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3.413. Esperanza Jiménez Ruiz. La muerte, agazapada, se cruzó en una favela de Río de Janeiro.

La conocida portuense Esperanza Jiménez Ruiz –impenitente viajera-- fallecía a las 14:30 (hora española) en un hospital brasileño, a causa de un disparo de la policía militar, cuando realizaba una visita turística a la Rocinha, la mayor favela de Río de Janeiro (Brasil) junto a su hermano José Luis y su cuñada Margarita. Esperanza Jiménez con quien habló Gente del Puerto hace unos días para dedicarle una nótula al que fuera su marido, el también fallecido psiquiatra Benito Gago García (hermano del que fuera alcalde Fernando Gago), deja dos hijas: María, que vive en Alemania y Nieves en Mallorca. | En la imagen, Esperanza Jiménez en una fotografía de 2008. | Foto: Gente del Puerto.

Esperanza, había nacido el 15 de marzo de 1950 (tenía 67 años), no trabajaba ya en la inmobiliaria de su hermano José Luis, situada en la calle Luna y hacía lo que siempre le gustó hacer: viajar por el mundo. Hace menos de un mes, Gente del Puerto la contactó en un país africano para concertar una entrevista sobre su vida y la del que fuera su marido, Benito Gago, quedando emplazados para uno de sus descansos viajeros. Ya no podrá ser.

| El furgón de la policía militar bloquea una calle en la favela de Rocinha el 2 de octubre de 2017 | Foto: Reuters.

La versión oficial
La versión oficial de la Policía Militar es que el coche en el que viajaba en un grupo de cinco personas a las 10:30 –hora local--, entre los que estaban el hermano de la fallecida, José Luis, la esposa de este, Margarita Martínez, la guía turística brasileña, Rosangela Reñones, y el conductor italiano, Carlo Zanineta, no acató el alto que les había lanzado dicho cuerpo de seguridad brasileño, en un control situado en el Largo do Boiadeiro, una zona típica de comercios en la mayor favela de la capital brasileña, donde durante toda la mañana se registraron varios episodios de violencia. El coche, un fiat Fremont, recibió varios impactos uno de los cuales atravesó la luna trasera e hirió de gravedad en la región cervical de la portuense. Los agentes se dieron cuenta, tras el tiroteo cuando se acercaron al vehículo, que era un coche para el transporte de turistas. Tras ser atendida de urgencia, fue trasladada al hospital Manuel Couto de Río de Janeiro, donde certificaban su muerte poco después.

| El hermano y la cuñada de Esperanza Jiménez a su llegada al hospital Miguel Couto, en la zona Sur de Río | Foto: Marcelo Sayão.

Por la mañana, una hora antes de que el coche en el que viajaba Esperanza Jiménez se topase con el fatídico control policial, había habido un tiroteo con el resultado de tres heridos, dos de ellos policías y un supuesto narcotraficante.

No oyeron el alto ni vieron el control
Ni el conductor del vehículo siniestrado Carlo Zanineta, ni José Luis, el hermano de la víctima, --según fuentes policiales--, vieron la orden de parar de los agentes. El conductor del coche también afirmó en declaraciones a la Policía Civil de Río que no vio el control y que tan solo se dio cuenta del mismo al oír los disparos. La Policía Civil investiga si la Policía Militar realmente había montado esa barrera de control y ordenado el alto o esa es la ‘versión oficial’ argumentada por la policía militar para justificar los disparos sin siquiera tener certeza de quienes eran los ocupantes del vehículo turístico. Asuntos Internos de la Policía Militar ha anunciado una investigación.

Los medios escritos, tanto de Río como españoles, están recogiendo el trágico suceso y, si bien no es la primera vez que un turista muere al visitar alguna favela, no está acreditado ningún caso en que los tiros vinieran de la policía y no de los narcotraficantes. Así recoge ampliamente la noticia TVE pulsando aquí.

"La Secretaría de Estado de Seguridad lamenta la muerte de la española María Esperanza Jiménez Ruiz y sigue la investigación de los hechos junto a la Corregedoria (órgano de control interno de la Policía Militar) y la división de homicidios de la Policía Civil, que investiga el caso", expresó la Secretaría de Seguridad del Estado de Río a través de Twitter.

| Agentes policiales hacen guardia cerca de la favela Rocinha, donde se produjo el tiroteo.

Tanto el Ministerio de Asuntos Exteriores, la embajada española en Brasil como el consulado español en Río de Janeiro, están en contacto con las autoridades locales para esclarecer el luctuoso suceso, al igual que las autoridades de El Puerto de Santa María que han mostrado su pesar a la familia.

