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4.512. Charo Cairón y Tito Vela. Una familia creada en La Placilla

“--Ves, esa chavala que va por ahí, es la que le gusta a tu hermano Tito”. Quién me lo decía era mi padre --Agustín Vela Mariscal--. Y, la verdad es que al verla de espalda poco pude apreciar cómo era, pero como la curiosidad mató al gato en cuanto me enteré que trabajaba en el almacén de Servando Gómez Recalde --Nicanor-- empecé, como quien no quiere la cosa, a pasar por delante de la puerta para verla. Seguro que Servando o Sebastián --empleado-- al verme le dirían quien era yo, porque el día que me decidí a entrar fue ella quien me dijo: ”--¿Tu eres hermana de Tito?”  Mentiría si dijera que le di un discurso, solo atiné a decirle que sí. Pero me gustó.

| Tito y Charo, de más jóvenes.

La recuerdo delgada con el pelo por los hombros vueltos hacia detrás, guapa y simpática.  Hombre, es que, para mí, mi hermano era el más guapo del mundo y quien fuera su novia tenía que gustarme. Está claro, que lo consiguió, pues tenía arte para dar y regalar.

| Los hijos de Nicanor Gómez Soto pasaron todos por la tienda, pero luego cada uno se fue independizando y creando sus propios negocios, salvo Servando que continuó al frente de Casa Nicanor. | La fotografía es de 1948.

Pedro Ventura, remitente de pescado
Rosario Cairon García, es hija de Pedro Cairón Calatayud, Pedro Ventura, remitente de pescado, y de Rosario García. A partir de ese día, comencé a acercarme al almacén a saludarla y a mirar con qué destreza llenaba esas bolsitas de tomates --sin triturar--, marca Copa listos para freír. Servando sabía, que no eran tiempos como para que sus clientes se llevaran la lata de cinco kilos, así que las vendía en bolsas de medio kilo a cuatro pesetas y veinte céntimos. No solo lo hacía con el tomate, también con mantequilla, galletas, café, achicoria, y otros productos.

| Entrañable foto de Casa Nicanor, Ultramarinos y Bazar de Loza y Cristal de finales de los años 50. En la imagen vemos a Curro, Servando, Ascensión, Marina, ... de una Placilla, de un entorno, que ya no volverá, pero que pervive aún en el recuerdo de muchos.

Almacén de Nicanor
Fue Vicente Sordo Díaz quien por amistad con sus padres le preguntó: “--¿Charini, tu quieres trabajar?” Anda, que lo iba a dudar, ¡con lo dispuesta que es!  Naturalmente la repuesta fue positiva y lo fue por dos razones. Una, que  era y es muy trabajadora y otra porque ya se había fijado en un chaval muy guapo y trabajar tan cerca de donde vivía y trabajaba era ideal. Ya, se ejercían labores de espionaje, unas miraditas furtivas, que desembocaron en un bonito romance. Vicente hablo con su cuñado Servando Gómez Recalde y así, comenzó a trabajar en el almacén. Supo ganarse al público por su simpatía y desparpajo al igual que a su compañero Sebastián y a sus jefes. Fue tiempo muy bonito del que guarda muy buenos recuerdos.

| Antigua foto del mostrador de la panadería de la calle Santa María.

Panadería Gómez de Requena
José Gómez de la Panadería Gómez de Requena en la calle Santa María se fijó en su desenvoltura en el trabajo y en el buen trato con que atendía y le ofreció trabajar para él. ¿Por qué lo hizo?  Fácil, las condiciones de trabajo eran mejores y aunque sentía dejar a Servando, éste lo comprendió y no hubo ningún problema. En la Panadería, se adaptó perfectamente, de seguida se hizo con el público y ciertamente se ganó la simpatía de todos. No, solo era por su diligencia y agrado, también por su generosidad, pues basta que le pidieran un favor, para que lo hiciera desinteresadamente. Así, si tenía que despachar leche --por aquel entonces se vendía leche fresca a domicilio-- lo hacía. La leche era de Ramón Gatica Ortega --Venta la Rufana-- éste repartía por muchas calles del Centro y supongo que algunos clientes la recogían en la misma Panadería. En la panadería estuvo cinco años, por aquel entonces en el obrador se trabajaba toda la madrugada y el olor a pan tierno inundaba toda la calle.

| De izquierda a derecha, Agustín Vela Durán, Joaquín Camacho Graván 'Quinito', durante años conserje en la Plaza de Toros y su primo Javier Camacho Masteu. 

