Primer Premio del Certamen Literario de la XIV Fiesta de la Vendimia
| Texto: José María Morillo
Con Abracadabra, Juan Luis Rincón Ares se adentra en un territorio lírico donde la palabra parece convocar —más que describir—, como si el poema funcionara a la manera de un conjuro íntimo. El jurado del XIV Certamen Literario de las Fiestas de la Vendimia de Cheste (Valencia) ha sabido reconocer en este trabajo esa tensión entre lo cotidiano y lo revelador, otorgándole el Primer Premio y asegurando su publicación por parte del Ayuntamiento de dicha localidad levantina.
En el mundo del arte contemporáneo, donde lo efímero a menudo se impone sobre lo duradero, hay trayectorias que crecen en silencio, con rigor y fidelidad al oficio. La de Fernando Lores, pintor afincado en El Puerto de Santa María, es una de ellas. Este mes de junio, su nombre ha vuelto a resonar con fuerza en dos certámenes de ámbito nacional, consolidando una línea de trabajo en la que la técnica y la emoción no se excluyen, sino que se potencian.
Hay victorias que se miden en segundos. Otras, en metros. La de Myriam Benítez Vera en Cairns (Australia), sin embargo, se mide en años. Años de madrugones, de pedaladas bajo la lluvia, de caídas que duelen más en el alma que en la piel, de llegar a meta cuando ya no queda nadie mirando. Y aun así, seguir. Siempre seguir.
Con Myriam el nombre de El Puerto de Santa María viajó 14.000 kilómetros y se subió al segundo cajón del podio del Campeonato del Mundo de Mountain Bike (MTB), categoría Máster 30. Lo hizo de la mano —y las piernas— de una mujer que ha convertido la bicicleta en extensión de su cuerpo y la montaña en su lugar natural.
Centenario de un bautismo poético: Mar y Tierra o Marinero en Tierra
| Texto: José María Morillo.
Hoy se cumplen 100 años. El 6 de junio de 1925, un jurado compuesto por sabios y poetas --entre ellos Antonio Machado, que no se limitó al gesto protocolario, sino que dejó constancia autógrafa de su voto-- rubricaba un acto que, con el tiempo, se volvería casi fundacional para la poesía española del siglo XX. Aquel día, el entonces jovencísimo Rafael Alberti Merello, un portuense con apenas 22 años, obtenía el Premio Nacional de Literatura en la sección de “Poesía Lírica” por un libro inédito titulado Mar y Tierra. Un libro que, con la natural deriva de los títulos que aún no han tocado imprenta, terminaría por ser publicado como Marinero en Tierra en noviembre de ese mismo año, abriendo una travesía que aún resuena con fuerza un siglo después.
La portuense Bella (el nombre artístico de Julia González) actuó el pasado 31 de mayo en el concurso de Canal Sur ‘Tierra de Talento’ interpretando un tema propio, creado el Día del Apagón. Bella se encontraba en su casa el pasado 23 abril cuando España entera se quedó sin suministro de energía eléctrica e incomunica por internet. Al ver que no podía contactar con nadie, hizo lo que se le da mejor: coger su guitarra y componer un pasodoble al que tituló: "La vida Pasa", rodeada de velas. Una letra llena de lecciones de vida, que le ha dado el pase para las semifinales del talent show.
Esta noche se celebra la Gala de Miss Universo Andalucía
| Texto: José María Morillo.
Esta noche, Granada deja de mirar a la Alhambra para rendirse a otro tipo de belleza, igualmente poderosa, igualmente hipnótica. La portuense Clara Navas Lora (25 años), Miss Universo Cádiz, aterriza –una vez más, y nunca tan literalmente– en el Teatro Granada 10, donde se celebra la gala de elección de Miss Universo Andalucía. Pero Clara no solo representa a su provincia: representa una manera de estar en el mundo.
Azafata internacional de Iberia, políglota, viajera incansable y con un estilo que mezcla la elegancia de las cabinas de clase business con la naturalidad del Atlántico gaditano, Clara no se presenta a este certamen por casualidad. Es una mujer que ha sabido modular su trayectoria con inteligencia, entre la disciplina del uniforme y la libertad de la pasarela.
Es la Virgen de los Milagros, patrona de El Puerto de Santa María, y también la Virgen del La, la, la a la que se rezó en aquella victoria de Eurovisión de 1968 con gran fe. Como se ha producido este año por un grupo de eurofans que se ha emplazado de nuevo para rezar ante la Virgen de los portuenses y pedir éxito para Melody con Esa diva en la gala final de Eurovisión que se celebra este sábado en Basilea (Suiza). La ofrenda con los colores de España ha sido depositada en el reclinatorio frontal ante el camarín de la venerada imagen medieval.
