El burropolo, una versión Light y divertida del Polo pero con burros en lugar de caballos, se lleva practicando en El Puerto desde hace al menos 15 años. Ahora, desde que Jesús Grandes (ver nótula 1.366 en Gente del Puerto) y Jaime Terry han creado una sociedad para gestionar las instalaciones de la vivienda rural ‘Villa Julia’ han dado protagonismo y un espacio mejor a este divertido deporte, donde las reglas se relajan y es mas la diversión y la participación que la normativa la que hacen que sea una actividad cada vez mas demandada.
A la izquierda Jaime Terry Osborne, a la derecha Jesús Grandes Melgarejo en el monumento a Sancho y su burro, en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real).
Se suelen hacer competiciones e incluso liguillas en Villa Julia, en el picadero de tierra de la finca ‘Las Marías’ o, a demanda, en instalaciones particulares como complemento a una fiesta o una celebración; se han llegado a desplazar, incluso a Alanís y a Badajoz, entre otras giras. Cada vez lo solicitan mas para comuniones, bodas o reuniones familiares y en vacaciones suelen celebrar un ‘Abierto’ por equipos, con cuartos de finales, semifinales y una gran final.
Un reñido partido de burropolo en el campo de Villa Julia.
Los equipos suelen estar formados –al igual que en el polo-- por 4 jugadores con sus correspondientes jumentos, en el que dos equipos contrarios intentan llevar un balón de plástico hacia la portería del rival, por medio de un cepillo de barrer en sustitución del taco o mazo. Duando se trata de niños, son el doble de jugadores ya que uno lleva al pollino y el otro lo monta. Los partidos no suelen durar mucho tiempo, ya que se puede jugar bien por número de tantos o goles o por un espacio de tiempo relativamente pequeño, para dar participación a todos. El que no juega es porque no quiere.
Jesús Grandes con la veterinaria nacida en Portugal María Joana Campos.
No todos los burros están preparados para el juego y la cabaña de asnos de Jesús y Jaime se tiene que ver complementada a veces con semovientes procedentes de Sanlúcar, cuando se requieren de muchos participantes. ¡Quien no se acuerda de aquella familia de arrieros de El Puerto, los Cantalejo, que desmontaron las dunas de las playas para proveer de arena a las calerías, en su monótono recorrido por el Camino –hoy Paseo—de los Enamorados!
Arrieros en la playa de La Puntilla, desmontando dunas.
Enlace a una interesante colección de imágnes sobre burros y mulas en Pinterest.
La casa existente en Villa Julia, antes de su demolición, propiedad de la familia Benjumeda, en una acuarela realizada por Santiago Díez Benjumeda.