El empresario Joaquín Rivero Valcarce ha fallecido este pasado domingo a los 72 años a consecuencia de “una enfermedad neuronal de rápida evolución”, según fuentes cercanas al empresario. Era copropietario junto con Valle de la Riva y los hijos de Pedro Bores del complejo náutico deportivo Puerto Sherry.
Puerto Sherry visto desde el hotel.
Además de al negocio inmobiliario, también incurrió en el deportivo –en el complejo Puerto Sherry de El Puerto de Santa María-. A su faceta empresarial se sumaba su afición por la cultura, especialmente por el arte. De hecho, se convirtió junto a su familia en unos de los mayores coleccionistas privados de arte de Andalucía, con la pinacoteca que tenía en unos cascos bodegueros, de Bodegas Tradición, en Jerez.
Joaquín Rivero, natural de Jérez de la Frontera acumulaba una dilatada trayectoria y experiencia en el sector inmobiliario, en el que llegó a controlar y presidir las inmobiliarias Bami y Metrovacesa. Esta última se convirtió en la primera inmobiliaria de Europa Continental tras la adquisición de la francesa Gecina.
Casco bodeguero en la Bodega Rincón Malillo, con la pinacoteca de Joaquín Rivero, de Bodegas Tradición.
Rivero arrancó su carrera en la empresa familiar, Bodegas Tradición, si bien a los 23 años se independizó y creó una empresa de fabricación de materiales de construcción, para luego fundar la constructora RIOBRA. En el 1983 dejó el sector construcción y junto a inversores nacionales e internacionales creó sociedades inmobiliarias de gestión de grandes promociones, como Marble Centre, Benalmar o Inmonet.
Entre 1980 y 1985 Rivero participó en más de 25.000 viviendas tanto en España como en el extranjero, como en Estados Unidos o Costa Rica.
Dos retratos de Goya: Carlos IV y la Reina María Luisa, pertenecientes a la pinacoteca Rivero.
En 1997 entró en la inmobiliaria BAMI y se convirtió en presidente ejecutivo y accionista de referencia. En 2003, tras salir airoso de una opa hostil que dos grupos italianos lanzaron por Metrovacesa, fusionó esta empresa con BAMI, una operación que dio lugar a la entonces primera inmobiliaria de España y una de las primeras de Europa.
No obstante, un año después arrancaría la referida ‘guerra’ de opas entre Rivero y la familia Sanahuja en el seno de Metrovacesa, que finalmente concluyó en 2007, en vísperas de la crisis, con la división entre ambos de la empresa. En cuanto a la parte de la inmobiliaria que se quedaron los Sanahuja, finalmente pasó a manos de la banca acreedora de familia.
Los bancos que aún quedan en el capital de la empresa, actualmente controlada por el Santander, acaban de acordar su fusión con Merlín para dar lugar de nuevo a la mayor inmobiliaria del país.
No se dice nada del "problemilla" con la justicia francesa.
Omitimos cuestiones tan escalofriantes como burbuja inmobiliaria, destruccion masiva de habitats naturales de valor incalculable.
Empresario ejemplar por arriba, pero por debajo, por lo "bajini", sospechamos que es lo que ocurria.