Ricardo Summers Ysern, “Serny” nació el 6 de mayo de 1908, --hace 100 años-- en la calle Larga, frente a la Plaza de Isaac Peral, en la casa del Juzgado, hoy inexistente, producto del derribo. Su padre era Juez de Primera Instancia y seguro le mandaría a jugar a la plaza de las desaparecidas araucarias. Serny abandonaría pronto El Puerto, como consecuencia de los distintos traslados de su padre en su carrera judicial, pasando la mayor parte de su vida en Madrid. Durante la Guerra Incivil estuvo refugiado en la embajada francesa. Fue un pintor autodidacta quien a la senectud, en 1983, expuso por primera vez en El Puerto en la Sala de Exposiciones del Museo Municipal, entre los días 24 de febrero al 5 de marzo, y en la que tuve la suerte de colaborar. En 1984 adquiere la condición de académico de la de Bellas Artes de su Ciudad natal. Su fallecimiento en Madrid, a los ochenta y siete años de edad, actuó como revulsivo en los redactores de El Arte en España, quienes le dedicaron emotivos artículos en la publicación.
Otra vez un apellido de procedencia extranjera -inglés- en nuestra Ciudad vinculado al suceso de las luchas napoleónicas. Lord Wellintong se vino con su ayudante de campo del mismo apellido, antepasado de nuestro paisano. Dicho apellido también nos suena por otros no menos célebres sobrinos de Ricardo Summers Ysern: el desaparecido Manolo Summers, director de Cine; Tomás, productor de cine y televisión; y Guillermo, presentador de programas televisivos, escritor y pintor, ambos en activo.(Fotografía: Guillermo Summers).
Su nieta Begoña, en su tesis doctoral: «Estudio Global de la Obra de Serny (1908-1995), dibujo, pintura, diseño y grabado», afirma del pintor, afirma del padre: «Si algo le caracterizó fue dar a cada una de sus creaciones una personalidad muy acusada; tomó la realidad de manera subjetiva y la vertió en una obra inmensa que alcanzó numerosos campos del arte: dibujo, ilustración, cartel, retrato, pintura, pintura mural y grabado. En su trayectoria obtuvo una gran consideración hacia su obra y aprecio por su persona, por parte de escritores, artistas y críticos de arte: José Francés, César González-Ruano, Daniel Vázquez Díaz, Eugenio d’Ors, José Hierro, Rafael de Penagos, Federico Carlos Sainz de Robles, Manuel Pombo Angulo, entre otros, que vieron en él a un maestro y en su recorrido artístico la esencia de una de las vertientes de la pintura contemporánea, como ha quedado constancia en multitud de comentarios que constituyen una parte fundamental para acercarnos a Serny a través de importantes figuras de su tiempo. Esta tesis ha querido ser, por encima de todo, recopilación razonada y debidamente ordenada de lo más significativo de la extensa obra de Serny, con el fin de que la misma quede inscrita convenientemente en el contexto artístico que le corresponde.» (Grabado de Serny: 'De Carnaval'. Firmado a lápiz y numerado: 85/100. Enmarcado en paspartú granate).
«Pintor autodidacta, han convivido siempre en él su origen andaluz y su madrileñismo de adopción. Fue cartelista excepcional y alcanzó en numerosas ocasiones el prestigioso premio del Círculo de Bellas Artes, compartiendo los honores con Penagos, Tivas o Bartolozzi. Colaboró en “ABC”, “Blanco y Negro”, “Cosmópolis”, “Buen Humor”, “La Esfera” y “Nuevo Mundo”. Tras viajar por Europa y América, en Madrid comenzó su labor de retratista. También se dedicó a la pintura de creación y al mural, de cuya especialidad dejó muestras en París, Nueva York, Buenos Aires y Cuba. Ha realizado varias exposiciones en España y en el extranjero. Ilustró admirablemente las páginas de “Gente Menuda” en “ Blanco y Negro”. Texto de Prensa española S. A., extraído del catálogo de la exposición “Un siglo de ilustración española en las páginas de Blanco y Negro”, Ibercaja, Zaragoza, 1992, pp. 95-102. (Ilustración: 'El Palco' Temática de Carnaval).
REVISTA GENTE MENUDA.
«El encantador Serny, que ilustraba en «Gente menuda» los cuentos de Elena Fortún, la escritora infantil de la época, comparable a la muy popular Richmal Crompton. La autora de «Celia y Cuchifritín» merecía los honores de un tan ligero y vaporoso dibujante, que supo dibujar un niño cabezón y rubio, emblema de la «moda en niños» de los años treinta». Blanco y Negro (Un siglo de ilustración española en las páginas de "Blanco y Negro"). Por estos años y coincidiendo con la segunda etapa de la Editorial Calleja, en concreto 1928, se da la renovación formal de la revista Blanco y Negro que acogía una segunda etapa de Gente Menuda y, al tiempo, en último mes del 27, aparecía el primer número de en donde siete meses más tarde aparecería las ilustraciones e historietas de Ricardo Summers, "Serny" futuro director de la sección. (Portada de 'Gente Menuda').
REVISTA BAZAR.
Es una revista de la sección femenina de FET y de las JONS para las Juventudes, dirigida por Elisa de Lara y bajo a dirección artística de Serny, nacida en 1947 y pasando por varios formatos perdura hasta finales de la década de los 60, siendo sus ilustradores habituales Serny, Picolino y Gil de la Serna y en la última etapa Cartitu. En 1953 aparecen en la revista unas muñecas recortables, obras de Serny, que intentaban crear adicción entre las niñas: en cada número de la revista aparecía un vestido para una muñeca: Guillermina, Margarita, Paulina. Y estos vestidos estaban asociados un momento histórico determinado que se le contaba en la misma página llamada “Viaje a través de los Tiempos”. (Ilustracion: Recortable de la muñeca Guillermina. Serny).
"El mundo de Serny está rodeado por un halo pético, por una nostalgia, penetrante y pudorosa a la vez, que transfigura mágicamente la realidad y la convierte en otra realidad más límpida y más alta. Ese es, ni mas ni menos, el revelado secreto de todo arte verdadero. La autenticidad de la pintura de Serny, el acento inconfundible de su continuo peregrinar, el manterse siempre fiel a si mismo, desoyendo las voces de modasz y modos efímeros, de feísmos y criptografías tan fáciles como gratuitas, dan a esta obra, brotada siempre de un impulso romántico, una clásica perdurabilidad. Y la gracia. La gracia, que es encanto, sabiduría que no pesa, brisa aleteante, juego claro y misterioso de líneas y colores. La gracia, que otro porteño ilustre -Rafael Alberti- definiera de modo incomparable y que Serny ha heredado de sus Angeles andaluces: La gracia, la graciosa. Gracia alada, desnuda, imperceptible, fugar, tan dable a pocos". Rafael de Penagos. (Ilustración: 'Martes de Carnaval'. Serny).
Algunas cajetillas de cerillas antiguas de la «Historia del Vestido», dibujadas por Serny.