Muéstrame pueblo mío tus anhelos de torres miradores y nostalgias
las grietas de las casas que cobijan memorias de la gente que amó
por rectilíneas calles divisándose en el río.
Revélame pueblo mío las grietas del viento los balcones y azoteas blanqueadas
las palabras perdidas las mentiras la ropa tendida los celos la alegría
háblame de salicornias y geranios.
Desde la azotea de San Luis Gonzaga. Finales siglo XX. /Foto: Fito Carreto.
Descúbreme pueblo mío tu corazón abierto y explica las batallas que has vivido tantos años silente
volcado a las riberas frente a la piel temprana
y la vejez herida y taciturna.
Sabes que estoy atento a los avisos que labras en las piedras palmeras araucarias aspidistras
donde los amantes se enamoran sueñan
y la muerte ronda las ventanas.
Distingues pueblo mío de amenazas a gaviotas palomas gorriones mapas y rutas
de esta tierra abierta a la bahía como un vaso
para gozo y dolor de los naufragios.
Percibes pueblo mío que no miento si afirmo que los navíos se estremecen de de las grúas
y también de los carabineros que pasean y otean en tus muelles
mientras pasan las horas mientras fuman sus vidas.
Ábreme pueblo mío las llagas del perro callejero que olisquea las esquinas
al vagabundo ebrio y alunado al caminante que ya no cree en destinos
para poder asirlo y consolarlo.
Dibújame pueblo mío las tiernas caricias los nidos de cigüeñas sobre las espadañas
las locomotoras y helicópteros sobrevolando tu cielo
al niño en bicicleta tu gentío de fiesta.
Exponme las arterias del olvido la tristeza el hambre el infortunio la rabia la nostalgia
la pena la venganza el paro la impotencia y esas frases
que no pronunciaremos por temor al ridículo.
Muéstrame pueblo mío tus anhelos tu corazón ingenuo
avisos
gaviotas
barcos
grúas
vagabundos
caminantes
cigüeñas
olvidos
infortunios
y palabras pues de la misma arena nos hicieron.
Jesús María Serrano
De el libro “Añil” o LIBRO DE LOS AMIGOS
Vista desde la azotea de San Luis Gonzaga. Siglo XIX.
CODA
Mi pueblo no es el mejor del mundo ni su gente tampoco lo es.
Mi pueblo no tiene grandes puentes ni catedrales excelsas.
Mi pueblo no tiene universidad
Mi pueblo no tiene estación de autobuses
Mi pueblo cada día tiene menos cosas y más población.
Mi pueblo está cercano a los 14.000 desempleados.
No hay industrias, la pesca ha muerto, las bodegas están en cuadros.
Ni vaporcito le queda casi, abandonado en un ERE está.
¿Podremos resistir esta situación?
El problema no es sólo del gobierno y de los gobiernos: ES DE TODOS Y ENTRE TODOS TENEMOS QUE RESOLVERLO. JMS.