«Muni Camón abrió el ciclo trimestral de Escena Rock, en el teatro Pedro Muñoz Seca de El Puerto. La artista portuense pone voz al cantautor madrileño Remate, a la sazón Fernando Martínez. Ambos estrenaron en gira española un disco elogiado por la crítica, Somersaults, que ha capturado a la afición, por su elegancia y misterio. Feliz regreso de la artista portuense en solitario, tantos años después de los recordados Maddening Flames, ahora citados en los mentideros indies como pioneros de los noventa, antes acaso nunca bien ponderados. Emerge la figura de Muni Camón, siempre discreta y versátil, en tercera persona, capaz de dar diez vueltas de campana a sendas canciones de diversa intención y paisajes diferentes. Lo que le faltaba a Remate, la voz de Muni Camón y la compañía eléctrica de Paco Loco [su marido] y demás. Cuando abrieron el Escena Rock llevaron la banda al completo a finales de septiembre; el 12 del pasado octubre, al cierre del Monkey Week, en el mismo escenario, se mostraron con hechuras de trío acústico». (Texto: Enrique Alcina. Foto: Ana Bolívar).
Somersaults (Vueltas de Campana) supone el regreso de Muni Camón al primer plano desde Maddening Flames, grupo efímero pero muy recordado de los primeros años de la música independiente en España. Y también es el sexto álbum de Remate, sólo que uno extremadamente especial, consagrado íntegramente a que sea Muni Camón quien lo protagonice e ilumine, puesto que Somersaults se compone de una serie de canciones escritas por Remate y cantadas por Muni Camón. Ella es quien narra en tercera persona la historia, o bien interpreta personajes dispares, Lucy Harpy (Lucía Arpía), Miss The Sore (Señorita La Llaga/Echo de menos la llaga)… Relatos de parejas tragicómicas, tal vez la misma de algún modo: “He dreams of somersaults driving his fancy van... She dreams of he has forgotten to put on the safety belt” (él sueña con dar vueltas de campaña - ella sueña con que a él se le haya olvidado ponerse el cinturón de seguridad…). Canciones donde la música pasa del recogimiento de cámara a la expansión ácida, de largos pasajes instrumentales febriles a la irrupción imponente de la voz de Muni Camón, de los sonidos acústicos y el mágico armonium a los pantones eléctricos de texturas imprevistas.