La mili
Pues bien todo iba transcurriendo con normalidad en una pareja joven hasta que llegó la temida hora de la mili. Y llegó. Pues bien, Tito hizo la instrucción  en Cerro Muriano (Córdoba). Madre mía, cuantas lagrimas derramamos en la Estación de Ferrocarril. Ya íbamos tristes y llorados desde casa, pero claro cuando el silbato anunció la salida del tren no pudimos contenernos. Eran otros tiempos, y se daba la circunstancia que era la primera vez que mi hermano iba  a faltar de casa por un periodo de tres meses. En fin, que no solo Charo como su novia lo pasó mal, que lo hizo, todos lo extrañamos, especialmente mi madre. Después de la Jura de Bandera, le dieron destino en Jerez de la Frontera, en el Cuartel junto al Tempul y ya fue un alivio.

| En la imagen, fila superior,  Javier Camacho Masteu, Mellizo, Manolo Caballero-Cabeluli- Fila de abajo, penúltimo mellizo y Agustin Vela Durán

Los hermanos Barba
Ya en Jerez, coincidió con varios conocidos como: José Cañas Bejarano ‘Cañitas’; dos mellizos cuñados de Carmen, la mujer de éste, Javier Camacho Masteu;  Manolo Caballero ‘Cabeluli’ y alguno más. Me viene a la memoria, otro gran amigo de mi hermano, Pepe Barba, hijo de Leonardo Barba, también comerciante de nuestra plaza de abastos. Un chaval alto y guapo, al que llamaron en el reemplazo anterior al de mi hermano pero que desgraciadamente murió antes de la Jura de Bandera. Por aquel entonces se rumoreaba que la causante fue supuestamente las vacunas que le pusieron, pero claro solo fueron rumores, el caso es que enfermó de gravedad y falleció al poco tiempo. Todos quedamos desolados porque era un chaval estupendo y un buenazo. No sería justo nombrarle a él y omitir a su hermano Leonardo.  Leonardo, era más bajito que Pepe, lo recuerdo muy vivo, es decir con mucha energía y nervios pero al igual que Pepe, todo corazón. Desgraciadamente muy poco después, también nos dejó.

| Fila superior, dos americanos técnicos de la Base de Rota de la que la familia Vela era proveedora, Matthew y Jerry y sus respectivas esposas; fila inferior, de izquierda a derecha, Carmela Durán Valle, Agustin Vela Duran, Rosario Cairon garcía y Pedro Cairon Calatayud. En el restaurante El Resbaladero, durante la celebración de la boda del matrimonio Vela Cairón, el 5 de Agosto de 1973  

La boda
Terminada la mili, empezaron a hacer planes para la boda; prepararon un piso en nuestra casa de la Placilla y les quedó muy bonito. Para nosotros fue una alegría, porque veríamos crecer a los hijos que fueran naciendo y echarles una mano en lo que pudiéramos. Y llegó el ansiado día: 5 de agosto de 1973. Fue una ceremonia sencilla pero bonita y emotiva. La novia llegó del brazo de su padre, lucía un precioso y elegante vestido, regalo de Aurelia Nimo Real. Todo un detalle. Mi hermano, iba del brazo de mi madre, Carmela Durán Valle, por cierto, a cual más guapo y elegante. El ágape se celebró en el restaurante Resbaladero y la verdad es que lo pasamos de lujo.

| La familia formada por Charo y Tito, junto a sus hijos, Inmaculada y Daniel en la fila superior y en la inferior, Juan Pedro y Agustín.

La felicidad fue a más con la llegada del primer hijo. Daniel, era lo más lindo del mundo --los cuatros los son-- pero él era un niño muy cariñoso y muy gracioso. Inmaculada, tiene la gracia innata de su madre y es además de guapísima una madraza de dos niños:  Mauro y Martin tan lindos como ella. Agustín, era un niño algo reservado pero muy cariñoso y maduro para su edad.  Sigue siendo así, y es un encanto. Juan Pedro: era un niño alegre y vital que se empeñó, en echarle un pulso a la vida y la venció. Ni, nacer antes de los siete meses, ni su poquito peso, fue impedimento para creciera con normalidad para nuestra alegría. Gracias a Dios, es un hombre fuerte y muy bueno que lucha por sacar a sus hijos: Carlos y Alma para adelante.

| Publicidad de motocarro R.O.A., en alguno de cuyos modelos la familia Vela llevaba los suministros de frutas y verduras a la Base Naval de Rota.

