El Puerto… solo un recuerdo.
Río, salinas y pinos…
y mi corazón en medio.
(Augusto Haupold Gay).
Augusto Carlos Haupold Gay nació en la calle Luna, 48 el año 1915, de ascendencia alemana, pues su abuelo fue Consul de Alemania en España que se enamoró de una malagueña con la que se casó y se estableció en nuestra Ciudad en 1880, el año de la construcción de la Plaza de Toros. Falleció en Madrid en 1996, a la edad de 81 años. Estuvo casado en primeras nupcias con Carmen Guirado Rodríguez y en segundas con María Calvo Ayas.
1915.
En 1915, año del nacimiento de Augusto Haupold Gay, era alcalde de El Puerto, por segunda vez, Manuel Ruiz-Calderón y Paz. Lo había sido por un breve periodo de tiempo entre julio y noviembre de 1909; lo volvería a ser entre 1913 y 1916 y, por último, entre 1920 y 1923. El Maestro Veneroni, director de la Banda Municipal de Música, incorporaba al repertorio sacro una composición propia: ‘El Ramo de Oliva’. Se editaba en nuestra ciudad ‘El Sudor del Obrero’, periódico que actuaba como órgano de la Conjunción Republicano-Socialista y de las Sociedades Obreras, en su tercera época.
En la imagen de la izquierda, Manuel Ruiz-Calderón y Paz, alcalde el año del nacimiento de nuestro protagonista.
Hizo sus primeros estudios en El Puerto --estudió solfeo en la Academia de BBAA Santa Cecilia-- y el Bachillerato en Jerez, examinándose en el Instituto Padre Luis Coloma. "--Mis padres querían que fuera ingeniero, pero yo sabía la trigonometría de memoria, era negado para las matemáticas". Pronto se aficionaría a las letras y compatibilizará la creación literaria con el periodismo, el teatro e incluso el guión cinematográfico documental. Se implica, junto a otros escritores organizando la Fiesta de la Poesía, la fundación en Madrid de la Asociación Cultural Artis junto a otros poetas y escritores como Federico Mendizábal quienes convocaban en tertulia poética a todos los artistas nuevos y célebres, famosos y desconocidos… y organizando sesiones literarias y actos poéticos sin fin. Incluido en diferentes antologías, forma parte de la selección ‘Las mil mejores poesías de la lengua castellana’.
Estudiaría Derecho en Sevilla, doctorándose en dicha materia en Madrid, donde residía desde 1947, aunque hacía frecuentes viajes a El Puerto. Fué asesor de prensa y propaganda. Ejerció como abogado penalista en la capital de España y también fue funcionario del Cuerpo Nacional de Policía, jubilándose con la categoría de Comisario.
En la imagen de la izquierda, portada de la obra 'El Escritor y sus Medios', publicado en Madrid en 1984.
POESÍA.
"--El pasado muerde siempre al poeta, aunque yo estoy muy en el presente. El mundo, en realidad, no es actual, ni presente ni futuro, es siempre lo mismo", afirmaba en 1987. En poesía, Augusto publicó los siguientes libros, Camarada: poemas de la hora difícil, (1941), La Virgen María (1954), Poemas de Amor, El mapa lírico de España, Tríptico del Amor Humano, Flores y Frutos, Poemas a mi madre, Seres Ínfimos (1975), Vida y Pasión de Jesús (1976), presentado en la Academia de Bellas Artes por nuestro paisano y colaborador de Gd Luis Suárez Ávila; El Puerto de Santa María (1976), El Escritor y sus Medios (1984), Era, poemas de los recuerdos portuenses (1987), Plural Amor, Primera Antología (1987), El Dominó (o Las Fichas del Dominó) (1993) y otros títulos que quedaron inéditos.
En la fotografía, representación en el Teatro Principal de El Puerto por un grupo local de actores aficionados de su obra 'El Águila y el Gorrión'. El cuarto por la izquierda es el autor que salió a la finalización de la función, a agradecer con el elenco los aplausos recibidos.
En la imagen de la izquierda, portada de su obra de teatro 'El Águila y el Gorrión', publicado en Madrid en 1961.
TEATRO.
En teatro, escribió varias comedias, de las cuales estrenó hasta un total de cinco: ‘Es mi voluntad’, ‘La Verdad de mi Vida’, ‘El Águila y El Gorrión’ (1961) comedia en tres actos, ‘Dos Noches: historia de una vida en dos jornadas’ (1962), obra teatral y guión de cine, 'Es mi voluntad', '¿Por qué?', 'La Verdad de mi Vida', ‘…Y nació la mujer’ (1991), escrita bastantes años antes para un grupo de actores aficionados de El Puerto que nunca llegaría a representarse. También escribió más de veinte guiones de cine documental, el periodismo, las conferencias, ...
En la imagen de la izquierda, portada de su antología 'Plural Amor', publicada en Madrid en 1987.
PLURAL AMOR. Primera Antología.
