Estos días se han cumplido 74 años del fusilamiento de Daniel Ortega Martínez, un médico muy querido y apreciado en El Puerto, donde ejerció su profesión en los difíciles años previos a la Guerra Civil, entre 1927 y 1936. Había nacido en Fuentecén (Burgos) en 1898, hijo de maestros, se pagó su estudios trabajando, cursando la carrera de medicina en Cádiz. Había militado en las juventudes socialistas y en 1921 ingresará en el Partido Comunista.
Daniel Ortega escribió tres cartas el día 6 de agosto de 1941, un día antes de morir. Una dirigida a su mujer, María Luisa Rendón, otra a sus hijos Daniel y Juan y una última a José María Gómez Rendón --con quien estaban sus hijos en guardia y custodia, sobrino de Francisco Rendón ‘el Relojero Comunista’. Su nieto, Francisco Gómez Martín, ha cedido esta última a Gente del Puerto, para general conocimiento. He aquí la transcripción:
Castillo de San Sebastián, 6 de agosto de 1941.
Queridos Pepe e Isabel: aunque tardé en comunicar con Isabel la pobre aun estaba bajo la impresión de las noticias que sobre mi situación le daban algunos “amigos oficiosos”, mis amigos han sido fusilados, están en las prisiones y en el exilio, aquí no me quedaban más que algunos miembros de mi corta familia.
Aunque no tengo “las manos manchadas de sangre” (frase hipócrita) me fusilan por querer demasiado a España y a la mayoría de sus habitantes.
Bueno de esto no entendéis vosotros.
En esta última carta quiero testimoniaros mi profundo reconocimiento por el gran sacrificio que hacéis manteniendo a mis hijos como verdaderos padres. No podré pagaros ya vuestra obra. Ahora seréis por algún tiempo los padres de Danielin y Juanin pues temo que Luisa durante algún tiempo o quizás para siempre quede anulada para dirigir a mis hijos como consecuencia de tanto dolor recibido en su alma en espacios de tiempos tan breves.
Muchos recuerdos a mi cuñado, a primos, vuestros hijos y para vosotros el cariño de un padre a los que deja depositarios de mis dos hijos sin que nadie pueda arrebatároslos hasta que mejores condiciones que traduzcan fielmente mi memoria puedan ganar ellos y vosotros, vosotros porque dejamos de ser carga económica (sobrellevada con gusto, ya lo se) y para ellos porque respiran otro aire.
Daniel Ortega.
P.D.
Entregar estas cartas que acompaño, una a Luisa, y la otra a los nenes Danielin y Juanito.
Ortega fue uno de los impulsores del Partido Comunista de España, y de dos sindicatos, Confederación General de Trabajo Unitaria y Unión General de Trabajadores cuando se integra el primero en UGT. Con el porteño Juan Guilloto León, conocido mas adelante como el General Modesto, formó parte de una primera célula del PCE en El Puerto. En 1932 formará parte del Comité Central del PCE. En 1936 fue elegido diputado en representación del Frente Popular por la circunscripción gaditana, siendo el primer diputado comunista de la provincia de Cádiz.
En El Puerto había vivido en la calle Santa Lucía y se casó con Luisa Rendón Martell, siendo padres de dos hijos, Daniel y Juan. Su mujer estuvo encarcelada durante varios años, por su fidelidad a la causa republicana, siendo vejada por uno de los hermanos Zamacola, al frente de las fuerzas falangistas locales. Al iniciarse la Guerra Civil, Ortega se trasladó a Madrid, donde fue consejero civil del Estado Mayor Central del Ejército y comisario del Quinto Regimiento. Será nombrado Mayor de Infantería y coronel del ejército adepto a la República, desempeñando la Jefatura de los Servicios de Madrid. Al finalizar la guerra será detenido y trasladado a Cádiz, donde muere fusilado en agosto de 1941. Ha tenido calle en El Puerto en los desaparecidas viviendas de la Ermita de Santa Clara. /Texto: José María Morillo.
Más información de Daniel Ortega en Gente del Puerto. Nótula núm. 734
Me indigna cuando se habla de guerra. Fue un golpe de estado por parte de militares insurrectos traicionando a la sociedad que decidió vivir en democracia, los militares rebeldes se impusieron por la fuerza con la ayuda del eje Alemania(Hitler) e Italia (Moussolinni) destrozando una sociedad democrática y legítima.
Fue una guerra. Había dos bandos y como era normal en la Europa de los años 40 y 50 a los militares que habían perdido la guerra se les juzgaba. Pero por supuesto al menos fue un valiente que no huyo a Valencia y murió con honor
Terrible la sin razón de esta guerra y de todas. y terrible el abuso de poder que hace que sé pueda ejercer la crueldad con los familiares e incluso con niños.Todos deberíamos sentir vergüenza.
Acaso muerte por asesinato?
Ruego que cambien el título. No fue muerte, fue asesinato