Cesar Manrique visitó El Puerto de Santa María en varias ocasiones a lo largo de 1989, de la mano de un grupo inversor, con objeto de trabajar en dos proyectos singulares: la construcción de un Cementerio Jardín en la carretera de Sanlúcar y adaptar una de las cuevas cantera de la Sierra de San Cristobal para auditorio, al estilo de los Jameos del Agua (Lanzarote) que, como tantas cosas en El Puerto, no vieron la luz. Al final solo llevó adelante el proyecto de un chiringuito en la playa de la Muralla ‘El Robalo’, con una escultura movil representando a dichos peces. /En la imagen, Cesar Manrique en El Puerto. 1989.
Auditorio de los Jameos del Agua (Lanzarote). Vista Parcial.
Las obras mas conocidas del artista lanzaroteño se encuentran en su isla natal y en el Centro Comercial La Vaguada (Madrid), entre otros lugares. Aquel año de 1989, acompañado por un grupo inversor y del entonces director del Yacimiento de Doña Blanca, Diego Ruiz Mata (ver nótula núm. 1.589) y el concejal Miguel Marroquin (ver nótula núm. 220 en Gente del Puerto), visitaron la Sierra de San Cristóbal, en la que se contempló la posibilidad de construir un Auditorio al estilo de los Jameos del Agua (Lanzarote), que ya había bautizado el arqueólogo con el nombre de ‘Cueva Cantera de la Luz Divina’.
Una imagen de la Cueva Cantera de la Luz Divina
El proyecto de Cementerio Jardín tampoco vio la luz en nuestra Ciudad, trasladando los inversores su iniciativa a la vecina villa de Puerto Real, donde tampoco cristalizaría el proyecto. Solo un chiringuito en la playa de la Muralla, con diseño del canario conocido como ‘El Robalo’, que llevaba una escultura movil suya representando a dichos peces y que giraban con la brisa del mar. La escultura sería trasladada con posterioridad a uno de los espigones de Puerto Sherry, que desapareció tiempo después, de su ubicación.
El móvil denominado 'El Robalo', en acero pintado (Serie Juguetes del Viento) que giraba con la brisa del mar, primero en la playa de la Muralla y luego en Puerto Sherry. /Foto: Colección Juan G. Larrondo.
El diseño de 'El Robalo' en un catálogo de la obra de Manrique, editado por su fundación.
Manrique, verdadero impulsor del Turismo en la isla de Lanzarote a través de la red formada por los Jameos del Agua, el Mirador del Río, la Cueva de los Verdes, el Jardín de Cactus, las Montañas del Fuego, el Castillo de San José y el Monumento al Campesino, a través de sus creativas y revolucionarias ideas, realizadas de forma artesanal que al final hicieron historia. Estos centros únicos en el mundo hicieron avanzar a la Isla y atrajo al turismo hasta nuestros días.
De izquierda a derecha, miembros del gobierno municipal que gobernaban mediante pacto en 1989: los concejales socialistas Rafael Contreras y Miguel Marroquín, de Bienestar Social y Turismo, respectivamente; el concejal de Urbanismo, el popular Indalecio Rábago, Cesar Manrique, Ramiro Cerezo concejal a la sazón, concejal popular de Medio Ambiente y el arqueólogo y director de las excavaciones de Doña Blanca, Diego Ruiz Mata.
Visita de S. M. el Rey Don Alfonso XIII a las Cuevas de la Sierra de San Cristóbal en 1930.
En diciembre de 2007, la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia dedicó un homenaje al diseñador y urbanista canario, reconocido por su capacidad para aprovechar la naturaleza como elemento artístico e integrar su obra en el medio natural. El ingeniero Francisco G. Posada hizo un esbozo de la biografía humana y creativa del artista, deteniéndose en su amistad con el poeta Rafael Alberti, con quien mantuvo amistad e invitó a finales de los años setenta del siglo pasado a pasar una temporada en su casa, el Taro de Tachiche, sede la fundación del isleño. Manrique, aficionado a la poesía y en especial a la obra gráfica de los artistas de su época, como Picasso o Miró, con quien también tuvo relación, como relató en su conferencia ‘Cesar Manrique: pastor de vientos y volcanes’, Posada.