Es casi desconocido por los vecinos de El Puerto de Santa María, la importancia que tuvo la ciudad en el movimiento de expulsión de los Jesuitas de España, ya que fue lugar de concentración de los religiosos españoles de Andalucía occidental, de Canarias y de gran parte de Extremadura, así como de la totalidad de los de ultramar. Un episodio de amplias repercusiones políticas, religiosas, culturales y económicas.