En la cubierta del libro, en la fajilla, se puede leer extraído del prólogo: ‘Augusto es uno de los mejores poetas contemporáneos, así, sencillamente. Frente a tantos poetas buenos, pero aburridos, Haupold es fiel a su andalucismo plurarl, musical, de playa y ola’ (Manuel Martínez Remis).
"--La poesía es una gracia y una condenación... la poesía está ajena a mí, yo soy incluso capaz de elogiar lo mío, porque no lo creo mío, esto viene de arriba", afirmaba antes de la presentcion de 'Plural Amor'. Manuel Martínez Alfonso, en la presentación en El Puerto de dicho libro, el 17 de noviembre de 1987, afirmaba que «Se puede ser portuense por el nacimiento, por el corazón y por la gracia. Augusto Haupold lo es por estas tres razones. Entre El Puerto y Madrid comparte su tiempo y su actividad. Pero su corazón siempre está en El Puerto, y del Puerto y su aire, le llega la gracia de sus versos. […] Augusto Haupold ha vuelto otra vez al Puerto. Y ha sido aquí, en su tierra, donde ha querido hacer público, por primera vez, el mensaje de su nuevo libro ‘Plural Amor’. Antes de la presentación, ya programada, en el Ateneo Madrileño. Bien venido sea Augusto de nuevo, a su tierra. Bien venida esa ofrenda de versos que hoy nos va a hacer. Y que los aires del Puerto, --principal estímulo en la hondura mayor de su espíritu-- de su inspiración poética, los paseen, clamorosos, por el coso sin límites de sus amores, como en triunfal vuelta al ruedo en una tarde de gloria».
Pepe Morillo representó en los Juegos Florales de la Hispanidad, celebrados en 1958 a Augusto Haupold Gay, leyendo en el desaparecido Teatro Principal su poema premiado 'Décimas de la Canción Herida'.
PREMIOS.
Augusto Haupold obtendría diversos premios y galardones en certámenes y competiciones poéticas, más de cincuenta, entre primeros premios y alguna Flor Natural. En los Juegos Florales de la Hispanidad celebrados en El Puerto en 1959, alcanzó el Premio al tema ‘Canto al Puerto de Santa María’ con ‘Décimas de la Canción Herida’ que empezaban así:
El Puerto… ¡Claro cantar!
Como una canción herida
por donde se va la vida,
--canta que canta-- a la mar.
Yo fuí inspector de Policia en Madrid en los años 70, y tuve la suerte de trabajar con D. Augusto Haupold algun tiempo en la Comisaria de la calle de la Luna en Madrid.
Curiosamente él nacio tambien en la misma calle , pero del Puerto. Y hablabamos largo tiempo de nuestra tierra. Poco después él se jubilo y yo vine a Sevilla.
Recuerdo, y lo cuento siempre , que me salvó la vida, pues un dia, me llamó por telefono interno para que fuera a su despacho, y pocos segundos después de salir del mio, estalló una bomba que el Grapo había colocado justo donde yo estaba y que destrozó media Comisaria.
Un saludo allá arriba donde esté, D. Augusto.
Manuel Ponce de León
Pues digo como Augusto: " Si hay alguien que a mí me quiera
me lleve a enterrar al Puerto
el día en que yo me muera..."
Me gusta a veces perderme en mi biblioteca, pero al decirlo así parece que se trata de algo muy grande y que me permito el lujo de vagar por pasillos largos y en penumbra, limitados a derecha e izquierda por altas estanterías que contienen miles de empolvados libros. No, ni hablar, no se trata de eso, pero tengo libros en todas las habitaciones de la casa, salvo en los cuartos de baño. Cuando digo esto siempre recuerdo la anécdota que se contaba de Ernest Hemingway; se decía que escribía en el excusado y que allí tenía una estantería atestada. ¡Tremendo Hemingway!
Pues les decía que la mayoría de mis libros están en mi habitáculo-despacho y también en algunas cajas grandes metidas en armarios. En las estanterías de mi cuarto de trabajar están colocados en doble fila y cuando aludo a lo de perderme en biblioteca me refiero a buscar y rebuscar en las segundas hileras de libros. Hoy encontré un librito entrañable: “Las mil mejores poesías de la Lengua Castellana”, desde 1142 a 1942. La fecha de edición no la he podido encontrar después de darle vueltas y vueltas, aunque es muy posible que fuese un poco posterior al año 42 del siglo pasado. Su estado de conservación es medianamente bueno, su formato pequeño y ágil y su encuadernación en tela. Me quedé ensimismada con el librito en la mano.
Después me embargó la curiosidad y lo abrí para ver quienes eran los últimos poetas. Busqué con indelicado afán las últimas páginas; el que cerraba el compendio era un poeta, para mi desconocido, llamado Ramón Cuyas, y el penúltimo… ¡Un portuense! Poeta, dramaturgo y paisano: Augusto Haupold Gay. Ni miré el título, me fui directa a leer la primera estrofa:
Temblorosas viejas
de un viejo lugar
repiten alegres
al son de un cantar:
«A la niña, niña,
que se va a casar»…
Hice una pausa, levanté un poco la vista y vi que se trataba del Tríptico de la bien casada. Proseguí con los siguientes versos:
Borda que te borda
que te bordará,
-Agujas de ensueños
con hilos de afán-
La niña prepara
el modesto ajuar…
La niña bonita
que se va a casar.
