
Rafael Esteban Poullet nace en la Calle Larga, 13-15, el 26 de marzo de 1935. Hijo de José y Carmen, es el primogénito de 12 hermanos. Muy involucrado con el sector de la vitivinicultura, a su pesar, estuvo trabajando con su hermano Enrique y con su padre, en la Fábrica de Productos Enológicos que estuvo abierta desde 1905 hasta que, a finales del siglo XX, tuvo que cerrar víctima de la enésima reconversión del sector vinícola de la zona. Ahora, a destiempo, se dedica a todo lo que siempre quiso hacer, a las actividades culturales que siempre tuvo en un segundo plano pues, desde la vuelta del servicio militar el negocio familiar de los Poullet.
«A la tierra en la que uno nace se le toma aprecio, pero no siempre se acaba amándola como un amante ardiente y perseverante. El azar que nos ha permitido cautivos gozar de la existencia, no siempre acierta en nuestros deseos de plenitud con el horizonte de la mañana. Este es el caso de Rafael Esteban Poullet, nacido en las Puertas de Hércules en 1935. Cultivado en las ciencia del Mediterráneo, su hedonismo vitalista y creativo siempre está en lance con el tempestuoso Océano, lustros de convivencia con el que ha sabido pactar, empero, una armonía no siempre exenta de las sombras de la intolerancia del monoteísmo. La aridez del contexto en el que fue educado, lejos de acomodarle en la común cosmología de valores colectivamente compartidos, le impulsó a superar las barreras culturales enraizadas en el tradicionalismo comunitario, y en su obra está el resultado latente de su concepción de la vida inspirada en las entrañas del Egeo. ¿Quien no ha visto a Faelo cabalgar en dirección a Atenas a lomos del viento de Levante?». Biografía Íntima. Alfredo Hidalgo Lavié. Dr. En Ciencias Políticas. (En la fotografía, Faelo, caraceterizado de griego clásico, en una estancia de su casa de la calle Larga, en la década de los cincuenta del siglo pasado).

Faelo, al final del Parque Calderón, en la escalera de acceso al desaparecido Puente de San Alejandro, con apenas siete años.
Estudió en el Colegio de Las Carmelitas hasta que hizo la primera comunión; luego vendrían la Academia Poullet y los Jesuitas. Empezó Comercio con D. Juan Díaz Gómez --peritaje mercantil-- que abandona tras su incorporación al servicio militar y, definitivamente a la empresa.

En el Cuartel de San Fernando de Sevilla, durante el Servicio Militar, el segundo por la derecha de la fila superior.
Los Esteban, o como son conocidos en El Puerto, los Poullet, han destacado siempre en el mundo de las artes o las ciencias. Y Faelo es un humanista que ha tocado muchas disciplinas tanto literarias como plásticas, además de su incursión en el mundo de la cinematografía, la antropología, el diseño, la arqueología. En literatura ha cultivado la poesía, narrativa y teatro. En artes plásticas ha practicado la acuarela, el collage --una de especialidades-- o la cartelería.
DE LA MEDUSA AL ERMITAÑO.
En 1962 fue socio fundador de la Asociación Cultural Portuense Medusa, junto con José Luis Tejada, Manuel Martínez Alfonso, Rafael Tardío Alonso, el Padre Pascual,... Medusa cierra sus puertas en 1978 y luego, dos años después nace en Jerez, en el Bar La Parra, la que sería la Tertulia “El Ermitaño”, con Carlos Aladro, Julio y Mariano Rivera Cross, Paco Bejarano, ... La Tertulia se traslada a continuación a El Puerto, en verano al Bar El Ermitaño --de donde toma nombre el grupo--.

Jardin de la Casa de Faelo, en Larga, 13.
Durante varios veranos las reuniones se celebraron en el jardín griego de Faelo, en su casa de la calle Larga, 13; luego sin abandonar dicha calle, se encontrarían en el jardín de la casa de Zacagnini, con algunos intermedios. Y ahora, tras casi 30 años de vida y haber tenido una etapa en el pub Milord, se reúnen en el Hotel Santa María.

