Centenario de un bautismo poético: Mar y Tierra o Marinero en Tierra
| Texto: José María Morillo.
Hoy se cumplen 100 años. El 6 de junio de 1925, un jurado compuesto por sabios y poetas --entre ellos Antonio Machado, que no se limitó al gesto protocolario, sino que dejó constancia autógrafa de su voto-- rubricaba un acto que, con el tiempo, se volvería casi fundacional para la poesía española del siglo XX. Aquel día, el entonces jovencísimo Rafael Alberti Merello, un portuense con apenas 22 años, obtenía el Premio Nacional de Literatura en la sección de “Poesía Lírica” por un libro inédito titulado Mar y Tierra. Un libro que, con la natural deriva de los títulos que aún no han tocado imprenta, terminaría por ser publicado como Marinero en Tierra en noviembre de ese mismo año, abriendo una travesía que aún resuena con fuerza un siglo después.
La solución final para el Deseado, o el arte de conspirar contra la historia
| Texto: José María Morillo
Si alguna vez hubo un rey que mereciera ser personaje de Valle-Inclán, ése fue Fernando VII: bufo, letal, melancólicamente ridículo. El monarca más vilipendiado de nuestras letras —y eso que compite con tules de dinastía— vuelve a escena, esta vez como blanco de una novela ‘Matar a Fernando VII’ (Editorial Almuzara) que, más que histórica, parece escrita con tinta de cicuta por el portuense David Fernández Fernández, residente en San Fernando y profesor de historia en el instituto Carlos III en Prado del Rey.
Este relato forma parte de un proyecto literario mayor, "En las lindes" que el autor dedica a su hermana Sole, en la imagen superior.
| Texto: Juan Luis Rincón Ares
Sebastián y Piedad se llevaban apenas dos años de edad. Crecían al compás y durante algunos años, para merma del devaluado auto concepto de Sebastián, tuvieron casi la misma estatura y peso. Muy poquito de ambas cosas, es decir.
Fueron compañeros inseparables de mil juegos de patio a pesar de que como hermana pequeña que era, él la hacía rabiar casi continuamente. ¡¡Daktari!!, la pinchaba musicalmente Sebastián llamándola igual que aquel león estrábico de la serie de televisión que solían ver juntos en el primer televisor que llegó a su casa. Ella se enrabietaba y se quejaba a su madre que nunca les hacía el menor caso. Entonces lloraba desconsolada, esmorecía, y escondía la irritación y la vergüenza de su ojo insumiso en ocasiones contra la almohada de última cama de la habitación más interior.
En el centro de la imagen Manolo Rodríguez Sánchez ‘el Polvorón’, durante su actuación en el cuarteto 'Inclusión o Victoria'.
Un cuento de Juan Luis Rincón, cuya acción transcurre en El Puerto de Santa María, y a cuyos protagonistas se pueden identificar fácilmente. Ha ganado el segundo premio en el XXI Certamen de Cuento y Relato Corto ‘Villa de Algarrobo’ 2025. “Es para mí una especial satisfacción la puesta en valor de este relato en concreto pues me permite difundir una aventura ficticia --pero que bien pudo ocurrir-- de un personaje portuense, muy, muy querido, que canta, baila y vive la vida con intensidad. Está vivo aún --y esperemos que por muchísimos años más-- pero que no podrá leer este relato si alguien no hace el favor de leérselo entre una actuación y otra. Me imagino que ya habré dado pistas suficientes para reconocerlo y recomiendo su lectura de manera encarecida”, ha comentado Rincón.
