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#5.123. Se cumplen hoy 443 años desde que partió de El Puerto la embajada de Felipe II, con 21 embarcaciones, con destino al sultanato de Marruecos

 Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz.

Se cumplen hoy 443 años de una expedición naval (3 navíos y 18 galeras) que salió de El Puerto de Santa María, con todo el séquito que acompañaba a Pedro Venegas quien, nombrado embajador del rey de España, Sicilia y Cerdeña, Felipe II --el más poderoso de occidente-- ante el nuevo Sultán de Marruecos, Ahmad al-Mansur (1578-1603). | En la imagen, Felipe II. Año 1573. Autora: Anguissola, Sofonisba. Óleo sobre lienzo, 88 x 72 cm. Sala 055. Museo del Prado.

Conocemos nuestra historia en el siglo XVIII y todos los personajes más relevantes que en ella participaron, gracias a la labor de licenciados y licenciadas que han realizado espléndidos trabajos para dánosla a conocer. El siglo XV, en su última década, también nos sitúa en primer plano de la Historia de España, pero... ¿y el siglo XVI, que conocemos de él, y del protagonismo de la ciudad, base de las Galeras Reales? Pienso que, proporcionalmente a la importancia que debió tener, poco o muy poco.

| Galera. S. XVI | Dibujo de F. Rodna | Ediciones Desperta Ferro.

Esta información que presentamos a los lectores de Gente del Puerto, la he encontrado en un libro publicado por la Editorial Lerroux, en 1905, del que es autor el comandante Henry de Castries, titulado Sucesos inéditos de la historia de Marruecos, de 1530 a 1845. Y será su texto, que comparto a continuación con vosotros, el que os dé una detallada información del hecho:

| La vida embarcado en galeras | Dibujo de Z. Grbasic | Ediciones Desperta Ferro.

“Don Pedro Venegas, nombrado embajador cerca del Sultán, había, sido capitán de Melilla, estaba al tanto de la política cherifiana, hablaba el árabe y conocía el Corán. Salió del Puerto de Santa María el 6 de Julio de 1579 con tres navíos y 18 galeras, y llegó el 11 de aquel mes á Saffi, donde las autoridades marroquíes le recibieron con grande acatamiento y no menor pompa. Don Pedro bajó á tierra en una barcaza de gala, y cuando ésta llegó á proximidad de la playa, ocho moros ricamente aderezados le llevaron en hombros hasta la tierra firme. En la, playa había formados hasta 400 arcabuceros y todos los personajes de Saffi, y al embajador le llevaron á la mejor casa de la ciudad, enviando un correo á Marrakesh para anunciar el suceso al Sultán, el cual, dice el cronista, de tanto placer se descompuso.

| Una antigua imagen de Saffi | Foto: Colección M'barek Kaza.

El viaje del embajador desde Saffi á Marrakesh resultó espléndido. Seis camellos y 30 mulas tenían para él y su séquito; 50 camellos y 50 mulas para su bagaje; nueve tiendas de campaña, una de ellas bordada en sedas, para su alojamiento, y 400 renegados, armados de arcabuces, para su escolta. La munia de las Kábilas fué espléndida.

| Antiguo grabado de Marrakesh.

El 27 de Julio entró D. Pedro Venegas en Marrakesh, a media legua del cual residía el Sultán en una quinta cuyos jardines se tenían por maravilla. Veinte caballos se pusieron a su disposición para la entrada, y dice que uno de ellos llevaba la propia silla de Muley Ahmed. La comitiva la formaban 30 criados a pie, 30 mulas con gualdrapas, 30 criados á caballo, dos palafreneros llevando del diestro los caballos del embajador ricamente enjaezados, 10 gentiles-hombres vestidos de damasco, los parientes de D. Pedro Venegas, y, finalmente, éste con traje de damasco. bordado en oro.

Así entró en Marrakesh el enviado de Felipe II; pero el Sultán no le recibió, según etiqueta, hasta tres días después. Habíase, puesto D. Pedro para esta circunstancia un vestido tan rico, que los moros se quedaron extasiados. Razón tenían para ello si, como dice el cronista, su espada y su daga valían 22.000 ducados. | En la imagen de la izquierda, apuntes de la Historia de Marruecos.

La comitiva fue todavía más fastuosa que la anterior: componíanla pajes á caballo, gentiles hombres y kaides. El Sultán no permitió que D. Pedro le besara la mano, sino que le abrazó. El embajador pronunció un breve discurso y le ofreció valiosos regalos, al propio tiempo que entregaba sus credenciales. 'Tan impaciente estaba Muley Ahmed por ver los presentes de Felipe II, que se dio gran prisa en abrir el cofre que los contenía, quedando admirado al ver su extraordinaria suntuosidad. Valían, según el cronista, 500.000 ducados.”

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