Faelo, en su primera visita a Madrid, en la Ciudad Universitaria.
ENCUENTRO CON LA MUERTE.
En abril y mayo de hace ahora dos años --en 2006-- Faelo vivió una experiencia cercana con la muerte. Una hernia de hiato hizo que los médicos no contaran con él. Faelo veía que se moría. Pero lo superó. En la pseudoagonía no le vino nunca el pensamiento religioso. Experimentó una narrativa de la muerte con un libro en blanco: quería vivir. Solo quería vivir. Además, no alcanzó a ver esa luz al final de un túnel que quienes han tenido una experiencia cercana a la muerte afirman haber visto. Como no podía ser de otra manera, una película, “El Séptimo Sello” de Ingmar Bergman, fue el paralelismo de su econtronazo con la muerte. En la escena final, los protagonistas huían en un bosque de algo que les perseguía y Faelo, en el hospital huía de lo que él era consciente que tenía que escapar.

De manos del ministro Utrera Molina, recibiendo trofeo por su corto premiado en Sevilla.
EL CINE.
En la década de los sesenta del siglo pasado, rodó un corto en 8 mm: “El cuento de los juguetes abandonados”, que fue premiado en Sevilla con el Festival del Giraldillo. Luego vendría el documental “La Ciudad de los Muertos” rodado en el cementerio de El Puerto.
También el corto “Petit Cherie” y “Serenata para un joven estudiante”, en 1970, siendo su último trabajo “El Circo”, rodado tras la muerte de Franco. Con el cambio de formato, de cine a video, lo deja. No le ilusiona hacer cosas para ser vistas en pequeñas pantallas. Conserva, inédito, el guión del documental “Suite Rocío. La otra Virgen del Rocío”. (En la fotografía de la izquierda, Faelo, a finales de la década de 1960).
LITERATURA: LA POESÍA.
En Poesía hizo algo durante el servicio militar, que olvida, y luego continuará con la prosa para retornar a los poemas, después de su primer viaje a Grecia en 1977. Tiene publicados en la antología “Selección de Apócrifos. Poemas Sacros y Profanos” (1985-89). En 2001 se incluye un poemario suyo en “Et in Arcadia ego” en la colección de poesía del Aula de Cultura “José Caldalso, de la Ciudad de San Roque, o “El Lecho Pródigo” presentado el pasado jueves día 23 de abril en la Fundación Alberti. Tiene inédito tres libros de poesía y ha publicado en revistas como Arrecife (1987), Alora (1992), Zurgai (1992) y Por ejemplo (1997).
NOVELA PARA EL CINE.
En Narrativa, su novela publicada por la editorial Barataria y actualmente agotada, “Yo, Juan, el discípulo amado”, es la primera entrega de una trilogía sobre los orígenes del cristianismo desde un punto de vista totalmente heterodoxo. Le seguirán “Pablo y Bernabé” y “La pasión de Sergio y Baco”, todas ellas basadas en guiones cinematográficos de Faelo y posteriormente novelados. Precisamente en la pasada edición del Festival de Cine de Málaga se presentó la semana pasada un proyecto de largometraje del director español Emilio Ruiz Barrachina, titulado “El Discípulo”, inspirado en esta su primera novela. La película se hará en verano y tratará de la vida y Pasión de Jesús, desde un punto de vista histórico. En el reparto, están previstos: Joel West, Ruth Gabriel, Marisa Berenson y Carlos Bardem. La producción asciende a 5 millones de euros y los diálogos han sido revisados por el catedrático de la Complutense Antonio Piñero. La película iba a ser dirigida por Eloy de la Iglesia, interesado en el texto en 2005, pero su fallecimiento, un año después, dejó inacabado el proyecto.

Faelo, a finales de la década de 1950 del siglo pasado.
TEATRO.
Ha terminado recientemente una obra que espera pasar a limpio y cuya acción transcurre en el ambiente de la posguerra civil en El Puerto y sus bodegas; lleva por título “Y saltó el Levante. (La Coartada)”.
COLLAGE: SUITE ROCÍO
En 1992-1993 se estrena la Suite Rocío, aunque Faelo ya se había especializado en mezclar el presente con el pasado mas o menos clásico a través de la técnica del “collage”. Es Rocío la invención y diseño de una colección de 74 estampas apócrifas de la Virgen del Rocío y 10 carátulas de cabecera según esquemas de los siglos XVIII y XIX en libre interpretación, teniendo como base material iconográfico de los siglos mencionados. «Suntuosos montajes, de imágenes realizadas a base de grabados antiguos. En sus composiciones, Ella, la Virgen, es elevada por el mar en una barca fenicia, con su gran ojo pintado en la proa, se la ve delante de los templos griegos, en Babilonia, entre ciervos y jabalíes, debajo de los pinos del Coto de Doñana, en todas las épocas y todas las civilizaciones. Pregunté cómo se le había ocurrido la idea y él me dijo que sólo era un intento de describir la realidad». Vivi-Ann Sjörgren. Andalusiens Groava Salt. (Sal gorda de Andalucía. Helsinki. 1996. Final del Capítulo “Coronación de la Virgen”.
Los cuadros están, en su mayoría en el Salón de Plenos de la Hermandad del Rocío, excepto la última parte, dedicada a Grecia, que se encuentra en el Museo Municipal.