Los veteranos nadadores hacen historia en el Campeonato Nacional
| De izquierda a derecha, Rocío García, Miguel Ángel Fernández Prada, Ángeles Cordal, Elena Jarque y Victoriana Gaztelu
| Texto: Milagros Gago
Página memorable han escrito los nadadores master de nuestra Ciudad en el XV Campeonato de España Open Másters de Agua Abiertas, que se ha celebrado recientemente en Ibiza. Si bien estos están adscritos a clubes de ciudades vecinas, su empuje ha sido fundamental para la obtención de medallas y marcas.
En el Club Natación Sevilla están: Rocío García García (+55), Ángeles Cordal Castro (+55), Elena Jarque Mulero (+60), Victoriana Gaztelu Valdés (+60) y Miguel Ángel Fernández Prada (+60). En el Club Natación Jerez: Fátima Moriana Martin (+40); Carmen Asencio ((+70) y del Club Natación Cádiz: Magdalena Marfil Pérez de la Lastra (+ 65).
La participación de María Lizaso en el jurado del TartgetPrize introduce una mirada especialmente enriquecedora, nacida de la confluencia entre la pintura, la ciencia y la experiencia vital. Artista multidisciplinar de El Puerto de Santa María, Lizaso encarna un perfil poco común en el panorama actual: el de quien ha transitado de la Biología —su formación inicial— y la labor como Técnica Ambiental, al mundo de la creación artística, sin renunciar a la exigencia ni al compromiso. Su formación en el Taller del Prado y su especialización en técnicas de grabado se desarrollaron en paralelo a su maternidad, un hecho que atraviesa, de forma sutil pero constante, su obra.
En el centro de la imagen Manolo Rodríguez Sánchez ‘el Polvorón’, durante su actuación en el cuarteto 'Inclusión o Victoria'.
Un cuento de Juan Luis Rincón, cuya acción transcurre en El Puerto de Santa María, y a cuyos protagonistas se pueden identificar fácilmente. Ha ganado el segundo premio en el XXI Certamen de Cuento y Relato Corto ‘Villa de Algarrobo’ 2025. “Es para mí una especial satisfacción la puesta en valor de este relato en concreto pues me permite difundir una aventura ficticia --pero que bien pudo ocurrir-- de un personaje portuense, muy, muy querido, que canta, baila y vive la vida con intensidad. Está vivo aún --y esperemos que por muchísimos años más-- pero que no podrá leer este relato si alguien no hace el favor de leérselo entre una actuación y otra. Me imagino que ya habré dado pistas suficientes para reconocerlo y recomiendo su lectura de manera encarecida”, ha comentado Rincón.
| Texto: Juan Luis Rincón Ares
En los tiempos de mi abuela María, en este pueblo que adoptó de pequeño a Rafaé, cada familia tenía un mote y para bien o para mal se heredaba de generación en generación. Los motes “son en Cádiz el currículo de los pobres y, a veces, su árbol genealógico; se heredan de padres a hijos y de hijos a nietos, generación tras generación…” he escrito yo mismo en otra historia que no viene a cuento. Eso viene ocurriendo, calculo yo, desde que Menesteo, el caudillo ateniense fundador de estos lares llegó y puso el primer pie – el izquierdo para más detalles - en nuestras costas o las riberas de aquellos remotos tiempos. “Bien hallados, nativos. Tomad y comed” dijo el rey engolando la voz y ofreciéndoles a los pocos naturales que fueron a recibirlo a la orilla unas piezas de pan extrañas y picudas. Mis primitivos paisanos acogieron sus primeras palabras y el alimento que les ofrecía entre sospechosas carcajadas. “El Biena”, ese motete se le iba a quedar para siempre al egregio caudillo por la cursilería esa de “Bien-ha-llados”. Así fue conocido por toda la desembocadura del Guadalete y en su honor, desde ese momento, se le llamó del mismo modo a las piezas de pan que les habían regalado a modo de bienvenida. El pan de Biena. O sea que si alguien de por aquí lleva este apodo - “Biena”, “Viena” o incluso “Rebaná”- que sepa que procede directamente del famoso cabecilla griego. No le dé más vueltas y perdonen la digresión cachonda. Así fuimos, así somos y seremos.
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