| Texto: Verbigracia García L.
Ayer recordaron al poeta portuense Rafael Alberti en el programa de Antena3 TV ‘La Ruleta de la Suerte’. En el panel se ha podido adivinar unos versos de nuestro paisano, pertenecientes a su libro ‘Roma, peligro para caminantes (1967). Este formato acaba de celebrar su mayoría de edad: 18 años: se estrenaba un ya lejano 18 de abril de 2006, aunque anteriormente fue emitido por la misma cadena entre 1990 y 1992 y por Telecinco entre 1993 y 1997, en ambas etapas con el nombre de ‘La Ruleta de la Fortuna’. Fue el primer programa de entretenimiento emitido por una televisión privada en España.
El concurso está presentado por Jorge Fernández y Laura Moure y es la versión española del formato estadounidense ‘Wheel of Fortune’. Desde Antena 3TV recuerdan que “En 18 años nos ha dado mucho tiempo para todo: programas especiales de verano, otros de abuelos y nietos, otros de hermanos, repartir mucho dinero y premios escandalosos, momentos para el recuerdo y algún que otro cambio en la mecánica del programa”.
El Aburrimiento
(Poema escénico)
Me aburro.
Me aburro.
Me aburro.
¡Cómo en Roma me aburro!
Más que nunca me aburro.
Estoy muy aburrido.
¡Qué aburrido estoy!
Quiero decir de todas las maneras
lo aburrido que estoy.
Todos ven en mi cara mi gran aburrimiento.
Innegable, señor.
Es indisimulable.
¿Está usted aburrido?
Me parece que está usted muy aburrido.
Dígame, ¿adónde va tan aburrido?
¿Que usted va a las iglesias con ese aburrimiento?
No es posible, señor, que vaya a las iglesias
con ese aburrimiento.
¿Que a los museos -dice- siendo tan aburrido?
¿Quién no siente en mi andar lo aburrido que estoy?
¡Qué aire de aburrimiento!
A la legua se ve su gran aburrimiento.
Mi gran aburrimiento.
Lo aburrido que estoy.
Y sin embargo... ¡Oooh!
He pisado una caca...
Acabo de pisar -¡santo Dios!- una caca...
Dicen que trae suerte el pisar una caca...
Que trae mucha suerte el pisar una caca...
¿Suerte, señores, suerte?
¿La suerte... la... la suerte?
Estoy pegado al suelo.
No puedo caminar.
Ahora sí que ya nunca volveré a caminar.
Me aburro, ay, me aburro.
Más que nunca me aburro.
Muerto de aburrimiento.
No hablo más...
Me morí.
Rafael Alberti
Roma, peligro para caminantes, 1967