La Base de Rota
Creo que fue sobre 1958/59 cuando mi hermano Tito, con apenas once años se montó en el motocarro R.O.A. (le decíamos isocarro por la marca italiana ISO) de mi padre, que conducía Pepe Romo y ambos dos, llevaron los primeros pedidos a los Seabees --Unidad de la Flota de los Estados Unidos-- en Rota. Fue por mediación de mi hermano que se consiguiera el primer contrato firme. Primer contrato y por qué no decirlo, trabajo titánico. No, no exagero, los antiguos vecinos de la calle Santa María, no me dejaran mentir, si digo que cuando venían barcos e incluso algún submarino, se trabajaba toda la noche y no una varias. Ellos tenían sus normas y exigían que se cumplieran. Para supervisarla la mercancía, enviaban a sus técnicos, que eran estrictos en cómo se debía preparar el género, pero dentro de la normalidad.

 

| Bill, técnico de la Base de Rota que inspeccionaba los envíos al recinto militar y su esposa Lorraine, con quien la familia Vela trabó una buena amistad| Foto: Kevin Olson

Afortunadamente, mis dos hermanos Tito y Antonio se defendían con el idioma y la cosa fluía bastante bien. La verdad es que con la mayoría de los técnicos congeniamos enseguida. De todos guardamos un cariño sincero, pues todos eran unas personas entrañablemente buenas y ni la distancia ni el tiempo podrán borrar nuestros sentimientos de cariño por ellos. Especialmente a Bill y a Lorraine Rainey, una pareja adorable que se hicieron querer, además de Jerry que tenía la paciencia del Santo Job, Eugenio Ingalise, Mathius y Juan, un filipino agradabilísimo...

| Charo Cairón, en el puesto de frutas y verduras del desaparecido Mercado de Crevillet --hoy sede de la Policía Local-- | Foto: Jorge Roa | Archivo Municipal.

Plaza de abastos de Crevillet
Cierto día del 1982 llegó a oídos de mi hermano que en iban a abrir una plaza de abastos en Crevillet, y sabiendo  que mi cuñada es una persona inquieta, y que siempre que podía nos ayudaba en nuestra frutería de la Placilla, le propuso ponerse al frente de su propio negocio, le pareció una buena idea y abrieron su puesto. Fueron cinco años, donde primó el compañerismo de todos los comerciantes y la buena respuesta de la clientela, sobre todo los martes, dada la cercanía con el mercadillo popular.

La cosa se torció, ¿por qué? Quizás, fuera que a la gente le gustara comprar en el centro, por múltiples razones: tomarse su café en las cafeterías de toda la vida y encontrarse y departir con amigas, comprar numeritos de los no oficiales, tener a sus comerciantes de confianza a los que podían decir: apúntamelo, los churros de Charo, ¡Que sé yo! Realmente fue una pena, porque tenían calidad, buenos precios, buen servicio, limpieza, en fin, de todo para que hubiera seguido abierta aún hoy. Tras una serie de vicisitudes, cogieron el local que teníamos  en la barriada de Malacara, fueron unos años muy buenos, conservaron y acrecentaron la clientela ya existente, hasta que llegó, la jubilación.

| Mercado de Crevillet, en construcción. | Foto procesada por Vicente González Lechuga | Archivo Municipal. 22.07.1982.

La ‘Marea Verde’
Charo, Tito, gracias por tantos momentos vividos junto a ustedes, desde disfrutar de muchos domingos en la playa de La Colorá. Aunque parezca una tontería en estos tiempos, fueron ustedes quienes me llevaron a comer por primera vez, pizza al Canti-Cantina en Valdelagrana  y  hamburguesas al Faisán Dorado. Charo, ¿te acuerdas de aquel día, recién llegadas a La Placilla de casa de tus padres, sentimos mucho alboroto y nos horrorizamos al ver desde la calle Luna a La Placilla una “marea verde” --dicho sea con todo el respeto del mundo a nuestra Benemérita--? Eran Guardias Civiles corriendo en hileras que llenaban de ancho la calle --no sabría precisar  el número de ellos-- pero eran muchos.

