistencia de la mujer en sus señales oculares y lo insólito de la historia, Juan Luis no tuvo más remedio que darle la razón.

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Vivienda y consulta que mantuvo Bootello, en Micaela Aramburu, donde estuviera el Hotel Vistalegre.

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En la placidez de su casa, viviendo su jubilosa jubilación.

No mostramos fotografías antiguas de nuestro protagonista dado que en un incendio fortuito que se produjo en la casa materna, en Micaela Aramburu, se perdieron infinidad de efectos personales, entre otros las fotografías familiares.

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alvarorendon_puertosantamariaNo lo puedo evitar: soy del Puerto de Santa María. De un Puerto que no reconozco en estas calles peatonales repletas de motos, bicicletas y semáforos que guiñan en ámbar; de tiendas que “se traspasan”, de casas con cerrojos dobles y multitud de foráneos en pantalones cortos que miran escaparates, vagabundean preguntones con el dinero justo para una mariscada de gambas sin cabezas en Romerijo. De esa calle Luna desconocida que, a medida que se aleja del muelle, más desierta parece; de la primitiva Larga, cada vez más corta, estrecha y custodiada ahora por espantapaseantes verdes que tapan fachadas de edificios emblemáticos, derribados o a punto de caerse por abandono de sus propietarios; de esa Pescadería reconvertida por exigencias del guión turístico en una inmensa bolsa de aparcamiento.

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Parque Calderón. (Foto: Jorge Roa).

En el Parque ya no huele a patatas fritas, ni las farolas iluminan su piso de albero; no suena la sirena del Tiovivo de Bañuls, ni se practica el plácido juego del bicheo o mireo de esas chicas que huelen a tomillo, romero y espliego, recién lavadas con agua de pozo, que sonreían al cruzarnos durante el tiempo para la exhibición que significaba el tontódromo Larga-Luna-Parque, ida y vuelta, símbolo de la eternidad. Hoy el paseo se ha reconvertido, como casi todo. Ahora se llama sabatina con copita y tapitas por Herrería-Misericoria-Ribera; y ya no se luce el autóctono.

Tampoco se oye el pregoneo de las tajaítas, del pulpo seco, del camarón o del buen higo chumbo, dulce y fresquito, sobre un saco que cubría un cuarto de barra de hielo comprada en Jesús Cautivo. Han cerrado muchos de los comercios más emblemáticos, donde solíamos acudir para ahuyentar el hambre.

monumento_munozseca_puertosantamariaNi siquiera queda albero en la plaza de Peral. Se ha enlosado, quizás para que el genial don Pedro Muñoz Seca pasee sin ensuciarse sus recién estrenados zapatos de bronce, ahora que le pusieron piernas; aunque el injerto quede poco disimulado. De los azulejos de la tramoya decorativa del foro semicircular donde se ubica aún se vislumbra la frescura y el misterio que tuvieron antaño. En las pérgolas laterales, bajo la densa enredadera de buganvillas se reunían las pandillas del centro y de la placilla. Recuerdo que en las largas esperas confeccionábamos collares y pulseras con las hojas escamosas de las viejas Araucarias, después de terminar la merienda de pan con carne de membrillo o aceite y azúcar (poco aceite y poca azúcar). Jugábamos a la palmá y al coger. El palomar, que sólo tuvo palomas un año, lo utilizaban los jardineros como cuarto de aperos; como prisión, la chiquillería, porque su poyete generoso dejaba espacio para el asiento, a medida que se iba llenando de cogidos a la espera de la palmada que los liberase.

En los descansos pelábamos pipas de girasol, compradas en el carrillo de Severo, en una bocacalle de la Placilla, en un lateral del Teatro Principal de Nuchera. Por una perra chica te llenaba el bolsillo de los pantalones cortos; pero, ¿quién tenía una perra chica en aquel tiempo?

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El Carrillo de Severo, atendido por su mujer, Rafaela Morón. (Foto: Misalo).

Abandonábamos la enciclopedia y los cuadernos de cuentas y caligrafía en casa, y corríamos a sentarnos en las espalderas de los bancos de azulejos vidriados, de espaldas al monumento dedicado a la lectura: Cervantes, Fernán Caballero, Góngora, Fray Luis, los Quinteros, Muñoz Seca…, en un pueblo con nimia biblioteca. La que se levantó en los terrenos del Racing Club Portuense vino mucho después, cuando la juventud nos hizo huir buscando lo que creíamos no obtener en el pueblo.

donjuanelcojo__puertosantamariaEl último comentario de don Juan el cojo, el maestro de la calle san Sebastián. Había llamado por enésima vez a Sánchez para castigarle por molestar a los de atrás del largo pupitre compartido con otros diez. El castigo siempre era el mismo: tirarle de las patillas hasta que se le saltasen las lágrimas. Lo de don Juan tenía mérito. Por la mañana, de nueve a dos, y de tres a cinco por la tarde, encerrado en una habitación donde cabíamos unos cien alumnos de distintas edades y niveles. En una casa-palacio que conoció mejores tiempos en el diecinueve, con un balcón que daba a la calle, donde subía el ruido de los mulos cargados con cacharros de barro para cocinar, barquitos con fruta para el Mercado y el chiflado afilador. En la esquina había una tasca donde se expendía vino a granel, lugar asiduo de braceros y desempleados.

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Colegio de don Juan Díaz, en la calle San Sebastián (Foto: JMM).