La favela Rocinha
La favela Rocinha, acaso la más turísticas de la capital brasileña, sufre una ola de violencia desde el pasado 17 de septiembre, cuando dieron comienzo los enfrentamientos entre bandas rivales de narcotraficantes por el control de la zona, produciéndose intensos tiroteos y las consiguientes escenas de pánico entre sus habitantes.

| La favela de Rocinha en Río de Janeiro (Brasil) ha sido testigo estas semanas de enfrentamientos entre traficantes

La Rocinha, con una vista privilegiada sobre una de las playas más turísticas de Río, está ubicada en un colina que divide los barrios residenciales de Sao Conrado y Gavea, y sobre la única avenida que comunica las zonas sur y oeste de la población, siendo estratégica tanto para los narcotraficantes como para el tránsito de los vecinos.

El alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, tras el suceso, pidió el regreso  del ejército y la policía federal a la favela. “Hemos reclamado al Gobierno federal que venga a ayudarnos. Es importante que el Gobierno federal cumpla con su papel de mantener la seguridad en los límites de las ciudades, en los estados y en las fronteras y nos ayude a combatir crímenes federales”, abundó el alcalde brasileño.

 

3 comentarios en “3.413. Esperanza Jiménez Ruiz. La muerte, agazapada, se cruzó en una favela de Río de Janeiro.

  1. LMF

    El cadáver de María Esperanza Jiménez Ruiz, fallecida por disparos de la Policía en una favela de la capital brasileña, llegará el próximo sábado a El Puerto de Santa María, estando previsto su funeral en la mañana del domingo en el Tanatorio portuense.

    La familia de la turista española, una gran viajera, ha sido informada de que el féretro con los restos mortales de María Esperanza Jiménez, de 67 años, llegará en un avión procedente de Brasil hasta Madrid, desde donde será trasladado al aeropuerto de Jerez de la Frontera (Cádiz) en otro vuelo para ser conducido después a El Puerto de Santa María.

    Sus dos hijas y el resto de la familia de la turista, una gran viajera, más aún desde que se jubiló hace unos años, espera poder celebrar este mismo fin de semana su entierro.

    El hermano de Esperanza Jiménez Ruiz y su cuñada, que estaban con ella cuando un policía disparó el coche en el que visitaban la favela Rocinha de Río de Janeiro, volverán a El Puerto de Santa María en el mismo vuelo en el que serán repatriados los restos mortales de la mujer.

    "Lo único que se es lo que han dicho la televisión y los medios de comunicación. Con ellos hemos podido hablar muy poco porque están destrozados. Cuando lleguen nos contarán. Lo que nos dijeron al principio fue que no nos creyéramos nada de lo que estaba diciendo la prensa, que era todo mentira. Se refería a la primera versión de que su coche se saltó un control policial, pero parece que ya está claro que eso no fue así", ha apuntado a EFE un miembro de la familia.

    La familia, que agradece el apoyo y trabajo del consulado y el gobierno español para realizar todos los trámites necesarios, no tiene muy claro cómo continuará el proceso judicial contra el autor de los disparos: "Nada va a recuperar ya a mi hermana", ha comentado su hermano Humberto.

    En El Puerto de Santa María llamaban a María Esperanza Jiménez "Una, grande y libre" porque "era única, grande y siempre ha hecho lo que le ha dado la gana", según escribe su amigo Luis Suárez.

    Hace unos años se jubiló como directora comercial de una agencia de la propiedad inmobiliaria que regenta su hermano José Luis y desde entonces dio rienda suelta a la pasión que le había llevado a recorrer el mundo y viajar constantemente. El penúltimo a un país africano.

    Cuentan sus allegados que en los últimos años hacía "siete u ocho viajes grandes al año", descansaba entre uno y otro en El Puerto de Santa María y pronto se embarcaba a otras rutas con los muchos amigos viajeros que había hecho en su vida en todo el mundo.

    Su último viaje, en el que encontró fatalmente la muerte de un disparo cuando visitaba una favela, consistía en una semana en Argentina, otra en Brasil y otra en Perú.

    Un inesperado disparo interrumpió este último viaje, y otros que ya tenía previstos, como ir a China en febrero, también con sus hermanos, a los que siempre quería embarcar en sus rutas.

    Su regreso de este último viaje no será como el de tantos otros en los que sus amigos y familiares lo pasaban "bomba" con las historias que contaba María Esperanza porque era una persona "divertidísima", "muy especial" y que era "el centro de la alegría" de cualquier reunión.

  2. Gilberto Fumaça

    He nacido y me he criado en la también turística favela de Santa Marta donde trabajo como guía. Este es otro día más en que me entristezco por una actitud de policías poco preparados, que siempre usan la cultura de disparar primero para preguntar después. ¡Es inadmisible! No sólo por la vida de la turista española, también por la vida de los más desfavorecidos que viven en las favelas y sufren todos los días con esas actitudes precipitadas. ¿Cuántos casos parecidos ocurren en Río y sólo son estadísticas? Hay que repensar todo y cambiar la manera en que abordan a cualquier ser humano en Río de Janeiro.

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