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448. 10 AÑOS DE LA MUERTE DE ALBERTI.

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AUTORRETRATO A CARBONCILLO.

1999. «De madrugada. La hora de los sentimientos, cuando son tristes, construye frases que no alcanzan la magnitud de un poema, pero que tampoco cabe encasillar en el recurso fácil. El 28 de octubre de 1999, día de la muerte del poeta, eran varios los amigos que como consuelo exclamaban: «Rafael ya está sobre los ángeles». Era un modo de situar en algún lugar al amigo perdido homenajeando además su obra recurriendo a uno de los títulos que más prestigio le dieron. «(Cervantes Virtual). Retrato a carboncillo del poeta Rafael Alberti | Manuel Ribera.

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ALBERTI REGRESA AL PUERTO.
1977. Era el 24 de mayo. El periodista Agustín Merello, con su tío Rafael Alberti Merello, en el Talgo procedende de Madrid en el que acompañó y entrevistó al poeta Rafael Alberti en su regreso a El Puerto, tras 46 años de ausencia.  La desparecida estación de trenes se encontraba a rebosar, entre militantes del PCE, curiosos y quien esto escribe. “Se nota se siente, Alberti está presenta” coreaban. Cerca de la estación pintadas con “Alberti asesino”. En la cantina, Antonio Cárdenas, ex secretario local del PCE en la clandestinidad con el líder sindical Antonio Álvarez Herrera. Pocos asistentes se sabían la letra de La Internacional que empezaron a cantar pero apenas se escuchó. El poeta al bajar del tren recitó los conocidos versos: «Portuenses, coquineros,/ después de cuarenta años/ me maravillo de veros. Besos, abrazos, tocar al poeta... El cordon de seguridad se rompe al saludar a Gómez Ojeda. Un señor mayor, gallego, le golpea la cara cariñosamente, mientras le decía “que bonito eres”. Se lo llevan en volandas al Caballo Blanco y allí lo esperan Ana Perea y Manolo Espinar. La transición democrática cerraba un círculo más en El Puerto, con la llegada del último representante de la Generación del 27. (Foto Diario de Cádiz).

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DIPUTADO EN MADRID Y SUSTO A LAS PUERTAS DEL CONGRESO.
1977. Era el día 13 de julio. Dolores Ibárruri, presidenta del Partido Comunista de España y Rafael Alberti bajan del brazo por las escaleras del Congreso de los Diputados para integrarse en la Mesa de Edad en la primera sesión de las Cortes constituyentes. (Foto El País. Marisa Florez).

La anécdota que contaba días atrás el corresponsal parlamentario de TVE Alberto Delgado es suculenta. Estaba Alberti en las inmediaciones del Congreso de los Diputados, minutos antes de entrar para el acto constituyente, agachado amarrando los cordones de un zapato, cuando, de pronto se le acercó un policía nacional “un gris”. La mirada de Alberti, de susto, fue un poema por su expresividad, ante la llegada del agente de la autoridad quien, solícito se había acercado al diputado electo a ofrecerse por si le ocurría algo. Aquel policía ya pertenecía al periodo democrático.

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HOMENAJE POPULAR EN EL PUERTO.
1982. En la imagen tomada el 3 de febrero, de izquierda a derecha, el diputado socialista Esteban Caamaño, el alcalde de la Ciudad, Rafael Gómez, el poeta universal, Canogar, el Consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Rafael Román, el director del Museo Municipal, Francisco Giles, en la inauguración de la exposición.  (Foto Rafa).

En Febrero, una comisión montada por diversas instituciones culturales de la Ciudad, entre los que se encontraba quien suscribe, organizaron un Homenaje Popular al Poerta en El Puerto. Descubrimiento de placa de azulejos (rota por dos veces), actuaciones en el Teatro Principal, Exposición de obras de primeras figuras del arte, incluyendo obras de la pintura albertiana y una comida en el restaurante Guadebro fueron los actos.
Tales eran las ganas existentes de tocar al poeta, conseguir un autógrafo o un dibujo de Alberti que, ante este cronista y por la insistencia de un admirador, le dibujó una mujer de espaldas, con la siguiente leyenda: «Este culo para N.N».