| Texto: Juan Luis Rincón Ares
En los tiempos de mi abuela María, en este pueblo que adoptó de pequeño a Rafaé, cada familia tenía un mote y para bien o para mal se heredaba de generación en generación. Los motes “son en Cádiz el currículo de los pobres y, a veces, su árbol genealógico; se heredan de padres a hijos y de hijos a nietos, generación tras generación…” he escrito yo mismo en otra historia que no viene a cuento. Eso viene ocurriendo, calculo yo, desde que Menesteo, el caudillo ateniense fundador de estos lares llegó y puso el primer pie – el izquierdo para más detalles - en nuestras costas o las riberas de aquellos remotos tiempos. “Bien hallados, nativos. Tomad y comed” dijo el rey engolando la voz y ofreciéndoles a los pocos naturales que fueron a recibirlo a la orilla unas piezas de pan extrañas y picudas. Mis primitivos paisanos acogieron sus primeras palabras y el alimento que les ofrecía entre sospechosas carcajadas. “El Biena”, ese motete se le iba a quedar para siempre al egregio caudillo por la cursilería esa de “Bien-ha-llados”. Así fue conocido por toda la desembocadura del Guadalete y en su honor, desde ese momento, se le llamó del mismo modo a las piezas de pan que les habían regalado a modo de bienvenida. El pan de Biena. O sea que si alguien de por aquí lleva este apodo - “Biena”, “Viena” o incluso “Rebaná”- que sepa que procede directamente del famoso cabecilla griego. No le dé más vueltas y perdonen la digresión cachonda. Así fuimos, así somos y seremos.
Desperté en el siglo XVIII con un dolor de cabeza monumental y una extraña certeza: el café aún no se había inventado. Frente a mí, un espectáculo de ingenio y necesidad se alzaba en el río Guadalete. La Fuente de las Galeras, ornamental y vital, surtía de agua fresca a la flota de Indias, convirtiéndose en una pieza clave del comercio ultramarino. Cerca, estaba también su fuente gemela: la del Sobrante. Al parecer, incluso en el pasado, el agua potable era un lujo que se vendía a buen precio.
El primer golpe de realidad llegó con el olfato. En el siglo XVIII, el baño no era un ritual diario, y el perfume intentaba (fallidamente) encubrir la falta de agua y jabón. En la calle, la gente arrojaba desechos por la ventana con la misma despreocupación con la que hoy se envía un emoji por Whatsapp. Aprendí rápido que caminar pegado a las fachadas era una invitación al desastre.
Patricia Manjavacas Sneesby nos regala ‘El camino de vuelta’ (RBA Libros), una novela ambientada en parte en El Puerto de Santa María, donde la brisa marina sopla con la misma constancia que las dudas existenciales de los protagonistas, transcendiendo el género de intriga para adentrarse en las profundidades de la memoria y la culpa. La autora nos arrastra por paisajes y espacios de esta Ciudad, con una narrativa que, si bien aspira a la introspección profunda, a veces se detiene demasiado a observar el vuelo de una gaviota como si aquí estuviera la clave del universo. No es casualidad que Rafael Alberti: sus libros y alguna cita, aparezcan en la ficción.
María Pérez Herrera, nacida en 1981, creció entre pilas de libros y el inconfundible aroma a papel viejo y café recalentado que caracteriza a toda librería con solera. Su padre, Ángel Pérez, visionario donde los haya, decidió abrir Zorba ayudado por su madre María Herrera, primero como tienda de regalos, porque ¿qué mejor manera de empezar un negocio literario que vendiendo tazas con frases motivacionales? Poco a poco, los libros fueron tomando el control, y en 1978 Zorba se convirtió oficialmente en librería.
Estreno Mundial de un monólogo que conquista los corazones
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| Texto: J.M. Morillo-León.
En el panorama del teatro contemporáneo, hay autores cuyas obras no solo nos invitan a reflexionar, sino que nos conmueven profundamente, tal es el caso del porteño Juan García Larrondo, un dramaturgo que ha logrado conectar con públicos de diversas latitudes a través de su potente narrativa emocional. Su monólogo titulado ‘Lo mío no tiene nombre (O regodeo de Sebastián en sus martirios)’ le valió el Segundo Premio en la XIX edición del Certamen Internacional de Requena.
El estreno mundial de la obra será el próximo 2 de febrero en el Festival de Teatro Amateur de la Comunidad Valenciana, que será puesto en escena por el Coordinadora de Actividades Teatrales 'Arrabal Teatro’, con la dirección de José Luis Prieto y la interpretación de Arturo Domingo.
La verdad detrás del asesino que estremeció a España
El Arropiero (segundo por la izquierda) junto al juez instructor y tres policías que conformaban la Comitiva Judicial, durante la reconstrucción fallida de uno de los crímenes, en Ibiza | Foto: Diario de Ibiza.
| Texto: J.M. Morillo-León.
