La voz sin filtros de la Generación Z, con raíces portuenses
| Texto: José María Morillo
Silvia Merello Franco (Cheburgo-Francia, 2012) una joven escritora que en la actualidad tiene 13 años, es una portuense de adopción que vive en la diáspora, cursando en la actualidad tercero de ESO del Bachillerato Internacional en Países Bajos. Es hija de los portuenses Javier Merello Lario y Silvia Franco Bermúdez. La autora principiante ha vivido en El Puerto de Santa María, donde cursó parte de la primaria, pero, por motivos de trabajo de su progenitor se ha desplazado por varios países europeos.
El día 23 de este mes llega a Amazon y las librerías el libro del que es autora Palabras que mueven mundos: Reflexiones de una niña de 13 años, aunque ya está a la venta en la web de la editorial avanteditorial.com. Esta es su primera publicación, nacida de un reto personal de escribir cada mañana durante el verano de 2025.

La joven escritora tiene un hermano con altas capacidades, Javier quien, con 14 años, escribió un libro sobre la II Guerra Mundial. Pero volviendo a nuestra protagonista, Silvia siente una intensa pasión por la lectura y la escritura. Escribe desde la perspectiva de alguien que ha crecido rodeada de muchas culturas y formas de ver el mundo. Ha vivido en Francia, Dinamarca, Reino Unido, España, Irlanda y Países Bajos. Dado que ha estudiado principalmente en inglés, se siente más cómoda y ha escrito el libro original en inglés: Echoes of Change: Reflections of a 13-year-old girl, que se publicará próximamente en Estados Unidos de América. Como a cualquier niña de su edad, le gusta pasar tiempo con su familia y amigos, los deportes, y más allá de esas costumbres habituales, el ajedrez, la lectura, los idiomas, viajar, la aviación, el espacio y el aprendizaje.

Silvia no tiene formación específica en redacción de discursos, pero ofrece algo igual de valioso: un punto de vista genuino y sin filtros, moldeado por el movimiento, el descubrimiento y un ojo para los detalles pasados por alto. Su voz no habla como experta, sino como oyente la fuerza silenciosa de los pensamientos cotidianos, invitando a lectores de todo el mundo a participar en 80 discursos que desafían, reconfortan e inspiran. La edad de la autora no es una debilidad, sino una fortaleza, imprimiendo en el volumen una frescura y claridad emocional que rara vez se encuentran en obras de estas características.
"No escribí este libro para dar respuestas a la gente. Lo escribí para recordarles que sus pensamientos importan — que incluso una sola idea puede cambiar cómo nos vemos a nosotros mismos y a los demás", afirma Silvia. "Si alguien lee estos discursos y siente, aunque sea una pequeña chispa de valor o claridad, entonces el libro ha cumplido su función."
