| Texto: Pipi Gago.
Rocío Albert Fernández nació el 3 de noviembre de 1981, en El Puerto de Santa María. Licenciada en Biología, esta multidisciplinar portuense ha vivido durante 10 años en Palma de Mallorca, y es una viajera constante por el mundo, interesada por las diferentes culturas, con especial reiteración a la India. De regreso a su tierra natal abrió un centro de Yoga, donde además imparte Pilates ‘Con Alma Yoga Ro Albert’.
1981
El año de su nacimiento, se celebraba en El Puerto el 700 aniversario de la fundación de El Puerto de Santa María por el rey Alfonso X ‘el Sabio’ y la ciudad ofrecía un homenaje popular a Rafael Alberti. Se producía en El Puerto un relevo en la alcaldía, pasando de manos del comunista Antonio Álvarez Herrera al también edil de izquierdas del mismo partido, Rafael Gómez Ojeda.
1981 fue el año en el que se cerraba el tristemente Penal del Puerto situado en el Monasterio de la Victoria.
En noviembre abría la Peluquería Estilos de Antonio Muñoz Ortega, en la calle Ruiseñor. Fue el año del fatídico 23F, con la intentona de golpe de estado en el Congreso de los Diputados.
Sus padres son también porteños: Manuel Albert Gálvez y Eufemia Fernández Ferrer, siendo Rocío la menor de cuatro hermanos.
La familia vivió en el barrio de Crevillet, muy cerquita de la Policía Local en el que estuvieron hasta, que precisamente, por la llegada al mundo de nuestra protagonista, la vivienda quedara pequeña y deciden trasladarse a la zona de la Avenida de la Libertad. Aquí es donde ha transcurrido su vida y donde vuelve después de cada una de sus aventuras. Casi que podía caer de la ventana de su habitación a su Colegio, la Gaviota. De este centro escolar pasó al instituto Pintor Juan Lara, donde empezó a aficionarse a la Biología, inspirada por el gran docente Juan Valentín Fernández de la Gala.
Con 17 años empezó a cursar la carrera Universitaria de Biología que comenzó en Jaén y terminó en Granada. Justo al terminar se le concedió una beca europea del programa Leonardo da Vinci con la que tuvo la oportunidad de trabajar directamente con lobos en el Centro de Recuperación del Lobo Ibérico, en Portugal. Para ella, sin duda una experiencia especial con la que además de conocer un poco mejor a estos soberbios animales, tuvo la oportunidad de entablar relación con mucha gente de diferentes nacionalidades y culturas.
Al volver a nuestra Ciudad, se encontró con la sorpresa de un viaje familiar a Mallorca por 9 días para visitar a su hermano, y estos se acabaron convirtiendo en 10 años de estancia en la isla. Durante este periodo de su vida estudió inglés, un Máster de Cooperación Internacional y trabajó en diversas posiciones, desde el aeropuerto hasta el acuario de Palma de Mallorca y en una gran empresa farmacéutica. No muy contenta ni satisfecha con su trabajo en este último lugar, optó por dejar la vida acomodada y empezó a practicar yoga.
Y es aquí cuando comienza un enamoramiento y relación --que dura hasta nuestros días-- con esta disciplina. Enseguida quiso formarse como instructora y lo hizo en el mismo espacio donde practicaba en Palma, Narada Yoga, un centro y escuela de Yoga y Pilates regentada en aquel momento por los que fueron sus maestros, Toni y Nines, con los que acabó trabajando.
Debido al estado de salud de su madre, en 2016, regresó a El Puerto para estar con ella. Desde entonces volvió a reinventarse de nuevo y a comenzar de cero. Trabajó en una academia de idiomas en Jerez y dando clases de yoga donde y como podía, a domicilio, en playas y parques y en el hotel Pinomar, donde la trataron como un miembro más de la familia y al que siempre estará agradecida. Finalmente, se decidió a abrir su propio centro y formarse como instructora de Pilates, para poder ofrecer más variedad de clases.
En octubre de 2019, abrió en la barriada de Malacara, un espacio muy pequeñito y acogedor. Debido a la pandemia y a las distancias de seguridad se vio abocada a buscar un espacio mayor y, en enero de 2021, se traslada a la Avenida de la Libertad donde pone en marcha el centro ‘Con Alma Yoga Ro Albert’.
Se alegra mucho de haber vuelto a su tierra natal y haber pasado los últimos cuatro años de la vida de su madre con ella, que aun siendo con enfermedad, fueron momentos muy especiales que permanecen en su corazón.
De siempre le han encantado realizar proyectos nuevos: la fotografía, las manualidades, los idiomas y las diferentes culturas. En cuanto ha podido se ha escapado a cualquier rincón del mundo Tailandia, Nueva York, Polonia, India, Alemania, Inglaterra, Holanda... y lo sigue haciendo, hasta el punto de organizar viajes a India con todas las personas interesadas que se le quieran unir en el periplo.
Muchas gracias, Rocío, por recordarme como profesor. Con alumnas tan motivadoras como tú, era muy sencillo!
Un beso
Que vida tan bien vivida.gracias a tu compromiso nosotras estamos día a día mejorando, gracias Rocío por tu compromiso y por hacernos sentir cada día mejor.eres maravillosa
Gran profesora y por lo que veo también una viajera, mucha suerte
Estoy orgulloso de mi hija, así como de sus tres hermanos, son buena gente, así lo siento y manifiesto. Besos para los cuatros.