Con El Arropiero. La deconstrucción de un monstruo, Cristina Amanda Tur (CAT) y Héctor Escandell nos invitan a sumergirnos en los oscuros pliegues de una de las figuras más enigmáticas y sobrecogedoras de la crónica negra española. Publicado por Balàfia Postals, este ensayo de true crime trasciende los límites del género al conjugar una rigurosa investigación histórica con una narración que captura la esencia de un hombre perdido entre el horror y la fascinación colectiva.
Manuel Delgado Villegas, con el apodo de 'el Arropiero', emerge en estas páginas como un espectro que oscila entre lo humano y lo monstruoso. Su historia, tejida por los confesos 48 asesinatos (de los cuales solo siete fueron corroborados), revela tanto las carencias estructurales de la justicia española de los años setenta como la perturbadora mente de un hombre cuya violencia parecía no conocer fronteras geográficas ni morales. A principios de 2009, el director catalán Carlos Balaqué estrenó el documental ‘Arropiero, el vagabundo de la muerte’, sobre la vida y asesinatos de Delgado Villegas.
El Día de la Lectura en Andalucía fue instituido por la Junta de Andalucía el 16 de diciembre, día del nacimiento del poeta Rafael Alberti y fecha del homenaje a Góngora celebrado en el Ateneo de Sevilla en 1927 que daría lugar a la Generación del 27, reunión en la que, además de Alberti, participaron Lorca, Bergamín, Cernuda, Gerardo Diego o Dámaso Alonso.
El pasado día 11 S.M. el Rey, Felipe VI, se refirió ampliamente al portuense Rafael Alberti en su discurso, durante la cena de gala ofrecida por el presidente de la república italiana en honor de los reyes, en su viaje oficial a Italia. Recogemos aquí parte de aquellas palabras:
Hoy jueves 12 de diciembre, a las 20:00 horas, el edificio de San Luis Gonzaga, situado en la plaza del Ave María, acogerá la presentación deLa reina de Santa Clara, la nueva novela de José J. García de Romeu. El abogado, escritor y columnista porteño continúa explorando los terrenos de la novela negra en su más reciente obra, publicada nuevamente por Apache Libros. Con esta nueva entrega, García de Romeu amplía el universo literario iniciado con Siempre quiso ser travesti y llamarse Vianka, Una gaviota voló sobre Cortadura y Un flamenco en los esteros.
Con La reina de Santa Clara, el autor da un paso más en su evolución dentro de la ficción criminal, un proceso iniciado en 2021, alcanzando con este nuevo título una madurez narrativa que le permite consolidar su estilo propio. Ambientada en los años 80, la novela combina intriga y drama familiar, trazando un relato vibrante sobre el precio de la ambición y la búsqueda de redención en un mundo regido por las leyes del narcotráfico.
Releyendo fragmentos de La arboleda perdida de Rafael Alberti me detuve en el capítulo 7, donde relata la situación de crisis personal por la que pasó en 1928 y a raíz de la cual fue invitado por José María de Cossío a pasar unos días en una casona que tenía en Tudanca. Desde allí realizaron algunos paseos y excursiones por lugares cercanos. Fueron a Santillana y después visitaron las cuevas de Altamira. Alberti pudo visitar la cueva auténtica, no la reproducción que actualmente se muestra al público a fin de preservar la verdadera e impedir que se estropee en un año lo que se ha conservado durante miles.
Me llamo Federico Supervielle Bergés, pero todo el mundo me llama «Fede». Soy oficial de la Armada española y he estado destinado a bordo de las fragatas Victoria y Canarias y del patrullero Tornado. Después fui piloto/operador de drones ScanEagle en la 11ª escuadrilla y actualmente soy el comandante del remolcador de altura La Graña. He tenido la suerte de participar en seis ocasiones en la misión antipiratería de la Unión Europea en el Índico y en un despliegue de seguridad cooperativa en el Golfo de Guinea. Como ves, mis libros están escritos desde mis experiencias en la Armada. Después de terminar mi formación en la Escuela Naval Militar, estudié un máster en Seguridad, Paz y Conflictos Internacionales y otro en Historia Militar. Me enorgullezco de que la Revista General de Marina, el Instituto Español de Estudios Estratégicos, Global Strategy y la revista Ejércitos hayan publicado alguno de mis artículos.
