«La vida es áspera, difícil. Están muertos los negocios, y de aquella antañona riqueza del Puerto de Santa María apenas queda nada. Algo da la pesca, algo da el vino. Pero no es ya aquella vida floreciente de otro tiempo. Ahora, las bodegas vacías, en inactividad, llegan a veces a comprarse por el importe de las vigas en ellas empleadas».
«Se vive en El Puerto paladeando amarguras, se sale de él con los desengaños agobiadores sobre los hombros; pero se le sigue amando, aunque los corazones destilen gota a gota la desilusión. Cada cual camina a su paso y con su opinión… o sin ninguna. Vaga melancolía sustituye en nosotros la conciencia ¡País de sol, en el que no sabremos nunca si los vuelos de las gaviotas representan una bella ilusión o una triste fatalidad a la entrada de la ría. El Puerto campesino y marinero, señorito y gitano, soñador a ratos, creyente pocas veces, escéptico y frío casi siempre… El Puerto cuyas riquezas llegan y se deshacen, como la espuma del oleaje en la playa, mientras los gatos del Resbalón van entrando con cautela y se llevan lo que pueden…» El primero de los textos es de José Montero Alonso, describiendo El Puerto de 1881, año del nacimiento de Muñoz Seca. El segundo es de Mariano López Muñoz, fundador del racing, periodista y poeta, escrito en 1926 y publicado en un librito: ‘Las Trovas del Guadalete’. Como ven esto no es nuevo. Es una parte del espíritu del portuense. Hoy si damos un vistazo a Facebook u otra red social en Internet, son descripciones y sentimientos parecidos los que podemos leer, cuando nuestros paisanos se lamentan por El Puerto. El ayuntamiento se suele llevar el primer repaso y luego, cualquier iniciativa ciudadana que se haga o se deje de hacer. Se pierden oportunidades y, salvo sonadas actuaciones que vemos a diario ante las pérdidas de empleo, hemos dejado perder Casas Palacios, espacios naturales, la plaza de Peral, aquella de la Pescadería, empresas, …
Hemos dejado entre todos que se nos pudra el casco histórico, unas veces ensuciándolo, rompiéndolo, pintándolo, otras no aseándolo adecuadamente. Surgen iniciativas ciudadanas en estos días: la plataforma cultural ‘Soy de El Puerto’ o la de ‘Voluntarios por El Puerto’, y las criticamos. Entre la desidia y la falta de autoestima, andamos. A ver si nos damos una vuelta no muy lejos, por municipios de la Bahía, y aprendemos. El otro día nos lo vino a decir un señor que ha sido alcalde de Conil y hoy es Viceconsejero de Turismo de la Junta de Andalucía, Antonio Roldán: «Aquí parece que, en El Puerto, tenéis un problema de autoestima». /Texto: José María Morillo.
En la calle Puerto de Santa María de la ciudad de Madrid, cuyo letrero aparece en este texto, vive el televisivo El Gran Wyoming.