Antonio Márquez Mateos, nació en una familia de nueve hermanos, fruto del matrimonio formado por Antonio Márquez y Rosario Mateos. Estudió en el Colegio del Polvorista y pronto empezó a trabajar como camarero, primero en el Cangrejo Rojo (luego Club Mediterráneo y Acuarius), Hotel Caballo Blanco y en el Hotel Fuenterrabía. Hace 37 años, fue llamado por José Ramón Perles Giner--un innovador de la hostelería local-- junto con Juan Franco del Valle y Antonio Villar Garay para llevar adelante el proyecto de Milord, en la esquina de las calles Larga y Santo Domingo, que con el tiempo pasaría a manos de sus empleados como copropietarios del negocio. Negocio que dejaría más adelante Antonio Villar para dedicarse a un trabajo menos pensionado que la hostelería. Juntos, los tres, innovaron manteniendo la esencia de Milord, abriendo una sucursal durante un tiempo en Valdelagrana y colaborando y asesorando con y para la hostelería local. El periodista Francisco Lambea (ver nótula núm. 124 en GdP) escribe de nuestro protagonista:
«La historia de las ciudades no es sólo, con serlo, un compendio de efemérides más o menos reveladoras, una sucesión de edificaciones, de estadísticas especialmente alegres o luctuosas: la historia de las ciudades es, también, una serie de magnitudes de difícil o imposible cuantificación, inaprensibles para las páginas de los libros, como la idiosincrasia de sus habitantes, su traducción en el aliento del día a día.
Antonio Márquez se ha jubilado tras casi medio siglo de actividad hostelera, tras mostrar durante décadas su capacidad, profesional y humana (en la hostelería viene a ser lo mismo) en variados establecimientos, siendo el más significativo el pub Milord, en la calle Larga, donde han transcurrido sus últimos 37 años de oficio, que, detrás de una barra, es, de algún modo, como decir de vida. Quiero hablar de ello porque los periodistas solemos incurrir en el vicio de no conferir la categoría de noticia a cosas que son más importantes que otras que sí se imprimen bajo el amparo inercial de los titulares, y porque para eso dispongo de un espacio que viene a revelársele a uno como un espejo, y ante el que es conveniente, por tanto, sentirse cómodo.
El gremio de la hostelería es un gremio especial, el de personas que suelen laborar bastante más tiempo que la media de trabajadores de otros sectores, y que suelen hacerlo con el continuado compromiso de agradar a los demás. Le deseo lo mejor a Antonio Márquez y me alegro de que disfrute de una jubilación tan sumamente merecida. Confío en que seguiremos teniendo la ocasión de conversar, ahora al otro lado del mostrador de Milord, o en otras ubicaciones, recordando viejos tiempos y disfrutando los presentes, que es la mejor forma de confeccionar los futuros. De cuando en cuando, conforme pueda, se nos unirá Juan Franco, su compañero en la cafetería tantos años, con una complicidad societaria cuya extensión es muy difícil de alcanzar en estos tiempos, en los que amistad y negocio no siempre coinciden. Los únicos que deben temer este cambio vital de Antonio son los pescados que merodean la playa de La Puntilla: su condición de víctimas se acrecienta por momentos. (Texto: Francisco Lambea Bornay).
Hola me gustaría ponerme en contacto con este señor.necesito información que el me podría ayudar.gracias.
yo vivo en el puerto de Santa maria. Quién sepa algo que me hable por aquí.
Antonio eres un gran rofesional y un gran amigo
Un abrazo muy fuerte desde Benissa (alicante)
Pepe Ramón Perles
el café muy bueno
Nunca olvidare las mañanas en las que Antonio me ha preparado el desayuno antes de ir a mi trabajo en el cercano colegio de las Carmelitas. Han sido muchos años de amabilidad y amistad. Un abrazo, ya sabes que te aprecio un monton.
