Rafael Álvarez Santander fundó, en 1927, una empresa de vulcanizados y recauchutados en la calle Curva, establecimiento que estuvo abierto ininterrumpidamente durante 75 años: hasta el 2003, conocido como Vulcanizados Ricardo. Ricardo Palacios Mena, el yerno de Rafael hoy jubilado, consolidó y expandió la empresa hasta convertirla en el Grupo que es hoy, con tres establecimientos abiertos: en la calle Ruiseñor, por el Camino de los Enamorados, en 1980; diez años después, en 1990 en el Polígono Industrial Guadalete, y hace cinco, en la Ribera del Río, en el 2003, año en el que se cierra el taller matriz de la Calle Curva.
Rafael Álvarez Santander founded a company in 1927 in calle Curva which vulcanised and retread products, an establishment that was open without interruption for 75 years until 2003, known as ‘Vulcanizados Ricardo’ (Ricardo Vulcanised Products). Ricardo Palacios Mena, Rafael’s son-in-law who is now retired, strengthened and expanded the company making it into the much larger group of companies that it is today, with three establishments: one in calle Ruiseñor, near el Camino de los Enamorados, opened in 1980; ten years later, in 1990 another was opened in the Guadalete Industrial Estate, and five years ago in 2003, the same year as the original workshop on Calle Curva closed, the third was opened in Ribera del Río.
Empezaron trabajando el neumático, que es su fuerte y hoy son multitud de servicios, los que lo acompañan, con técnicas modernas, tanto mecánicas, como electrónicas e informatizadas. El éxito de los nietos del fundador: Ricardo y Juan Luís Palacios Álvarez (en la foto a color que inicia esta nótula falta su hermano Rafael) es la atención personalizada -casi de amigo- con el cliente, frente a la frialdad y lo encorsetado de las tiendas instaladas en las grandes superficies. Coincidiendo con el 80 aniversario de la creación del primer taller, el año pasado trajeron el Congreso Nacional de la franquicia Pneus Expert Continental, a la que pertenecen, y pudieron presumir ante sus colegas de una Ciudad como es El Puerto, llegando a congregar a más de 400 participantes. En la fotografía, de la izquierda el abuelo Rafael Álvarez, con una maza al hombro, trabajando en la calle Curva, allá por 1927. Nótese que las ruedas son de radios, como las bicicletas.
Una anécdota que recuerdan con agrado es que, hace cinco años, durante la celebración del Mundial de Vela, Mundo Vela 2003 celebrado en nuestra Ciudad, y al que asistió el Príncipe de Asturias S.A.R. D. Felipe de Borbón, éste se acercó al taller a arreglar su vehículo que había sufrido un percance en una rueda. El comentario de uno de los escoltas a Ricardo padre fué: --“Pórtese bien, que es el coche del jefe de los españoles”, a lo que éste respondió: --”No tendrá problemas, está usted hablando con el jefe de esta casa, que soy yo”. Eran 75 años atendiendo, en esa casa, desde el más humilde hasta al Príncipe de España. Y es que continúan con la sana tradición de abrir, domingos y festivos, en un servicio de guardia de 9,30 a 13,30.
El fundador de la empresa, el abuelo Rafael, con 27 años tenía ademas un servicio de autocares que hacían recorridos discrecionales y regulares a las Playas: Valdelagrana, Fuenterrabía... Los chóferes eran los taxistas más antiguos, más expertos. En la foto del año 1939, identifiicados por Francisco Utrera Aguilera el día 09.12.2006, aparecen Antonio Ahucha Ponce (cobrador), Manuel Serrano (conductor), Paco Pedregal (junto al autobús), Diego Utrera Sánchez (cobrador), Alberto Nieto (conductor del segundo autobús. La parada estaba situada en la Plaza de la Iglesia, en la confluencia con las calles San Sebastián y Santa Lucía. Sobre el techo de uno de los autobuses se aprecia el nombre del establecimiento 'La Campana' local situado en la esquina de dichas calles casi frente a la Puerta de las Campanas de la Iglesia Mayor. Uno de los autobuses está matriculado en Sevilla, el otro con la siguiente matrícula: CA-29-SP (Servicio Público), con el número 29 de la provincia de Cádiz. (Foto Colección Francisco Utrera Aguilera).
