El Puerto despierta entre campanas y claveles blancos

| Texto y fotos: Medina Benítez
El Puerto de Santa María amaneció ayer domingo, con un latir especial, un murmullo de devoción que se extendía desde el colegio de las Hermanas Carmelitas. La Niña María, la tierna imagen que guarda en su mirada la inocencia y la fe de generaciones, regresó a las calles portuenses en una procesión que no se vivía desde 1960, hace 65 años. El sol primaveral, cómplice de la jornada, iluminó un cortejo cargado de emoción, historia y renovación, en el que la memoria y la juventud se dieron la mano para honrar a la Madre de Dios en su advocación más pura.