La persona que escribe el texto con apellido de helado de Sánlucar, debe de conocer muy mucho a este gran profesional de la hostelerìa. Yo creo que se ha criado con el en la calle cruce cuando la cosa estaba cortita de "mandubio", o ha dado servicios de hosteleria con el.
Sería bonito que un grupo de amigos nos reuniéramos en torno a Antonio, no se si en el Milón o en el Espigón de la Puntilla. Pero queremos echar todos un rato contigo y celebrar que ahora te lo vas a tomar con mas paciencia: la del pescador. PD. Pedro, la foto de ed!elpuerto que no está firmada será un intercambio por alguna otra que ese medio ha cogido y tampoco firma
Mi tocayo, sin ningún género de duda, un excelente profesional y mejor persona. Solemos decir con frecuencia que hay que saber elegir a quién contamos nuestras intimidades y nuestras confidencias, a quién le podemos decir, que quede entre nosotros. Pues bien, a Antonio Márquez, además de ser esa clase de persona no era necesario decírselo. ¡Ah! Creo recordar que fue alumno de las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia y compañero de Javier Acal; Alfaro, "El Boli"; Aledo... En fin. Que te vaya bonito.
Mi enhorabuena a Antonio, que seguro que mientras estoy escribiendo esto estará en el espigón echando las cañas. Lo echaré de menos, sobre todo por los dulces, jejeje... PD: La foto de la fachada del Milord está perfecta, se nota que es de ed!elpuerto, aunque no esté firmada... Como dice Juanma, Hasta luego Luca!!!
Y se me olvidaba, como diría el HASTA LUEGO LUCA
Dudo que Antonio lea esto, ya que internet y el no van de la mano, pero no quiero perder la oportunidad de felicitarlo. Muchas conversaciones he tenido yo con el, y siempre recordare esas lecciones que me decía sin yo ser consciente de la importancia que tenían ( recuerdo nada mas aprobado el carnet del coche tus palabras Antonio, y nunca las olvidare). Medito le sobran para disfrutar de esta jubilación, trabajar con Juan, otro gran hombre por supuesto, 37años dicen mucho a su favor, cosa que si los hubiera conocido por separado jamas me lo creeía, y os aseguro que los conozco bastante bien a los 2, ya que aunque tengan esa perfecta relacion amistad/trabajo son la cara y la cruz. Espero que te vaya perfecto, y que no olvides esa esquinita de Larga con Santo Domingo que tanto esta presente en tu vida como en la mia.
Todos los que hemos pasados tan buenos momentos en la barra de Milord, te debemos gratitud porque sin tu colaboración en esas tertulias nunca hubieran sido tan agradables. Aquellos ratos de convivencia en la barra del fondo- donde nos gustaba instalarnos- son inolvidables. Te deseo feliz y jubilosa jubilación. Un abrazo.-
Antonio,gran profesional y mejor persona. Antonio lo tuyo, no se aprende,a ti te ocurre como a los toreros de arte, se nace. un saludo Caalan
Mi querido y admirado Antonio, gran profesional y mejor persona, cuanto te vamos a echar de menos detrás de la barra de la primera "Taberna Inglesa" que se abrió en el Puerto de Santa Maria, "Milord". Cuantas anécdotas tenemos para escribir durante todos esos años que hemos compartido, yo entreteniendo a la gente con mi música y tu con tu sabiduría innata de relaciones públicas. Se que te mereces descansar, has llevado una vida llena de trabajo sin parar, se que has pasado hambre y calamidades en tiempos pasados, para que tu casa siguiera adelante con tus nueve hermanos. Ahora podrás hacer todo aquello que te gustaba y nunca has tenido tiempo. Te mereces la medalla del Trabajo sin ninguna duda. Aunque sea un frase muy gastada, yo te digo: "Tú si que vales Antonio".
Me alegro mucho de tu jubilación, que la disfrutes como te mereces, después de tantísimos años de aguantarnos, un fuerte abrazo.