Fachada de la que fué durante mucho tiempo la Parada de los Autobuses, la conocida como Casa de Marcela Torres. En ella estuvo el Ayuntamiento después de la incorporación de El Puerto de Santa María a la Corona en 1729, hasta mediados el siglo XIX, cuando a raíz de la Desamortización de Mendizábal, el Convento de Santo Domongo fue destinado a Casas Consistoriales y se trasladó allí. Los Comestibles La Ibérica albergaría más tarde el almacén y estanco de Casimiro, ya desaparecido. (Foto Colección José Puente García).
La madre de mi tatarabuelo era nacida en el Puerto de Santa María, y se llamaba Maria de los Milagros de Torres y Cruz. Casó con Nicolás de Algorta y Aurrecoechea de Lequeitio, Vizcaya. Mi tatarabuelo Juan José Vicente de Santa Agripina de Algorta y Torres, nació en Cabra. Si algún lector conoce algo de la familia Torres, mucho le agradecería me lo haga saber. Gracias
Fue el fútbol quien favoreció que Ricardo Palacios Mena llegara a El Puerto. Aunque nació en la Línea de la Concepción siempre se ha sentido porteño. Que yo recuerde, toda su vida deportiva como futbolista estuvo ligado al Racing y a su antiguo campo de Fútbol, conocido como el campo de Eduardo Dato, a excepción de una temporada que lo cedieron al Rota pero a mitad del Campeonato la Junta Directiva, de la que formaba parte como Secretario don Antonio Torres Santiago, tuvo que repescarlo para que el equipo Racingista no descendiera a la Regional Preferente.
Ricardo llegó a jugar en todos los puestos menos de portero, destacando como delantero centro. Fue un jugador de los llamados de ‘casa’, es decir entrañablemente familiar y, como ocurrió con otros jugadores de la época, se quedó a vivir en El Puerto. Conoció a Pepi, la hija de Rafael Álvarez Santander que más tarde sería la madre de sus hijos.
En mi opinión, si importante fue todo cuanto hizo por el Racing, incluso aún más fue su etapa como entrenador en el equipo de fútbol base, San Marcos Club Deportivo, equipo juvenil de El Puerto que llego a militar durante aquellos años que él lo entrenó, mediados de los años 60 y principios de los 70, en la máxima categoría del fútbol andaluz.
Y digo todo esto porque de manera desinteresada entrenaba por las noches, una vez que finalizaba su dura y penosa jornada de recauchutados en la calle Curva. Precisamente, de aquellas hornadas destacó el futbolista internacional Enrique Montero.
Antoñiot y Sergio: Ambos tenéis razón pero sabíais que la casa donde están aparcados los Autobuses se conocía con el nombre de Casa de Marcela de Torres y que en ella estuvo el Ayuntamiento después de la incorporación de El Puerto a la Corona en 1729 hasta mediados del siglo XIX, y a raíz de la desamortización el convento de Santo Domingo fue destinado a Casas Consistoriales.
Sergio, llevas razón
El autobús no se llamaba "La Campana", este era el nombre del establecimiento ubicado en la esquina de Santa Lucía y San Sebastian. En la foto se ve el letrero y da la impresión de que que está sobre el frontal del autobús. El primer autobus está aparcado ante la puerta principal de la casa donde está el bar La Aurora (antiguo garaje del camión de Luis Rodriguez)
Todavía me acuerdo de Rafael, buena persona donde las haya, Yo nací muy cerca de su taller y aunque siendo muy pequeño me mudé de calle, siempre estaba por allí porque el "rubio" (hermano de Rodrigo el taxista) jugaba mucho conmigo (salvando la diferencia de edad). Una de las cosas que no se me olvida que yo era muy pequeño trendía aproximadamente 4 o 5 años Rafael estaba arreglando una cubierta (para mi en aquellos tiempos un rueda) de tractor, de aquella época, y aunque aún es grande para mi eso era como mirar ahora la Giralda o algo parecido. Del Rubio tengo muchos recuerdos ya que ha sido un hombre muy trabajador y me acuerdo cuando se subía por las ventanas de mi casa en la calle Javier de Burgos. Para quien no sepa quien es o era el rubio (pues hace mucho tiempo que no lo veo) es el que está a la izquierda de Rafael.