Otras colecciones de Faelo, otras carpetas como “Picasso y el Toro de Osborne”, (en la ilustración superior) “Picasso, el Amor y el Mediterráneo”, “Roberto Alcázar y Pedrín en la Batalle de Keronea” (en la ilustración inferior), “La Doncella y el Toro de Osborne”, producciones de 1996, se vinieron a sumar a su amplia producción de collages. En Internet, estuvo durante un mes expuesto la serie inédita de collage a color “El Mito de la Anunciación”, en la web de Tusitala Comunicación.

LAS TÉCNICAS.
Grafitos, acuarelas, carboncillos, lapiz color, témpera, pastel y acuarela, carboncillo y grafito, óleo sobre cartón, tintas diversas, tinta china, óleo sobre lienzo, tinta y lápiz color, óleo sobre cartulina, grafito y lápiz color sobre lienzo, óleo sobre madera, carboncillo y sanguina, acrílico sobre tabla, tinta y rotulador, comic en collage, ... son las técnicas que ha utilizado Faelo para expresarse a lo largo de su prolífica vida de artista plástico. Una selección de su obra fue mostrada en la exposición antológica “Itaca 2000” celebrada entre el 28 de agosto y el 12 de septiembre de 1999, en el Centro Cultural Alfonso X “el Sabio”.
Faelo ha tocado otras expresiones artísticas como el tradicional “Belen” o “Nacimiento”, entre los años 1940 a 1962, el último. Paso desde el nacimiento popular hasta los dioramas grandes, que obtuvo el primer premio provincial. Y ahí lo dejó. Con la Academia de Bellas Artes realizó un belén realizado con figuras de arpillera, saliendo de lo tradicional.

Exposición Colectiva celebrada en el patio de operaciones de la Caja de Ahorros de Cádiz de la Plaza del Polvorista, en 1986. De izquierda a derecha, Rafael Bayo, Juan Bayo, Pepe Zamorano, Paco Arniz, Mari Carmen Orellana, Pepita Lena y Faelo. (Foto Colección Francisco Arniz Sanz).
CARTELERÍA, DIPLOMAS
Ha cultivado diversas técnicas para la cartelería y el cartelismo, género que ha cultivado y culminado en El Puerto habiendo realizado las convocatorias del Carnaval 2004 y la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino de este año 2009. El año pasado realizó el cartel del cincuenta aniversario de la refundación de la Hermandad del Rocío Con anterioridad ha diseñado el Cartel del Congreso de Enfermería de Cádiz en 1990. El Congreso Nacional de Odontología Infantil en 1995. Ha realizado también la serie de carteles de la Fundación Goytisolo, desde el año 2003. También lleva realizando los diplomas (todos originales e individualizados) de los Premios de Patrimonio Histórico Local, a razón de dos por año. (En la ilustración, el cartel anunciador del Carnaval de El Puerto del año 2004).
EXPOSICIONES.
Feria del Vino. Montilla (1961). Casino de Labradores. Medusa. (1964). Caja de Ahorros de Jerez. Jerez (1971). Castillo de San Marcos. (1979). Casa de la Cultura (1980). Diseños. (1981). Casino Bahía Cádiz (1982) Caja de Ahorros de Jerez (1984). Caja de Ahorros de Cádiz (1986). El Tragaluz. Jerez (1987). La Caja de Pandora (1988). Club Taurino Celso Ortega (1989). Bodega San Fernando (1992). Auditorio Municipal San Miguel (1992). Bodega San Fernando (1993). Galería Trinidad Gautier. Jerez (1993). Sagitario (1994). Auditorio Municipal San Miguel (1994). Sala Victoria. Sanlúcar (1994). Centro Cultural Alfonso X. (1995). Plastilírica (1996). Sala La Imperdible. Sevilla (1997). Centro Alfonso X (1998). Plastilírica (1998). Centro Cultural Alfonso X (1998). Antológica. Centro Cultural Alfonso X (1999). (En la fotografía de la izquierda, descubriendo junto al alcalde de la Ciudad, Enrique Moresco, el cartel anunciador de la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino 2009).
«El concepto del arte y de lo bello ya no puede ser el mismo que se tenía antes de la Revolución francesa. Ésta y los románticos lo cambiaron para siempre. Y no digamos después de Auschwitz e Hiroshima y ahora de Kosovo. [,,,] Sin renovación, tanto la vida como el arte se estanca y muere. Tanto la vida como el hombre que hace verdadero arte se renueva, prosigue hacia lo eterno para mayor gloria de éste». Mi Concepto de la belleza en el arte pictórico. Exposición Antológica. Faelo Poullet. 1999.