Yo venía del Asilo, en la calle Cielos, y estaba acostumbrado a formar en el patio vestido con traje de marinero azul marino, frente a una virgen de túnica rosa y toga celeste a juego con los ojos. Me daba pena. Tenía las manos atadas con un rosario y apenas levantaba su retraída mirada, apalancada en una rocalla de cuyos intersticios brotaba una selva tropical. La gigantesca directora, que hacía por monja y media, situada descaradamente junto a la virgen –que no admitía comparación–, y subida al primer peldaño de la escalera de mármol, nos animaba a ir a una batalla contra los protestantes y declararnos amantes del sagrado corazón:? «Fuera, fuera, protestante./ Fuera de nuestra nación/ que queremos ser amantes/ del Sagrado Corazón./ Viva Dios, que nunca muera,/ y la santa Tradición/ estas monjas benditas/ que nos dan la educación.»

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Fachada de la Iglesia del Asilo de Huérfanas, en la calle Cielos. (Foto: Colección Vicente González).

A Pepe Mesa y a mi, que compartíamos el mismo pupitre junto al balcón de la bandera, nos tocó la señorita Luisa, pecosa y agradable. Cuando se abrían los cristales nos llegaban olores dispares, el del carro de la basura y el de los bollos de pan recién hecho. Hablo de los años sesenta, de cuando las panaderías estaban abastecidas y el estraperlo funcionaba para los electrodomésticos y piezas de recambio. El pan se pregonaba por los portales al tiempo que se repartía a los abonados a la viena, al chusco, a la telera o a la barra. El repartidor tiraba de un carrillo con tres ruedas sobre las que se asentaba un cajón abierto por arriba y del que extraía un capazo donde llevaba los distintos tipos.

001. ¡A SANGRE Y FUEGO!No sé cuándo ni dónde aprendí a leer. Si fue con los susurros amables de la señorita María Luisa o con las voces del ogro cojo. Sólo sé que me encantaban los sábados por la mañana, cuando me acercaba a la papelería de Cortés y preguntaba si había venido el cuadernillo apaisado del Capitán Trueno, con carpetilla iluminada e interior en blanco y negro. Del TBO me gustaba  hasta los increíbles disparates del profesor Frank de Copenhague. Mis hermanos eran más de Roberto Alcázar y Pedrín. Mi padre leía El Coyote, sólo para poder dormir por las noches, abatido por un disparo perdido… Hasta los siete años viví entre algodones. Fue durante la primera quincena de aquel florido mayo, cuando renuncié a Satanás, a sus pompas y a sus obras, y prometí seguir siempre a Jesucristo.

Del día de tu primera comunión recuerdas que estrenas traje con botones dorados, zapatos que producen rozaduras y calcetines de canalé que te marcan sus dibujos sobre la planta del pie; que te adjudican un rosario blanco como de niña y un misal de tapas anacaradas con cierre de latón que siempre estaba en el suelo, porque se te resbalaba de las manos forradas con guantes de algodón. Sólo soportas la hora larga del ritual, donde todo el mundo trata de endulzar un acto que ha perdido con los años el sentido esotérico, por los regalos del final del banquete con chocolate. Y cincuenta años después te sigues preguntando qué puñetas eran las “pompas” de Satanás. Debían tratarse de las pompas fúnebres, empleadas para acojonar a los niños.

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Ramon Zarco y Luis Ortega. (Fotos: Academia de Bellas Artes).

Me gustaba el dibujo y la música, pero no me gustó que mi madre me apuntara a Solfeo y Dibujo en la Academia santa Cecilia, dos días a la semana. Pronto supe que se habían acabado los bolindres y los hoyos en la calle san Sebastián, y que las tardes se acortaron para siempre. De la Academia recuerdo el olor a pino de Flandes de los pianos del profesor Zarco, en la planta baja, y el olor a goma de borrar y madera de cedro de los carboncillo del piso superior, donde un joven Luis Ortega se esforzaba en habituarnos a mirar a través de sus ojos.

A veces, el tiempo es como el viajero camuflado en los bancos de la estación de la vida, que ve pasar los días como trenes veloces y piensa, desbordado por la frustración, que el siguiente es el suyo. En otras, es la estación la que pasa fulminante detrás del cristal entreabierto de la ventanilla, mientras sigues pensando que en veintitantas estaciones más llegará la tuya. En todos ellos viajan gente solitaria, personas que se resisten a salir de la nube de vapor que rebufa los bajos de la máquina, o se acodan en las escalerillas metálicas de acceso al vagón. Ves jóvenes que sonríen casi con cualquier cosa, señoras desesperadas esperando a que la prima hermana de Diógenes acabe de bajar los bultos donde guarda media vida, y la multitud ansiosa que explora los aledaños del gusano metálico. Asomado a la vida de afuera, con el cristal bajado, escrutas rostros, valoras gestos y evalúas evidencias. Los primeros compases de la puesta en marcha de la torpe máquina te adormecen y sólo treinta segundos antes te apeas. Que aquel no era el tuyo.

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El ferrobús, a su paso por la estación de El Puerto en junio de 1962. (Foto: Rafa. Archivo Municipal).

Clavado al único asiento que resistió la embestida de la última litrona, entre la duda de esperar o desesperar, compruebas cómo te quedas solo y que el andén cubierto por la techumbre metálica agrisa un paisaje violeta con leves pinceladas de anaranjado; en un atardecer, lánguido y mortecino.

Sabes que a pesar de la distancia, del tiempo y del deseo, nadie te espera ya. Que los pueblos, las nubes, las vacas paciendo en idílicos prados, incluso la conversación de la señora que se subió en la penúltima parada e intenta desviar tu visión, son un sueño, una ficción creada por tu memoria. La vida, el tiempo son sólo recuerdos, cadáveres que fuiste dejando en la cuneta.