De aquellos ratitos de paseo con Daniel, de las tapitas de el primitivo Echate Payá y de tantas cosas buenas, por eso… Gracias.  | Texto: María Jesús Vela Durán.

7 comentarios en “4.512. Charo Cairón y Tito Vela. Una familia creada en La Placilla

  1. Rosario

    Soy Rosario, hija de Meli.

    Rosarito como me llaman mi tía y mi tío desde que tengo uso de razón.De los poquitos que han estado cerca mia desde bien pequeña y siguen estàndolo con 34 años que tengo. Ir a su puesto de la plaza y meterme pa dentro y salir con 20 duros y algo más que les pidiera. Mi tía, que es la mujer más cachonda y alegre que conozco,y mi tío que mas nobleza no puede caber en ese cuerpo tan grande que tiene.

    Pensar en ellos es pensar en amor y protección,porque en ellos se que siempre encontraré a una familia y a un hogar donde ir.Antes con mi hermana (con la que mi tio tito se pirra,"que gracia me hace la joía")y conmigo,pero ahora lo hacen con mi hijo.

    Gracias por permanecer en nuestras vidas,sobre todo,en los malos momentos.

    Os adoro!!!!!!!!!!!!

  2. ana

    Yo cuando llegue al.Puerto de sevilla tuve la gran suerte de conocerlos en Malacara.Fueron muy cariñosos con nosotros y tenían una calidad buenisima en todo lo que vendían.Nos acordamos mucho de ellos y las pocas veces que los hemos visto nos ha dado mucha alegría. Os deseamos lo mejor Ana y Juan

  3. Meli cairon garcia

    Hola,soy Meli,hermana de Charo y cuñada de Tito;que voy a decir yo de ellos....que no recuerdo mi vida sin mi cuñado tito en ella ,porque si no estaba en ella cuando nací,faltaría poco.Que el y mi hermana Pelo,como la llamo yo,y algunos más,siempre han estado cerca mía y de mis hijas,en lo bueno y en lo.malo....que son personas buenas y justas,.Mi hermana es muy guapa,muy alegre y mi cuñado se ríe mucho con ella,y quien no es mi cuñado también...
    Ella nunca está triste y si está triste algo grave pasa.Yo también los recuerdo en la placilla, en su pisito,donde nacieron mis sobrinos...En fin,que yo y mis hijas los queremos mucho,porque nos han apoyado cuando más lo hemos necesitado y queremos decirlo públicamente.Un beso muy grande para ellos y gracias a María Jesús por quererlos como yo,y espero que no cambieis nunca

  4. Andrea Vaca Cairón

    "Tito dame castañas y chóped de lata" Y siempre que me veía entrar en el puesto, me metía en los bolsillos un poco de cada cosa.

    Tito y tata, el querer a las personas, no se demuestran en redes sociales o en comentarios públicos. A pesar de que actualmente vivamos en una sociedad en la que no haya cartas, ni llamadas al timbre de la puerta y que únicamente se valore las fotos colgadas en un tablón de una red social, mi madre me ha enseñado que los sentimientos se demuestran con hechos y que el camino se hace andando.

    Y vosotros con muchísimos hechos, me habéis demostrado ser mis titos. Espero haber hecho bien mi trabajo como sobrina.

    Os quiero mucho.

  5. Manuel Gago Fornell

    Entraña mía, soy Vicentito mi colega Chuchy (Gago) me ha enseñado tu escrito (genial). El comentario va en su teléfono y correo. (yo no tengo) y ahora sin paréntesis TE QUIERO.

  6. Cati

    Yo le compraba a Charo en el mercado de Crevillet los mandaos de mi abuela...todos los días al salir del colegio...cuando era muy pequeña...Las mujeres se intentaban colar aprovechando que ella no podía verme tan pequeña detrás del mostrador.... pero ella me veía y no dejaba que nadie se colara. Me acuerdo mucho de ella.

  7. Lorena Cruz

    Siempre escribes con mucho cariño mamá. Felicidades por ser recuerdo de un tiempo que vuela. Gracias por tu memoria y tu buena disposición para que sea un escrito bien descrito y expresado.Te quiero.

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