«Pero, ¿qué es un genio?», se preguntaba. Y sin cavilaciones respondía: «Un pobre hombre al que se da la lata todos los días». Lo reclamaban tanto y para tantas cosas que acabó poniendo en la puerta de su domicilio romano y grabando en algún contestador automático unas palabras que ahuyentaran a algunos moscones: «No se hacen prólogos». Pero cuántas cosas atendió, a pesar de la aparente barrera que levantó para que no lo atosigaran en exceso.» (Cervantes Virtual). (Foto Rafa).

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UN PORTUENSE, PREMIO CERVANTES Y ¿NOBEL?
1983.
El poeta Rafael Alberti recibió el 23 de abril de manos del Rey don Juan Carlos el premio Cervantes, la máxima distinción de la lengua castellana, creada en 1976. Alberti sucedía a Luis Rosales.

Pero lo que pocos porteños saben es que pocos años antes, Alberti había estado a las puertas de recibir el Premio Nobel. Es más ese había sido el acuerdo del Comité encargado de otorgarlo, empero, enterados éstos de unas declaraciones poco afortunadas que realizó el poeta, decidieron, sobre la marcha cambiar el curso de los acontecimientos, dejando sin efecto el acuerdo inicial.

«El gran poeta pagó el precio de un intento de rebajarle en el mercado de lo selecto que tuvo, entre otros efectos, que no se le diera el Nobel y sí se le diera a Aleixandre, como un recurso que ni Alberti ni Aleixandre se merecían». Manuel Vázquez Montalbán.

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CUMPLEAÑOS FELIZ.
1989.
16 de Diciembre. La Fundación Provincial de Cultura de la Diputación le organizaba al poeta los fastos de su cumpleaños, pero la fiesta se hizo en El Puerto por el Ayuntamiento en un casco bodeguero de propiedad municipal, frente a la piscina en la Avda. de Menesteo. La anécdota es que desde Cádiz dijeron que asístirían 300 personas y luego aparecerían 900, dando al traste con las previsiones y el lucimiento del acto, al no poderse atender convenientemente a los tuvieron el privilegio de estar allí. Un año más tarde, en 1990, estudiantes de la Universidad de Cádiz, en pleno crecimiento, arramplaron con las viandas que se iban a ofrecer al poeta y su comitiva, en esta ocasión, en la Fiesta de Cumpleaños que el Ayuntamiento ofreció en el Hotel Monasterio. Pasaron hambre... (En la imagen, acompaña en la mesa al poeta, el alcalde de la Ciudad, Juan Manuel Torres). (Foto Jorge Roa).

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LOS PERIODISTAS Y EL POETA, SOBRE LOS ÁNGELES.
1999.
Era el 29 de octubre. Hace 10 años,  nos dejaba el poeta. Y es que en la madrugada de ese fatal día, en la casa en cuya entrada figuraba la frase «Ora marítima», también en memoria de un poema albertiano, moría un hombre que, además, era un genio de las Letras, del Arte.
En la imagen, el Director Territorial de Canal Sur, Modesto Barragán, el Director de Diario de Cádiz, Rafael Navas, el Delegado de SER Puerto, Francisco José Román y el Director de Radio Puerto, Manuel Borne, atienden las explicaciones del alcalde de la Ciudad, a las puertas de la casa del poeta. Los informadores continúan hoy en sus puestos dando cumplida cuenta de cuanto acontece en la realidad, no solo de El Puerto, sino también de la provincia como es el caso de Barragán, Navas y Román. (Foto Fito Carreto. Diario de Cádiz).