Incapaz de parar lo inevitable, alzas el cuello del abrigo porque empieza a refrescar y cierras el libro que te tiene aprisionado en el ayer de la página 135. Buscas la complicidad del espacio para echar una cabezadita y, entonces, piensas que el haber nacido en el aislamiento de un pueblo como el mío, no significa que hayas crecido en soledad; pero, ¡a quién le puede importar ya…! (Texto: Álvaro Rendón).


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Alvaro Rendón Gómez nació en El Puerto. De joven era aficionado a la música, tenía en su casa un estudio donde se reunía con sus amigos, de nombre ‘El Panteón’ (ver nótula 660 de Gente del Puerto) Fue vocal de música de Memphis, la sección juvenil de la Agrupación Cultural Medusa, de tan buenos recuerdos. Se marcha a estudiar fuera: Bellas Artes en Madrid y Sevilla, donde se licenció en 1975. Fue nombrado Caballero Rosacruz en 1976. Dos años más tarde obtuvo una Cátedra de Instituto por oposición. Comenzó a estudiar Cabalá Hermética en 1968 y se convirtió en Iluminatti en 1986. A principios de la década de los 90 descubrió la Geometría Especulativa como método de análisis de la realidad, y de este interés surgieron varias publicaciones: "Mapas Geométricos" (edición propia); y, entre 2000 y 2001, los volúmenes primero y y la primera parte del segundo de "Geometría paso a paso". En 2008 publica, junto a Juan Eslava Galán, 'La lápida templaria descifrada', "La última investigación histórica, extensamente documentada, sobre una de las más preciadas reliquias que posiblemente fue la causante de que cambiara parte de la historia debido a la tremenda fuerza espiritual y material que poseía en tiempos pretéritos", según afirma Francisco Contreras.

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De izquierda a derecha, Álvaro Rendón, Pepo Guerrero y Abraham –José Antonio Zambrano–, durante una actuación en el Instituto Laboral. (Foto: Colección Pepo Guerrero).

De pequeño «me gustaba el dibujo y la música, pero no me gustó que mi madre me apuntara a Solfeo y Dibujo en la Academia santa Cecilia, dos días a la semana. Pronto supe que se habían acabado los bolindres y los hoyos en la calle san Sebastián, y que las tardes se acortaron para siempre. De la Academia recuerdo el olor a pino de Flandes de los pianos del profesor Zarco, en la planta baja, y el olor a goma de borrar y madera de cedro de los carboncillo del piso superior, donde un joven Luis Ortega se esforzaba en habituarnos a mirar a través de sus ojos».

Vive en Sevilla, aunque siempre que puede se escapa a Valdelagrana, donde comparte con su  mujer un apartamento --propiedad de la primera se apresura en asegurar--, que según afirma el propio Alvaro, cumple con la Ley de Costas, espacio del que disfruta cuando lo dejan el Levante y el Poniente.

geometriapasoapaso_alvarorendonGEOMETRÍA PASO A PASO. (Ed. Tebar).
Este libro de Álvaro Rendón se diferencia del resto de las publicaciones en el método que emplea tratando cada caso en todos los sistemas a la vez (Acotado, Diédrico, Isométrico, Caballera y Cónico). Este tratamiento nunca antes se había desarrollado de esta forma tan clara y rotunda.

Álvaro Rendón tiene una prolífica producción en libros sobre Geometría publicado por  «Tébar, editorial». De los volúmenes sobre "Geometría paso a paso", --con más de 5.000 dibujos cada uno, setecientas páginas, esquemas, diccionarios, índices, etcétera; todo confeccionado en Free Hand e Ilustrator,y maquetado en QuarkXpress--, sólo se publicaron el Tomo I y la primera parte del Tomo II por desavenencias con el editor. Tiene en su poder, los diez tomos que les seguían, incluida la segunda parte de ese segundo volumen. «Espero poder editarlos, aunque sea por mi cuenta y riesgo, doscientos o trescientos ejemplares para regalar, si acaso». Con Alejandro Redondo Torres y Jorge Quintana Palma tiene publicado otros libros sobre dibujo técnico, en la misma editorial.

lapidatemplariadescrifadaLA LÁPIDA TEMPLARIA DESCIFRADA. (Ed. Zenith).
De Juan Eslava Galán y Álvaro Rendón.
Sobre la Mesa de Salomón se grabó la formulación cabalística del Shem Shemaforash, el poder que permite acceder a Dios. Debido a su inmensa fuerza espiritual y material, desde el momento de su pérdida y hasta nuestros días, los templarios y la Iglesia han tratado con ahínco de recuperarla. La estrecha relación que une la Mesa de Salomón con la lápida templaria recuperada hace unos años en Arjona, Jaén, ha hecho que algunos estudiosos aseguren que ésta es una reproducción exacta del código de sabiduría desaparecido hace varios siglos. Esta obra, extensamente documentada, supone la más reciente aportación a los estudios sobre la lápida de Arjona y la Mesa de Salomón. Las explicaciones del lenguaje de la Cabalá, de sus códigos geométricos y de las diferentes interpretaciones de los grabados tratan de desentrañar un enigma que ha fascinado no sólo a los templarios, sino también a modernos investigadores de los misterios de la geometría cabalística.

Alvaro tiene agente literario en la persona de Silvia Bastos, de Barcelona, que le tiene asignado a Pau Centellas quien lleva sus asuntos con Planeta, editorial con la que colabora en «pequeñas cosas» como las llama nuestro protagonista.

