El pintor Ángel Lara Barea, nace en el Puerto el 3 de julio de 1957 en el número 4 de la calle Jesús de los Milagros hijo del ‘pintor de la luz’ Juan Lara Izquierdo y de Catalina Barea, conocida como Cati. El matrimonio tuvo cinco hijos: Maria del Carmen, Juan José --fallecido hace 27 años--, Pilar, Ángel y Marisa. Angelito, como le llamaba su padre, estudió en la escuelita que la mujer de Miguel Duro tenía en la calle Luja y luego en San Luis Gonzaga, el Instituto Santo Domingo y SAFA. Pero sus verdaderos estudios, los que más emoción le produjeron, fueron en la Academia de Bellas Artes.
Luego vendría el servicio militar entre Colmenar Viejo y el Hospital Gómez Ulla, en Madrid. Con su mujer, María José Heredia Figuereo tiene dos hijos varones, Angel María y Alejandro.
Angél, al ver la fotografía de la izquierda, en brazos de su madre, con apenas un año, exclama: "Yo ahí ya me di cuenta de que quería ser pintor".
Veamos que nos dice Javier Maldonado de Ángel, en la presentación del cartel de la Feria de este año: «Su primer apellido evoca la figura de su padre: Juan Lara, uno de los mejores pintores portuenses, de quien poco pudo aprender Ángel debido a sus ocupaciones y a los muchos viajes que realizaba al extranjero. Así, que Ángel Lara se formó en la Academia de Bellas Artes de El Puerto: escuela de tantos buenos artistas. Eso fue entre los años 1970 y 1975, después de dejar sus estudios de Enseñanza Secundaria para hacerse pintor. Yo creo, no sé si me equivoco, que Ángel Lara desarrolló una temprana rebeldía juvenil y un decidido espíritu de independencia artística respecto a su padre. Se propuso que lo que llegase a ser como pintor tenía que debérselo a sí mismo, a su propio esfuerzo, a sus méritos.
Fotografías de Angelito, como le llamaba su padre, hecha por el propio Juan Lara, al fondo un cuadro del pintor de la luz. Juan Lara era un buen fotógrafo.
Ángel posando para su padre, en diversas posturas toreras, para alguno de sus cuadros costumbristas con niños en la escena.
Después de su aprendizaje formal en la Academia de Bellas Artes, Ángel se dedicó durante años a ampliar su formación artística: dibujaba, pintaba, ensayaba técnicas, participaba en exposiciones colectivas… Y después de varios años se atrevió a dar ese paso decisivo que tiene que dar todo artista, para bien o para mal, para seguir creando o para guardar los pinceles, que es exponer públicamente su obra en solitario. Fue en 1984. Desde entonces a ahora, en estos veintiséis años, Ángel Lara ha realizado una meritoria carrera artística: exposiciones individuales y colectivas; certámenes, en algunos de los cuales ha resultado galardonado; murales para centros comerciales y culturales; muchas obras por encargo…
Con su hermano Juan José, fallecido hace 27 años, ayudando a su padre en un mural de 4x4 metros realizado en la casa de Tomás Terry, que reproduce el Palacio de Valdivieso, sede de Urbanismo.
Hay que destacar además otras facetas menos conocidas de su historial. Una es la de restaurador de numerosas obras de arte de importantes colecciones privadas, actividad que lleva desarrollando discretamente desde hace mucho tiempo. Otra es la de profesor de Dibujo y Pintura en diversos centros públicos y privados de El Puerto, desde hace más de veinte años. Actualmente es profesor del Taller de Dibujo y Pintura del Real Club Náutico de El Puerto de Santa María.
Ángel Lara Barea delante de un retrato de su padre.
En el arte del cartel, que es distinto del de la pintura y el dibujo, Ángel Lara tiene una acreditada experiencia. En su haber cuentan varios carteles anunciadores: de conciertos del Orfeón Portuense, de obras de la compañía de teatro Jaramago, de la Fiesta de la Primavera de la Casa Grande del Club de Golf de Vistahermosa, de la velada de la Virgen de los Milagros, de las actividades conmemorativas de Nuestros Orígenes Históricos como El Puerto de Santa María y del Carnaval de El Puerto del año 1995.
Preparando un lienzo en el estudio de su padre en Benamahoma.
Ángel Lara es un pintor figurativo que se desenvuelve con soltura en diferentes técnicas y que tiene mucho oficio, como podemos apreciar en el cartel que ha realizado para nuestra Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino de este año 2010».
Manolo Morillo, nos cuenta como pasó una tarde entera, embriagado por el aroma del oloroso vino de la tierra y el penetrante perfume a lienzo óleo y acuarela que desprende «el estudio de Angelito, como le llamaba su padre. Por el balcón de la casa de vecinos limpia y repintada –no podía ser de otra forma- en la que nuestro artista pasa su tiempo de inspiración, se cuela la esbelta figura de piedra rojiza de la torre del Castillo construida por el aralife Alí. Sentado delante del linajudo caballete heredado de Juan Lara, que a su vez lo heredó de Hohenleiter y éste del reconocido maestro sevillano de entre siglos Gonzalo Bilbao (1860-1938), el alma de pintor que lleva dentro se enfrenta a la pureza del blanco lienzo.
Con el escritor y dramaturgo, Juan García Larrondo, con nótula 082 en Gente del Puerto.
Su formación artística en la Academia de Bellas Artes, le lleva a conseguir notables calificaciones y el reconocimiento de sus profesores. La inquietud propia de la juventud le empuja a una investigación más personal de la pintura, encaminándolo a explorar la propia naturaleza, realizando trabajos al natural y al aire libre donde, su mayor preocupación es la plasmación de una pintura espontánea y viva. “Mi primera mesa de trabajo fue artesanal, la construí con mis propias manos, y tal era mi entusiasmo que me quedaba pintando hasta el canto del gallo”.