alberti_urna_funeraria«En un documento facilitado por el Ayuntamiento de El Puerto se dio noticia de un documento suscrito el 15 de enero de l997 por el matrimonio Alberti y el alcalde de la ciudad. En sus páginas se establecía que los actos posteriores al fallecimiento del autor de Venus y Príapo se desarrollarían «con la mayor sencillez, dentro de la más estricta intimidad». Los actos deberían transcurrir en coherencia con lo que ha sido la trayectoria e ideario del escritor. «Cuando se produjere el luctuoso suceso, quedará su cuerpo en el depósito de cadáveres hasta el momento de su traslado al crematorio para su incineración». Se escribía, también, que las cenizas serían esparcidas en la Bahía de Cádiz. María Asunción Mateo, la viuda, manifestaba en el documento que no estaría presente en los actos oficiales de condolencia. En efecto, pasó el día en «Ora marítima», donde recibió algunas visitas. No sería ella, sino el alcalde de El Puerto, el encargado de recoger las cenizas del artista, tras la incineración de sus restos mortales. El alcalde las llevó hasta el Monasterio de la Victoria, lugar en el que se celebraría un acto solemne. Dos escolares recitaron poemas. Al terminar este acto de adiós público, el alcalde llevaría las cenizas del poeta a «Ora marítima». (Cervantes Virtual). (En la imagen, Aitana Alberti, la hija del poeta, portando la urna funeraria a la salida de las honras fúnebres que se realizaron en el Monasterio de la Victoria).

2 comentarios en “448. 10 AÑOS DE LA MUERTE DE ALBERTI.

  1. LSA

    Esto escribí en mi columna del Diario de Cádiz, con motivo del Cenetnario e su nacimiento:

    RAFAEL

    A Rafael Alberti lo conocí en los años 60, en Via Garibaldi, precisamente cerca de un paraje urbano que se llama Portuense, en Roma. Era como un señor del Puerto, de los de su edad, que es lo que era, y María Teresa León, como una niña bien de Madrid, o de Burgos, que es lo que era. Pero ambos tenían un no sé qué de nostalgia y "melancolía" en la mirada. Y eso que tenían una mirada clara, limpia, segura, hermosa.
    Llegué tímido, con la prisa del viajero que aprovecha un momento para saludar a un paisano importante que, a lo mejor, ni lo iba a recibir. Salí satisfecho, repleto de la sensación de haber cumplido una peregrinación al templo de la poesía y, además, me llevaba un dibujito de unas velas de barco con la firma de Rafael.
    Cuando llegaron a Cádiz, y luego a El Puerto, por los ochenta, las cajas que contenían las cosas de Rafael, me dijeron que en una venían unas cartas mías, con las que yo le enviaba, en paquetes, muy elaborados, botellas de "Sangre y Trabajadero". A lo mejor era cierto que volvieron las cartas, pero yo no he podido corroborarlo.
    Por los años sesenta, la memoria de Rafael Alberti solamente era alimentada por José Luis Tejada, que nos prestaba libros a los jóvenes y trataba de hacer su tesis doctoral sobre la poesía primera de Rafael. Para el común de los portuenses era un desconocido y para otros era el primo "rojo" de los Merello, por cuya conversión, incluso, se rezaba en algunas casas.
    No estuve, cuando El Puerto lo recibió, a su vuelta, aunque vi, por las calles, esquivas pintadas que me horripilaron.
    Hasta el 27 de febrero de 1987, no estuve otra vez con él y fue en mi casa, con Roberto Matta, con Carmelo Ciria, con Juanillo de los Reyes y "Panete", que nos cantaron los romances que traían en sus memorias desde hacía no sé cuántas generaciones. De esa reunión salió el grupo "Rosas y Mosquetas" que Roberto Matta y Rafael Alberti quisieron apadrinar pintándoles un magnífico cartel improvisado.
    Desde entonces hasta su muerte, no sé la veces que habré estado con Rafael, en Madrid, en El Puerto. Pero en todas ellas he apreciado su genio poético y el saber contar cosas, que los Merello son grandes contadores de cosas, incluso cuando cuentan mentiras veniales. Era una delicia oirle contar las fiestas en el cortijo de Pino Montano, de Ignacio Sánchez Mejías, con todo el grueso de la Generación del 27, homenajeando a Góngora y, con esa excusa, juergueándose con Manuel Torre u oyendo a Fernando Villalón recitar aquello de: "Yslas del Guadalquivir;/donde se fueron los moros/ que no se quisieron ir".
    Este año, el 16 de diciembre, harán cien que nació Rafael, en El Puerto, en la calle Palacios, al borde de la Bahía, que nunca dejó de tener presente, reinando siempre en su memoria y en la que está hasta la consumación de los siglos.
    Luis Suárez Avila

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