Ha escrito poesía, relatos, cuentos, novelas y, sobre todo, ensayos. Todo está a la espera del resurgir económico. Mientras, mantiene un blog literario alvarengomez.wordpress.com

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albertoboutelliercaparros_puertosantamariaAlberto Boutellier Caparrós nació el 31 de octubre de 1933, en Málaga. Lleva viviendo entre nosotros, desde 1975, es decir desde hace 35 años, casi la mitad de su vida. Con pocos meses sus padres le llevaron a Melilla, donde a los tres años pudo vivir el desastre de la guerra incivil. Del matrimonio formado por sus padres, Alberto y María Antonia, nacieron 6 hermanos de los que Alberto es el mayor, dos de ellos fallecidos a los pocos años de vida, fueron enterrados en los cementerios de Larache y Alcazarquivir, donde eventualmente vivieron sus padres. En la actualidad solo son dos hermanos los que sobreviven.

Hasta los 19 años no llegaría a conocer bien su casa, pues vivió en Málaga, Alhaurín el Grande, Melilla, Madrid, Ceuta, Cartagena, Murcia, Valle de Arán, Lérida y Valladolid. De los 20 a los 28 viviría en Melilla, Nador, Ben Tieb, Monte Arruit y Tistuin. Tras distintos avatares, fué admitido como funcionario contratado en la Intervención Territorial del Quert, en Nador y posteriormente en Ben Tieb (a 15 kilómetros del tristemente  Annual), Tistutin y Monte Arruit.

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Con sus padres y hermano, en 1938, en Melilla, a los cinco años.

Vivió la independencia de Marruecos, su cambio de moneda y colaboró en los inicios de aquellos años difíciles mientras se producía la guerra de Ifni y el aplastamiento de la rebelión de Alhucemas: escuchaba los cañonazos que se producían a escasos 50 kilómetros. Poco después, abandonó aquella tierra, no sin antes haber recorrido todo el Rif, Chauen, Tetuan y Tánger. La fascinación que le producía este país, lee llevó a recorrer a finales de la década de los cincuenta  del pasado siglo, Oujda, Mequinez, Fez, Marrakech, Casablanca y Rabat.

albertoboutellier2_puertosantamariaSU PRIMER CARNET DE CONDUCIR.
«7 de abril de 1956. Es declarada la independencia de Marruecos sobre los territorios en los que  España, ejercía su Protectorado, 36 dias después que lo hubiese hecho Francia.  Yo residía  en Ben Tieb (Rif). como funcionario contratado por el Servicio de Intervenciones. Este hecho extinguía el contrato que por más de cuatro años había mantenido con España. El cese, me fue compensado con una indemnización de aproximadamente 23.000 ptas. Después, por medio de un convenio de asistencia técnico-administrativo de España con Marruecos, la inmensa mayoría, continuó en sus mismos puestos, ejerciendo las mismas funciones, a las órdenes de una  autoridad marroquí.

Decidí comprarme un vehículo y me desplacé a Tetuán.  Allí un taxista, me vendió su coche, un Citröen mod. 11 ligero “pato”, por 17.000 pesetas y tras una rocambolesca historia, decidí llevarme mi “pato” de Tetuán a Melilla.

albertoboutellier_3_puertosantamariaLa carretera existente, cuyas condiciones en aquellos años y la orografía del terreno, la hacían apta solo para conductores experimentados. Yo había conducido durante 4 o cinco kms. en una sola ocasión, un jeep,  por un carril terrizo y sin dificultades, era todo mi bagaje como conductor.

Con la osadía propia de los 24 años, me presenté en la oficina de obras públicas de Tetúan. Fui recibido por el responsable del departamento. Tras unas preguntas sobre algunas señales de tráfico y alguna pregunta trampa, tomó la decisión de no concederme el permiso de conducir, al considerar muy arriesgado permitir el viaje de Tetuán a Melilla. Unos mecánicos que casualmente iban a Melilla, me hicieron el favor de conducirlo. A los pocos días, realizadas una pequeñas prácticas de aparcamiento, decidí intentarlo de nuevo en Nador, donde, tras demostrar al técnico que sabía aparcar con más o menos dificultad, decidió concederme el carnet de conducir.»

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Un deportivo Alberto, el segundo por la derecha, en la fila superior.

REGRESO A LA PENÍNSULA.
Desde los 28 hasta la fecha ha vivido en Sevilla, Madrid, Barcelona y ya en 1975, en  El Puerto de Santa María donde felizmente continúa desde hace 35 años. Había estudiado el Bachillerato Superior en el colegio de los Maristas de Lérida y se preparó durante dos años para el ingreso en la Academia General Militar, algo que no continuaría. Luego vendría la formación específica para la dirección de empresas, comunicación, etc., con cursos continuados en Goldman, Tea Cegos y otros, que fueron una constante en su vida profesional.

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De viaje por Japón.

CRONOLOGÍA DE UN TRABAJADOR.

  • De  1951 a 1959 Funcionario administrativo en la Intervención Territorial  de Nador (Marruecos)
  • De  1959 a 1962  Vendedor a domicilio en Madrid de aspiradores, pasando de vendedor a jefe de grupo en Madrid, y de ahí, a director regional en  Sevilla.
  • De 1963 a 1975 Director para Andalucía de Balay, los últimos tres años como Director nacional de ventas. Sevilla, Madrid y Zaragoza
  • De 1975 a 1977, creador de la S.A. SADES, como socio industrial  con el 50% de las acciones, en El Puerto de Santa María.
  • De 1977 a 1997 Promotor de la Empresa Verdi, con tiendas dedicadas a la música y alta fidelidad en El Puerto, 2 en Jerez, Ubrique, Rota y depósito en  San Fernando.
  • Creó el primer estudio de videoproducción de la provincia y además fuepromotor de Canal 21 TV, junto con Juan Vaca y Carlos Campoy, a finales de la década de los ochenta del siglo pasado, de efímera vida por problemas administrativos.
  • De 1997 hasta la fecha promotor de la SCA Video Verdi, en la que continúa como socio no activo y consejero.