Una de las últimas fotos con su padre, que le pidió le acompañara a dar una conferencia en un instituto de enseñanza de El Puerto. Allí, recuerda Ángel, "fue una de las pocas veces que oí a mi padre reconocerse como artista. Afirmaba que ser una artista es una bolita que Dios tira y al que le toca le tocó". Pocos meses después fallecería el pintor de la luz. (Foto: David Clares).
No le resultó fácil tomar la decisión de intentar vivir de la pintura, el artista está siempre en el filo de la navaja, más afilado si cabe si esa navaja es empuñada por tus propios coterráneos. Pero no se queja, siente que El Puerto le quiere, se encierra en su céntrico laboratorio de emociones y pinta mirando a la Venecia gaditana idealizando un molino de piedra y agua. Dice que su pintura está fuera de los límites del realismo, que el pintor debe tener una visión adelantada a los tiempos, y que cualquier manifestación de arte es en sí misma un cuadro vivo.
Con su padre y vecinos de la calle Jesús de los Milagros, en su primera exposición individual en el patio del Hospital San Juan de Dios. A la derecha, vemos a la esposa, hija y yerno del gran amigo de Juan Lara, Bartolo, de Ultramarinos La Giralda, fallecido prematuramente. Año 1984.
Recuerda con cariño su primera exposición individual en el claustro del patio del Hospital de San Juan de Dios, fue su primer contacto a solas con la calle, y ésta le respondió. No se olvida de sus compañeros de fatigas: Jesús Cordero, José Manuel Péculo, Asunción Muñoz, y se le encienden los ojos cuando habla de la mujer con la que comparte su vida, María José Heredia, fiel colaboradora, amiga, compañera y madre de sus hijos. Ya tiene en su mente la próxima exposición, en la que quiere que la música, el teatro y la pintura vayan de la mano como fabulosas ninfas de la naturaleza».
Durante la presentación del cartel, el pasado 8 de abril, en las Bodegas Osborne. (Foto www.feriadelpuerto.com).
Volvemos a Javier Maldonado en la presentación del cartel de Feria de este año: «Contrasta en el cartel el empleo de un figurativismo preciso en los primeros planos con el difuminado de la escena en el último: un recurso empleado para dar idea de profundidad. La luz y el color también están muy logrados en los distintos planos: sobre el albero del suelo y el blanco y verde de la portada de la caseta destacan el rojo y el azul de los trajes de gitana.
Con su mujer, María José Heredia, en su casa. (Foto: Agustín Álvarez).
Hay que destacar que las figuras de las dos protagonistas están plenamente conseguidas; incluso en sus caras, que es lo más difícil. Ángel Lara se revela más que nunca hasta ahora –en lo que conozco de su obra- como un magnífico retratista; porque las dos mujeres que ha pintado son reales, y fácilmente reconocibles por quienes las conozcan. Una es Karen Díaz Suárez, novia de su sobrino Juan-José Alonso Lara; la otra es María-José Heredia Figuereo, su mujer, a quien Ángel le hace en este retrato un homenaje de amor.
Él dice que las mujeres son flores en primavera, y ha retratado a María-José y a Karen de cuerpo entero y en movimiento. La pintura no tiene música, pero la escena que ha creado Ángel Lara tiene tanto movimiento, tanto, que las notas vienen a nuestros oídos».
La Bahía de Swansea, en el Sur de Gales (Gran Bretaña).
En estos momentos, habiendo vivido el éxito del cartel que nos anuncia la Feria, Ángel se está planteando irse a vivir una larga temporada en Gran Bretaña. Allí, junto a un primo suyo que le ayudará a introducirse en el Sur de Gales, concretamente en la Bahía de Swansea, piensa montar un estudio de pintura, exponer en las galerías de la pujante zona en la que viven Bonnie Tyler, donde nació Richard Burton y donde existe un pujante ambiente artístico y mercado del arte. ¡Mucha suerte Ángel en esa aventura!
En una próxima nótula expondremos una selección de sus creaciones y pinturas.
Le admiro y le quiero
Angel tiene mucho arte lo mismo con su noble personalidad. Como el gran pintor que es te mandamos un saludo ami primo que lo queremos mucho coni y rafael desde swansea el sur de wales
ANGEL PINTAS ESTUPENDAMENTE, HAS TENIDO SUERTE CON LA MUJER QUE TIENES A TU LADO QUE ES MUY BUENA Y CON TU MADRE DIOS TE PROTEJA PARA QUE SIGAS PINTADO Y TENGAIS SUERTE EN LA VIDA.
La fotografía en esta nótula de Ángel Lara con su padre y vecinos de la calle Jesús Cautivo, en su primera exposición individual en el patio del Hospital San Juan de Dios. Año 1984, deduzco que se refiere a sus vecinos de de la calle Jesús de los Milagros donde Ángel vivió en su infancia.
La música no sólo la ha reproducido pictóricamente, Ángel y María José han pertenecido también, como un servidor, al Orfeón Portuense, que fue testigo de su matrimonio aportando el repertorio coral y también fue testigo del buen hacer de ambos.
Abrazos, suerte y enhorabuena.
Angel Lara ! embajador del arte en el Puerto de Sta Maria !!
Felicidades Angel por esas obras !!
Felicidades Angel por tu aportación a la cultura Portuense y por tu amistad. Los que te queremos te deseamos lo mejor en tu nuevo proyecto. Un beso
aaaayyyy mi padre y mi hermanoooo