| Texto: María Antonia Martínez Valera * | Foto: Manu García **
Durante la Velada de la Feria, Milagros Muñoz ‘Uchi’ --de Milagruchi-- (El Puerto de Santa Maria, 1949) recibió un emotivo homenaje de sus amigas, en la caseta de Verde y Albero.
En el corazón de un barrio común vibrante, cinco amigas, Uchi, Magdalena, Maika, Lola y yo misma, hemos tejido una historia de amistad que trasciende en el tiempo. Unidas por lazos inquebrantables, hemos construido un refugio de apoyo mutuo y comprensión.
Entre nosotras, una figura resalta: Milagros Muñoz Gil –'Uchi’, cuyo nombre es sinónimo de valentía y compromiso. Su historia no es una narrativa común, sino un testimonio de lucha y perseverancia. Como dirigente vecinal, ‘Uchi’ ha sido la voz de nuestras barriadas, defendiendo con pasión los intereses de sus vecinos.
Sin embargo, su camino no ha sido fácil. La crítica ha venido de todos los frentes, intentando socavar su determinación. Noches de insomnio y preocupaciones han sido sus compañeras constantes, sacrificando su bienestar por el bien común. “Estoy luchando por los vecinos”, ha sido su mantra, incluso cuando nosotras, sus amigas, le aconsejábamos buscar la calma.
‘Uchi’ representa la esencia de nuestra amistad: solidaridad, coraje y un incansable deseo de mejorar la vida de quienes nos rodean. A través de los años, hemos aprendido que la verdadera fortaleza reside en la unidad y en la capacidad de enfrentar juntas cada desafío.
Esto que ahora leo, son más que palabras; es un homenaje a la amistad y al espíritu indomable de una mujer que ha dado todo por su comunidad. Es un recordatorio de que, en la adversidad, no estamos solas. Somos cinco, somos una, y juntas, somos invencibles.
‘Uchi’ ha sido más que una dirigente; ha sido el faro de esperanza en tiempos de incertidumbre. A pesar de su entrega, ha enfrentado los contratiempos con una dignidad inquebrantable. Insultos y menosprecios han intentado opacar su labor, pero su fortaleza moral ha permanecido intacta.
Es irónico que aquellos que una vez buscaron su apoyo, sentándose en su sofá y llamando a su puerta en busca de guía, hayan olvidado sus contribuciones una vez en el poder. ‘Uchi’, lejos de ser reconocida últimamente, ha sido etiquetada y juzgada, acusada de pertenecer a uno u otro bando según conveniencia política.
Sin embargo, ‘Uchi’ nunca ha flaqueado en su ética. Jamás se ha inclinado ante ningún partido, manteniendo siempre la imparcialidad como su estandarte. Su único partido ha sido el bienestar de los vecinos, su única alianza, la justicia social.
Los últimos años han sido un tributo a su resistencia. La lucha de nuestra amiga ‘Uchi’ es la lucha de todas nosotras, un reflejo de la injusticia que a menudo enfrentan aquellos que se atreven a defender lo correcto. Estas palabras de mis amigas y mías en este momento y en este lugar, concebido para los reencuentros y la fraternidad entre amigos y vecinos, son un llamado a no olvidar, a reconocer la valía de quienes, como Milagros Muñoz Gil --‘Uchi’--, han dedicado su vida a la comunidad sin esperar nada a cambio.
*Diplomada en Relaciones Laborales y Licenciada en Ciencias del Trabajo
**Fuente de la fotografía: La Voz del Sur.