albertoboutellier_6_puertosantamariaSU FAMILIA EN EL PUERTO.
Casado con la única mujer de su vida, Gloria. Hoy a sus 74 años, sigue "llevando el negocio de instrumentos musicales en la calle Palacios. La conoció en Melilla, tras dos años de novios, llevan ya 53 de casados. En  2007, celebraron sus bodas de oro. Tienen seis hijos y 11 nietos. Con ellos ha viajado siempre que ha podido, algo que le encanta: Marruecos, Portugal, Francia, Luxemburgo, Bélgica, Holanda, Gran Bretaña, Alemania, Austria, Yugoeslavia, Italia --su segunda patria a la ha visitado en numerosas ocasiones--, Japón, Tahilandia, ... (En la imagen, sacada del carnet de Familia Numerosa, en 1975, recién llegado a El Puerto).

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Una simpática caracterización para la portada de la banda sonora de Doctor Zhivago.

«--Amigos, lamentablemente pocos, algunos ya desaparecidos; y conocidos, de más o menos relevancia, muchos. Al no hacer gran vida social, no he podido cultivar la amistad en profundidad».

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Alberto y Gloria con sus hijos, en una reunión familiar.

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Alberto y Gloria, recién llegados a El Puerto.

LAS AFICIONES Y LA ESCRITURA.
Le gusta el fútbol, los toros y la pesca, lee y escribe novela y poesía, además de mantener sendos blogs donde desahoga sus pensamientos y hace análisis social y político. Además de pintar es aficionado a visitar todos los museos posibles en repetidas ocasiones.

albertoboutellier9_puertosantamariaTiene iniciados e inconclusos, una autobiografía, una novela costumbrista, y una novela histórica. «--También estoy escribiendo poesía por si algún día, me sale una buena y las encuaderno. He descubierto cómo la poesía es una expresión de nuestras ideas, emociones y fundamentalmente de nuestros sentimientos, y llegados a este momento me he dicho, tu también lo puedes hacer». (En la imagen de la izquierda, con su mujer, en una recordada foto de novios).

«--Soy anciano por edad pero me resisto a aceptarlo y me rebelo porque aún conservo más capacidades que disfunciones, aunque veo como mi recorrido vital está llegando al inevitable final. Mentalmente desfilan hechos, actitudes, decisiones, acciones y omisiones, el inmenso tesoro de los años que he tenido en mis manos para potenciar las capacidades que he recibido y el tiempo despilfarrado al no aumentarlas y mejorarlas, me conduce inexorablemente a la melancolía, que si fuera capaz de transmitir al papel, serviría de desahogo y seguro que de expiación e indulgencia. Por ello, voy a intentar la aventura de escribir, aunque sea con nostalgia y melancolía.»

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El fin de semana de los pasados 29 y 30 de mayo se han reunido en El Puerto 70 familiares procedentes de toda España para celebrar un Encuentro en la cuna de los Alba. Muchos de ellos no se conocían físicamente y han aprovechado para documentarse de lo que fue y es hoy en día su familia.

Cuando Luis de Alba Clares y Teresa Navas Ramos decidieron casarse en la intimidad de su casa a principios del siglo XX, seguro que nunca les dio por pensar que tendrían una descendencia tan grande: sus diez hijos no solo se quedaron en la Muy Noble y Muy Leal Ciudad y Granl Puerto de Santa María, sino que los Alba se dividieron y volvieron a dividir hasta fundar familias en Toledo, Islas Canarias, Granada, Huesca, Sevilla, Madrid, etc, etc.

El primer Alba que viviera en El Puerto del que se tiene conocimiento, fue en el siglo XIX: Cipriano de Alba Rodríguez,  quien estaba casado con Carmen Clares de Lassaleta. Militar de carrera, llegó procedente del Norte de África. Vivieron frente a la puerta de la Sacristía de la Iglesia Mayor Prioral. Tenían diez hijos, entre ellos Luís de Alba Clares, quien, aunque naciera en Badajoz en el año 1877, pasó una parte importante de su vida en nuestra Ciudad.

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Luis de Alba y Teresa Navas, en la foto oficial de bodas.

Luis de Alba Clares se casa con Teresa Navas Ramos, hija del famoso médico Plácido Navas Villasclaras, en el salón del domicilio paterno en Vergel del Conde nº 16, un 18 de abril de 1900. Luis se hizo militar como su padre, con 19 años. Tuvieron diez hijos que fueron naciendo allí donde era destinado: Fuerteventura, Málaga, Melilla, Toledo…

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Plácido Navas Villasclaras, médico que fue de la Plaza de Toros, con bigote, a la izquierda de la imagen, padre de Teresa Navas, casada con Luis de Alba. El tercero por la derecha, en primera fila, Enrique Máiquez Adán, también médico y abuelo de Enrique, José María y Consuelo García Máiquez.