Faelo, en Jordania, el pasado año 2008.


Pedro Delgado Sánchez, nace en el mismo año de la instauración de la II Republica en la Casa de Roque Aguado, colindando con la Casa-Palacio de Vizarrón o de las Cadenas en la Plaza del Polvorista. Su nombre artístico es el de Perico ‘de la Carlota’ en honor a su madre, por la que sentía un gran amor. Era tal su parecido físico que en los distintos disfraces que utilizaba en Carnaval confundía al personal. Mucho que ayudó Perico a su madre que se dedicaba al estraperlo para echar un capote a la maltrecha situación económica de años de penurias. Recorrían las calles para sacarse un dinero. (En la fotografía, Perico con su mobylette, frente al Bar la Ponderosa. Foto Colección AP).

En su panorama artístico sus actuaciones con los pensionistas del mar y en la Caseta de Chicharito en Real de la Feria, de lo más sobresaliente. Colaborador y muy querido en la Peña ‘La Marea’, donde encontró su segunda casa, su primer presidente Joselito Dandy le ofreció amistad y su comportamiento fue exquisito. Cabe destacar que después de su injusta detención e ingreso en prisión le hizo ser muy reservado y actuaba por libre. Dos excepciones, Sebastian Ganaza Cañas, ‘Ojito’ y su vecino ‘el Pino’. No se fiaba de nadie ni en tiempos de la democracia… Se nos fue a mediados de esta década, pero todavía recordamos su impronta paseando en su Mobylette. Muy enamorado de la playa de la Puntilla y de de las dunas, a donde solía acudir y meditar… La guasa del pueblo en muchas ocasiones buscaba el disparate y Perico, sin pelos en la lengua, decía: «--Soy Perico, 'el de la Carlota. Yo soy maricón, pero tu... Calla, calla mariquita, porque si los pinos hablaran…» (En la fotografía, disfrazado en Carnaval a finales de los años 80 del siglo pasado, maquillado y preparado, muestra un gran parecido con su madre. Foto Colección AP). (Texto: Antonio Carbonell López).
La periodista Teresa Almendros Edeso, actual Delegada de Diario de Cádiz en El Puerto, es una porteña que nace en las provincias vascongadas: en la clínica Ntra. Sra. de Aránzazu de San Sebastián en 1970. Hija del crítico de cine, Jesús Almendros y de Blanca Edeso, natural el primero de Gijón y la segunda de la capital donostiarra, lugar donde se conocieron ya que la familia del abuelo de Teresa vivían en San Sebastián por razones profesionales, como mas adelante descubriremos. Pero su nacimiento vasco fue una anécdota muestra de lo que sería su vida viajera ya que, a los tres meses, debido a la profesión de aparejador del padre, la familia se desplaza a Canarias donde permanecieron por espacio de cinco años. Viajar y desplazarse sería una constante en su existencia: luego vendría Madrid, Jerez, Puerto Llano, Málaga y por fin El Puerto. Y llegó un tiempo en el que la familia quedó permanentemente en nuestra Ciudad y el padre era el viajero hacia los destinos laborales, hasta su jubilosa jubilación.
Previamente, Teresa, ya había conocido El Puerto un par de veranos antes, para ir familiarizándose con el próximo destino paterno y aquí que acabaron estableciéndose en el año de 1985. Desarraigo es la palabra. Con 15 años, la adolescente Teresa era trasladada desde su Málaga querida y mediterránea -una gran capital- a una Ciudad atlántica bastante más pequeña, en la que todo está a mano y despertaba entonces al turismo de masas. Cambio generalizado de esquemas, de amigos, de espacio vital, de entorno. De universo.




