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4.564. La cerámica de botica en la farmacia del Hospital San Juan de Dios

En el Museo Municipal se conservan más de 400 piezas de botica, entre tarros albarelos de loza y cristal, balanzas, morteros y otros utensilios (algunos de los cuales mostramos en el interior), procedentes de la farmacia del Hospital San Juan de Dios, a su vez procedentes de otros 3 hospitales más, afectados por la Desamortización de Mendizábal  y que fueron refundidos en este, administrado por la Junta Municipal de Beneficencia, a partir de 1836.

| Anagrama de la Santa Caridad. Detalle puerta de la sacristía en la Iglesia del Hospital San Juan De Dios | Foto: Francisco González Luque

Anteriormente a 1836, en El Puerto de Santa María había 4 hospitales: El de San Juan de Dios en la calle Misericordia/Luna [hoy Colegio de las Esclavas], el de San Sebastián a extramuros, el de la Divina Providencia u ‘Hospitalito’ en la calle Ganado esquina Zarza,  y el de la Santa Caridad, [el actual San Juan de Dios], situado en la ribera del río Guadalete, frente a la Aduana Ducal, en terrenos cedidos por el Duque de Medinaceli.

| Juan Álvarez Mendizábal.

En 1836, la Desamortización de Mendizábal en El Puerto de Santa María afectó a varios conventos y al Hospital de San Juan de Dios, teniendo lugar la refundación de los cuatro hospitales existentes en la ciudad en el de la Santa Caridad, cedido al Municipio, pasando a ser administrado por la Junta Municipal de Beneficencia (1).

Las nuevas constituciones de este hospital datan de 1847, tras su conversión en hospital general, ya nombrado en ellas de San Juan de Dios. Seguía perteneciendo a la Junta Municipal de Beneficencia; el personal sanitario corría a cuenta del Ayuntamiento, quien contrataba a médicos y enfermeros laicos que sustituyeron a los Hermanos de la Santa Caridad, y se trataban ya todas las enfermedades.

En 1857 se le nombra Hospital General Municipal de San Juan de Dios, y no hay duda de que se refiere al antiguo de la Santa Caridad, porque se aclara que está situado a orillas del Guadalete. En cuanto al cambio de denominación, no significa que sea debido a que fuera atendido por la Orden de San Juan de Dios, puesto que ya había sido exclaustrada por Mendizábal (como los demás). Quizá la razón de ese cambio de nombre estriba en la recepción de enfermos procedentes de aquel hospital, como consecuencia de cerrarse por la Desamortización (2).

A partir de 1874, y dada la crisis económica de este Hospital Municipal, se decide la incorporación de la Hijas de la Caridad como pilar básico del cuidado de los enfermos, constituyéndose una comunidad de cinco religiosas.

| Convocatoria de ceremonias religiosas en la iglesia del Hospital San Juan De Dios. Año 1901.

En 1912 el hospital continuaba en manos de la Comisión de Beneficencia del Ayuntamiento; contaba con 64 camas distribuidas en 7 salas, y atendía a un promedio de 9552 estancias. La media de enfermos atendidos a diario era de 35 a 40 (3).

| Micaela Aramburu, viuda de Moreno de Mora.

En 1914 se encontraba el edificio en pésimas condiciones de higiene y seguridad. Como el Ayuntamiento no tenía los fondos necesarios, solicitó a Viuda de Moreno de Mora, Micaela Aramburu, que sufragara los gastos de la obra. Dicha señora accedió a lo solicitado, enviando al arquitecto Juan Cabrera, que certifica el estado ruinoso del edificio.

La profunda reforma y modernización del hospital tiene lugar en 1916. Encontramos referencias a estas obras en las Actas Capitulares del 2 de septiembre de 1916.

| Copia de la página del Acta Capitular del 2 de septiembre de 1916, relativa a la Farmacia Municipal.

La descripción de la obra relativa a la Farmacia es la siguiente:

“Farmacia: ha sido instalada en las accesorias ruinosas que eran del Marqués de Valdelagrana, siendo precisa su restauración completa: hace el servicio del hospital y el de la domiciliaria, siendo por tanto de servicio permanente. Consta de un departamento destinado al suministro de las medicinas, con su estantería alta y baja para los botes de medicamentos confeccionados y mesa central de despacho.