El que se quedó en El Puerto fue José Alba Navas, quien nace en Málaga, de casualidad, en 1913. Pero El Puerto le cautivó (bueno, más que El Puerto, una portuense… Milagros Medinilla Medinilla -Lalo-, que aparecen en la foto inferior, el día de su boda.

josealbanavas_puertosantamariaComienza José a trabajar en las Bodegas Osborne, y hace sus pinitos en política fundando un partido que nunca llegó a cuajar. Durante el inicio de la Guerra Civil es movilizado y sirve como alférez provisional en África.  En uno de los permisos, vuelve y se casa con Lalo el 17 de octubre de 1938. Tras la contienda se van a vivir de alquiler a la calle Pagador,  y más tarde a Cielo nº 81. Le han guardado su puesto en la bodega Osborne. Fruto de esta relación nacen 6 hijos: José, Milagros, María Teresa, Luís, Inmaculada y María Ángeles Alba Medinilla. En los años 60, siendo Alcalde Luis Portillo, fue concejal de Fiestas. Igualmente fue miembro activo del Racing Club Portuense y tesorero de las Conferencias de San Vicente de Paúl, organización encargada de visitar en sus domicilios a enfermos, a los que entregaban bonos de pan y leche. En el año 1962, Osborne le traslada a Tomelloso (Ciudad Real) donde pasa varios años y cuando se jubila decide irse con su mujer y su hija aún soltera, María Ángeles, a Sevilla, donde fallece a los 78 años de edad.

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La famlia Alba Medinilla, formada por José y Lalo, y sus descendencia: José, Milagros, María Teresa, Luís, Inmaculada y María Ángeles

Su primogénito es José Alba Medinilla quien nace el 24 de septiembre de 1939 en El Puerto. Va a estudiar Ingeniería a Madrid (iba para Industriales pero terminó en Minas). Se casa con Josefina Chao Arroyo. Tienen cuatro hijos: María, José, Almudena y Pablo. Tiene ya seis nietos. Su pasión: el mar de Los Caños de Meca.

Milagros Alba Medinilla. Nace en El Puerto el 3 de mayo de 1941. Era la polvorilla de la casa. Se casa el 14 de septiembre de 1968 con el oftalmólogo sevillano José Martínez Román y se afinca en Sevilla. Tienen 7 hijos: Carlota, Milagros; Inmaculada; José; Leonor; Rafael y Diego y dos nietas. Sigue muy vinculada a El Puerto, donde posee un apartamento en Valdelagrana, que es el punto de reunión de su familia.

hojalunes_23junio1968María Teresa Alba Medinilla. Nace el 29 de diciembre de 1942, aunque su carné de identidad dice 1 de enero de 1943, porque el Registro Civil estaba ya cerrado cuando su padre “se acordó” de ir a inscribirla, y así evitó la multa. Se casa con José Luis López  Franco el 26 de diciembre de 1964 y viven desde entonces en El Puerto. Todos sus hijos son portuenses: María Teresa; María José; José Luis, Santiago y Fernando. Tiene dos nietos. (En la imagen, natalicio de su hijo José Luis, publicado en la Hoja del Lunes del 23 de junio de 1968).

luisalbamedinilla_puertosantamariaLuis Alba Medinilla. Nace en 11 de diciembre de 1944  Desde muy joven quiso ser sacerdote y tenía montando en un armario de la calle Cielo un altar desde donde impartía “misa” a todos sus hermanos. Licenciado en Derecho por la Universidad de Salamanca. Se casa el 14 de junio de 1976 con Consuelo Guerra Pérez. Tiene dos hijas, Susana y Beatriz. Ya jubilado, vive en Madrid aunque hace poco ha vuelto a sus raíces: se ha comprado una casa en El Puerto y ha ingresado en la Hermandad de la Flagelación de donde es secretario segundo y archivero.

Inmaculada Alba Medinilla. Nace en El Puerto el 9 de diciembre de 1946. Hay una graciosa anécdota: de pequeña la eligen para encarnar la figura de “España” en un paso de la Virgen del Pilar, en la Procesión Magna Mariana del centenario del dogma de la Inmaculada Concepción, y la suben toda vestida de blanco en el paso de la Virgen del Pilar. La gente se queda impresionada y corre la voz de que era una niña paralítica que la Virgen había sanado. (Imagen inferior).

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Estudia enfermería en Madrid y se casa con el médico gallego David Liste Jiménez el 13 de junio de 1969. Tiene cuatro hijos: David, Miguel Ángel; Rafael y  Luis y tres nietas. También pasa largas temporadas en El Puerto, en su casa de Valdelagrana.

angelesalbamedinilla_puertosantamariaMaría de los Ángeles Alba Medinilla. Nace el  20 de diciembre de 1949.  La más pequeña, la “pelusa”. De ahí el apodo cariñoso que le pone su padre (Peli) que hoy conserva.   Se casa con Joaquín Aleu Morales el 29 de diciembre de 1984 y se traslada a vivir a Puerto Real, donde vive actualmente. Enfermera, trabaja durante muchos años en el Hospital Zamacola en Cádiz y ahora está ya jubilada. Ambos son unos enamorados del campo: tienen una casa en El Marquesado con una parcela donde siembran de todo. Hace poco celebraron por todo lo alto sus bodas de plata. Tiene un hijo, Francisco José.

La familia, a lo largo de este tiempo, desde los abuelos Luis y María Teresa, ha permanecido en contacto más o menos continuo. En una época en que no había teléfonos móviles, e-mails y mucho menos “er Facebú”, las cartas de la Abuela Teresa a sus hijos y nietos eran constantes Una vez faltó la bisabuela María Teresa, fue la tía Carmela Alba Navas la que “heredó” el papel de informadora oficial de los aconteceres familiares.

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Hoy en día viven en El Puerto varios descendientes de esos primeros Alba:  de la Familia López Alba, José Luis y María Alba Chao, a quienes vemos en la fotografía del Encuentro Familiar realizado en El Puerto, con las bandas de 'Reyes de los Alba 2010', que los acreditan.

José Luis López Alba nace en El Puerto el 12 de junio de 1968. Pertenece a la hermandad del Dolor y Sacrificio, como toda su familia, de la que llegó a formar parte de su Junta de Gobierno durante doce años. Muy familiar, aunque vive independiente, siente debilidad por sus sobrinos. Es Licenciado en Derecho y trabaja como Jefe de Administración para la Agencia de Repsol Butano, J. Sánchez-Cossío, S.L.

