Hablar de Muñoz-Seca es chocar con eso del ‘astracán' aunque yo quiero pasar sobre él sin detenerme, porque para mí el astracán, que según Sáinz Robles lo inventó Enrique García Alvarez, pero que como él dice fue el inolvidable autor portuense, su ‘máximo pontífice', para mí el astracán es algo que no lo tengo en cuenta. Pedro Muñoz-Seca, 'un hombre bueno, un corazón limpio, una gracia fresca, una modestia clara', como ha escrito José María Pemán, es una figura indiscutible en el teatro cómico español de todos los tiempos, al lado por ejemplo, de Jardiel Poncela o de Miguel Mihura. Cada uno, eso sí, con sus características inconfundibles, pero a una igual altura. Por tanto a Muñoz-Seca no hay que relegarlo al olvido, como es el caso de algunos que parecen ignorarlo, tal ves porque existe una creencia, de la que yo no participo, de que el teatro cómico es, diríase, un teatro menor al que no debe prestársele demasiada atención. Admito que Pedro Muñoz-Seca tengan sus detractores pero de eso a punto menos que ignorarlo, me parece un error lamentable. Con astracán o sin él, no siempre sus obras de las cerca de trescientas que escribió, han de ser consideradas como productos tan sólo para la risa, lo cual es ya un bien, porque el hacer reír no sienta mal a nadie. En Muñoz-Seca, muchas veces, tras la escena disparatada y regocijante, se esconde un fondo humano y serio.
En la fotografía aparecen, de izquierda a derecha, Pedro Muñoz-Seca, don Alfonso de Borbón y Tirso Escudero. Fue obtenida en el saloncito del Teatro de la Comedia (Madrid), en el entreacto de un estreno.
He leído no hace mucho, en un libro de publicación reciente, que Muñoz-Seca "no es que fuera un hombre inculto, aunque en su teatro, generalmente, brilla por su ausencia la literatura, arrastrando por el torbellino de su peregrino ingenio, de su fecundidad fabulosa". Me permitirán no esté conforme con ese parecer, porque no es que don Pedro rodease a sus obras de un marcado tinte de literatura, lo cual hasta cierto punto, no conviene a un tipo de teatro como el suyo, pero de eso a decir que los valores literarios en su teatro brillan por su ausencia, me parece hablar en términos muy expeditivos. Más prudente encuentro a Gonzalo Torrente Ballester cuando afirma que, 'aunque parezca raro, el teatro de Muñoz-Seca supone un pensamiento'. De ahí lo que dije antes de que muchas de sus obras esconden una idea formal y seria, pese a su envoltura superficial y cómica.
En la imagen, Pedro Muñoz-Seca y su mujer Asunción Ariza, con su hermano el Dr. Muñoz Seca y Elisa Bela Marchena, en Sevilla.
Una de las virtudes del autor portuense es que su teatro gustaba a todos los públicos, con sus excepciones claro. Es de notar en el teatro muñozsequista dos perfectas y definidas facetas, las que corresponde a las obras escritas por Muñoz-Seca solo y las debidas a su estrecha y continuada colaboración con Pérez Fernández.
MUÑOZ-SECA SOLO
Pertenecen a esta especial faceta una serie de obras finas y equilibradas. Entre ellas cabría la cita de ‘El condado de Mairena', 'El conflicto de Mercedes, 'El ardid', 'El último pecado', 'La razón de la locura', 'La cartera del muerto', 'El lianto', 'Las hijas del rey Lear', 'Usted es Ortiz', 'El roble de la Jarosa', 'El alfiler', 'Pégame Luciano', 'El padre alcalde', 'Todo para ti', 'El refugio', 'Los quince millones', 'La eme', 'Sola', y bastantes más que alargarían mucho la cita. Quede constancia sin embargo, de sus dos obras póstumas, 'La tonta del rizo', 'Las cuatro paredes'. En estos títulos mencionados Pedro Muñoz Seca se nos ofrece más comedido y más serio. Y es que el autor sabía a quien iban dirigidas buen número de estas obras. Así las dedicadas, por ejemplo, a la gran artista Catalina Bárcena, a la compañía del Infanta Isabel, a la eximia María Guerrero, al eminente Enrique Borrás, a Carmen Cobeña, etc.
Paco Teja, posando delante del cartelón que anunciaba la obra 'Anacleto se Divorcia' quer versionó y fue representada en 1968, en el Teatro Principal.
LA RAZÓN TEATRAL P Y P
O lo que viene a ser lo mismo, Pedro Muñoz-Seca y Pedro Pérez Fernández, esa colaboración estrecha y continuada que dio por resultado cerca de cien títulos y entre ellos, 'La pluma verde', 'Los campanilleros', 'un drama de Calderón', 'Trianerías', 'Pepe Conde', 'Los chatos', 'La tela', 'La caraba', '¿Qué tienes en la mirada?', 'El sonámbulo', 'El cuadrigémino', 'La Perulera', 'La OCA', 'Anacleto se divorcia', 'La voz de su amo', 'La plasmatoria' y un largo etcétera. En esta faceta de colaboración con Pérez Fernández, el autor portuense diríase no parece el mismo que cuando escribe solo. Un algo lo diferencia y ese algo, entiendo yo, es el manejo de la risa a caño libre mediante situaciones dislocadas, juego de palabras, sin pararse en busca de la lógica, con tal de que el público ría alborozadamente.