La entrega de los medicamentos se hará durante el día por la reja de la puerta del zaguán, y por la noche por la reja de la primera ventana de la calle. A continuación de la botica está la rebotica, que consta de estantería igual a la anterior, fregaderos y tapas de mármol, dos hornillas de gas, filtro de porcelana para el agua, estantería antigua reformada, mesa de escritorio para los libros de recetas, mesa de mármol y pies de hierro para el trabajo.

Sigue después un pasillo y de él se pasa al almacén o repuesto de drogas, con un estante nuevo y otro reformado. A continuación, el dormitorio de las hermanas de guardia, con ropero, cuarto de aseo con retrete de golpes de agua, lavabo y vaciadero; en el pasillo existe una puerta de salida al patio interior o de servicio para comunicarse con el hospital.

A esta farmacia se la ha dotado del servicio completo de tarros de drogas, balanzas, morteros, etc. que se han estimado necesario para su mejor funcionamiento”.

En esa misma Acta capitular figura el acuerdo de declarar a Micaela Aramburu hija
predilecta y bienhechora de la Ciudad, que desde entonces da nombre a la calle donde se alza la fachada principal de este hospital.

Reapertura del Hospital

| El alcalde, Ramón Varela, flanqueado por los maceros municipales, descubriendo la placa conmemorativa.

Resulta de interés el artículo-crónica aparecido en la Revista Portuense en septiembre de 1916 (5), en la que se informa de los distintos actos organizados por el Ayuntamiento para celebrar la reapertura del establecimiento tras las profundas obras de reforma (comitiva municipal con banda de música, bendición del edificio por parte del cardenal, descubrimiento de lápida conmemorativa y de agradecimiento a Micaela Aramburu, etc.).

| Placa conmemorativa de la reapertura del Hospital Municipal.

Se conoce la nueva reglamentación de 1935, que nos permite conocer que en la planta baja se encontraba, junto con otras dependencias, una amplia farmacia que servía para surtir también a la Beneficencia Domiciliaria (6).

| Placa que se encuentra en el interior del Hospital Municipal, en pésimas condiciones de conservación

En el año 1943 se llevaron a cabo algunas ampliaciones, gracias a la fundación que en su momento hiciera D. Juan de Araníbal, como lo atestigua una lápida con una inscripción conservada en una de las salas del piso primero.

En los años posteriores, este hospital también fue utilizado como Casa de Socorro, donde se atendían las urgencias médicas de la ciudad, hasta la construcción del nuevo Hospital Santa María del Puerto (más conocido como Clínica Frontela).

En los años 80 del siglo XX, al desaparecer la Beneficencia Municipal y quedar todos los ciudadanos integrados en la Red de Asistencia Sanitaria de la Seguridad Social, el edificio fue cedido al Servicio Andaluz de Salud para albergar el Centro Periférico de Especialidades (y varias dependencias municipales, como las Áreas de Urbanismo, Turismo y Bienestar Social). El edificio sufrió una reforma y compartimentación de espacios, de modo que las antiguas y amplias salas se convirtieron en consultas, despachos y habitaciones individuales, para acomodarse a las circunstancias contemporáneas.

| Balanza de precisión, procedente del Hospital Municipal, una vez restaurada | Foto: Museo Municipal.

Como consecuencia, la Farmacia Municipal dejó de prestar servicio y se desmontó, estando actualmente guardada en el Museo Municipal de El Puerto de Santa María, en la calle Pagador, núm. 1. Sus elementos, como el instrumental, aparatos, botes de farmacia, etc., no se encuentran expuestos, sino almacenados, pero sabemos el número de botes que se conservan gracias al inventario.

