La familia Ganaza vuelve a la dirección del Bar Gonzalo de la calle Micaela Aramburu 11 años después. Lorena Ganaza, la hija pequeña del fundador --gemela con otra--, Antonio Ganaza, ha sido la que ha asumido la dirección del establecimiento ya que José Manuel Sánchez Albaiceta, el último gerente, ha abierto negocio propio en la calle Misericordia, donde ha puesto en marcha otro negocio.
Lorena Ganaza, formada en la Escuela de Hostelería de La Taberna del Alabardero de Sevilla, se ha formado, antes de poner en marcha su propio negocio, en locales como Aponiente de El Puerto de Santa María o el restaurante Abantal de Sevilla, un establecimiento con estrella Michelín. Pero la idea de Lorena, que tiene 29 años en la actualidad, es mantener la esencia del bar de la familia con sus tres pilares fundamentales, el pescado frito, los aliños y los guisos marineros, todo ello servido en tapas, medias o raciones.
Ganaza señala que “apostamos por el pescado fresco. Lo compramos todos los días y por eso los lunes, que no hay lonja, cerramos. Tenemos todas las especialidades que mi padre hizo famosas en el bar como los tapaculos, los chocos o la caballa en adobo y cada día hacemos un guiso de cuchara diferente que van desde la raya a los fideos a la marinera o la carne al toro”.
Todas las tapas tienen un precio fijo de 2,40 euros, excepto las puntillitas que es el único producto que no ponen por tapas. Lorena Ganaza destaca que en el establecimiento, que abrieron el pasado 16 de marzo, también ofrece un original servicio y es la posibilidad de preparar las tapas al cliente para llevar. En este sentido destaca que si el cliente lo solicita le preparan las tapas en recipientes para llevar y se las cobran al mismo precio que si las tomaran en el establecimiento.
Cazón, caballas en adobo, pijotas, acedías, salmonetes, aliños, ...
Marrajo plancha, puntillas, boquerones, los guisos, ...
El bar Gonzalo se fundó en 1963 de la mano de Antonio Ganaza, al que curiosamente todo el mundo conocía como Gonzalo. Sin embargo, el nombre del bar, fue un homenaje a su hermano, Gonzalo de nombre, que le prestó el dinero para que pusiera en marcha el negocio. Antonio se mantuvo en el establecimiento hasta que se jubiló y murió en el año 2013. El bar ha pasado por varios gerentes pero todos han mantenido el estilo que le imprimió Antonio y prácticamente intactas incluso las recetas. /Texto: Pepe Monforte.
Que voy a decir yo!!!.... Una de sus hermanas. Para la familia un gran orgullo. Mi padre fue un gran padre y un gran hombre que lo caracterizaba su buen hacer y su gran bondad entre otros muchos dones y años atrás quien mejor que su hija Lorena para seguir sus pasos; con su ímpetu de superación y la misma bondad que “el mejor de los mejores”.... Mi padre!!!!.... orgullosa de mi familia. Os quiero
Muy conocido en el Puerto por sus pescaditos y tapitas.Todo estupendo.
Enhorabuena y suerte. Gerente Harinas El Vaporcito.