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3.205. Ventura Lozano Moreno. Don Ventura.

Nuestra ciudad, está llena de seres humanos que bullen por los senderos de la sencillez y la naturalidad. En consecuencia, ignoramos y no ponemos en el candelero de la importancia y de la notoriedad. Por supuesto, en nuestro peculiar candelero, que para nada tiene que ver con la escala de valores naturales, imprescindibles en cualquier sociedad que se precie. A ellos, ni falta que les hace.  De por sí, y sin que nadie lo remedie, han pasado ya a formar parte de la reciente historia de El Puerto.

Para mí, como estoy seguro para muchos portuenses, un madrileño, que por méritos propios ha engrosado ya, las importantes páginas del libro de oro de nuestra Ciudad, es sin ningún género de dudas, el profesor Ventura Lozano Moreno.

Don Ventura, como le recuerdan con cariño los miles de antiguos alumnos, que pasaron por sus aulas (donde aprendieron a ser hombres y mujeres de provecho), es de esos seres humanos que encierra los mimbres justos para hacer un buen cesto. Este pequeño gran hombre, un buen día, por pura casualidad se dejó asomar por la Sierra de San Cristóbal, llegó a impartir sus conocimientos en el Instituto Laboral de la Calle Santo Domingo, y se quedó entre nosotros para siempre.

En la clausura de un curso del PPO, en el Instituto Santo Domingo. De izquierda a derecha, Enrique Bartolomé López-Somoza, Ventura Lozano Moreno, José Luis Garratón, José Cepero Peralta y Manuel Martínez Alfonso, con el alumnado. Don Ventura, sobrevive a los profesores que aparecen en la imagen.

Apostado en la puerta de una cerrajería de la Plaza del Castillo, junto a sus amigos, permanece inmóvil cada mañana. No para de saludar y de recrear, con su amena charla, a quién decida hacer un alto en el camino. Porque Ventura, tiene tiempo para muchas cosas. Todas aquellas que generen algún grado de compromiso, ese que aprendió junto a sus compañeros del alma, y que supo transmitirnos a los que tuvimos la suerte de tenerlo como maestro.

Cuando la jubilación ha hecho de las suyas con muchos, Don Ventura ha dejado que la misma pase a formar parte de sus esquemas. La trata de tú y la recibe en casa. Refugiado en sus libros, y en sus paseos cotidianos, saborea la impresionante estela que ha dejado entre muchos portuenses.

La Ciudad de El Puerto de Santa María debería estar orgullosa de contar, entre sus hijos adoptivos, a personas que marcaron un hito en su generación, y que por siempre mantendremos cariñosamente unidos a nuestra memoria. | Texto: Enrique Bartolomé

2 comentarios en “3.205. Ventura Lozano Moreno. Don Ventura.

  1. José Luis

    Buen profesor y mejor persona, le conocí en los 5 años de Bachillerato guardo gratísimo recuerdo

  2. Francisco M. Arniz Sanz

    Buen tipo, sin lugar a dudas, nuestro amigo y viejo profesor Ventura, don Ventura. Nunca nos trato como a niños. Nos trataba como a hombres, y como amigos. Ya hace algún tiempo que no me tomo un cafelito con él en La Ponderosa. Lugar favorito de sus encuentros con Rafael y con Adolfo Vidal (q.e.p.d.).

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