Diez años de la gastro taberna en el corazón de El Puerto
| Texto: Ángel Mendoza.
En pocos lugares de la ciudad es posible degustar un buen café con acompasado crotorar de cigüeñas y el repique de las campanas de la Basílica Menor como música de fondo. Llegan fragancias de flores de la plaza de Juan Gavala, ruedan carros de la compra de camino o de vuelta del Mercado de la Concepción y un sol agradable y cómplice avanza por los tejados de una de las calles más distintivas de El Puerto de siempre. Poco más se puede pedir para rozar eso tan indefinible que suelen llamar felicidad, o quizá sí se pueda aspirar a más aún, porque la Gastro Taberna La Vicaría --en Doctor Muñoz Seca, o Vicario, número 24- -, que ha soplado diez velas en este año que se va, tiene mañanas, mediodías, tardes y noches dispuestas a regalar a su amplia clientela momentos inolvidables e impagables veladas con un servicio atento y cercano y una cocina tradicional que respeta lo antiguo desde la fiel ortodoxia, pero innova, también, en busca de nuevos sabores y experiencias.
| Una de las pestiñadas organizadas por 'La Vicaría'.
Al frente del milagro están Carmen Herrera y Borja Fernández, y lo de “milagro” puede entenderse no solo por el grado de excelencia alcanzado a lo largo de un decenio, sino porque la supervivencia del negocio ha sido casi prodigiosa después de soportar, primero, los últimos coletazos de la crisis económica del 2008 y luego, cuando todo parecía levantar cabeza, el zarpazo mortal de la pandemia del Covid-19, que les cogió a punto de inaugurar una costosa reforma del local. Pero ahí estuvieron ellos, tratando no solo de salvar su proyecto, sino de dinamizar la calle organizando pestiñadas y fiestas de carnaval, y contribuyendo al engrandecimiento de la Semana Santa portuense con la edición de carteles propios, firmados por las manos de consagrados artistas como José Fernández Villegas.
| Presentación de un cartel de Semana Santa | Año 2017
Esa apuesta por ser parte activa de la zona ha sido premiada por una parroquia fiel integrada no solo por abogados, periodistas, arquitectos o escritores, sino por hombres y mujeres de todas las profesiones: portuenses de residencia o llegados desde rincones de España entera. Lejos de amilanarse ante las dificultades, Carmen y Borja ampliaron el negocio con un reservado para celebraciones en la misma calle, y han conmemorado con orgullo la década de existencia de La Vicaría con propuestas gastronómicas y culturales esparcidas a lo largo de 2023 como catas y degustaciones: haber llegado hasta aquí merecía ser festejado y compartido con quienes están, y también con el recuerdo de los que se fueron, como el abogado y flamencólogo Luis Suárez Ávila, alguien casi de la familia que dijo adiós para siempre la pasada primavera.
| Una de las catas celebradas con motivo del décimo aniversario en el salón privado
Congratularse por estos diez años y cumplir otros diez más, por lo menos, es todo lo que piden los incansables Carmen y Borja, quienes agradecerían, por qué no, más atención por parte de las autoridades municipales hacia esta orilla de la ciudad, que es también el centro y es también El Puerto, para devolver así la grandeza a la que fue arteria fundamental en tiempos no tan lejanos: populosa y vigorosa vía la calle Vicario donde colgaron letreros míticos como los de la Pensión Las Columnas, Bar El Brillante, Barbería de Muñoz, Fonda Bartolo, Casa Juana, el Liberato de Librada, Calzados León, Bar Número 3, Plastimar…
| Exorno de La Vicaría en la última Feria 2023, premiado por Bodegas Osborne.
Pero ese es el ayer, el futuro empieza cada vez que alguien saluda la mañana con un café en La Vicaría mientras el cielo se araña de cigüeñas y despiertan las campanas de la Basílica Menor.