El mercado de Abasto “La Concepción”, “la plaza” para los nativos, tiene en su interior una coqueta capillita que preside un cuadro de respetables medidas con la imagen mariana bajo la advocación que da nombre a este edificio público municipal. Un trabajo de Hipólito Sancho publicado en 1954 en la revista “El Santuario de Regla” con el título de “El retablo de la antigua carnicería del Puerto de Santa María” nos proporciona una interesante información del antiguo lienzo, que data de mediado el siglo XVIII, así como una hipótesis sobre su autoría.
Indica Sancho que “se trata de un cuadro de tamaño académico que representa a la Inmaculada rodeada parcamente de ángeles, apoyada sobre una bandera que en su campo ostenta el escudo franciscano de las cinco llagas y a cuyo lado izquierdo figura un religioso de la Observancia minorítica arrodillado con una corona en sus manos”. El fraile franciscano, perteneciente al convento que hubo en el entorno de la iglesia de San Francisco, es el Padre Fray Felipe Moreno, quien había fundado una cofradía llamada de la Corona de la Concepción que tuvo una diminuta capillita en el compás del convento referido. Fray Felipe como comisario de dicha institución organizaba la procesión del rosario de la Purísima Concepción de la Virgen María desde aquel convento, en la que participaban numerosos fieles y devotos muchos de los cuales se erigieron en mecenas de la cofradía costeando el lienzo que nos ocupa y donándolo a la misma.
Continúa exponiendo Don Hipólito --en la imagen de la izquierda-- en el artículo citado que el cuadro “perteneció en un principio a la antigua carnicería de la ciudad sobre cuya puerta estuvo colocado en un retablo y al transformarse todos aquellos lugares con la construcción de un nuevo mercado, se le reservó en él uno de los arcos inmediatos a uno de los ingresos, que oportunamente cerrado quedó convertido en capilla, donde en un retablo neoclásico se colocó la pintura como recuerdo de la antigua cofradía de las berceras que tuvo su asiento en el templo de la observancia franciscana de El Puerto hasta 1835.”
Reconoce Sancho de Sopranis que “artísticamente no pasa de ser un cuadro mediano (de calidad), no exento de interés e inspirado muy de cerca en Murillo, una de cuyas concepciones imita simplificando la gloria de ángeles que las acompaña, pero su valor histórico no es pequeño pues suministra un dato que no es de despreciar para la iconografía de la provincia franciscana de Andalucía a uno de cuyos religiosos, de conocida virtud, representa.”
¿Quién pudo ser el autor de esta pintura que dentro de su mediocridad no deja de ser agradable y es muy superior a otras de autores locales contemporáneos? -se pregunta el autor- y corriendo el riesgo de no acertar, pues el lienzo no lleva firma que lo identifique, esboza la hipótesis de que bien pudiera ser Fray José Cordero, el lego franciscano (nótula 466), “un religioso conocido en la historia del arte regional como uno de los últimos grandes representantes del arte de la ferronería, que manejó los pinceles con habilidad y soltura”
El conde de Maule en el libro XXII, capítulo IV de su obra “Viaje de España, Francia e Italia” cita claramente esta faceta artística del prodigioso artesano portuense: “Los cuadros grandes de la vida de la Virgen que circuyen la iglesia (Monasterio de la Victoria) los hizo el hermano José Cordero, lego franciscano que nació en esta ciudad (El Puerto de Santa María) en 1717. Aunque no tienen gran mérito, tampoco son despreciables y es muy digno de que se sepa que también manejaba el pincel el autor del reloj de la Giralda de Sevilla.”
Concluimos esta breve reseña explicativa del cuadro que preside la capilla del mercado, situada a la izquierda de la puerta de entrada de calle Ganado apuntando que no sería raro que cualquier día pudiera encontrarse la partida de cuentas de este encargo y así poder determinar con toda certeza la autoría de esta singular obrita pictórica, cuyo origen e historia hemos dado a conocer. /Texto y fotos:Antonio Gutiérrez Ruiz.- A.C. PUERTOGUÍA
Antonio, magistral, como siempre