La historia dorada del ‘Beckenbauer de la Bahía’
| Texto: José María Morillo | Fotos: Web Cádiz C.F.
En las gradas del Estadio Nuevo Mirandilla, se respiraba algo más que aire a mediados del mes que termina: se sentía historia viva, emoción a flor de piel. Porque el Cádiz CF decidió inmortalizar uno de sus símbolos futbolísticos más queridos: Carmelo Navarro Careaga. Desde el pasado jueves 18, la puerta 2D, situada en el acceso de Fondo Norte con Tribuna, lleva grabado su nombre.
Carmelo Navarro, ‘el Beckenbauer de la Bahía’, no es solo una leyenda por lo que hizo sobre el césped: defensa firme, liderazgos silenciosos, partidos épicos. Seis temporadas en Primera, una en Segunda, 280 encuentros con la camiseta amarilla entre Liga y División de Plata. Lo que suma no son solo partidos, también momentos. Permanencias luchadas al límite. Un Cádiz que se mantuvo contra todo. Y un central que marcó goles cuando los necesitaba menos, pero cuyo valor se midió en cada despeje, en cada ralentización del ritmo rival.
El acto fue sencillo: familiares, amigos, ex compañeros, compañeros de la corporación municipal portuense, dirigentes del club y aficionados. Lo justo, lo necesario. Carmelo, visiblemente emocionado, recordó a todos los que compartieron sudor y esfuerzo en el vestuario. Su voz quebrándose cuando vio llorar a su hermana, a su hija. El presidente del club, Manuel Vizcaíno, habló de la necesidad de recordar, de no permitir que la memoria colectiva se evapore. De rendir tributo a quienes han marcado historia. Y la institución respondió: la puerta 2D ya no será solo una entrada —será “la puerta de Carmelo” para quienes acudan cada domingo, para los niños que quieran ver en qué puerta se entra cuando se viene con ilusión.
El Cádiz le sigue los pasos a otros míticos que ya tienen su acceso en el Nuevo Mirandilla: Mágico González, Pepe Mejías, Paco Baena, Juan José “Sandokán”. Cada nombre es un testimonio: hubo un hombre detrás, hubo un escudo sentido, hubo noches difíciles, también victorias. Todos construyeron una parte de lo que es este club.
Carmelo Navarro dijo: “Nunca es malo echar la vista atrás y reconocer lo que se ha hecho por la historia del Cádiz”. Lo dijo con humildad, consciente de que hubo otros que merecen el honor, y en su voz se intuyó agradecimiento, orgullo y un poquito de sorpresa. “No podía imaginarlo ni en el mejor de mis sueños”, reconoció.
Este homenaje no solo dice lo que fue Carmelo como jugador, también lo que es como persona. Se habló de él como fuente de unión, como figura que ha representado el compromiso del Cádiz con su gente, con su afición, con su provincia. No solo por lo que defendió en los partidos, sino por lo que construyó cuando nadie miraba: ejemplo, humildad, entrega.
Y así, con lágrimas, aplausos y un nombre grabado para siempre, Carmelo ya pasa a la historia del Cádiz CF. Pero lo mejor —como él mismo dijo—, parece aún estar por venir.