En el verano de 2005 se marcha a Cádiz prestando, primero, sus servicios profesionales en la Sección de Local de Diario de Cádiz y luego en Cultura, como Jefa de Sección, regresando a El Puerto en 2007 como Delegada, puesto en el continúa en la actualidad. Aquí ha celebrado, en 2008, el 20 aniversario de la Delegación que inaugurara el malogrado periodista porteño Agustín Merello. Para festejarlo se realizó un suplemento extraordinario de los 20 años, una exposición fotográfica de Fito Carreto y un encuentro de periodistas y colaboradores que han pasado por la Delegación porteña. (En la fotografía de la izquierda, ataviada como Estrella de la Ilusión, en la Cabalgata de Reyes del año 2007, junto con sus hijas Lucía y Julia. El Rey Melchor estuvo encarnado por Luis Benvenuti Morales).








Agustín Merello nace en El Puerto el día de los Santos Inocentes de 1942, el 28 de diciembre, en la calle Luna, 40, en el edificio donde hoy se encuentra el Banco Español de Crédito. Hijo de Agustín y Dolores, nuestro protagonista Agustín, fue el primero de seis hermanos: Rafael, Dolores, Álvaro, Carlos e Ignacio. La familia se fue a vivir mas tarde a la Hijuela del Tío Prieto, en el campo de la Hermanas Rioja. Entre 1949 y 1951 se fueron a vivir al Caserón de los Lasaletta, donde hoy está “Oh Puerto». Era sobrino del poeta universal Rafael Alberti. Estuvo en el Seminario de San Telmo de Sevilla, durante dos años.

CONCURSO REDYGOL
DIARIO DE CÁDIZ.








LIBROS DE ARTÍCULOS DE AGUSTÍN
PREMIO DE COMUNICACIÓN «AGUSTÍN MERELLO»
En 1864 llegaron a El Puerto los Jesuitas y fundaron el Colegio que lleva su nombre. En él, como era habitual en los últimos decenios del siglo XIX, tanto en institutos como en colegios religiosos, existió un gabinete de física, química y de historia natural. El que sirve de base al libro escrito por Juan Carlos Pumar Reyes, fue especialmente rico en especies exóticas, pues El Puerto era punto de desembarco de misioneros que traían ejemplares de América. Además de una brevísima historia del museo, el grueso del libro –que está agotado y espera una reedición- está dedicado a estudiar la colección de peces del mismo. Se trata del volumen titulado ‘Museo de Ciencias Naturales del Colegio San Luis Gonzaga. Catálogo de Peces’. Biblioteca de Temas Portuenses nº 17. Año 2002. Ofrecemos un artículo resumen realizado por el autor de la publicación para Gente del Puerto.







Hace unos días en Diario de Cádiz se publicaba la noticia de que se impondría la multa de noventa euros (14.975 pesetas, dicho en cristiano, o 15.000, redondeando), a quienes jugaran a la pelota en la playa e incluso se les incautarían las pelotas. Tamaña medida coercitiva no es nueva, sino bien antigua, aunque, dicha sea la verdad, nunca se ha respetado, ni espero que se respete. No es que yo esté llamando a la desobediencia civil, que a lo mejor lo estoy, pero es que ésto de jugar a la pelota en la playa es beneficioso para la salud del alma y del cuerpo y cantera de gentes que así empezaron, como el mundialista portuense Joaquín. Y, fíjense, adonde ha llegado.

Cuando yo era chico, más abajo de “Las Columnas” y más arriba de la Farmacia de Manolo Hörh, en la calle Luna, hubo una lechería, propiedad de Doña Amparo Osborne Vázquez, Duquesa Viuda de San Fernando de Quiroga, donde se vendían los productos de la Granja de la Misericordia, finca de la Duquesa, en el camino de Fuenterrabía, camino de Mazantini, que se llamaba y, luego carretera de Fuentebravía, a la salida de Vista Hermosa. Dos veces al día, el vaquero, que era vasco, aprovisionaba la tienda de leche y huevos, así que no era raro ver el carro de la Granja, tirado por un caballo, estacionado junto a la acera, en la calle Luna. A mí me impresionaba la gran cabeza de gallo que estaba pintada en la fachada de la lechería, que se repetía dentro, en la pared del fondo. Y recuerdo al vaquero trasegando jarras de leche a unos enormes depósitos de donde, en medidas, se sacaba para su venta al por menor. Recuerdo al vaquero bajando del carro unos enormes canastos, con paja y virutas en que transportaba los huevos. Recuerdo al caballo, enganchado al carro, parado, quieto, inmóvil, atado por el ramal de la marteguilla a la argolla que había en el alisar de la acera.