Basándonos en el inventario, y en el catálogo de la exposición La Farmacia y el Arte de Curar realizada en 1999 en el Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla (a la que aportó piezas el Museo Municipal portuense), los botes de esta Farmacia Municipal que se expusieron son de cuatro tipos:

--Un tipo 1º, de loza, de la serie azul, con el escudo de la Orden de San Juan de Dios (una granada abierta sobre la que hay una cruz; rodeada de 2 ramas de laurel), datados de fines del s. XVII, en que esta Orden era la responsable del antiguo Hospital de San Juan de Dios, ubicado en la calle Luna, que son de donde consideramos que procederán.

| Podemos observar dos albarelos de la Orden de San Juan De Dios, a los que una etiqueta posterior (de la época municipal), tapa parcialmente el escudo. Se conservan 110 unidades.

| Albarelos de la Orden de San Juan de Dios, una vez restaurados. | Foto: Museo Municipal.

--Un 2º tipo cilíndricos, con el pie escalonado, dotados de tapadera, elaborados con porcelana, decorados en azul, rojo y dorado con motivos epigráficos, datados del siglo XIX, y fabricados por Vignaud en Limoges. Se conservan 54 unidades

| Botes cilíndricos de porcelana de la farmacia del Hospital Municipal.

--Un tipo 3º, en forma de copa, con tapadera, y lo mismo que los anteriores, también elaborados con porcelana, decorados en azul, rojo y dorado con motivos epigráficos, datados del siglo XIX, y fabricados por Vignaud en Limoges (Francia). Se conservan 26 copas.

| Copas de porcelana procedentes de la farmacia del Hospital Municipal.

| Copas de porcelana, restauradas. | Foto: Museo Municipal.

--Un 4º tipo, cilíndrico de cristal, decorado en verde claro, rosa y dorado con el anagrama de la Hermandad de la Santa Caridad (corazón flameante y cruz hincada en él), enmarcado por una corona vegetal. Está datado del siglo XIX, y consideramos que procede del Hospital de la Caridad, que hasta la Desamortización de 1836 estuvo a cargo de la Hermandad de la Caridad. Se conservan 26 de éstos.

| Albarelo de cristal de la farmacia del Hospital Municipal.

Otros utensilios que se conservan en el Museo Municipal de los que tenemos conocimiento por el catálogo de la exposición La Farmacia y el Arte de Curar anteriormente mencionada, que son:

| Aspirador Potain y jeringa de doble vía.

1º) los dos que hay en la lámina, es decir, un aspirador Potain y la jeringa de doble vía, y 2º) una malaxadora, que se utilizaba para mezclar de manera homogénea dos o más productos por medio mecánico.

Este Museo Municipal es el centro público local encargado de conservar, restaurar y difundir los más destacados bienes arqueológicos, artísticos y etnográficos del Patrimonio Artístico portuense.

Se inauguró en 1982, y tiene dos sedes. Una en la calle Pagador nº 1, donde tiene su dirección, un Departamento de Conservación y Restauración y un servicio de Difusión, con dos secciones, una de Arqueología (época prehistórica y romana) y otra de Bellas Artes, con obras de artistas locales. La 2ª sede está en la calle Ganado nº 58, con una sala en que se exponen restos arqueológicos de la época visigoda y época hispanomusulmana.

| Fuente: La Cerámica de Botica en las farmacias de Sevilla. La historia a través del arte. María del Carmen Sapena Bona, Esteban Moreno Toral y Antonio Ramos Carrillo.

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NOTAS
(1) GONZÁLEZ LUQUE, Fco. La Hermandad de los Afligidos y el Hospital de San Juan de Dios de El Puerto de Santa María. Hermandad de los Afligidos. El Puerto de Santa María, (2005), p. 178
(2) GONZÁLEZ LUQUE, Fco. La Hermandad de los Afligidos...... ob. cit., p. 178
(3) GONZÁLEZ MÁRQUEZ, Dolores: “Estudio histórico sanitario del Hospital de San Juan de Dios de El Puerto de Santa María (1793-1935)”. Revista de Historia de El Puerto no 19. 1997, p.50
(4) http//personal.us.es/antonioramos/historia/docs/practicas/museos-extremadura-andalucia- occidental.pdf
(5) GONZÁLEZ LUQUE, Fco. La Hermandad de los Afligidos...... ob. cit., p. 183
(6) GONZÁLEZ MÁRQUEZ, Dolores. “Estudio histórico sanitario del Hospital de San Juan de Dios de El Puerto de Santa María (1793-1935)”. Revista de Historia de El Puerto no 19. 1997, p. 56

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