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1.274. JUAN CARLOS AMADO BAUTISTA. De El Puerto a toda Europa (II).

Es un ejemplo claro del triunfo de las ideas que constantemente repiten los expertos de que el futuro de las pequeñas empresas está en la especialización. Quizás sea porque estudió Ciencias Empresariales de joven, quizás sea porque habla perfectamente francés, inglés e italiano o quizás, simplemente, porque Juan Carlos Amado Bautista es de esas personas que cuenta con ese don tan difícil que es el de la intuición, de ver, antes que nadie, donde está el negocio.

Lo cierto es que en 2010 su empresa, la Casa del Jamón, decidió abrir despacho en internet y hoy día desde su tienda de la calle Valdés de El Puerto de Santa María salen a diario pedidos para diferentes puntos de Europa. En el continente los clientes, que conocen ya el producto estrella español,  demandan jamones buenos y, sobre todo, tiendas de confianza en un producto tan complicado. No es la primera vez que Juan Carlos se adelanta. En 1995, cuando todavía ese nombre ni sonaba por aquí, abrió en El Puerto de Santa María la primera jamonería de la provincia. Ahora, tan sólo en su Ciudad, hay una decena de establecimientos de características parecidas.

La idea era bien sencilla, una tienda en la que se cortaba el jamón a cuchillo delante del público. Pero el simple hecho de que el cliente, cuando llegaba, veía cuatro o cinco jamones delante de él entre los que elegir y a su alrededor estaban las paredes llenas de género le hizo ganar fieles con rapidez. La técnica de cortar jamones la aprendió ‘a ojo’  de su tío que tiene en Ronda una tienda dedicada también a esta actividad.  Le daba miedo que cogiera los cuchillos, pero le enseñaba todas las claves del corte. A los 21 años, ahora tiene 43, abrió en Ronda un bar, el Oasis se llamaba. Juan Carlos vio que tenía que ofrecer algo para atraer a la clientela y pensó en lo que había aprendido ‘de vista’ junto a su tío. Lo de ofrecer tapas de jamón tuvo éxito y empezó a vender piezas enteras ya que la gente confiaba en él.

Amado destaca que en este mundo es «fundamental la confianza. Un jamón, un jamón bueno, ibérico, es algo que cuesta un dinero y no se compra en cualquier sitio. Uno necesita confiar en la persona a la que se lo adquiere. Necesita saber que es un especialista, que sabe lo que le dice, que no le va a mentir y le garantiza que lo que va a comprar es bueno».

Este empresario portuense viaja habitualmente hasta las fábricas de jamones para seleccionar el género que va a vender en su tienda. No concreta las piezas que vende cada año, pero si es seguro que se miden en miles. Personalmente selecciona cada una de ellas y el género se reserva en tres fases, pasa por tres exámenes del propio Amado antes de venderse en sus tiendas. En una primera se pueden llegar a reservar «4000 piezas y luego me quedo sólo con 1500, las que reúnen las características que yo quiero». Para hacer eso «hay que ser un cliente importante para las empresas productoras de jamones» y Amado lo es. Trabaja fundamentalmente con 6 marcas de jamones y son de las dos catedrales de este producto, Guijuelo en Salamanca y Jabugo en Huelva. Están Sánchez Romero Carvajal, Lazo, Artesanos de Jabugo y también tiene jamones blancos «de una gran calidad, que sorprenden a todo el que lo prueba y que son Jamones Martínez de Jaén».

Cerdos ibéricos en una dehesa

Amado señala que la clave de su negocio «está ahí, en la calidad, en la confianza que damos al cliente y también, evidentemente, en que tenemos unos precios muy competitivos». El negocio ha ido creciendo. Ahora cuenta también con una segunda tienda en la calle Magnolia, en Vistahermosa, también en El Puerto de Santa María y desde el año 2010 tienen www.lacasadeljamon.com.es, su tienda en internet.

Los jamones y paletillas ibéricas no sólo se venden enteras, se pueden comprar también ya loncheadas y envasadas al vacío y también se pueden adquirir las piezas enteras pero ya preparadas para empezar a cortarlo. Es posible también comprar el jamón entero, pero solicitar que llegue a su domicilio ya cortado y en sobres al vacío de 200 gramos aproximadamente y si quiere aprovecharlo todo la tienda le envía también el hueso y los restos de corteza y tocino. Juan Carlos señala que cada día son más los clientes que optan por comprar el jamón ya cortado y envasado en sobres al vacío. «Es la mejor fórmula. Primero porque el corte lo hacen profesionales y eso se nota. Segundo porque así se conserva a la perfección. Si el jamón permanece mucho tiempo en una casa poco a poco se va resecando. En los sobres, metidos en el frigorífico, puede estar perfectamente seis meses y sus cualidades se mantienen como el primer día». Este experto en jamones recomienda para sacarlo del vacío sumergir el sobre unos instantes en agua caliente para que así las lonchas se separen bien y no ve mal servirlo sobre un plato caliente ya que así se aprecia mejor el sabor. Para consumirlo recomienda acompañarlo de pan «pero poco, porque en un bocadillo, a mi juicio, le resta protagonismo».

Juan Carlos, en una de sus bodegas de jamones ya en El Puerto.

La tienda en internet le ha dado a la Casa del Jamón muchas alegrías ya que no sólo están vendiendo en la zona sino en toda Europa. La página funciona en español, inglés y francés, pero es que además el propio Amado ofrece a los clientes un servicio de atención especializada ya que domina esto dos idiomas además del italiano. Los pedidos llegan a los domicilios en 48 horas en el caso de España y hasta una semana en el caso de países europeos. Amado señala que están mandado pedidos «a paises muy diferentes. En Europa se aprecia mucho este producto y que se le ofrezca con garantías lo valoran mucho».

Un cliente de safari en Kenya, con productos de La Casa del Jamón.

La Casa del Jamón no sólo vende jamones y paletillas, vende también tablas y cuchillos para cortarlo, embutidos ibéricos o quesos, entre ellos los famosos payoyos de Villaluenga o algunas conservas vegetales y foie.  El catálogo se completa con un apartado de vinos. Amado no se pronuncia sobre si es mejor el jamón de Guijuelo o el de Jabugo. «Es una cuestión de matices. Los dos son excelentes y ya depende de gustos personales optar por uno o por otro». Lo que si defiende es el corte a cuchillo que se aplica a todos sus productos, en total unas 40 variedades de jamones. (Texto: Pepe Monforte).

Más información de Juan Carlos Amado en GdP.
503. Y el jamón se hizo tienda.

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