'La Venganza de Don Mendo', interpretada por un grupo de aficionados de El Puerto en la década de los cincuenta del siglo pasado en el Teatro Principal.
PARODIAS
Dentro de este particular género se encuentra la obra cumbre de Muñoz Seca, 'La venganza de don Mendo', genial parodia del drama romántico. «La parodia afortunadísima --escribe Antonio Valencia-- del engolamiento poético y trágico que existía en el subsuelo del teatro romántico». El decir que es una parodia del teatro clásico no me parece correcto. Quiso también poner en evidencia y divertirse con los convencionalismos de la opereta y ahí está su felicísima comedia ‘Los extremeños se tocan', opereta sin música pero con cantables y evoluciones, como los propios autores la calificaron, pues es producto de la colaboración de los dos Pedros. No tuvo igual suerte otra nueva aportación al género paroxístico, 'Calamar', caricatura de película policiaca. Por diversas circunstancias los elementos empleados por Muñoz Seca en los casos anteriores, fallaron y ‘Calamar' naufragó.
El monumento a Pedro Muñoz Seca que se inauguró en 1950, antes de su remodelación en los años noventa del siglo pasado.
MUÑOZ SECA INVENTOR
Y no extrañe esto, pues nadie puede arrebatar a Muñoz-Seca el poder de su ingenio y de su inventiva. El autor de Puerto de Santa María se merece un capítulo para el solo en la historia del teatro español contemporáneo. Si alguien pone en duda su ingenio despierto y su fecunda imaginación, ahí están esos inventos que mi buen amigo el conocido escritor Donato Millán Contreras en su libro ‘Los inventos de Muñoz Seca' ha encontrado en las obras del prólifico autor, tras la lectura una por una, de todas ellas. Por cierto que con relación a esto de los inventos, Francisco Muñoz Seca, hermano de Pedro, al preguntarle el autor del referido libro el por qué de la obsesión de su hermano de hablar de inventos o colocar inventos burlescos en buena parte de sus obras, le respondió «que tal vez por herencia, pues nuestro padre fue así». Más de ciento cincuenta inventos registra Donato en su libro.
OTRAS COLABORACIONES: MUÑOZ SECA – AZORIN
Aparte su habitual colaborador Pérez Fernández y las de García Velloso, López de Haro, García Álvarez, S. Alonso, Tomás Borrás y el redactor y crítico teatral que fue de Diario de Cádiz, Rafael García, entre otras, está la del gran escritor Azorín, detalle éste d una extraordinaria importancia pues dice mucho a favor del buen concepto literario que dicho ilustre escritor tenía de Muñoz Seca, al no tener inconveniente en colaborar con él en una obra de teatro titulada ‘El clamor', de ambiente periodístico y cuya obra, detalle anecdótico, se estrenó en Madrid –Teatro de la Comedia- y en Cádiz –Teatro Principal- el mismo día, esto es, el dos de mayo de 1928. /En la imagen, José Augusto Trinidad Martínez Ruiz, más conocido por su seudónimo «Azorín»
En la imagen de la izquierda, Pedro Muñoz Seca, en el portuense 'Recreo de los Trapos'.
FINAL
Todo en la vida tiene su fin y el de este trabajo ha llegado, aunque el tema daría para una conferencia porque materia hay para extenderse, Muñoz-Seca, 'hombre noble, ingenioso y simpático si los hay' en frase de otro ingenio, Miguel Mihura, manejó, en plan de broma, una sátira mordaz y punzante. Díganlo, por ejemplo ‘Mi padre', 'Anacleto se divorcia' y ‘La OCA' (Libre agrupación de obreros cansados y aburridos), obra ésta sobre el problema del campo que ya había tratado en –La pluma verde'. Tal vez esa su sátira contenida en ‘La OCA' y en otras comedias suyas cuando la República, dieron motivo a su muerte. Y nada mejor para terminar que unas palabras del propio Muñoz-Seca puestas en boca de un personaje de su obra: «Lo único que hay en el mundo digno de estimación después de una buena mujer, es una buena carcajada. Y quienes la produzcan con su arte, su ingenio o su gracia merecen la gratitud de las gentes». (Texto: Fracisco Padín).
Genial.
Rocio Muñoz-Seca
La concesión real de la unión de apellidos, cierta, no debió extenderse a todos los titulares del apellido ya que el hijo del hermano Don Francisco, Joaquin, siempre se presentó como Doctor Muñoz Bela.
Podria aclararme que es eso del astracan? gracias
Deberían informarse mínimamente antes de redactar un texto. Los apellidos del dramaturgo Muñoz Seca no estaban unidos por guión.
La foto en que aparece con el matrimonio formado por su hermano el doctor Francisco Muñoz Seca y su mujer, Elisa Bela, es nombrado erróneamente como Solís y Muñoz Seca.
A proposito de la fotografia con Don Alfonso XIII, le oi decir a su nieto Alfonso Usia, que su abuelo afirmaba que SM lo habia nombrado "Palomero Mayor de Palacio"
Redacción ha escrito: el nombramiento ful era de 'Palomer de Corps'