Me gustó el ritmo poético, muy alegre y con compás.
Me dispuse a averiguar algunas cosas. En ese momento caminaba mi marido por el pasillo, sigiloso, y hacia la puerta de la calle. Le dije:
¡Un momento! ¡No te vayas! ?frenó en seco.
Volvió la cabeza con exasperante lentitud. Con rapidez le expliqué que quería me diese algunos datos sobre Haupold Gay. Giró el cuerpo y se quedo mirándome entre pensativo e irónico. Hizo un sonido raro con la boca, una especie de chasquido y me contestó:
Tengo dudas respecto a la fecha de nacimiento de este también poeta nuestro, he visto citar los años 1914 y 1915. Pero eso da igual ?hizo otra pausa?. Se licenció en Derecho por la Universidad de Sevilla, y se doctoró por la Universidad de Madrid. Era, creo, funcionario público, del Ministerio de la Gobernación de entonces.
Puso su cara habitual tratando de memorizar algo, y añadió:
Recuerdo que de pequeño aprendí un soneto de él que se llamaba La avispa.
Salió unos instantes de mi cubículo y volvió con unos papeles, uno era otro soneto que nombraba al Puerto y que se titulaba Arpegio de Cristal:
Arpegio de cristal recién fundido.
Aspid de plata de la Sierra, baja
-arpegio de cristal- y se rebaja
mansa, sencillamente adormecido.
Arpegio de cristal, como un sonido
levísimo de brisa le trabaja
el arpa de su espuma. Nada ultraja
su arpegio de cristal, recién nacido.
Llega y pasa suave, dulcemente,
como un pétalo –amor que lleva el viento
dejando su fragancia solamente-.
Pero el Puerto está en él representado:
¡Arpegio de cristal. Sonar silente.
Muda canción de buen enamorado!
Hombre organizado, había encontrado con inusitada rapidez unas notas y en ellas una relación con algunas de las obras más representativas. Me comento lo siguiente:
Aunque no sé citarlas en orden cronológico o según su importancia sus obras más conocidas fueron: Camarada, Es mi voluntad, Tríptico del amor humano, Y nació mujer, El águila y el gorrión, El gran pecado. Hay también una colección de bonitos poemas titulada: Seres ínfimos.
Se quedó quieto en la puerta. Con la mirada en lo alto musitando el primer cuarteto de La Avispa:
Arquero zumbador de los veranos,
con dalmática negra y amarilla
va, caballero de su propia silla,
bien celada la flecha en sus arcanos.
Efectivamente querido Antonio, el poeta, al que conocí por la amistad que mantenía, también en la distancia, con mi padre, dejó escrito en uno de sus libros, en el último soneto de 'ERA, poemas de los recuerdos portuenses', este
TESTAMENTO FINAL PRIVILEGIADO.
El eco de mi tierra y de su ambiente
con tinta de mi sangre dejo escrito.
Testamento a la vez pasión y rito
de vida coquinera reluciente.
Fue una ofrenda de Dios, y bien patente,
que nacer en El Puerto marca un hito
de entereza, de Paz y de Infinito
dentro del corazón y de la mente.
Donde quiera que esté luchando vida,
que mis hermanos en la dura guerra
me devuelvan al punto de partida.
Yo dejo escrito por amor al Puerto:
¡Quiero comer la tierra de mi Tierra
cuando viva la Vida del que ha muerto!
Para elogiar el "portuensismo" de este prolífico escritor local, afincado en Madrid, nieto de un aleman que se instaló por estos lares en 1880 y montó una industria de productos quimicos, el cual mantuvo esta adoración por su tierra natal, mas allá de la vida, pues dejó dicho que cuando le llegara su hora "quería morder la tierra de su tierra" según relata Isabel Novoa en ABC.
Entre sus aficiones preferidas debió estar la taurina pues compuso diversos poemas a figuras del toreo y de ellos, los dedicados a Joselito y a Pepe Luis Vazquez, fueron recitados por él en diversas reuniones y conferencias dadas en Sevilla en la década de los setenta del pasado siglo.
Para dejar constancia de mi admiración por la obra de este paisano que mejor evocación que unos versos suyos, dentro del poema "Toros en El Puerto", dedicados a los clarines de El Puerto:
"Pues vamos a verlo. ¡Vaya simpatía
de plaza bonita! ¡Un ascua de oro!
Y como un sonoro
resumen cimero que todo lo entraña,
emoción, tragedia, arte y alegría,
¡suenan los clarines mejores de España!
¡Clarines del Puerto de Santa María!.
Creo que fue "el águila y el gorrión"la obra que tío Augusto dedicó a mi madre,su ahijada.
De su primer matrimonio con Carmen Guirado Rguez. de Mora tiene una hija,mi prima Carmen Haupold, que seguro le encantará el artículo cuando lo lea.