En el colegio de curas en el que yo estudié, nos enseñaban hace medio siglo que los mariquitas eran muy, muy peligrosos. Yo debía cuidarme de ellos. Y algunos profesores y frailes eran oculta, pero manifiestamente homosexuales. Y se defendían a reglazos contra nuestras miradas y nuestras injurias por bajinis. Nosotros los acusábamos solamente de maricones porque lo de torturadores infantiles, que lo eran ellos y muchos más, entraba dentro de la norma. Ya hubiera querido yo que mis padres hubieran tenido libertad para defenderme de aquella agresión ideológica y física diaria. Pero no. Como yo, tenían que tragar.
...continúa leyendo "Juan Luis Rincón Ares. Ya hubiera querido yo … #5.087"