Mucho antes de que la risoterapia se pusiera de moda y algunos médicos comprendieran que hacer el humor beneficia gratamente a la salud, el Doctor Casimiro ya ejercía, con el beneplácito de la afición de El Puerto de Santa María, su sanadora vis cómica, mientras fisgoneaba en los vestuarios de un pabellón auditivo o buscaba faunos en el laberinto de un oído interno. Acostumbrados como estábamos a la arrogancia seca de los que tenían estudios, a la afectación malaje de unos profesionales demasiado estirados, el humanismo sabio y surrealista de aquel joven empezó a propagarse allende los tímpanos.
Recuerdo la primera vez que acudimos a verle. Mi esposa tenía entonces unas amígdalas de cristal de bohemia que, cuando se inflamaban, le hacían callar por los codos. Llamamos al portal de la que creíamos su puerta y, tras disculparnos por el error, le preguntamos al vecino que nos abrió por la consulta del afamado otorrino. El individuo importunado parecía un profeta del Antiguo Testamento: barba y pelo abundante, coleta a lo Daniel Boone, sonrisa como la de Jack Nicolson en "El resplandor", y una linterna en la cabeza. Con esa pinta, el tipo podía ser cualquier cosa menos Don Casimiro: el presidente de la asociación de espeleólogos portuenses, un hippie que acababa de llegar del Tótem donde se había fumado toda la arboleda perdida, o, yo que sé, el mismísimo Norman Bates minutos después de haber acuchillado en la ducha a Janet Leight. Pero no, ¡era él!, el especialista del que todos dicen que no hay peor sordo que el que no quiere ir a su consulta.
Casimiro en su despacho, donde “su calavera ayudante, que fue novia de Hamlet, me contó el secreto de su éxito”.
Pasamos dentro y el ambientazo era espectacular. Estaba Eustaquio, que no se tenía en pie, con una trompa impresionante. Había también un penitente de Los Cerillitos con un gran tapón de cera. Y Contreras, que pese al tratamiento, seguía sin enterarse. Y un ecologista con vegetaciones. Y un primo lejano de Mayor Oreja.
Esta silla de paciente, que hace mas de 50 años estaba en la consulta de su padre, también otorrino en la consulta de la calle Cielos, continúa en activo.
Ya en su despacho, mientras el hombre más dicharachero del barrio alto examinaba la garganta de mi mujer, su calavera ayudante, que fue novia de Hamlet, me contó el secreto de su éxito. Ser agradable o no ser agradable, esa es la cuestión. Lo había descubierto, con unos siglos de más, en aquella consulta fantástica en la que la risa, milagrosa y benéfica, entra por un oído y sale por el otro. /Texto: Pepe Mendoza.
Ante mi desesperación acudo a ti, espero y deseo que des con mi problema.
Pues tan desesperada estoy que me aferro a ti como a la vida.
No tengo palabras para describir tan buena alma y profesionlaidad con una humildad dificil de ver estos dias. Mil gracias por atender a mi madre y mis hijos tan humanamente bien.
Tuve el gusto de conocerlo,en el año 85 más o menos, en el hospital San Rafael, opero a mi hija, entonces con 4 años, de garganta, después tuvo sinusitis y también la trató el y al final, también de hipoacusia, le pusu unos drenajes transtimpanicos,y mejoró,el decía entonces que era la paciente más joven que había operado, incluso la trató en su casa!. Hace ya años de eso pero mi hija lo sigue recordando..
Un gran profesional y mejor gran persona mi familia y yo nunca olvidaremos como se porto con mi padre q por desgracia lo q tenia ya no podía curarse y estuvo con el hasta el final GRACIAS un abrazo
EL MEJOR CON DIFERENCIA
Después de varias operaciones y un año gastando dinero a lo tonto me dijeron "que lo mio no tenia solución" me puse en contacto con Don casimiro y me dijo: bájate y verás si hay solución "
En dos veces que lo vi consiguió lo que para varios otorrionos no tenía solución
Y una persona excelente
Amigo de toda una vida, profesional hasta el desgaste.
Te admiro como profesional y amigo.
Todo un ejemplo a seguir.
Es el el que tiene que informar, que no solo se dedica a la oftalmologia, tiene otras aficiones que solo el puede poner en conocimiento del público en general.
Magnífico profesional y amigo.
Le detectó el síndrome de meniere a mi mujer ya avanzado, a día de hoy no hay cura, pero él insiste en buscarla y no cesa, lo sé y me consta, con eso lo digo todo. GRACIAS Doctor.