Todos también recuerdan a doña Virginia Hernández López, quien además fue profesora de piano en la Academia de Bellas Artes entre 1923 y 1962… “… me acicalaron y condujeron a la Academia, en la calle Santo Domingo y entré por primera vez y para muchos años por su bonito patio, que mi retina conservó para siempre su forma, su escalera de madera, su salón de actos, sus clases, sus luces y mis oídos escucharon como una magia la campanita de llamada, acordes musicales unas voces de do, re, mi, fa, sol, inexplicables…” Juan Lara. “Mis Recuerdos”
FRASES Y CITAS.
Antonio Domínguez Ramos: “Risa, penas, muchas calamidades y con nuestras chiquillerías contagiábamos e inyectábamos alegría. Era una manera de olvidar el hambre. Incluso nos quitábamos las alpargatas cuando jugábamos para que no se rompieran… “Me parto el pecho por vosotros para nada…” decía don Salvador cuando se enfadaba. “Nadie hacia nada, nadie se metía con nadie” cuando veían la imponente figura de don Salvador paseando, leyendo por la calle.
El bueno de Benjamin Lora Atalaya siempre preocupado por sus compañeros que nos daba todas las facilidades para comprar los muebles para casa ¡Cuánto lo recuerdo! ¡Que gran persona!”. Benjamín tiene nótula propia en Gente del Puerto, junto a su hija Isa Lora, con el número 105, en el Indice de Gentes de este Portal de Internet.
mas reciente, nos han ido abandonando…” “Aquí estamos algunos de nosotros para agradecer desde el recuerdo todo cuanto hicieron por nosotros”
hermanos… a Don Salvador todos debemos gratitud, nos enseñó a caminar por la vida, leer, escribir y ser honestos”. Y añade “Antes de dedicarme a la hostelería fui pescadero y las cuatro reglas que me enseñaron en el Colegio de la Academia de Bellas Artes me sirvieron para trabajar por mi familia” concluyendo que “sería una alegría si me viera ahora don Salvador aquí, en el Bar El Pescaíto, con mi mujer, hijos y nietos que contento se pondría, pero seguro que lo está viendo… ”




En esa época recuerda Paco haber vivido situaciones difíciles, como las inundaciones de las Barriadas del “Vietnam”, o Los Madrileños, donde falleció un agente en acto de servicio; la explosión de la Alcoholera del Puerto. Coordinó desde sus concejalías el cambio del tablero del puente sobre el Guadalete que pasó de dos a cuatro carriles (se hizo de noche y de forma alternativa), algo que era necesario y que se hizo en época de elecciones, consciente de las molestias que le producirían a los vecinos, recuerda que fue una decisión valiente. Y evoca también los dispositivos montados durante la Feria o los Campeonatos del Mundo de Motociclismo, superando gestiones anteriores. (En la fotografía, Antonio Álvarez y Francisco Corbacho).

La muralla de encauzamiento del río Guadalete entre la plaza de la Herrería y el puente San Alejandro, comenzada a levantar en 1873, no se culminaría hasta 1884. Pero a los diez años, en septiembre de 1894, ante el mal estado que presentaba la nueva muralla y la más antigua –de 1735- frontera al paseo del Vergel, el maestro de obras del municipio, Miguel Palacios, requirió al Ayuntamiento la necesidad de su inmediata reparación. El proyecto formado por Palacios incluyó la rehabilitación del terreno ganado al río en la década de los 70 del siglo XIX, “un sitio intransitable e inmundo”, al decir de entonces. Buena ocasión se presentaba para que el aspecto de la ribera entre el Vergel y el puente San Alejandro ofreciera una imagen más digna para un lugar tan señalado y principal de la población. (Don Severiano Ruiz Calderón, alcalde de El Puerto en 1895. Fotografía Colección Manuel Pico Ruiz-Calderón)





