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La viñeta de Alberto Castrelo. La Regleta, propuesta como Bien de Interés Cultural #6.308

“Dadme un enchufe y moveré el mundo.”
Arquímedes (287-212 a. C.)

| Viñeta y texto: Alberto Castrelo.
En nuestra excelsa ciudad de El Puerto de Santa María, donde el sol brilla, los chavales deambulan con garbo y los presupuestos se evaporan como lágrimas de oposición, se ha alzado una moción tan noble como necesaria: declarar BIC (Bien de Interés Cultural) la regleta eléctrica. Esa maravilla del diseño industrial, símbolo del progreso, altar de los cargos de confianza, cuna de consejerías efímeras y musa de asesores.
Así lo anunciaban los dirigentes locales:

Ha sido una decisión difícil, porque teníamos otras opciones. La idea surgió durante una comida en El Chirri. Salió de una reunión celebrada entre asesores y cargos de confianza sin competencias definidas y un concejal que pasaba por allí a recoger unos vales de descuento. Uno propuso una escultura abstracta; otro, una fuente de colores; el tercero, en un momento de inspiración mientras consultaba su nómina, gritó: ¡Una regleta! ¡Pero gigante! Como símbolo de todo lo que somos”. Comentaba el responsable municipal a los medios.

Y abundaba: “La regleta para enchufes tiene más arraigo en esta tierra que cualquier piedra de San Cristóbal o los churros de Charo. Si los alquimistas buscaban convertir el plomo en oro, aquí hemos conseguido que el bastón de mando, al contacto con la regleta, transforme la incompetencia o ignorancia en sueldo público y cargo de confianza. La alquimia es tal, que basta distinguir un Excel de un microondas para ostentar tu cargo si estas tocado por la magia de regleta”.

El proyecto es brillante. A la entrada de El Puerto de Santa María, junto al Aqualand se alzará además el monumento dedicado a la misma: una regleta monumental con enchufes de bronce dorado y una inscripción en mármol blanco que dirá: "A los que se enchufaron sin saber porque supieron a quién conocer."

El cable principal de la regleta, de 4 kilómetros de largo, irá directo al edificio del Ayuntamiento, simbolizando la conexión directa con la fuente de alimentación. A su alrededor se dispondrán placas conmemorativas con los nombres de todos los cargos de confianza que alguna vez cobraron sin ser exactamente imprescindibles. Un paseo de la fama, pero con curriculum vitae en blanco y contratos temporales eternos.

Mientras el talento hace cola en la oficina de empleo y la vocación de los jóvenes estudia grados y másteres para huir de la ruina identitaria y turística de este pueblo, la rotonda brillará cada noche gracias a la energía inagotable de los contribuyentes.

Además, este monumento, servirá de faro a esos mismos jóvenes trabajadores que piensan que madrugando, solo con sus estudios y actitud -sin contactos-, llegarán a algo importante en la vida.

Según fuentes no contrastadas --ni falta que hace--, la enorme regleta será traída desde el mismísimo IKEA de Jerez, en romería, custodiada por funcionarios en excedencia y antiguos concejales, políticos y amigachos en puestos reciclados. Los palmeros podrán ir en procesión cívica tras el cortejo municipal, en señal de apoyo y compromiso.

Nada de esto sería posible sin la mayoría absoluta, somos conscientes; pero si de verdad queréis apoyar, en vez de ir a la Romería de la Regleta, dadnos de nuevo el voto en las próximas elecciones para que podamos seguir haciendo lo que nos salga del enchufe” Ha aclarado el propio alcalde que augura un éxito de participación ciudadana en la citada romería.

Este que les escribe ha tenido acceso a los puntos que se llevarán a pleno la próxima semana, entre los que se encuentran:

  • Que se proteja la regleta con vitrina blindada, custodiada por el último interventor que dimitió por dignidad.
  • Que se organice una feria anual del enchufismo, con stands de nepotismo, foodtrucks de favores y charlas TEDx sobre “Cómo cobrar sin saber”.
  • Y que se edite un plano interactivo de los enchufes reales del municipio, al estilo de los Caminos de Santiago, para que todo aspirante sepa a quién arrimarse y hasta dónde llega la conexión...

En otro orden de cosas, informamos que los críticos, esos aguafiestas de siempre, han alzado la voz: Que si es una vergüenza, que si es una burla, que si da mala imagen… ¡Como si la imagen no llevase décadas enchufada a 220 y sin diferenciales!
Desde aquí queremos recordarles que esto no es solo arte urbano: es memoria histórica. Es identidad. Es, en definitiva, una instalación de gran carga simbólica (y eléctrica).

El acto público y de anuncio terminó con Panarria ‘la Chica’, una joven poetisa que quiso elogiar así la decisión de dedicarle una rotonda, un monumento y proteger a la regleta:

Y ahí está la regleta,
esa ladrona municipal,
donde se enchufan los colegas
y no salta el diferencial.

Que hay más cargos de confianza
que farolas fundías en verano.
Y más dedos repartiendo curro
que en una tómbola entre hermanos.

El problema no es solo el enchufe,
sino lo que luego pasa:
no curran, no saben, no aparecen…
¡pero el sueldo llega a casa!

Y cuando todo salta por los aires,
¿quién paga los cortocircuitos?
Tú, yo, y el que limpia la playa,
mientras ellos… ¡repiten el rito!

Así es El Puerto, miarma,
precioso, pero con trampa:
una regleta en ayuntamiento
y un montón ingresando a la banca.

PD – No creerse ná, por supuesto; o sí… será casualidad.

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