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35. MARÍA ANTONIA. La hija del alcalde.

Mª Antonia Álvarez Oreni

María Antonia es hija de Antonio e Isabel. Para quien no lo sepa, Antonio es Antonio Álvarez Herrera, primer alcalde constitucional del actual periodo democrático. María Antonia pasa largas temporadas en Galicia y añora la vuelta a su Ciudad natal. María Antonia está otra vez de viaje, camino de A Coruña...

María Antonia is the daughter of Antonio and Isabel. For those who don’t know, Antonio is Antonio Álvarez Herrera, first constitutional mayor of this present democratic period. María Antonia spends long periods in Galicia and longs to return to her town of birth. María Antonia is off on her travels again, on her way to A Coruña…

El texto que se reproduce a continuación, es el discurso que pronunció Enrique Moresco, alcalde de la Ciudad, durante el pasado mes de abril en un Pleno Extraordinario y Solemene en el que el Excmo. Ayuntamiento Pleno entregaba a María Antonia y a sus hermanos Fernando y Agustín --los gemelos--,  el Título de Alcalde Honorario otorgado a su padre, a título póstumo: "Es un honor, para un hijo de El Puerto, ocupar el sillón de alcalde de la ciudad que lo ha visto nacer. Gobernar sobre la vida y la hacienda de quienes lo han visto crecer y jugar en pantalones cortos. Trabajar por los derechos y el progreso de sus convecinos. Si a ello se suma ser el primer alcalde constitucional del actual periodo democrático, dicho honor se hace mucho más grandioso pues solo a una persona le cupo tal circunstancia, coincidiendo con la instauración de la democracia en los ayuntamientos, en el último cuarto del siglo pasado.
Antonio Álvarez Herrera siempre fue un político de mente lúcida, que luchó por los intereses de sus compañeros en el mundo laboral y por la instauración de la democracia. Así está recogido en diversas publicaciones, en las que es considerado un icono de la transición democrática, en Andalucía.
En abril de 1979 alcanzó la titularidad de la alcaldía, merced al pacto de las izquierdas y se propuso, según sus propias palabras, “ser el acalde de todos los portuenses”, por encima de partidos, mirando por el bienestar de todos. Tal determinación hizo que el 14 de septiembre de 1981 renunciara a la alcaldía, en desacuerdo con la política que su formación política quiso aplicar en los albores de la democracia municipal. Confiaba el alcalde Álvarez en su despedida, tras  dos años y medio “que los ciudadanos vean en mí a quien nunca ha dejado de ser: un portuense que se entrega como sabe a su pueblo”.
La grandeza del político se mezclaba con la grandeza del portuense, renunciando a un privilegio, regir los destinos de la nave municipal, ya que pensaba que “durante este tiempo habré contribuido a que sea menos difícil el avance hacia la sociedad que debe abordar de otra forma los problemas de la mayoría”.
Luego vendrían, para quien era esencialmente un hombre político, su paso por otras formaciones, pero sin dejar de ser aquel activista perspicaz, que tenía El Puerto en todo su ser, por encima de partidos y facciones. Todavía unas semanas antes de abandonarnos, con la mente muy despierta, lanzaba interesantes conjeturas sobre la marcha de la Ciudad analizando las acciones políticas que se aplicaban para solucionar los problemas de sus paisanos.
Quiero recordar hoy a un Antonio Álvarez ecologista, que se sentía especialmente satisfecho por una de sus primeras actuaciones ya que fue el alcalde que, hace algo más de 25 años ordenó plantar los árboles que hoy dan sombra en las avenidas principales del recinto de Las Banderas. Todos los años, hasta poco antes de su muerte le gustaba contemplarlos y comprobar que le sobrevivirían y quedarían como un legado vivo. Para él eran los árboles mejor situados de El Puerto, en el lugar de las avenencias y los buenos deseos: en la Feria.
Hoy, recordar a personas como Antonio Álvarez Herrera, que vino a la política no para servirse de ella sino para ser su servidor; que murió sin posesiones; que concebía la actividad política como medio para transformar la sociedad mientras el seguía siendo el mismo, es un claro referente de persona honesta y por tanto, de político honesto.
A los honores que ya tenía de bonhomía, honestidad, fortaleza y valentía se suma el de esta distinción que el Excmo. Ayuntamiento Pleno le otorga: como alcalde honorario de su Ciudad a título póstumo. Un claro ejemplo y referencia de alguien que supo amar a su tierra y a sus gentes, por encima de cargos y títulos y para quien la alcaldía no fue sino un instrumento más para ayudar a transformar la sociedad."

