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Paco Utrera Aguilera

Cuando escribimos esta biografía urgente, Francisco (o Paco) Utrera Aguilera, presidente de la Agrupación Local de Taxis, Puerto Taxi, pasa ya 8 días de la edad de la jubilación. Pero ahí está hasta que encuentre un digno heredero de su taxi y su licencia: la número 12.

As we are writing this urgent biography, Francisco (or Paco) Utrera Aguilera, President of the Local Association of Taxis, Puerto Taxi, is 8 days past retirement age. But he will remain in the job until he finds someone worthy of his taxi and his licence: number 12.

Desde el año 1965 (conduciendo el taxi de Mercedes Máiquez Rosado) han pasado muchas cosas en El Puerto y en el mundo de la automoción, los transportes de pasajeros y el taxi. Estuvo 30 años en la parada de la Plaza de Isaac Peral. En aquella época, cada coche tenía un color y no fue hasta 1967 el año en que se homologó el color de estos transportes: el negro, pasando a llevar el blanco, el color más lógico en esta Costa de la Luz, allá por los años ochenta del siglo pasado. Su primer vehículo de trabajo fue un Seat 1400A azul, luego vendría Seat 1500 y un Seat 124, para luego darle paso a un Peugeot 505, un Renault 21 -que robaron y destrozaron unos quinquis de la Parada de la Plaza Peral y que no le pagaron-; le siguió un Citroen Xantia y por último un Citroen C5. Siete coches en total en los 43 años de trabajo del Taxi. De ellos, los últimos 16 ha ejercido como presidente de la Agrupación que los regula y administra. Todos los domingos asiste a los encuentros que se celebran en el estadio José del Cuvilo -antes al Eduardo Dato- pues es el socio número 16 de la entidad rojiblanca: lo llevaba José Raposo, hoy nonagenario, de la mano. Por sus vehículos han desfilado el matrimonio formado por Laura Valenzuela y José Luis Dibildos, con su hija Lara, que asistieron a El Puerto a una boda, María Jesús 'la del acordeón' o el propio Alfonso Ussía, quien haciendo el servicio militar en San Fernando, se desplazaba a El Puerto a una casa por La Belleza, donde pasaba su tiempo libre. Y toreros... Desde el Hotel Loreto a la Plaza Real: Paco Camino, Diego Puertas, Jaime Ostos... Toda una vida con el taxi que ahora, a la espera de la jubilación jubilosa, mira de frente nuestro amigo Curro Utrera.

En la fotografía, Paco Utrera, el tercero por la izquierda, con algunos compañeros del Taxi, así como con los integrantes de la Peña Los Majaras, en la entrega de un reconocimiento. Podemos ver a Diego Caraballo, Manolito Albaiceta, José María Nuñez, Pedro el de los Majaras, el Chino, y algunos mas que no reconocemos.

Dra. Lourdes Oriente Guarido

La Doctora Oriente, que tiene un apellido exótico, como de quiromántica o adivinadora del futuro, es Licenciada en Medicina y Cirugía, y su especialidad es la Oftalmología. Vive entre nosotros desde hace 29 años: 1979.

Doctor Oriente (in English, East, as in Middle East), who has an exotic surname, worthy of a palmist or fortune teller, has a degree in Medicine and Surgery, and her specialisation is Ophthalmology. She has lived here in El Puerto for 29 years, since 1979.

Natural de Algeciras, estudió la licenciatura en Madrid, allí se casó y allí nacieron sus hijos, pero necesitaba el mar como referencia -todos los años se involucra muchos días seguidos navegando- cuando deja a un lado sus obligaciones como oculista. Lourdes Oriente Guarido, persona de profundas convicciones: en lo que cree, cree y lo manifiesta con seguridad. Es una profesional de la vista. De la vista de uno. Es un privilegio que sea imputual en una cita en la consulta: siempre dedicará el tiempo necesario -el que haga falta- con el paciente de turno. Usará técnicas de siempre y medios electrónicos e informáticos de ahora. Pero sobre todo una larga experiencia de formación continua y de ver a muchos, muchísimos pacientes a diario, en jornadas interminables: la que los pacientes necesitan, dándoles a cada uno tiempo, mucho tiempo, sabios consejos y profesional prescripción.
«La vista es el sentido más ávido. La pupila del ojo se dilata o se contrae in-vo-lun-ta-ria-men-te por lo que gusta o disgusta. El hombre tiene cerebro óptico. Los gestos, los ademanes, la mímica, las expresiones de lo movible y de lo fijo, el contorno, los relieves, las contexturas, las formas, las líneas son de la visualidad. El sueño es óptico. Dormidos soñamos sucederes ópticos, soñamos imágenes. Ansioso de ver el hombre amplió la capacidad de sus ojos, hizo visible lo invisible, con el telescopio acercó lejanías, con el microscopio agrandó lo pequeñísimo. El sentido de los viajeros es la mirada. Tal vez sea el único sentido viajero. Se viaja con máquinas fotográficas para duplicar la mirada, fijar el tiempo y mostrar o vivificar lo que se ha visto.
Se “habla” con los ojos. La mirada es entregadora: declara el secreto de los demás sentidos, de los sentimientos, de las emociones, de las intenciones. Por la mirada y no por el oído escuchador sabemos del agrado o del tedio de quien escucha. El alma se refleja en los ojos, decimos. De ningún otro órgano somos capaces de afirmar que refleja el alma.» (P. Turina).

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