Saltar al contenido

7

Esperanza Jiménez Ruíz

Una inmobiliaria comercia, además de con suelos y plusvalías, con espejos y especulaciones, comercia digo con espacios vividos o espacios por vivir. Lugares donde nacieron, amaron, se apasionaron, se desilusionarion o murieron hombres y mujeres, como hace... tantos años. Una inmobiliaria es un intermedio hoy desacelereado por la crisis, pero recurrente para albergar ilusiones y proyectos de vida o de negocios.
Ese es el negocio de Esperanza Jiménez Ruíz y su hermano José Luis. En la calle Luna casi esquina con Larga. Hace muchos años: más de 30, allí se encontraba la Papelería Jiménez. Hoy una inmobiliaria alterna suelos con unifamiliares, fincas con promociones y parcelas, en una antología de bienes inmuebles, de espacios a cubierto, de refugios para nuevos proyectos. Es una antología habitacional.

This is Esperanza Jiménez Ruíz and her brother José Luis’ business, almost on the corner of calle Luna and calle Larga. Many years ago, more than 30, Jiménez Stationers had the lease, today, an Estate Agent occupies the premises which offers land or houses, developments or plots of land, a whole variety of properties: from houses and flats to land for new projects. They have a very varied property collection.

humberto_esperanza_jimenezruiz_puertosantamariaInteresante lo que escribe Juan Planas sobre las antologías y las casas: «Una antología es un lugar concurrido. La definición nos vale aunque nos haga sonreír. O quizá nos valga por eso, porque nos adentra, con una sonrisa expectante, en un lugar de encuentro, en una cohabitación pacífica, en un museo de imágenes, en un caleidoscópico de metáforas con una única visión al fondo, la casa de cada cual o la casa de todos, la casa tomada por el poema, la casa ingrávida que sólo es lenguaje o recuerdos o aluvión de anécdotas o juego surreal de ironías y paradojas.
Todos padecemos -bien que unos más que otros- un desahucio y también un destierro. La casa, pues, es, a veces, el origen y a veces, el destino final. O ambas cosas o ninguna y siempre el lugar de tránsito, de transición, de pensamiento en diferido, de iniciación a la escritura, a la interpretación del mundo y el consiguiente desvelo. La casa es un laberinto repleto de pasillos y espejos, de cuadros y perfumes, de caricias perdidas, de risas espectrales, como de infancia imposible o vejez que se aproxima. La casa es sólo tiempo y palabras. Espacio saturado.» (En la imagen de la izquierda, Esperanza y su hermano Humberto, de pequeñitos).

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies