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Frente al Hospitalito. En la calle Ganado. La madre de Margarita González García -Frasquita- tenía una pensión que empezó allá por 1955 y estuvo funcionando bajo su dirección 22 años, hasta 1978, llegando a tener hasta veintidos camas. Chicharito, el hombre para todo del Racing Club Portuense fue el que animó a la madre de Margarita: Frasquita García Beltrán, a iniciarse en esto de dar de comer y de dormir -de forma fija y estable- a jugadores de fútbol del Rácing, el primero sería Periquito; luego vendría una contrata de trabajadores de la Base de Rota, más adelante maestros, policías, guardias civiles... (estos últimos para la comida del medio día). En la casa donde vivió Margarita, en la Pensión vivió el exalcalde de El Puerto, Rafael Gómez Ojeda, en un patio interior del inmueble. Frasquita nos dejó la víspera de la Virgen del Carmen de 1989, con 77 años.

hospitalito_tardio_10Y es que en la Pensión Frasquita el ambiente era muy serio, muy formal, algo que buscaban los dirigentes del Rácing Club Portuense, para que sus jugadores no se despendolaran por ahí y rindieran tanto en los entrenamientos como en los partidos. Hubo quien llegó a afirmar que el régimen que allí se vivía era de Cuartel. Lo cierto es que el ambiente era muy sano y saludable. Por allí pasaron Martínez Jaen, Breval, Mata, Rafael Fenoy, Carlos Pumar, José Luis Bernardo -que salió de aquella casa para casarse y en cuyo himeneo estuvo Frasquita como invitada de honor- y tantos y tantos otros. Hubieron jugadores que estuvieron durante toda su estancia en el Portuense en casa de Frasquita, es decir, cinco o seis años. A mediados de agosto Chicharito venía por la pensión a presentar a los nuevos pupilos y a buscarle acomodo. (Ilustración: Plumilla de Rafael Tardío Alonso).

portuenseMargarita recuerda que, en verano, para poder atender a unos y otros, ocupada como estaba la pensión por turistas, la familia se veía obligada a dejar sus habitaciones para los jugadores recién llegados, alojándose ella y sus dos hermanos en casa de una tía, pues las habitaciones exteriores eran las precisadas por los futbolistas. Con septiembre volvía la normalidad y sus auténticos inquilinos volvían a ocupar las estancias provisionalmente desalojadas. Empleados de una contrata que vino a trabajar en la construcción de la Base Naval de Rota, como Matías o Tomás, vienen a la memoria de Margarita. Este último se casó con Piruja, una joven portuense que tejía en la Ribera del Río, quienes con posterioridad se fueron de emigrantes a Alemania...

pension_puertosantamariaEl menú del almuerzo siempre contaba con tres platos, ensalada (de tomate o de lechuga) y postre. De primero un plato de cuchara: patatas con algo, guisantes, alubias; de segundo un plato de verduras, huevos fritos o en tortilla y de tercero siempre ponía pescado. Solía dar unas cuarenta comidas al mediodía. Y por la noche, siempre había puchero y filetes o tortillas, en función del menú del almuerzo. Guardias Civiles, policías, funcionarios, maestros, telefónicos, marchantes, viajantes, ... unidos a la clientela alojada eran los comensales habituales de Frasquita y su familia, pues ella, sus dos hermanos y sus mujeres trabajaban en la empresa familiar. Margarita, casada con un empleado de telefónica al que no conoció en la Pensión familiar -¡buena era Frasquita para permitir cortejos en su casa!- de nombre Francisco Cordón Quintana, natural de Iznájar (Córdoba), con el que tiene dos hijos. Margarita mira para detrás, recuerda y sonríe...

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