Recuerdo de pequeña (9 añitos) ir con mi madre a su consulta porque le dolía un oído, y toda seria ella explicándole su afección... y Don Casimiro decirle, todo serio él: eso es por llevar unos pendientes tan grandes... la cara de mi madre fué lo mejor!! Por supuesto, no sólo la curó a ella, sino que enseñó a una niña pequeña a reírse de sí misma o en situaciones inesperadas! Muchísimas Gracias !!
Magnifico profesional, magnifica persona y muy buen compañero de clases en la infancia
Es un gran profesional, trato a mi hija cuando era muy pequeña y el cambio en ella fue fantástico. Me gustaria qu hubiese mas profesionales de su categoría.
Totalmente de acuerdo. Tuve la suerte de conocerle como enfermera en el hospital del Puerto de Santa Maria, y es un pedazo de profesional y compañero. Gracias por atender a mi padre tan bien como lo hicistes.
Mi marido y yo nunca le agradeceremos bastante como nos trató y orientó ante la Hipoacusia grave mal diagnosticada por otra otorrino a nuestra bebe de cuatro meses y su sensibilidad para llamarnos en mitad de sus vacaciones por la noche (y sin conocernos) para calmarnos y orientarnos. Eso es de ser muy humano. Gracias, gracias y mil gracias
Que se puede añadir si creo que ya lo habéis definido todos. Si grande eres como profesional como persona faltan palabras en el diccionario. Un millón de gracias por ser como eres
Casimiro es un buen profesional yo tuve que operar a mi hijo de la garganta de pequeño y después de 15 años aun recuerdo
su humor cuando a todos los niños en la URP los tenia vestido de espidernar con capas y guantes de globos dibujado de gallinas ,
puesto en la cabeza ,,,,,,,,,, ES un estupendo otorino ,,,,,,
El Dr. Casimiro curó a mi esposo de una perforación, literalmente perforación, de tímpano, por "un cariñoso abrazo de un bastocillo". Tras darle ya el alta le dijo: " lo unico que no puedes es "hacer el amor de oidas". Genial Casimiro.
Casimiro, otorrino y amigo
Casimiro,
otorrino y amigo,
yo quisiera
tener los arrojos
necesarios
para irme contigo.
En honor a ti,
otorrino y amigo,
yo me haré beduino.
Indagaste la hosca caverna
de mi tímpano
y hallaste la guarida
del caracol,
y el eco te respondió,
pero al poco se apagó
y rastrero regresó
a la gruta del silencio.
Inquiriste los sigilos
de mi equilibrio,
obstinado, con denuedo,
para hallar el camino
más suave, más recto.
Y con igual tenacidad
determinaste
que no había otro camino;
el implante coclear.
Y por ello apostaste
y contigo,
otorrino y amigo,
indeciso, eché a andar.
Casimiro,
otorrino y amigo,
aquí estoy
para darte este abrazo,
ya ves hoy,
de resulta de tu esfuerzo,
aquí estoy, ¡gracias! te oigo.
Te oigo, te aprecio, te leo,
leo de ti y de tus arrestos
para salvar a otros,
entre arenas y vientos,
relegados por todos.
Te oigo, te aprecio, te digo
que bien mereces
no sólo este
humilde agradecimiento,
que bien mereces
los más afables elogios.
Pero que sean los elogios
transparentes, sinceros,
que las aves de rapiña
sólo buscan la carnaza
para verse dadivosos.
Que vengan los elogios
de estos que como nosotros
hallamos en ti la esperanza,
la amistad, la franqueza
y esa forma tan particular
de hacer y decir las cosas.
Desde Puerto Real
a la calle Palacios
vaya para ti este abrazo.
Rafael Arauz González
Eres un crack Casimiro gracias a ti y te tuteo porque hemos tomados muchos café juntos con tu señora en un bar en lo alto del berben y nos conocemos ase muchos años y gracias a ti unos picores que tenía en la garganta y oído yo creía que era otra cosa y todo se debía a unas alergia que tu me encontraste después de verme barios médicos y decían que no tenía nada por fin me diste con lo que yo tenía muchísimas gracias Don jose Casimiro .
Todo lo que tiene de dicharachero lo tiene de profesional y buena gente.
Todo el honor merecido para este Gran Profesional y amigo
Buenísimo cuánta falta nos hacen cosas así"