María Alba Chao nace en Madrid el 11 de enero de 1967, aunque vive en El Puerto desde hace 15 años. Periodista de profesión, ha trabajado en varios medios de comunicación de la provincia y en la actualidad es Responsable de Comunicación en la Empresa de Aguas de El Puerto. Está casada con Francisco. Javier de la Flor Benítez y tiene un hijo de 9 años, Javier. Es sobrina del también periodista Tico Medina.

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Otra fotografía del encuentro de los Alba en El Puerto, en la visita a la Hermandad del Dolor y Sacrificio.

(Agradecemos a María Alba Chao y José Luis López Alba, el trabajo de investigación realizado para la realización de esta nótula, así como la recopilación de imágenes que ofrecemos).

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Chiqui Fly en la actualidad. /Foto de Alberto Boutellier Muñoz.

Bajo el nombre del grupo de rock alternativo Chiqui Fly Travel Nirvana, Francisco 'Chiqui'  Áspera Jiménez representaba un papel que a veces se confundía con la realidad.

chiquiflytravelnirvana2_puertosantamariaPosiblemente fue, con aquella ¿música? que tocaba a finales de los setenta del siglo pasado, un adelantado a su tiempo. Lo que hacía entonces lo hacen hoy, con éxito algunos grupos actuales: una extraña melange en la que la ¿música? es el hilo conductor. Aun recordamos aquellas actuaciones, en medio del escenario, con un mapa lunar y una varita, señalando para un indeterminado lugar de la Luna. (En la imagen de la izquierda, con la capa azul y con estrellas que usaba en sus actuaciones y con la que incluso se casó en la Prioral).

Chiqui tenía una de las mejores guitarras que se podían tener hace 30 años. Lo de menos era el uso que hacía de ella, con su sonido impecable. Solía ir a sus actuaciones ataviado con una capa azul con estrellas, con la que incluso se casó en la Iglesia Mayor Prioral con Margari Gallardo, la hija del frutero que había en la calle Ganado, un poco más abajo de La Divina Pastora y la Droguería Cárave. La había conocido en el desaparecido 'Tierra Mar y Vino'. Chiqui se fue a vivir a casa de los suegros  --básicamente una buena persona--, detrás de donde vivía otro amigo de la época, Paco Guerra, cerca de la Plaza de Toros. Tuvieron cuatro hijos, Isaac Júpiter, Henón Orion y la niña, Andrómeda, quienes se criaron en aquel ambiente tan peculiar.

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Festival de Luna Llena 80 de Jerez  --organizado por Marco Polo-- , con Ramoni, el de la Placilla, que se unió al grupo tocando el bajo, a la derecha Chiqui Áspera Jiménez.

Chiqui vivía con su familia en una casa del Grupo de Viviendas ‘Reyes Católicos’, en la calle Postigo, 4. Junto a sus hermanos Javier ‘Lamborgini’, ‘el Kati’ y su hermana Marisa, guapísima, formaban con  sus padres una familia normal de la época, con un padre camionero y una madre ama de casa.

Chiqui, que continúa componiendo y pensando en la música, hace años cogía una Biblia y se iba a la playa de La Puntilla, se subía en lo alto de El Castillito --el restaurante-- y se dedicaba a predicar la palabra, ante la indiferencia, la mayoría de las veces de los bañistas, y la sorna de alguno… Su afición  por los psicotrópicos le propiciarion algún encuentro con la Policía, mas bien desencuentros, que trajo apareado que le requisaran sus equipos musicales, muy buenos, por cierto.

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Chiqui en el cuarto de ensayo junto a su segundo hijo, Enoc Orion Áspera Gallardo, ya fallecido. Detrás su primo José Antonio Gutiérrez Áspera 'el Lúgano'.

Con su primo ‘el Lúgano’, aquel que tenía una tienda de flores frente a la Casa de los Leones, en la Placilla, formó el grupo Chiqui Fly Travel Nirvana. Su padre tenía un campito por la Hijuela del Tío Prieto, de donde se surtían las flores que ponía a la venta. Otro integrante fue Ramoni, también trabajador en la Placilla.

Como afirma el Responsable de Música de Gente del Puerto, Francisco Ramírez Talllón, Koky:  «Hay que destacar que Chiqui tenía los mejores instrumentos que uno se podía comprar en aquella época, finales de los setenta, una guitarra Gibson Les Paul que costaba unas 180.000 pts., un amplificador Marshall, equipo de voces por el estilo, bateria unas 200.000 pts. y pedales y efectos de los mas caros. Solía actuar con una capa azul con estrellas doradas porque las canciones, casi todas instrumentales, las componía el mismo y estaban relacionadas con el universo, las estrellas, la luna, el sol... Los temas eran demasiados extravagantes, quizás algo así como Pink Floid pero mas abstracto, él siempre ha dicho que ha sido un incomprendido en la música que hacia porque se había adelantado en el tiempo y es probable que tenga razón».

lago810Cuenta Juan Fernández, de Bornos, uno de los organizadores del ‘Festival Rock Lago 81’ que «estando en El Puerto de Santa María de pegada de carteles, se nos acercaron unos colegas y nos dijeron que eran componentes de una gran banda y que vendrían gratis como teloneros del Festival: “Chiqui Fly Travel Nirvana” (¡¡Que tios mas malos, pero ellos disfrutaron!!)».

(Agradecemos el envío de fotografías, desde Canarias, a José Antonio Zambrano, 'Abraham').