Antonio Álvarez Herrera, en su despacho de la alcaldía, concediendo una entrevista al periodista de Diario de Cádiz, Santiago Grosso Burham. Era el 5 de mayo de 1979, llevaba apenas tres semanas como primer alcalde del nuevo periodo constitucional. (Foto Rafa. Archivo Municipal).

4 comentarios en “35. MARÍA ANTONIA. La hija del alcalde.

  1. Teresa Marroquin de Goss

    Maria antonia y yo casi nos criamos juntas. Mi padre Jose Marroquin Travieso y su padre Antonio eran muy amigos y lucharon juntos, aun me acuerdo cuando cayeron presos, nuestras madres iban a Cadiz con las cestas de comida porque en aquel entonces no le daban de comer a los presos.Son muchas las memorias que tengo con ella y con sus dos hermanos Fernado y Agustin. Hace años que no veo a Maria Antonia,cojimos rumbos muy diferentes. Yo casada desde hace 26 años, vivo en Jacksonville Florida con mi esposo y mis tres hijos. Aunque vivo aqui ya mas de 25 años, mi corazon esta en mi Puerto, al cual lo añoro, tambien a mi familia. Me ha dado mucha alegria de ver a Maria Antonia aqui, y si ella ve esas letras me gustaria enviarle un fuerte abrazo desde aqui. Gracias.

  2. morgan

    Ayer relataba en la nótula 33 José. Limpia, fija y da… lo que le aconteció a “El Lustre” a mediados de los años 60. Hoy quiero referirme también a tan afamado betunero.

    Aconteció que Antonio Álvarez Herrera, después de ver truncadas todas sus ilusiones al tener que renunciar a su condición de ser Alcalde de la ciudad que lo vio nacer y todo por imperativos absurdos y partidistas, constituyó con un grupo de amigos un partido para presentarse a las Elecciones Locales de 1983.

    El día de las elecciones, una mañana de mayo, si mal no recuerdo del día 8, nos encontramos con “El Lustre”. Este se dirigió a Antonio y le dijo:

    Alcalde que voy para votar y contigo hasta el final. Antonio que poco debió fiarse le requirió para que tuviera cuidado de no perder el sobre. “El Lustre” no se achicó y enseñó no sólo el sobre, sino también el voto. La cara de Antonio fue un poema cuando vio que el voto que llevaba “El Lustre” no iba dirigido a su grupo, el Grupo Independiente, G.I.

    De aquel momento no nos percatamos, pero si Antonio. Pues sin duda, ya a esas horas de la mañana, presagiaba que el resultado no iba a favorecer su vuelta a la alcaldía. Sin embargo, si que pudo volver como concejal a formar parte de la Corporación Municipal.

    En cuanto a “El Lustre”, como no podía ser de otra manera, Antonio continuó disfrutando de sus ocurrencias…

  3. Redacción

    Ya está arreglado. Gracias.
    Te llamas igual que el primer alcalde del actual periodo democrático. ¿Eres un español que trabaja en Sillicom Valley? Cuéntanos de tí...

  4. Antonio Alvarez Herrera

    Hoy, recordar a personas como Antonio Álvarez Herrera, que vino a la política no para servirse de ella sino para ser servido;/i>

    Seguramente la frase tendría un sentido más acorde a su memoria si dijera servidor, que por cierto no es lo mismo que ser servil.

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