El economista Jesús Santiago Canelada lleva 10 años como gerente de AFANAS, donde gestiona grandes cifras en recursos humanos: 1.000 usuarios de diferente tipología y mas de 900 trabajadores. Nació el 18 de septiembre de 1975, hijo del también economista ya desaparecido, Miguel Santiago, delegado que fue de la Caja de Ahorros de Cádiz, luego Unicaja y concejal por el PCE en el primer ayuntamiento democrático.
--Lleva diez años en el cargo. ¿Qué balance realiza? ¿Cómo es un día de trabajo?
--En general, es bastante positivo. Yo soy economista, y meterme en algo como AFANAS era un cambio radical, pero te enriquece mucho. Mi trabajo es ir apagando fuegos. No puedes planificar, te vas encontrando con las cosas. Vas ajustando y la planificación la dejas para un segundo plano.
--¿Qué es lo que más le ha sorprendido de AFANAS?
--El volumen. Gestionamos a mil usuarios y a más de novecientos trabajadores. Desde fuera se ven las furgonetas y los niños, pero la gestión diaria es bestial. Es verdad que me acompañé de un buen equipo, muy competente, que te hace más liviano el día a día. Además, AFANAS es lo que es por los trabajadores. Por su buen hacer, su dedicación plena y su profesionalidad, que es de admirar y para sacar pecho.
--¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
--Visitar los centros. Intento hacerlo lo más posible, lo que el día a día me deja. Pero me gusta ir porque te llevas una visión real de lo que estás haciendo. Es fundamental, cuando trabajas con números, no perder la perspectiva de cómo repercute un euro más o menos.
--¿Cómo le ha afectado la crisis a la institución?
--Como a cualquier familia o empresa. Es verdad que, de la mano del comité de empresa, pudimos hacer ajustes en aras de no realizar ningún despido. Con reubicaciones, logramos mantener todos los puestos de trabajo.
--¿La situación económica modificó su relación con las instituciones?
--No. Hemos tenido negociaciones duras, pero la administración siempre empatiza mucho con nosotros. Somos un sector que nadie quiere tocar, aunque tocan, pero la federación en la que estamos guarda buena relación con la administración. Hay buena sintonía con las tres más cercanas. El Ayuntamiento de El Puerto, indistintamente del color político, siempre ha sido un abanderado de AFANAS. No podemos decir que ningún alcalde haya sido mejor o peor. Lo mismo con Diputación. Hemos tenido varios colores políticos y vamos renovando los convenios históricos. Y la Junta de Andalucía aporta el 80% de nuestros contratos. Con vaivenes en las relaciones, pero siempre hemos ido de la mano.
--¿Tiene algún proyecto en cartera para poner en marcha?
--Hay uno muy bonito, que a la junta directiva le gustaría hacer. Sería una residencia que conjugue dos aspectos: las personas con discapacidad o dependientes, y los familiares que, por edad o sus circunstancias, no puedan hacerse cargo de ellos. De esta forma, sería una convivencia amparada por nuestros técnicos. También tenemos otro proyecto, un centro ocupacional para personas con discapacidad intelectual que salen del colegio, y su necesidad es más educativa que asistencial. Para este proyecto ya tenemos el espacio físico, pero hay que trabajarlo más.
--Tras casi medio siglo de historia, ¿AFANAS mira al futuro?
--Sí. Aunque estemos inmersos en los últimos coletazos, podemos decir que AFANAS ha salido de la crisis. Esperemos que, de aquí en adelante, todo sea mejorar. /Texto: N.L.
Magnifica la idea de la residencia conjunta.