Nací en Murcia y soy de El Puerto de Santa María.
El año de mi nacimiento es 1969, por lo que el 68 me resulta la prehistoria.
Más que de buena familia soy de familia buena.
Mi madre estuvo muy muy muy malita y de repente se curó.
En cuanto a ser un niño-prodigio me quedé a medias: fui niño.
En el colegio tuve mis cinco minutos de gloria.
Mis amigos de entonces son los amigos que tengo, los amigos que me tienen.
Sobreviví a una infancia becqueriana; lo que no quiere decir nada en contra de Bécquer, y sí en contra de mi adolescencia.
En aquellos días me enamoré de la mujer de mi vida, a la que he conocido hace poco.
Porque me gusta la literatura que intenta hacer mejor a los hombres, opté por el Derecho.
“Un mes de sufrimiento, no puede pesar más que el de una vida tan plena como he disfrutado”
José Ignacio, en una imagen de mayo de 2024
| Texto: J.M. Morillo-León. José Ignacio Colón Torrent. Abogado, farmacéutico, político, investigador histórico, columnista de prensa, escritor, humanista… es una persona que no ha dejado de querer a El Puerto de Santa María desde cualquier lugar en el que estuviera. Nos deja un par de obras literarias, la última verá la luz en breve en edición limitada ‘El Banquete de vida’. En esta entrevista hace un balance de su existencia con una mirada serena ante la muerte: “Un mes de sufrimiento no puede pesar más que el de una vida tan plena como he disfrutado”.
De izquierda a derecha, Federico García Lorca, La Argentinita y Rafael Alberti | Fuente: Ahora (Madrid) del 15 de mayo de 1933.
| Texto: Manuel Almisas Albendiz
Tengo los zapatos rotos de subir a la azotea para ver si veo pasar al valiente Salvochea.
El poeta portuense Rafael Alberti (1902-1999), autor de «Marinero en tierra» (1924), obra con la que obtuvo el Premio Nacional de Poesía al año siguiente, le dio la bienvenida a la proclamación de la Segunda República con la representación a cargo de la Compañía de Margarita Xirgu en el Teatro Español, de su drama en verso «Fermín Galán» (estrenado el 1 de junio de 1931), sobre el héroe de la sublevación republicana de Jaca -natural de San Fernando (Cádiz), escrito en forma de romance de ciegos. Ya entonces, y desde meses antes, este «poeta vanguardista» era considerado por la crítica literaria, junto con Federico García Lorca, el mejor poeta de una nueva pléyade de escritores, la conocida años después como «Generación del 27».
| Viñeta: Alberto Castrelo | Fuente texto: La Voz.
El Puerto de Santa María ha sido el gran protagonista del programa de Televisión Española, 'Un país para leerlo'. La presentadora Jessica Martín ha paseado durante varios días por los rincones de la ciudad de los cien palacios, que reluce con todo su esplendor.
Lo que todo cuanto tiene de abrigo, lo tiene El Puerto de Santa María también de abrazo
La comunicadora entrevista en el Castillo de San Marcos y las Bodegas Caballero aGreta García Johnsson, artista, bailarina y payasa que se estrena con su novela 'Sólo quería bailar'. También se detiene en la librería Zorba, en la calle Larga y que se mantiene como punto de referencia lectora en su tercera generación...
El portuense David Magrañal García, presenta mañana jueves 19 septiembre a las 20:00 horas su quinta novela: ‘El asesino de viejos’ en la Galería Blanco y Negro, primera que ve la luz bajo el sello de Editorial Indie. A los que les guste el cine de los años 80 y 90, les gustará esta ficción literaria.
Porteños son los de Santísima Trinidad de los Buenos Aires recordándonos a nosotros Puerto de Santa Maria que le dimos nombre, a una ciudad y provincia de 17 millones de habitantes.
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