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«Así llegamos a la ocupación de la casa [Larga, 67 antiguo, 27 moderno y 23 actual] por parte de Carlos Sutton Campbell, al que normalmente citan sus contemporáneos como Carlos S. Campbell debido a que en la firma que poseía desde hacía muchos años utilizaba solo este apellido: “Campbell y Hodges”. Dedicada a la crianza y venta al por mayor de vinos, con tonelería propia, transformó la compañía, que paso a llamarse posteriormente: “Campbell & Co.” (Portada de Larga, 67 antiguo, 27 moderno y 23 actual. Foto: A.G.R.)

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Libro de Registro del Padrón de Habitantes de El Puerto de Santa María, donde figura Carlos Campbell, el primero de la lista. (Foto: A.G.R.)

Este caballero inglés, nacido a principio del XIX en la ciudad de Edmonton, Vicecónsul de Su Majestad Británica en esta ciudad  se había casado por el rito católico en la iglesia Mayor portuense el 2 de Agosto de 1834 con doña Luisa Walsh Linche, enviudando nueve años más tarde. De dicho matrimonio nacieron Carlos Luis, Francisca Guillermina, Juan, Isabel Luisa y Luis Alejandro Campbell Walsh. Seis años después contrajo nuevas nupcias en Woolwich, Inglaterra, con Margarita Murray, quince años más joven, que le dio media docena de hijos. Tres de ellos figuran censados en la casa de Larga  27 en el padrón de 1865: Aurora, Ernesto y Alejandra. Faltaba Isabel, que en esa fecha tendría 14 años y residía con su tía Isabel Norton Campbell, en Inglaterra y aún no habían nacido ni Olga, ni Oscar, que lo harían en los años 1870 y 871 en la propia casa. También estaba censado uno de los hijos del anterior matrimonio, Juan Campbell Walls que en esta fecha tenía 25 años y estaba soltero. Elegido por el padre y educado para ello, sería el continuador de los negocios familiares.

campbell2_puertosantamariaEntre los bienes que conocemos poseía se encontraban tres suertes de tierra en el pago de “Balbaina la Baja” que, juntos, sumaban casi treinta aranzadas sembradas de viñas, con casa de piedra en la que realizaban las faenas de vendimia. El edificio de bodega constaba de cinco naves y un patio que servía de trabajadero de tonelería, con pozo,  en el valle de San Francisco –creemos se trata del ensanche del Campo de Guía-. A espaldas de las naves de bodegas tenía una huerta, nombrada “Santa Susana” compuesta de 8 aranzadas de tierra calma, con casa de piedra, pozo y alberca. Este fue el último inquilino, hacendado y bodeguero, que tuvo la casa.

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Una insólita vista de una de las Bodegas de Campbell, desde los tejados de la Plaza de Toros.

EL CEMENTERIO INGLÉS.
Cerramos el presente capítulo aportando algunos datos sobre una obra suya, desparecida  en la actualidad,  de la que se sintió orgulloso mientras vivió. Se trata del lugar conocido como “Cementerio Inglés” o “Cementerio Protestante” que construyó en terrenos baldíos del Palmar de la Victoria que había comprado al ayuntamiento. Contando con la aprobación gubernamental y con las instrucciones recibidas del lord Obispo de Gibraltar procedió el día 3 de Julio de 1875 a la consagración del lugar, según el rito y ceremonia de la Iglesia de Inglaterra, como camposanto destinado para dar sepultura a los súbditos ingleses y demás extranjeros que profesasen la religión protestante. En un codicilo que redactó el verano de 1878 en la notaría de D. José Maria Palou, expresó su voluntad de que sus herederos cuidasen y conservasen este   recinto, cercado con una tapia de mampostería y dotado de arbolado y jardines.

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Vista aérea del Cementerio Inglés, en la antigua N-IV, a la altura de donde se ecuentra el Centro comercial El Paseo.

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Fachada semiderruida de la desaparecida tapia del Cementerio Inglés. (Foto: Centro Municipal de Patrimonio Histórico).

El paso del tiempo y la extinción de la colonia inglesa existente sepultaron en el olvido y abandono aquel lugar, demoliéndose por necesidades de planificación urbanística de la zona después de cumplirse el siglo de su construcción, con la anuencia de las autoridades británicas a las que solicitó licencia el Ayuntamiento local. [Se construiría un Centro Comercial] (Antonio Gutiérrez, de A.C. Puertoguía. Fragmento de su trabajo inédito «Historiografía social de la Casa Palacio de Larga, num. 67 antiguo»).

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Vista aérea de El Puerto en la década de los setenta. Podemos ver a la izquierda, el Cementerio Inglés. Aún no se habían construído ni PRYCA ni las Galerías de El Paseo.

En marzo de 1997, un octogenario John V. Drysdale Wilson, al que tuvimos oportunidad de  conocer, estuvo visitando El Puerto investigando la historia de su tatarabuelo Charles Sutton Campbell vicecónsul de Inglaterra en El Puerto entre 1834 y 1883, es decir, durante casi 50 años. Nos refirió en aquella visita que su antepasado llegó a nuestra Ciudad procedente de Jamaica, donde su familia tenía plantaciones y empleados en situación de casi esclavitud, algo que no le gustaba y por eso cambió la orientación de sus negocios. Aquí se estableció en el Pago de Balbaína, por la carretera de Sanlúcar, detrás de la Viña del Caballo, en un lugar conocido por la gente del campo como ‘Locambre’, --Lo de Campbell-- algo que le resultaba difícil de pronunciar al campero. Y tuvo oportunidad de visitar entonces tanto la Viña Maria Luisa como la Bodega de Campbell & Co, que en 1997 pertenecía a Osborne. (Texto: José María Morillo).

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