Observamos en la imagen, al fondo tras el arco, al dependiente de la taberna que se comunicaba con la panadería, algo muy de la época. Tras el mostrador, los dependientes y un niño que mira a la cámara y, en los depósitos de pan, diferentes piezas, mientras una cliente y una niña sentada en el mostrador, están pendiente del fotógrafo.
Día del Plato Único
En la paredes podemos observar propaganda de diversas firmas, un almanaque, la licencia de apertura y un cartel referido al Día del Plato Único, un impuesto que se estableció en el 30 de octubre de 1936 (a partir del 15 de noviembre) en plena Guerra Civil Española en el llamado «bando nacional», mediante el cual los hoteleros, dueños de bares, mesones, cervecerías y gremios de cafés y cualquier establecimiento hostelero que sirviese comidas en forma de menú o a la carta, debían contribuir durante los días 1 y 15 de cada mes con el 50 por 100 del importe de cada comida suelta que realizasen y con el 40 por 100 del importe de la pensión completa si se trataba de personal hospedado en los mismos. Esto se tradujo en que los establecimientos debían servir un plato único tanto en la comida como en la cena, pero cobraban el menú entero.
La campaña se amplió posteriormente con los "lunes sin postre" (denominado a veces como "día sin postre"). El cumplimiento del día del plato único era de carácter obligado. Los que no lo practicaban eran tachados de desafectos al Movimiento y corrían el riesgo de ser incluidos en las "listas negras de los malos patriotas" y someterse al pago de multas.
También la literatura se ha hecho eco de esta singular forma de recaudación: [...] "Y entonces ni me importaban los bombardeos, ni el Día del Plato Único, que mamá, con ese arte especial que tenía, juntaba todo en un plato y ni pasábamos hambre, te lo juro, como el Día sin Postre, que Transi y yo comprábamos caramelos y ni notarlo".[...]. CINCO HORAS CON MARIO, de Miguel Delibes. | Texto: JCYL
Qué lujo de memorias vivas de la Ciudad. Muchas gracias.
Ojalá volvamos a ver "La Gloria" en ese barrio Alto que sabe a Gloria (aunque los demás sólo lo vean para la Fiesta de Los Patios)